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Investigación en biodiversidad y servicios ecosistémicos para la toma de decisiones

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Estudio para proponer acciones sobre el manejo de los hipopótamos en Colombia

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Por: Prensa Instituto Humboldt | Bogotá D.C., 14 de abril de 2023

Estudio para proponer acciones sobre el manejo de los hipopótamos en Colombia



  • Las acciones propuestas por el Instituto Alexander von Humboldt y el Instituto de Ciencias Naturales de la Universidad Nacional buscan disminuir el tamaño y área de extensión de la población de hipopótamos en el país, controlar su crecimiento poblacional y, consecuentemente, disminuir los impactos negativos de la especie sobre la biodiversidad nativa y los ecosistemas, así como en las comunidades locales y a sus medios de subsistencia
  • El Ministerio de Ambiente revelará el plan de manejo para la especie en los próximos días.


Bogotá D.C., 14 de abril de 2023. El Ministerio de Ambiente y Desarrollo Sostenible; el Instituto de Investigación de Recursos Biológicos Alexander von Humboldt y el Instituto de Ciencias Naturales de la Universidad Nacional de Colombia se permiten informar y compartir los puntos centrales del estudio para proponer acciones de manejo de la especie Hippopotamus amphibius, a través del análisis de la dimensión socioambiental, demográfica y ecológica de:

  • La especie. El hipopótamo (Hippopotamus amphibius) es un mamífero artiodáctilo de la familia Hippopotamidae, reconocido por ser una de las especies de mamíferos terrestres más grandes que existen. Es originario de África, donde ocupa zonas típicas del clima ecuatorial, así como zonas áridas y templadas.
  • Llegada al país y número actual de individuos El hipopótamo fue introducido a Colombia en la década de los 80 de manera ilegal, en Doradal, municipio de Puerto Triunfo, departamento de Antioquia (llegaron 4 individuos). Desde entonces, la población de hipopótamos se ha establecido y expandido debido a una alta disponibilidad de alimento y cuerpos de aguas, algo que no ocurre en África por las fluctuaciones climáticas. En el informe, se registraron 169 individuos y se estima la presencia mínima de 181. Adultos 28%, Sub adultos 35% y crías y juveniles 37%. (Ver informe, página 12).
  • Una especie invasora. Se define como invasora a una especie foránea cuya introducción y/o dispersión amenaza la diversidad biológica nativa de una zona (ISSG-IUCN 2000, CBD 2022). El hipopótamo está considerado como una especie invasora en Colombia.
  • Características como especie invasora. Rápido crecimiento poblacional por maduración temprana y baja mortalidad, ausencia de controladores naturales (en su hábitat natural original existen grandes felinos y sequías que ayudan a su control poblacional), megaherbívoro (competencia con especies pecuarias y afectación a la flora nativa). Contaminación del agua por sus heces, transformadores del paisaje, por su actividad como "especie ingeniera" (creación de canales, pisoteo de la vegetación, etc.); vectores de enfermedades (brucelosis, Ántrax) y alta territorialidad (ataques a humanos y a otras especies). (Ver informe, página 18).
  • Panorama de las invasiones biológicas. La introducción de especies foráneas constituye uno de los principales impactos ocasionados por el ser humano, que al entrar en sinergia con atributos asociados al territorio donde han sido introducidas, podrían desencadenar efectos catastróficos/irreversibles para la biodiversidad, las comunidades locales y los ecosistemas (IPBES, García-Díaz et al. 2021). Si bien, no todas las especies introducidas llevan a invasiones biológicas negativas; el análisis de la introducción del hipopótamo en Colombia identificó los efectos en términos ambientales, económicos y sociales.
  • Afectación de los hipopótamos a los medios de vida de las comunidades locales. Dentro de las afectaciones generadas por esta especie, se consideran fundamentales los efectos sobre la comunidad: ataque a personas, persecución a personas dentro de los cuerpos de agua; daño a canoas, artes de pesca y temor de los pescadores a ejercer su labor, lo cual afecta sus medios de subsistencia; presencia de hipopótamos en las vías (primer caso de atropellamiento registrado la noche del 11 de abril de 2023); encuentros ocasionales con pescadores y niños; interacción agresiva con otras especies como caballos, terneros y vacas. Conflicto con el acceso al aprovisionamiento de agua para uso doméstico, ya que este recurso puede verse contaminado por la presencia de la especie invasora; afectaciones a cultivos a causa del consumo de los mismos y el pisoteo por parte del hipopótamo; entre otras. (Ver informe, página 63 ).
  • Medidas de control. Con el fin de gestionar al hipopótamo (H. amphibius) de una manera acertada, es importante acoger los marcos de referencia globales como los indicados por el Convenio sobre Diversidad Biológica -CDB-, que orientan y definen objetivos hacia los que se pueden orientar las medidas de manejo de manera integral, considerando el contexto de cada país (CDB 2002). Entiéndase: prevención, contención, control y erradicación, medidas encaminadas a la mitigación de impactos surgidos con posterioridad al establecimiento de una especie.
  • Control de especies invasoras en el mundo. Existen varios casos en Colombia y otros países, como Australia y España, en los que ya se han implementado estrategias para la erradicación y control de especies exóticas en diferentes etapas de invasión y contextos socioecológicos, para proteger la biodiversidad nativa. Ejemplos: Australia: camellos (Camelus dromedarius); España: cotorras argentinas (Myiopsitta monachus) y de Kramer (Psittacula krameri); Colombia: Caracol gigante africano (Achatina fulica). (Ver informe, página 21).
  • Acciones de manejo, control y erradicación en Colombia. Las metas para la gestión del H. amphibius como especie invasora, buscan disminuir el tamaño y área de extensión de la población invasora, controlar el crecimiento poblacional y, consecuentemente, disminuir los impactos negativos de la especie sobre la biodiversidad nativa y ecosistemas, así como en las comunidades locales y a sus medios de subsistencia. Para esto, se plantean diferentes medidas:

        Alertas tempranas: informar a las comunidades donde aún no existe presencia de la especie sobre la historia natural del hipopótamo y sus consecuencias como especie invasora.
        Intervención social: orientar a las personas en el comportamiento y accionar frente a encuentros con hipopótamos, en zonas donde existe presencia de la especie. Pedagogía, sensibilización y mitigación de interacciones con la especie.
        Translocación: traslado de ejemplares vivos hacia colecciones vivas como zoológicos o hacia poblaciones silvestres en su área de distribución natural.
        Confinamiento: Se enfoca en un aislamiento físico, donde exista un número controlado de individuos, teniendo en cuenta todas las condiciones de bienestar animal.
        Caza de control: Esta acción está contemplada si las circunstancias de orden social, económicas y ecológicas lo determinan. No contempla la caza masiva e indiscriminada de hipopótamos y se ciñe a estándares éticos y de bienestar animal.
  • Convención sobre el Comercio Internacional de Especies Amenazadas de Fauna y Flora Silvestres – CITES. Tiene como propósito velar porque las especies incluidas en sus listados tengan un uso legal, trazable y sostenible. En Colombia, la autoridad administrativa, constituida por el Ministerio de Ambiente y Desarrollo Sostenible y las autoridades científicas, conformadas por los Institutos de Investigación adscritos y vinculados al Ministerio y el Instituto de Ciencias Naturales de la Universidad Nacional de Colombia, velan por la implementación de la Convención. Para el caso del traslado de los hipopótamos desde Colombia a colecciones zoológicas en otros países, se debe velar porque las condiciones de confinamiento en los países receptores sean adecuadas y el traslado cumpla con toda la reglamentación CITES. La especie en cuestión se encuentra en el apéndice II, lo cual implica que cualquier movimiento de fauna a nivel internacional cumpla con todo el reglamento establecido por la Convención.


El Ministerio de Ambiente y Desarrollo Sostenible trabaja en el plan de manejo que se adoptará para esta especie en el país, teniendo en cuenta como uno de los insumos el informe entregado por el Instituto de Investigación de Recursos Biológicos Alexander von Humboldt y el Instituto de Ciencias Naturales de la Universidad Nacional de Colombia. Este plan será revelado a la ciudadanía por parte del Ministerio en los próximos días.

Biodiversidad cavernícola: lo que esconden las cuevas en Colombia

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Bogotá D.C., ABRIL 12 DE 2023

Biodiversidad cavernícola: lo que esconden las cuevas en Colombia



Investigadores del Instituto Humboldt, en alianza con expertos nacionales e internacionales; lograron ingresar a una zona remota e inexplorada del Caquetá, donde hallaron especies cavernícolas, algunas de las cuales podrían ser nuevas.

Peces, camarones, arañas y grillos son algunos de los animales que se hallaron en la exploración espeleológica acuático-terrestre realizada en las cuevas cuarcíticas del Tepuy Yarí, en Caquetá, Amazonas; área que forma parte del Escudo Guayanés, una de las formaciones geológicas más antiguas del mundo con afloramientos en Colombia, Venezuela Brasil y las Guayanas.

Esta es la primera vez que el Instituto de Investigación de Recursos Biológicos Alexander von Humboldt logra acceder a esta zona, gracias al apoyo de las comunidades indígenas de Araracuara, en particular al Resguardo Indígena Monochoa y a La Venta Esplorazioni Geografiche; organización italiana experta en expediciones espeleológicas internacionales en áreas de muy difícil acceso.

Carlos Andrés Lasso Alcalá, investigador del Centro de Colecciones y Gestión de Especies de la Dirección del Conocimiento, explica que el Instituto Humboldt, desde hace siete años retomó el estudio de la biodiversidad cavernícola, especialmente la acuática, y extendió su investigación a zonas subterráneas nuevas, remotas e inexploradas, con el ánimo de conocer más sobre estos ecosistemas y los humedales subterráneos.

Carlos Lasso recolectando muestras
Pie de foto: Carlos Lasso recolectando información biológica / Instituto Humboldt


“Durante tres años estuvimos trabajando de la mano con las autoridades indígenas locales (Resguardo Monochoa), tratando de ingresar en esta zona, lo cual no fue fácil debido a las condiciones del territorio, a temas de orden público y a que estas cuevas se encuentran a unos tres días de distancia desde Araracuara. Esta exploración comenzó el 21 de febrero y allí estuvimos hasta el 2 de marzo, tiempo en el que recolectamos información biológica y ecológica muy interesante en estas cuevas cuarcíticas”, dice Lasso.

Dentro de los hallazgos, se identificaron especies endémicas (exclusivas de una región) que podrían ser nuevas. Según Lasso, “en fauna acuática se hallaron dos especies de peces que tienen población dentro y fuera de la cueva. Una de ellas es un pequeño pez eléctrico, conocido como caloche o cuchillo (Gymnotus sp), de unos 15 cm de longitud (podría ser una especie nueva) y la otra es un pez del género Erythrinus, grupo hermano de los conocidos dormilones o guabinas.

En fauna terrestre cavernícola, se encontraron arañas látigo (amblipígidos), arañas clásicas, opiliones, dípteros varios (moscas y mosquitos) y grillos (probablemente troglobios o cavernícolas facultativos). También se recolectaron muestras de la estigobiota acuática (organismos microscópicos que viven en las aguas subterráneas) y de guano (excremento de murciélagos y guácharos), donde hay muchos organismos asociados.

En este momento, las muestras se encuentran en proceso de análisis por parte de expertos de la Universidad Nacional de Colombia y la Universidad de La Guajira. Determinar su identificación y si son especies realmente nuevas requerirá de varios meses de trabajo.

foto de grillo
Grillo cavernícola / Foto: Felipe Villegas Instituto Humboldt


¿Qué es la biodiversidad cavernícola y qué tipo de ecosistemas subterráneos hay? Colombia cuenta con una gran riqueza de geoformas subterráneas -cavernas, cuevas, hoyos y simas- en todo el territorio nacional. Estos ecosistemas se vienen estudiando desde el siglo pasado; pero, en los últimos 50 años, se han producido las investigaciones más concretas al respecto.

“En este momento, se está haciendo un inventario de cuántas cavidades hay en el país; pero, se estima que pueden superar con creces el millar. En todas partes del mundo existen este tipo de ecosistemas subterráneos, aunque Colombia se destaca por tener una gran variedad gracias a sus tres cordilleras, sus formaciones kársticas (calcáreas) y a las cuevas cuarcíticas o pseudokársticas del Escudo Guayanés (Amazonia y Orinoquia)”, indica Lasso.

De acuerdo con su ubicación actual y su origen, las cuevas y cavernas se clasifican como terrestres y acuáticas. Las asociadas con el agua pueden ser eurihalinas, anquihalinas o salobres (presentan una mezcla de aguas de mar y agua dulce) o limnéticas (cuevas de agua dulce que están inundadas, total o parcialmente).

Las terrestres se clasifican según los procesos de tipo geológico, como: karst (las rocas más susceptibles a producir estos relieves son las carbonatadas con minerales como calcita, dolomita o magnesita); pseudokarst (formadas debido a la destrucción del cementante); sufusión (por la acción erosiva de las aguas de infiltración sobre sedimentos débilmente consolidados) y antropogénicas (formadas por la acción humana, como túneles ferroviarios o minas de carbón).

En el país, este tipo de ecosistemas subterráneos se pueden encontrar en la Sierra Nevada de Santa Marta, la Serranía de Perijá, la Cordillera Cundi-Boyacense-Santandereana; el Catatumbo; el Archipiélago de San Andrés, Providencia y Santa Catalina; la Serranía de Chiribiquete, Serranía de La Lindosa, la Sierra de la Macarena, los cerros y serranías de La Guajira y el Desierto de La Tatacoa; entre otros.

“Las cavernas son verdaderos laboratorios de evolución. Son ecosistemas en los que la temperatura y la humedad son muy estables; es decir, no presentan cambios bruscos como sí ocurre en ecosistemas exteriores. Esto hace que las especies que allí habitan hayan estado aisladas por miles o millones de años; lo cual sirve para el estudio de la evolución e, incluso, para analizar fenómenos como el cambio climático. De hecho, diversidad de información sobre precipitaciones, derrumbes, terremotos o cambios de temperatura, se desprenden de los estudios de las cavernas”.

El Instituto Humboldt seguirá adentrándose en los más profundo de nuestros ecosistemas para entender más sobre el valor biológico, que los ecosistemas subterráneos proveen, lo cual contribuirá a la estrategia nacional para su aprovechamiento y conservación, como está reseñado en la Ley 2237 de 2022 sobre Patrimonio Espeleológico Colombiano.

KIT DE PRENSA
Audio: Carlos Andrés Lasso Alcalá, investigador del Centro de Colecciones y Gestión de Especies de la Dirección del Conocimiento / Fotos: Felipe Villegas y Carlos Lasso (las fotos van identificadas) / Comunicado oficial

Para conocer más sobre biodiversidad cavernícola:
Reporte Bio
Para mayor información:
Oficina de prensa:
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Cuidar el páramo con manos de mujer

Nota de actualidad | Por: Camilo Rueda | 31/03/2023

Cuidar el páramo con manos de mujer




mujer en paramo señalando el horizonte
En Mongua (Boyacá), las organizaciones campesinas promueven la gestión integral del páramo con importante liderazgo de las mujeres. El Instituto Humboldt se reunió con ellas para conocer su experiencia y dialogar sobre las iniciativas para el uso sostenible de este ecosistema.


Mongua es un pequeño poblado boyacense, incrustado en la Cordillera Oriental, en la provincia de Sugamuxi. Su nombre es de origen indígena y significa Sol Naciente. Su amplia plaza central devela un paisaje apacible, desde donde se divisan montañas en todos los puntos cardinales. En su zona rural tienen jurisdicción territorios del Parque Natural Regional Siscunsí-Ocetá y del complejo de páramos Tota-Bijagual-Mamapacha.

Entre el paisaje de alta montaña, se divisan viviendas de comunidades que por años han habitado esta localidad y que se han dedicado, principalmente, a las actividades agropecuarias.

Desde hace una década, y conscientes de la importancia de su región, los pobladores de este rincón de Boyacá vienen confluyendo en organizaciones campesinas que promueven el uso y el manejo sostenible del páramo. Entre ellas, se encuentran la Asociación Integral Campesina TDS y la Asociación Huerto Alto Andino.

Con manos de mujer

La Asociación TDS cuenta con 54 personas afiliadas, que desde el 2018 son lideradas por dos mujeres: Olga Rincón y Cristina Hurtado. “Desde su origen, la asociación había sido manejada por hombres. Pero en una asamblea se propuso el voto secreto y fuimos elegidas en la junta directiva”, explica Olga, quien desde entonces preside esta agrupación. En esa labor, la acompaña su cuñada Cristina.

mujer cosechando hierbas
Olga Rincón lidera la Asociación Integral Campesina TDS


Desde entonces, la asociación se ha revitalizado y ha visto incrementar las solicitudes de afiliación. En su nombre, se retoma la sigla de las veredas en las que tiene asiento: Tunjuelo, Dintá y San Ignacio. En ellas, tanto Olga como Cristina promueven el cuidado del páramo y las prácticas agropecuarias sostenibles. Para ello, han buscado el apoyo del Estado y de la cooperación internacional. Lo recibieron de Swissaid, una organización no gubernamental que promueve la seguridad alimentaria y la agroecología, y que las acompaña desde su fundación.

De Swissaid, en el marco de proyectos e iniciativas como “Guardianas de los páramos”, han recibido insumos y asesoría técnica. Gracias a este respaldo, hoy tienen varias huertas caseras e invernaderos. Los frutos que recogen son destinados al autoconsumo, principalmente, y los excedentes son comercializados entre vecinos o en la plaza del pueblo. Sin embargo, una comercialización estable es uno de los obstáculos que han enfrentado. “Llevamos los productos al mercado, pero a veces no se recuperan los gastos del transporte”, cuenta Cristina. Otro problema es el de recibir un apoyo técnico constante de las entidades oficiales, pues no siempre obtienen respuesta.

En su huerta integral tiene hortalizas, frutas y especies menores. También resguarda plántulas que le han obsequiado en intercambios de experiencias con otras comunidades de Boyacá, Cundinamarca y Nariño.

Además de estas iniciativas, la asociación se ha propuesto el aprendizaje sobre monitoreo comunitario de la biodiversidad y de restauración ecológica. Por eso, Cristina siempre porta un cuaderno en donde lleva anotaciones y dibujos de animales que avista en sus labores cotidianas. Este diario hace parte de un ejercicio de monitoreo que promueve la asociación.

Las guardianas de la Laguna Negra

comunidad en el paramo con investigadores
Mujeres de la Asociación Huerto Alto Andino guiaron a un equipo del Instituto Humboldt en un recorrido por la Laguna Negra


Hacia el sur de la cabecera urbana de Mongua se encuentra el Parque Natural Regional Siscunsí-Ocetá, que se superpone con el complejo de páramos Tota-Bijagual-Mamapacha. De camino al parque habita Odilia Neita, representante de la Asociación Huerto Alto Andino, otro proceso campesino que promueve el cuidado del páramo y el manejo sostenible de la producción agropecuaria.

Huerto Alto Andino acoge a más de 50 familias que desde el 2011 se han dedicado a sembrar productos autóctonos de la región, con prácticas de agroecología. Utilizan el sistema de riego por goteo y viveros. Producen múltiples alimentos que, de una parte, se destinan al autoconsumo, y de otra, a la comercialización en mercados campesinos.

Odilia vive en la vereda Duce, cercana a la Laguna Negra, un atractivo natural y fuente hídrica del que se nutren cinco acueductos circunvecinos. Por eso, Odilia ha velado por el buen manejo de la laguna, que como todos los páramos, provee agua potable a la Nación y es hogar de biodiversidad.

Por estas razones, los páramos han sido declarados ecosistemas estratégicos. Así quedó consagrado en la Ley 1930 del 2018, que dispone diferentes directrices enfocadas a la integralidad, preservación, restauración, uso sostenible y generación de conocimiento de los páramos, con participación de las comunidades.

Páramos para la Vida

Olga, Cristina y Odilia fueron algunas de las cerca de 40 personas que el pasado 18 de marzo se congregaron en Mongua con el fin de realizar un diálogo con una delegación del Instituto Humboldt. Entre los temas abordados en el encuentro, estuvo la socialización del proyecto Páramos para la Vida, una iniciativa que busca promover la gestión integral, participativa, sostenible y comunitaria de los páramos colombianos.

charla con investigadores
Camilo Rodríguez (centro), investigador del Instituto Humboldt, presenta a líderes de Mongua el proyecto Páramos para la Vida


“La naturaleza del proyecto busca generar, a través de la implementación de acciones participativas, una buena forma de vivir en el páramo y de trabajar de manera conjunta para buscar un buen relacionamiento entre personas, ecosistemas e instituciones”, sostiene Camilo Rodríguez, investigador del Instituto Humboldt, quien lideró el taller de socialización en Mongua.

Páramos para la Vida es impulsado por el Instituto Humboldt en alianza con el Ministerio de Ambiente y el Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD), con financiación del Fondo Mundial para el Medio Ambiente, en 16 complejos de páramo del país, de la mano de las comunidades. El complejo Tota-Bijagual-Mamapacha, que abarca un amplio territorio de Mongua, es uno de los complejos priorizados por el proyecto.

Como parte de su implementación, se busca acordar planes de trabajo conjunto con las comunidades que los habitan. Entre sus acciones, se encuentran el diálogo y la búsqueda de acuerdos entre las comunidades y las instituciones; la promoción de actividades económicas sostenibles; el fortalecimiento de experiencias de cuidado del páramo existentes en el territorio; y el intercambio de información sobre la gestión sostenible del páramo.

Durante el encuentro, la comunidad de Mongua expresó algunas de sus inquietudes, como ¿qué va a pasar con la tenencia de la tierra en el páramo? ¿Cuáles son las actividades económicas permitidas -y cuáles no- en territorios de páramo y de parques naturales? ¿Cómo manejar la presencia de fauna salvaje, como venados, osos y pumas?

personas en salon
Taller de socialización del proyecto Páramos para la Vida en Mongua (Boyacá)


Tras la ronda de inquietudes, las comunidades conocieron los alcances del Instituto Humboldt en la gestión integral de páramo, y cómo la entidad realiza su trabajo. También se les informó sobre cómo el producto de su labor es un insumo para la toma de decisiones concertadas entre la población y las diferentes instituciones que convergen en el municipio.

El Instituto Humboldt, como entidad facilitadora, planteó la propuesta de seguir sosteniendo diálogos para implementar prácticas productivas adecuadas para el páramo, y de convocar encuentros con las autoridades encargadas de resolver las problemáticas planteadas, como la Agencia Nacional de Tierras y la Corporación Autónoma de Boyacá (Corpoboyacá).

Finalmente, se concertó realizar nuevos encuentros con líderes de juntas de acción comunal para seguir presentando el proyecto Páramos para la Vida, así como identificar predios susceptibles para implementar acciones de trabajo en el área priorizada, en la que experiencias como las que lideran las mujeres de Mongua serán fundamentales para seguir cuidando los páramos para la vida.

Instituto Humboldt es seleccionado para brindar soporte técnico en una nueva evaluación mundial de biodiversidad

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Por: Prensa Instituto Humboldt | Bogotá D.C., 28 de marzo de 2023

Instituto Humboldt es seleccionado para brindar soporte técnico en una nueva evaluación mundial de biodiversidad



La Plataforma Intergubernamental Científico-Normativa sobre Diversidad Biológica y Servicios de los Ecosistemas (IPBES, por sus siglas en inglés) entregará un nuevo informe para el año 2025. Se trata de la “Evaluación de Negocios y Biodiversidad” (Business & Biodiversity Assessment); para la cual, el Instituto Humboldt ha sido designado como entidad líder de soporte técnico.

El Instituto de Investigación de Recursos Biológicos Alexander von Humboldt ha sido escogido, entre diversas instituciones científicas del mundo, como líder de la nueva Unidad de Soporte Técnico (Technical support unit -TSU-) para la producción de la “Evaluación de Negocios y Biodiversidad” de IPBES (Business & Biodiversity Assessment)

El Instituto Humboldt estará acompañado y apoyado por el Centro de Monitoreo de la Conservación Mundial del Programa de las Naciones Unidas para el Medio Ambiente, con sede en el Reino Unido (UNEP-WCMC, por sus siglas en inglés) en la conducción de la TSU.

Ambas instituciones tienen como objetivo principal prestar asistencia técnica, científica y administrativa a los autores del informe. Esta es una designación muy importante para Colombia, pues reconoce la experticia y la integridad de nuestros investigadores locales.

Como apoyo técnico, la TSU se encargará de facilitar la comunicación entre los autores de la evaluación, asegurar el uso de las normas IPBES en la redacción de los capítulos del informe y verificar el funcionamiento de la logística; entre otras.

Sumada a esta designación, tres destacados expertos mundiales han sido anunciados como copresidentes de la “Evaluación de Negocios y Biodiversidad” IPBES: Ximena Rueda Fajardo (Colombia), Matt Jones (Reino Unido) y Stephen Polasky (EE. UU.), quienes liderarán un equipo interdisciplinario de autores expertos.

La nueva evaluación

La IPBES realiza evaluaciones periódicas sobre la diversidad biológica y los servicios de los ecosistemas y sus interrelaciones, las cuales incluyen evaluaciones temáticas, regionales y globales; pero, esta es la primera vez que realizará una evaluación enfocada en medir el impacto que tienen los negocios en la biodiversidad y las contribuciones que hace la naturaleza a las personas.

Es claro que las empresas dependen y se benefician de la biodiversidad; además de las contribuciones que la naturaleza hace a las personas, lo cual genera una variedad de impactos positivos y negativos. Por tanto, involucrar a las empresas y al sector financiero es esencial para abordar la conservación de la diversidad biológica, lograr el uso sostenible de sus componentes y la distribución justa y equitativa de los beneficios que surgen de la utilización de los recursos genéticos (ver comunicado oficial IPBES).

Es así como la nueva evaluación de la IPBES (Business & Biodiversity Assessment) tiene por objetivo central determinar cómo las empresas dependen de la biodiversidad e identificar cuáles son las contribuciones de la naturaleza a las personas, para establecer indicadores que permitan medir esta dependencia e impacto.

Esta evaluación, que se desarrollará durante los dos próximos años, fortalecerá el conocimiento para robustecer las estrategias de conservación de la biodiversidad por parte de las empresas; además de servir de apoyo a los esfuerzos globales de la Agenda 2030 para el Desarrollo Sostenible y para implementar el Marco Global de Biodiversidad de Kunming-Montreal, acordado el año pasado por las Partes del Convenio sobre la Diversidad Biológica.

DATO CLAVE: La IPBES es un organismo intergubernamental, independiente, establecido para fortalecer la interfaz ciencia-política, con el objetivo de conservar la biodiversidad y los servicios ecosistémicos y lograr un uso sostenible. Fue establecido en la Ciudad de Panamá, el 21 de abril de 2012, por 94 gobiernos.

Para conocer sus evaluaciones globales: clic aquí

Evaluación nacional de biodiversidad y servicios ecosistémicos de Colombia

Para conocer el comunicado oficial del IPBES: clic aquí

Para Mayor información:
Paola Martínez / Oficial de prensa
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Ciencia Humboldt: El conocimiento para entender el mundo

Nota de actualidad | Por: Diego Herrera | 18/03/2023

Ciencia Humboldt: El conocimiento para entender el mundo




Ciencia Humboldt es un espacio en el que diferentes investigadores presentan a la comunidad sus proyectos y, los resultados de los estudios que realizan, así como las diversas anécdotas que se viven en el proceso de la generación de nuevo conocimiento durante las salidas de campo. En este capítulo hablaremos de hormigas del Bosque Seco Tropical.

hormiga carpintera
Hormiga carpintera dorada en el bosque seco tropical de Aipe, Huila (Camponotus sericeiventris). Foto: Felipe Villegas / Instituto Humboldt


En esta oportunidad hablamos con el profesor de la Universidad del Magdalena. Roberto José Guerrero, investigador principal del proyecto Hormigas del Bosque seco tropical en Colombia. Un ecosistema altamente amenazado en que se deben realizar diferentes esfuerzos para generar nuevas formas de conservación.

Las hormigas prestan múltiples servicios al ecosistema: contribuyen a la aireación del suelo, dispersión de semillas, polinización de algunas plantas, así como sirven de alimento a otros grupos de animales o ser sus depredadores; por eso es importante conocer la distribución geográfica y la diversidad filogenética, funcional y taxonómica de estas especies, así como su relación con el entorno y con los otros animales.

Por otra parte, en ese proceso se pueden identificar nuevas especies, estudiar las relaciones entre las distintas comunidades de hormigas y, al mismo tiempo, identificar especies invasoras que pueden estar afectando el equilibrio ecológico del bosque seco tropical.

Finalmente, la invitación abierta a la comunidad en general es a que participen en los espacios de investigación dispuestos, a unirse a los semilleros descritos en la presentación del profesor Guerrero y a mantenerse conectados con los próximos capítulos de Ciencia Humboldt.

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Los Informantes Subterráneos

Ordenamiento del territorio, agua y biodiversidad

 


EDITORIAL



Ordenamiento del territorio, agua y biodiversidad
16 de marzo – 2023


Si consideramos que agua no es sólo el recurso hídrico, es decir el agua que usamos, sino que es un elemento base de la vida, el ordenamiento del territorio a su alrededor debe incluir necesariamente una dimensión social y ecológica, donde la biodiversidad es pieza clave para su adecuada gestión.

Organizar la actividad humana frente al ciclo hídrico supone establecer límites donde es necesario –las áreas de conservación- y construir equilibrios frente a la acción humana en el territorio. No son sólo limites frente a los ecosistemas naturales, entendidos como áreas primordialmente silvestres o con una baja huella humana, sino que dicho equilibrio es una dimensión ecológica fundamental en todo el territorio.

No se trata sólo de la protección de los páramos separados del resto del territorio por la línea artificial de la delimitación. O superar la visión sobre los humedales que los define únicamente donde han sido declarados jurídicamente.

Se trata de reconocer la integralidad de los cursos y cuerpos hídricos con su vida y dinámica propias y poner especial atención a lo que no se ve a simple vista, pero que es el resultado mismo de las dinámicas ecológicas del territorio: los flujos, con ríos, aguas superficiales, subterráneas, acuíferos y sitios de recarga. Ordenar el territorio alrededor del agua implica gestionar los ecosistemas acuáticos en sus dinámicas funcionales y conexiones anfibias que entrelazan el agua y la tierra, la cultura y la biodiversidad.

El reto mayor es recuperar la armonía en torno al uso del suelo y el ciclo hídrico en los territorios. Territorios dinámicos que se conectan a través del agua y que superan los límites definidos por los cambios en la vegetación y toda su biota asociada.

Como buena parte de estos territorios están habitados, se debe aplicar un enfoque socio-ecológico que dé prioridad al mantenimiento de lo silvestre y a construir equilibrio entre el agua, como una función de la naturaleza, y las actividades humanas.

Ordenar el territorio alrededor del agua puede hacerse de varias formas, pero siempre considerando la biodiversidad como objetivo específico e indicador tanto en territorios silvestres como habitados que sostienen el ciclo hídrico. Este importante objetivo de la política actual agua–territorio es, en sí mismo, uno de gestión de la biodiversidad.

Y en este sentido, hay una función central para el Instituto Humboldt con la gestión de su conocimiento y su incorporación efectiva en la construcción del país anfibio que somos.

Invasiones biológicas y biodiversidad: el efímero momento de la ciencia

Nota de actualidad | Por: Paola Martínez | 13/03/2023

“Invasiones biológicas y biodiversidad: el efímero momento de la ciencia”: Germán Ignacio Andrade




Las especies invasoras son un tema de intenso debate. De un lado, se plantea el problema que supone la expansión de individuos y el establecimiento de especies no nativas, que ponen en riesgo la biodiversidad y la seguridad de la vida humana. Mientras, en la otra orilla están quienes defienden que todas las formas animales deben vivir y no ser maltratadas.

La polémica crece en la medida que aumenta la lista de especies invasoras; mientras los voceros, desde diversas perspectivas, manifiestan sus posturas. Para entender mejor este fenómeno, entrevistamos a un reconocido experto en conservación de la biodiversidad.

Germán Ignacio Andrade, biólogo de la Universidad de los Andes con Máster en Estudios Ambientales de la Universidad de Yale; ex director de la Fundación Natura, exsubdirector y actual asesor del Instituto Humboldt, profesor universitario y miembro experto de la plataforma de biodiversidad y servicios ecosistémico IPBES, nos respondió las preguntas clave para comprender lo que hoy está en juego con las invasiones biológicas.

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Germán Andrade, experto en conservación de la biodiversidad / Foto: Felipe Villegas Vélez – Instituto Humboldt


P: Exóticas o invasoras son términos que se usan para referirse a las especies que no son nativas de una zona específica; pero ¿de qué estamos hablando en realidad?

Respuesta: No se trata solamente de que una especie sea exótica o nativa; pues muchas de las que tenemos en nuestro entorno inmediato no son nativas. Por ejemplo; el café, que es importante en la economía nacional, es una especie traída de afuera de nuestro territorio y, así, son cientos o miles las que tienen este estatus. Entonces, desde el punto de vista de impactos en la biodiversidad, de lo que debemos hablar es de especies exóticas que tienen el potencial de desencadenar invasiones biológicas.

P: Explíquenos mejor…

Respuesta: Las invasiones biológicas pueden ocurrir cuando los organismos son transportados a áreas nuevas, donde encuentran condiciones favorables, se instalan, dispersan y persisten, generando un riesgo a la biodiversidad local y, frecuentemente, una alteración en los ecosistemas. Estas introducciones pueden ser deliberadas o accidentales.

Una gran parte de las invasiones biológicas que hoy afectan a la biodiversidad no han sido deliberadas y ocurrieron antes de 1992, es decir, antes de que naciera el Convenio sobre la Biodiversidad Biológica. Este punto es vital entenderlo, es decir, cuándo sucedió y cuál fue la intención, para comprender todo lo demás.

P: Según lo que usted explica, existe un acuerdo internacional para declarar una especie exótica con riesgo de invasión biológica, es decir, esto no es un capricho de los biólogos.

Respuesta: Correcto. Al respecto, cabe aclarar que, en el Convenio sobre la Biodiversidad Biológica, que es un tratado internacional, se señala con toda claridad que las invasiones biológicas son la segunda causa de pérdida de biodiversidad en el mundo. Este es un hecho científico y constatado en todas partes del planeta, prácticamente no hay ningún lugar de la tierra exento a este fenómeno. Igualmente, algunas instituciones como la Unión Mundial de Conservación de la Naturaleza -UICN- han establecido listas con las especies invasoras más relevantes a nivel mundial.

Esta es una situación cada vez más acentuada, especialmente en un mundo globalizado en el que los seres humanos y nuestros productos transitan con facilidad de un continente a otro. Las invasiones biológicas aumentan como uno de los mayores riesgos globales para la biodiversidad.

Además, se debe tener en cuenta que en escenarios de cambio climático, algunas regiones del mundo estarían ya sometidas a nuevas presiones de invasiones biológicas. En este marco, los países signatarios del acuerdo mundial tienen la potestad de realizar sus listas nacionales de especies invasoras, con el fin de salvaguardar la biodiversidad.

P: En este debate, entidades como el Instituto Humboldt ¿qué función cumplen?, teniendo en cuenta que, para algunos, la ciencia puede convertirse en una amiga poco grata.

Respuesta: El Humboldt, como uno de los institutos que hacen parte del Sistema Nacional Ambiental, SINA, desde su creación viene trabajando en lo que llamamos la interfaz entre la ciencia y las decisiones políticas. El Instituto promueve, coordina y produce conocimiento, para que sea tenido en cuenta en las decisiones que toman las autoridades ambientales.

Por ejemplo, cuando el Instituto Humboldt -en asocio con universidades o centros académicos- estudia la invasión biológica de un animal como el hipopótamo (especie ya catalogada en Colombia como invasora), usa conceptos y técnicas validadas en las ciencias de la conservación, tales como: censo, estimación de la tasa de crecimiento de la población, estudios del hábitat disponible, cambios en su distribución y generación de riesgos.

Además de esto, el Humboldt -y en este caso la Universidad Nacional- vienen documentando las percepciones que tienen los pobladores frente al fenómeno y los registros sobre el encuentro de estos animales con los seres humanos, estableciendo así los riesgos actuales y potenciales de esta singular invasión biológica frente a la biodiversidad y la vida de los pobladores locales.

Esta información se emplea como insumo para la definición de lineamientos de manejo y se produce en convenio con el Ministerio de Ambiente, entidad que como autoridad ambiental es la encargada de tomar las decisiones del caso. Es una relación entre la autoridad científica y la autoridad ambiental. El Ministerio tiene en cuenta este insumo de la ciencia, pero frecuentemente tiene que ponderar sus decisiones frente a otros asuntos emergentes que afectan el proceso.

P: Esto significa que la determinación de catalogar una especie como invasora parte de la ciencia; pero ¿las políticas de manejo son una decisión administrativa?

Respuesta: Las especies no se incluyen en la lista por un capricho, por orden alfabético o por departamento, no. Entran en el proceso como una decisión que corresponde a una política nacional de conservación de la biodiversidad, la cual hace parte del acuerdo internacional.

Entonces, el Instituto Humboldt puede señalar los riesgos de invasiones biológicas en el país y, de hecho, maneja una lista con base en criterios científicos. Pero, el Ministerio de Ambiente es quien ingresa las especies a la lista y, lo más importante, es que, en casos de grave riesgo, es el encargado de definir el plan de manejo correspondiente, cuando la invasión biológica alcanza el territorio de más de una autoridad ambiental. P: ¿Porque, si esto obedece a un análisis tan serio, declarar una especie como susceptible a ocasionar una invasión biológica genera tanta polémica?

Respuesta: Este no es un asunto sencillo, porque no se trata solamente de seguir los elementos de la ecuación científica que caracterizan a una especia como invasora –como esperarían muchos-; sino que existen otras formas de valoración que han venido adquiriendo fuerza en el debate, a nivel nacional o internacional.

Hoy entran a jugar otras dimensiones de la percepción social y del derecho -animales o seres humanos sujetos de derecho- que deben ser ponderadas por las autoridades ambientales o judiciales. Por ejemplo, los campesinos tienen derecho a su cultura, a sus prácticas y formas de vida, a su seguridad ambiental; pero también se pueden constituir en víctimas directas de una especie invasora.

Entonces, en la decisión de catalogar una especie como invasora e iniciar su control, hay un lugar para la ciencia, pero en ocasiones es efímero, pues mientras se toman las decisiones, las invasiones biológicas pueden avanzar irreversiblemente. Sin ciencia oportuna (evitar y prevenir), se abre la caja de pandora de la complejidad social y jurídica de las invasiones biológicas.

No existen decisiones simples de gana – gana cuando lo que priman son las decisiones que se basan en compromisos. La ponderación de lo que está en juego es compleja, pues mientras el plan de manejo se basa en protocolos exactos, no existe un protocolo para la ponderación de los valores y derechos que están en juego.

P: Si se habla de ponderar ¿se puede caer en la idea de que sí debemos vivir con estas especies ¿es así?

Respuesta: Quiero ser muy claro en que estas especies sí deben estar en la lista, eso no está en discusión desde la ciencia. La prevención, control y direccionamiento del manejo es el aporte de la ciencia. Pero, esto no implica que no se tengan en cuenta otros aspectos como, por ejemplo, asuntos sociales complejos cuando hay invasiones ya consolidadas.

Por ejemplo, ¿tendría algún sentido práctico declarar especie invasora al pasto kikuyo, originario de África, que ya está arraigado en la tierra fría de los Andes del norte? ¿Erradicarlo sería una decisión de manejo lógica? Es obvio que no. También hay invasiones biológicas que hoy podrían ser inevitables, pero que son benéficas, como el caso de la abeja melífera. ¿Quién pretendería erradicarla?

El asunto es que muchas especies exóticas ya hacen parte de nuestro ambiente próximo y algunas con invasiones consolidadas e integradas a los ecosistemas modificados. Frente a ellas el asunto es aprender a convivir. Por supuesto, la prioridad siempre es tratar de evitar las invasiones biológicas potenciales o en proceso incipiente, antes que se produzcan. Cada caso y cada contexto tiene sus particularidades.

P: ¿Esta ponderación es válida para todos los casos?

Respuesta: Empecemos por decir que evitar siempre es la acción que tiene el mayor efecto frente a la gestión del riesgo social y ambiental. Definido esto, es claro que hay asuntos específicos que merecen otra mirada. Hablemos del pez basa, especie que requiere un análisis profundo, porque no significa que, a través de la ponderación de opciones, tengamos que tomar decisiones que, por acción u omisión, nos lleven a la necesidad ineluctable de aprender a convivir con ellas. No, mientras se pueda evitar la invasión.

Este pez, que no está en la lista de especies invasoras, aparentemente ya está invadiendo y tiene el riesgo de alterar la composición de captura en las pesquerías artesanales en el Río Magdalena -que acaban de ser reconocidas como un patrimonio intangible en Colombia-. Aquí estaríamos frente a la ponderación de un riesgo biológico determinado y de los valores sociales y culturales.

Tampoco se puede olvidar que hay víctimas directas de una invasión biológica. Por ejemplo, en el caso de los hipopótamos, estas víctimas deberían estar presentes en la mesa donde se tomen las decisiones de las autoridades ambientales.

Lo que trato de hacer entender es que los planes de manejo que se establezcan frente a una invasión biológica deben ser a tiempo para prevenir el riesgo, basados en la ciencia, porque que una vez producidas las invasiones el asunto se vuelve de una mayor complejidad. En este caso, la ciencia estaría lista, pero, sobre todo, para documentar las consecuencias.

abeja mielifera
abeja melífera originaria de África / Foto: Felipe Villegas Vélez – Instituto Humboldt
P: Teniendo en cuenta que el debate no es sencillo, ¿la prevención no sería la mejor estrategia?

Respuesta: Prevenir nuevas invasiones biológicas es la primera acción que se debe realizar en el marco de la conservación de la biodiversidad. Es la palabra, es decir, estar presente con decisiones basadas en la ciencia antes de que sucedan. Entre otras, porque muchas de las consecuencias son totalmente impredecibles. Hay situaciones en el mundo conocidas, que pueden ser compartidas por la comunidad científica y que ayudarían en este sentido. La mencionada IPBES, por ejemplo, va a lanzar un informe global sobre especies exóticas invasoras a mediados de este año 2023.

En este sentido, debemos recordar que una de las fortalezas que tenemos en Colombia es un protocolo claro para la identificación del potencial de invasión de especies. Una fortaleza que tiene un valor adicional y es la interinstitucionalidad, es decir, que en la decisión de declarar una especie como invasora y en la definición de los lineamientos de su manejo participan la academia, el Instituto Humboldt y el Ministerio de Ambiente y Desarrollo Sostenible.

Con todo, en un mundo impregnado hoy de nuevos valores, como la sensibilidad por el bienestar animal, que ya ha llegado a la política, la gestión de las invasiones biológicas se convierte en otro espacio de tensión en la relación entre la ciencia y las decisiones políticas. Sobre este tema, de suma complejidad, se verán desarrollos en el corto plazo en ámbitos judiciales, los cuales no deberían disminuir nuestra capacidad de aplicar herramientas conocidas de gestión de la biodiversidad. La ciencia tiene un papel crucial, pero su vigencia tiene un espacio limitado en el proceso de la invasión biológica.

Día Mundial de la Vida Silvestre: por la conservación de las especies

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Por: Prensa Instituto Humboldt | Bogotá D.C., 3 de marzo de 2023

Día Mundial de la Vida Silvestre: por la conservación de las especies



El Día Mundial de la Vida Silvestre es una fecha para celebrar la existencia de todos los animales y plantas silvestres del mundo y la contribución que hacen a nuestras vidas y a la salud del planeta. En esta conmemoración, Colombia es una pieza fundamental, al ser el segundo país con mayor biodiversidad del planeta.

  • En el 2013, la Asamblea General de la ONU proclamó el 3 de marzo como el Día Mundial de la Vida Silvestre.
  • Según la ONU, una de cada ocho especies silvestres está en amenaza de extinción.


Marzo 3 de 2023. “La vida silvestre -que incluye a todas las especies de fauna y flora que se encuentran en los ecosistemas naturales- nos proveen alimento, vestimenta, combustible, insumos para la producción de medicamentos, salud ambiental, agua y beneficios sociales y económicos. Estamos conectados, es decir, si hay un ambiente sano, hay salud en las especies y los seres humanos”, explica María Piedad Baptiste, investigadora adjunta del Centro de Colecciones y Gestión de Especies del Instituto Humboldt y Autoridad Científica de la CITES en Colombia.

Es claro que la vida silvestre es un sostén de la humanidad; por eso, se debe evitar su degradación y extinción, pues las consecuencias ecológicas, de salud, económicas y sociales son irreversibles. Dada su importancia, la Organización de las Naciones Unidas, ONU, estableció el 3 de marzo como el Día Mundial de la Vida Silvestre.

En este día se celebra la existencia de todos los animales y plantas silvestres del mundo y la contribución que hacen a nuestras vidas y a la salud del planeta; teniendo en cuenta que una de cada ocho especies de vida silvestre ha sido declarada en riesgo de extinción, siendo la población de animales una de las que más decrece. Según la ONU, esta es una crisis global que nos amenaza a todos (https://wildlifeday.org/en).

Celebración por partida doble

Este año, la conmemoración de la vida silvestre se suma al 50ª aniversario de la Convención sobre el Comercio Internacional de Especies Amenazadas de Fauna y Flora Silvestres, CITES (por sus siglas en inglés), una de las estrategias más eficaces del mundo para la conservación de la biodiversidad, la cual regula el comercio de la fauna y flora silvestres.

Este tratado cuenta, actualmente, con la adhesión de 184 países, como Colombia. En el 2023 “queremos extender el mensaje del buen uso como estrategia de conservación, esto es, promover el uso legal, sostenible y trazable de la vida silvestre. El objetivo es lograr que se haga un uso sostenible de las especies”, explica la experta del Humboldt.

¿Equilibrio en la cuerda floja?

Las amenazas a la biodiversidad son permanentes y muchas de estas van en aumento sostenido. La caza furtiva, la pesca excesiva, el tráfico, el cambio climático, la sobreexplotación de recursos naturales, la tala indiscriminada de árboles y la desaparición de ecosistemas; son solo algunas de las causas del desequilibrio que vive el planeta.

En algunos casos, infortunadamente, la amenaza se ha transformado en realidad y la humanidad ha tenido que ser testigo de la extinción de varios de estos individuos, mientras que otras están en alto riesgo. La Lista Roja de Especies Amenazadas de la UICN muestra un panorama preocupante al señalar las que están en estado vulnerable, en peligro, peligro crítico, extinto en estado silvestre y extinto; entre otras.

camara trampa pantera onca
Jaguar (Panthera Onca) especie en estado vulnerable / Ilustración por: Instituto Humboldt


Colombia, infortunadamente, no es ajena a este fenómeno, ya que varios de sus individuos también se encuentran en estado vulnerable como lo son el Oso andino; el jaguar, el delfín rosado y el Tití cabeciblanco. “Estas listas -dice Baptiste- se convierten en alertas muy valiosas para tomar acciones, ya que nos permiten identificar sobre cuáles especies se requiere información y articular acciones en diferentes escalas, regional y nacional, para la construcción de planes de manejo; entre otros”.

Este es un compromiso que Colombia no puede eludir al ocupar el segundo lugar en biodiversidad; además de contar, según datos del Sistema de Información sobre Biodiversidad (SiB), con más de 75 mil especies observadas.

Colombia es uno de los pocos países megadiversos del mundo, una de cada diez especies conocidas habita nuestro territorio (https://cifras.biodiversidad.co/). Esta nación es, claramente, uno de los más importantes reservorios del mundo y, por ende, su compromiso con la vida silvestre es crucial para el planeta.

Hoy resulta vital que cada ciudadano asuma un rol de guardián, conociendo qué variedades de animales y vegetales tenemos, sus características, las amenazas a las que se enfrentan y, a partir de esto, tomar partido para su conservación y uso sostenible.

DATO CLAVE:

No olvides conectarte a nuestro LIVE hoy: Conservando la Vida Silvestre. Marzo 3 de 2023– 12:00. Ingresa en: Conservando la vida silvestre

Conoce más en:

Conservación de felinos

Libro rojo de aves en Colombia

Orquídeas de Cundinamarca

Para Mayor información:
Paola Martínez
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Cristian Bueno Mejía, un líder del turismo sostenible y la conservación en la Cuchilla del San Juan

Nota de actualidad | Por: FECOMAR | 26/03/2022

Cristian Bueno Mejía, un líder del turismo sostenible y la conservación en la Cuchilla del San Juan




Descubra la historia de Cristian Bueno Mejía y cómo su trabajo ha permitido la conservación del bosque a partir del aviturismo y la guianza ambiental en la Reserva Sutú en el municipio de Mistrató en Risaralda.

Créditos: Diana Marcela Espinosa Rojas, Comunicaciones Fecomar, convenio Nature and Culture International e Instituto Humboldt

foto investigadores en villa de leyva
Observadores de aves de todos los rincones del país visitan la Reserva Sutú para conocer la biodiversidad de la región


“Este amor por la naturaleza nace desde muy niño y fue sembrado como una semilla por mis propios abuelos”, así inicia Cristian Bueno su historia al preguntarle dónde surgió la inquietud por la conservación y la observación de aves. Una historia que se remonta más de 33 años atrás en una finca ubicada en el cañón del río San Juan, que fuera propiedad de sus abuelos y despojada a causa del conflicto armado. Asimismo, cuenta que hace unos 15 años, gracias a un proceso de restitución de tierras, pudieron retornar al territorio y ahí descubrió su pasión por la observación de aves y advirtió el aviturismo como una alternativa económica sostenible.

Hoy es el propietario de la Reserva Sutú, un santuario de aves ubicado en la vereda Costa Rica del municipio de Mistrató, departamento de Risaralda; el cual hace parte del área de influencia del perímetro de ampliación del Distrito Regional de Manejo Integrado (DRMI) de la Cuchilla del San Juan. En sus propias palabras, “es un lugar privilegiado en el planeta” y no es para menos, porque está localizado en la vertiente occidental de la Cordillera Occidental y hace parte de la Ecorregión Chocó – Darién o Chocó Biogeográfico, donde confluye una amplia y exuberante biodiversidad.

Cristian ha logrado construir su proyecto de vida en torno a la conservación del bosque, ofreciendo servicios de guianza ambiental y productos de aviturismo; gracias al óptimo estado de conservación del bosque que compone la Reserva, se han identificado en el área más de 300 especies de aves de las 500 que han sido inventariadas en el municipio, también le ha permitido ser parte de un proyecto de investigación para la conservación de los árboles de Magnolia, una especie gravemente amenazada y de los que se han encontrado varios especímenes en la zona.

Este experto guía ambiental y apasionado por la conservación, asegura que la pedagogía y las alianzas interinstitucionales entre WCS, el Instituto Humboldt, la Carder y Fecomar que ha acompañado la ampliación del polígono del DRMI Cuchilla del San Juan, permite que las comunidades construyan un tejido social en torno a los procesos de conservación, involucrándolos en las estrategias y permitiéndoles ser interlocutores en el proceso.

“Para nosotros, el proyecto de ampliación ha sido una gran oportunidad porque hemos podido conocer personas, corporaciones y entidades, y hacer alianzas estratégicas para hacer crecer la conservación en nuestro municipio. No es solo el turismo, es el tejido social que va creciendo en torno a los procesos de conservación”, afirma Cristian Bueno, habitante y prestador de turismo sostenible del área de ampliación del DRMI Cuchilla del San Juan en Mistrató.

El proceso de ampliación del Distrito Cuchilla de San Juan es una tarea conjunta, en donde cada institución cumple un rol de gran importancia. La Corporación Autónoma Regional de Risaralda, Carder; por ejemplo, identifica las áreas de intervención y guía el proceso; WCS Colombia realiza la investigación científica y apoya el diseño del área protegida y Fecomar, como aliado en territorio, contribuye con el diálogo social y la gestión e implementación del proyecto.

Por su parte, el Instituto Humboldt, como uno de los formuladores y principal asesor técnico de las acciones que se implementan, trabaja para que, al igual que Cristian, los demás habitantes de la zona puedan desarrollar alternativas sostenibles que permitan el mantenimiento del territorio; en donde se gestionen también convenios que garanticen no solo la implementación sino la permanencia de las acciones de conservación y mantenimiento para el Distrito.

Escuchar para resguardar los bosques

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Por: Prensa Instituto Humboldt | Bogotá D.C., 23 de febrero de 2023

Escuchar para resguardar los bosques



El monitoreo de los bosques se ha convertido en una herramienta estratégica para detectar algunas de las actividades ilegales que más afectan los bosques como: la tala de árboles y la caza furtiva. Con la información obtenida se pueden realizar estrategias de recuperación de estos ecosistemas. ¿Qué se está haciendo en Colombia?

Según la Organización de las Naciones Unidas, el 90 por ciento de la tala de bosques se realiza de manera ilegal y esta es una de las actividades que mayor amenaza genera para los bosques. Por esta razón, expertos se han dado a la labor de monitorearlos para salvaguardarlos.

Como lo explica Susana Rodríguez Buriticá, doctora en Ecología y Evolución; investigadora titular del Centro de Socioecosistemas del Instituto Humboldt, estas grabadoras “nos permiten desarrollar indicadores de restauración -basados en paisajes sonoros- que puedan ser usados en proyectos de compensación y recuperación de ecosistemas, además de mejorar la detección de fauna con el objetivo de seguir llenando vacíos en zonas de difícil acceso. Estos equipos también nos ayudan a tener un sistema de monitoreo permanente de los bosques del país”.

Más guardianes

Con el objetivo de seguir fortaleciendo el trabajo de monitoreo y de incorporar tecnología cada vez más avanzada, al país llegaron nuevos equipos conocidos como “Guardianes de la selva”.

Se trata de pequeños dispositivos de grabación acústica, que funcionan con paneles solares y que, gracias a la inteligencia artificial, logran detectar actividades ajenas al medio ambiente como: camiones, disparos o motosierras.

Si la máquina identifica un sonido extraño al natural, su sistema, de manera inmediata, emite una señal de alerta y la manda, vía satélite, a una plataforma digital que funciona con tecnología en la nube para que las autoridades ambientales y los actores locales validen si el evento corresponde a una actividad ilegal como la tala de árboles o caza furtiva.

Instalación equipo en copa de árbol
Experto instalando un equipo de guardianes de la selva en el dosel de un árbol / Foto: Felipe Villegas


Para este proyecto unieron sus esfuerzos el Instituto Humboldt, la Fundación Biodiversa Colombia, Rainforest Connection, Corantioquia y Huawei.

Este trabajo comenzó en agosto de 2022 y finalizará en enero de 2024. “Se instalaron 10 equipos de monitoreo en el dosel de árboles emergentes (copas de los árboles) en la región de bosques y humedales del Magdalena Medio; una zona de protección estratégica por ser un corredor de biodiversidad y uno de los ecosistemas más amenazados del país. Y, desde entonces, se están capturando datos que, al final, permitirán generar indicadores sobre deforestación”, explica la investigadora.

Sumado a ello, el Instituto Humboldt también instalará 100 nuevas grabadoras de sonido pasivas. Con todos estos equipos, el objetivo es grabar sonidos durante 18 meses y monitorear, aproximadamente, 210 kilómetros cuadrados de bosques, entre bosque denso, bosque fragmentado, bosque abierto y bosque de galería y ripario.

¿Qué se espera?

Con todo este esfuerzo instalado, tanto en recurso humano como en tecnología, se espera:

  • Generar alertas en tiempo real para crear soluciones más eficientes.
  • Convertirse en una herramienta de apoyo para defensores ambientales a nivel local, fomentando el control participativo y la sensibilización de la población en torno a la problemática de la deforestación.
  • Establecer una presencia estatal en zonas alejadas, en apoyo a la acción de las autoridades ambientales.
  • Ejecutar planes de manejo de conservación con las propias comunidades, gracias a la obtención de datos específicos y locales.
  • Emplear esta misma tecnología en fenómenos de caza furtiva, como ya se hace en otros países.
  • Crear indicadores de recuperación efectiva de los bosques y llenar vacíos en el conocimiento de la biodiversidad en el Magdalena Medio.
  • Toda estrategia encaminada a la preservación de los bosques, como lo es el monitoreo, se convierte en una aliada de la biodiversidad y los ecosistemas; especialmente en un país como Colombia, que ocupa el segundo puesto a nivel mundial como país megadiverso y el primero por metro cuadrado y tiene, además, una vasta extensión de bosques, con alrededor de 60 millones de hectáreas, es decir, el 52 por ciento del territorio nacional.
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