Instituto de Investigación de Recursos Biológicos
Alexander von Humboldt

Investigación en biodiversidad y servicios ecosistémicos para la toma de decisiones

conexion vital
Webmaster

Webmaster

El Gobierno colombiano y el Foro Económico Mundial apuestan por la biodiversidad urbana como una oportunidad para la transformación de las ciudades del mundo

header

 

Por: Prensa Instituto Humboldt | Bogotá D.C., 17 de enero de 2022

El Gobierno colombiano y el Foro Económico Mundial apuestan por la biodiversidad urbana como una oportunidad para la transformación de las ciudades del mundo




San Andrés, Colombia. Foto: Ministerio de Ambiente de Colombia


  • •   Las ciudades pueden asumir el liderazgo en impulsar oportunidades económicas a través de las soluciones basadas en la naturaleza.
  • •   Una nueva hoja de ruta que ayuda a las ciudades a adoptar soluciones basadas en la naturaleza para la infraestructura urbana, a fin de optimizar el gasto y potenciar el crecimiento sostenible.
  • •   La infraestructura resiliente al clima es fundamental para mitigar los crecientes riesgos del clima extremo mientras se protege la biodiversidad y los medios de vida.
  • •   Accede al reporte y conoce más entrando aquí.


Bogotá, Colombia, 17 enero 2022 – Las ciudades aportan el 80% del PIB mundial y también representan el 75 % de las emisiones globales de gases de efecto invernadero. Integrar soluciones que fomenten la biodiversidad en el desarrollo urbano aumenta la capacidad de las ciudades de soportar y adaptarse mejor a los crecientes riesgos asociados con el clima extremo, al tiempo que impulsa el crecimiento económico sostenible.

Desde la Iniciativa BiodiverCiudades al 2030, el Gobierno de Colombia junto al Instituto Alexander von Humboldt, en colaboración con el Foro Económico Mundial, publican el reporte BiodiverCities by 2030: Transforming cities’ relationship with nature, un documento que recibió los aportes de la Comisión Global de Expertos de BiodiverCiudades que se conformó en mayo de 2021.

Este documento aborda la necesidad de armonizar la relación entre las ciudades y la biodiversidad, y propone acciones en los ámbitos de la planeación urbana, la gobernanza urbana y la movilización de inversiones para restablecer dicha relación frente a los desafíos actuales de pérdida de biodiversidad y el cambio climático.

El reporte es un llamado a la acción para integrar la naturaleza en el entorno construido y la ciudad futura. Las soluciones basadas en la naturaleza (SbN) aplicadas a proyectos de infraestructura, así como la restauración y optimización de áreas ya construidas o intervenidas para abrir espacio a la biodiversidad, pueden llegar a ser un 50% más baratas que las alternativas netamente grises y ofrecen un valor agregado de más del 28% en términos de productividad y externalidades positivas frente a las intervenciones convencionales.

Uno de los principales hallazgos es que existe una oportunidad de inversión de $583 mil millones de dólares en SbN para infraestructura e intervenciones que liberen espacio para la biodiversidad en las ciudades. Este cambio de dirección hacia intervenciones positivas para la naturaleza podría crear más de 59 millones de empleos al 2030 a escala global, incluidos 21 millones de empleos dedicados a restaurar y proteger los ecosistemas naturales.

“Colombia quiere ser un laboratorio de Biodiverciudades, e iniciamos con 13 de ellas que han dicho públicamente, a través de sus alcaldes y el sector privado, que quieren adoptar este concepto y poder mostrarle al mundo que un país que solamente representa 0.06% de las emisiones mundiales de CO2 va a actuar como si fuera el único emisor”, afirmó sobre este tema el Presidente Iván Duque, el 12 de mayo de 2021, durante el lanzamiento de la Comisión asesora global de Biodiverciudades al 2030, organizado por el Foro Económico Mundial.

El reporte resalta que incentivar inversiones en la base natural de las ciudades resulta en múltiples co-beneficios como la resiliencia climática, la competitividad económica y el bienestar humano, a la vez que fomenta nuevos valores, sentidos de pertenencia en la ciudadanía, e innovaciones inspiradas en los sistemas vivos como la arquitectura biomimética y la economía circular.

El Ministro de Ambiente, Carlos Correa resalta que “el informe que hoy se publica resalta el trabajo que han realizado durante varios años las ciudades en Colombia en la armonización con la biodiversidad, e invita a las ciudades del mundo a transformarse en BiodiverCiudades con el apoyo de nuevos mecanismos financieros y proyectos de escala urbana y metropolitana que incorporen soluciones basadas en la naturaleza”.

De acuerdo con Hernando García, director del Instituto Humboldt, “este documento que presentamos hoy brinda evidencia sobre los beneficios de traer la biodiversidad a las ciudades, haciendo de los entornos urbanos un eslabón clave para lograr la sostenibilidad planetaria. Además, nos facilita tender puentes con sectores como transporte, vivienda, espacio y equipamiento público en las ciudades del país”.

Sobre el lanzamiento del reporte en el marco de la Agenda Davos 2022

El reporte BiodiverCities by 2030: Transforming Cities’ Relationship with Nature se desarrolló por encargo del Gobierno de Colombia y el Instituto Humboldt, y se presentó al público el 17 de enero en el marco de la Agenda Virtual de la Reunión Anual del Foro Económico Mundial, organización de más de 50 años dedicada al desarrollo y la cooperación público-privada.

Notas y links para editores/as:

Acceda al reporte BiodiverCities by 2030: Transforming Cities’ Relationship with Nature
Conozca más de la Iniciativa BiodiverCities by 2030 - Contenido en inglés en la página del WEF
Conozca más de la Iniciativa BiodiverCiudades al 2030 - Contenido en español en la página del Instituto Humboldt
Vea videos y contenido relacionado en la página del Foro Económico Mundial:
Acceda al micrositio de la iniciativa BiodiverCities by 2030
Explore el Mapa de transformación de BiodiverCiudades en la plataforma de Strategic Intelligence
Siga los resultados del Reto UpLink de BiodiverCiudades
Encuentre la Agenda de Davos AM22

Investigación y experiencia: claves para el enriquecimiento de los bosques del Caribe colombiano

Nota de actualidad | Por: Julián Sáenz

Investigación y experiencia: claves para el enriquecimiento de los bosques del Caribe colombiano





El enriquecimiento de los bosques y el cuidado de las fuentes hídricas fue la meta propuesta desde el Jardín Botánico de Cartagena. Foto por: Julián Sáenz


El Jardín Botánico de Cartagena en convenio con el Instituto Humboldt sembró 10.000 árboles para el enriquecimiento de los bosques en la región. Descubra cómo se realizó este proceso.

En momentos en el que el país se plantea metas exigentes en cuanto a la restauración de sus bosques y se enfrenta a grandes desafíos para mitigar el cambio climático y la pérdida de biodiversidad, el conocimiento, la experiencia y la investigación de instituciones como el Jardín Botánico de Cartagena son cada vez más necesarios.

El jardín está al servicio de la conservación de la biodiversidad del Caribe colombiano a través de la investigación y de la educación desde 1978. Desde hace varios años, además, trabaja en diferentes proyectos de restauración en los bosques secos tropicales en la región, ecosistema del que tiene un amplio conocimiento.

Por está razón, el Instituto Humboldt realizó un convenio con el Jardín Botánico de Cartagena para la siembra de 10.000 árboles en el marco del programa de siembra de 180 millones de árboles “sembrar nos une”, liderado por el Ministerio de Ambiente.


El vivero del Jardín Botánico de Cartagena investiga los árboles nativos del bosque seco tropical. Además tiene protocolos para la búsqueda y el almacenamiento de semillas. Foto por: Julián Sáenz


Los árboles fueron sembrados en los municipios de Turbaco, Arjona y la zona norte de Cartagena, en el departamento de Bolívar, en un total de siete predios: El Fortich, El Palomar, HGP Matute, No hay como Dios, El Socorro, Las Cangrejeras y Altos de Guayacanes.

También puede leer: El reto de devolverle espacio a los bosques en Ibagué

La producción de los 10.000 árboles se realizó en el vivero de plantas nativas del Jardín Botánico de Cartagena, ubicado en el sector Matute en el municipio de Turbaco. Su director, Santiago Madriñan, destaca que: “nosotros tenemos un vivero de investigación de árboles nativos del bosque seco tropical. Tenemos protocolos de búsqueda y almacenamiento de semillas, contamos con un banco de semillas e investigamos procesos de germinación y procesos de crecimiento en bolsa. Estudiamos tasas de crecimiento, mortalidad, requerimientos, entre otras variables, para producir fichas técnicas o protocolos de al menos 80 especies nativas”.


El vivero del Jardín Botánico de Cartagena tiene la trazabilidad y estudia las tasas de crecimiento, mortalidad, requerimientos, entre otras variables de al menos 80 especies nativas del bosque seco tropical. Foto por: Julián Sáenz


Debido a que la estación seca es muy marcada en la región, los árboles solo fueron plantados cuando estos alcanzaron una altura adecuada con el fin de garantizar la sobrevivencia de las plantas. “Si los árboles no se han establecido y no tienen un buen sistema radicular van a morir durante la estación seca que va de diciembre a mayo. Sufrirán un estrés hídrico muy alto, entonces se plantaron árboles con la talla y la longevidad que nosotros por nuestra experiencia conocemos para la gran mayoría de especies y que garantizan su sobrevivencia. Además, sabemos que no podemos ni debemos sembrar en época de verano”, resaltó el director.

También puede leer: Árboles viajeros: conozca la travesía de enriquecer los bosques en La Guajira

En general las técnicas de siembra realizadas en los predios estuvieron orientadas al enriquecimiento de los bosques y al cuidado de las fuentes hídricas. En el sector Matute, por ejemplo, los trabajos realizados por el Jardín Botánico de Cartagena estuvieron orientados a fortalecer la estructura ecológica de la región, en especial, los nacederos de agua del arroyo Matute, como sucedió en la finca El Palomar.


José Ángel Tapias (izq), viverista del Jardín Botánico de Cartagena, lideró los procesos de siembra en algunos de los predios. Para él, el mayor reto fue garantizar el bienestar de las plantas y hasta 12 personas trabajaron en este proceso. Foto por: Julián Sáenz


“El Palomar es un predio familiar. Esta tierra viene de nuestros abuelos y toda la vida crecimos al lado del bosque, amando al bosque y queriendo al bosque; es un regalo y para nosotros mantenerlo es fundamental. Mi papá se dedicaba a sembrar, sembrar y sembrar y nosotros le decíamos que para qué tanta sembradera. Él nos decía que los resultados los íbamos a ver después y, uno ahora entiende al ver este paraíso. Esperamos que con el apoyo científico el bosque se siga restaurando de una forma diferente con árboles nativos y potenciando los acuíferos”, manifestó María Clara Faciolince, una de las propietarias del predio El Palomar.

También puede leer: Así se recuperan los bosques de Providencia un año después del Huracán Iota

Para José Ángel Tapias, viverista del Jardín Botánico, el mayor reto del proyecto fue: “que los árboles estuvieran y se sintieran bien. Tratar de enriquecer el bosque es un trabajo duro, las enredaderas tratan de consumir las plantas y hay que estar atentos. Un bosque no se realiza solo con la siembra de las plantas, después hay que hacerle mantenimientos. Nosotros llegamos a tener 12 personas trabajando en simultáneo en el proceso de siembra para rendir en cada área”.


Las siembras en el predio El Palomar estuvieron orientadas a fortalecer la estructura ecológica de los bosques y los nacederos de agua del arroyo Matute. Foto por: Julián Sáenz


Por los diferentes predios se vieron desfilar y sembrar: caracolí (Anacardium excelsum), macondos (Cavanillesia platanifolia), cedros cebolla (Cedrela odorata) y ceibas bonga (Ceiba pentandra), todas nativas de la región. En total se plantaron árboles de 92 especies.

También puede leer: El corredor del yaguarundí: un sueño que unirá dos cordilleras

Sin dudas, la experiencia, el conocimiento y la rigurosidad del trabajo del Jardín Botánico de Cartagena fueron claves para el enriquecimiento de los bosques en la región. Además, con su trabajo y los procesos educativos mostraron que la conservación de los bosques no necesariamente significa el abandono de las formas de vida tradicionales, de los cultivos y, en algunas zonas, del urbanismo.

Colombia cierra el 2021 con nueva especie de frailejón

header

 

Por: Prensa Instituto Humboldt | Bogotá D.C., 30 de diciembre de 2021

Colombia cierra el 2021 con nueva especie de frailejón



foto de frailejones Espeletia
Espeletia ocetana exhibe un hábito de roseta caulescente -0,7-1,8 m de altura-, hojas sésiles, lámina de hoja elíptica con indumentum grisáceo, robustas capitulescencias tirsoides bracteadas que se extienden lateralmente desde la roseta. Foto: María Teresa Becerra.


  • •   Se trata de Espeletia ocetana. Un nuevo hallazgo que se produjo en el páramo de Ocetá en Boyacá.
  • •   El frailejón es una de las especies emblemáticas de los páramos del país. Colombia cuenta hoy con 91 especies de frailejones.
  • •   De acuerdo con los investigadores, en la medida en que exploremos y conozcamos mejor nuestros páramos esta cifra podría ir en aumento.


La historia evolutiva del emblemático frailejón (Espeletia) se remonta a cerca de 2,5 millones de años. Este género de plantas contiene hoy 139 especies, posicionándose como uno de los más diversos de los páramos, incluyendo variedad de formas de vida: árboles, arbustos, rosetas.

Particularmente en Colombia se encuentran 91 especies de frailejones, ubicadas principalmente en la Cordillera Oriental en donde hay más del 80% de las especies presentes en el país.

La nueva especie fue hallada en el Páramo de Ocetá, en el departamento de Boyacá. Justamente allí se encuentran cerca de 50 especies de frailejón: se trata de Espeletia ocetana. Una especie muy similar a Espeletia jaramilloi de la que se distingue fácilmente por sus tallos altos, hojas más anchas con una relación longitud - ancho de la hoja más pequeña, vainas más largas y capítulos - lo que se conoce popularmente como flor - con una estructura diferenciada.

foto de frailejones Espeletia ocetana
Espeletia ocetana. Foto: María Teresa Becerra.


A diferencia de Espeletia jaramilloi, la población de esta nueva especie prefiere hábitats húmedos. De acuerdo con María Teresa Becerra, investigadora del Instituto Humboldt, se analizaron veinte individuos, población que fue recolectada entre 2019 y 2020 cerca de San Ignacio en el municipio de Mongua.

“Las descripciones morfológicas de estas muestras se basaron principalmente en material seco, aunque algunos rasgos relacionados con tallos y rosetas se midieron directamente en el campo, mientras que las descripciones y dibujos de los capítulos y sus elementos se hicieron a partir de muestras conservadas en etanol”, explicó.

La Espeletia ocetana es abundante en la localidad donde fue ubicada, lo que demuestra que este ecosistema está relativamente bien conservado. Sin embargo al estar fuera de los límites del Parque Natural Regional Siscunsí Ocetá, podría estar expuesta a amenazas crecientes como el pastoreo, dado que la población reportada se encontró en terrenos cercanos a vías, campos agrícolas abandonados y otras áreas afectadas por actividades humanas.

foto de flor Espeletia ocetana
Capítulo de Espeletia ocetana. En los frailejones lo que conocemos popularmente como “flor” es una estructura compuesta por muchas flores pequeñas, llamada capítulo. Foto: Foto: María Teresa Becerra.


Según indica Becerra, serán necesarios estudios complementarios para conocer adecuadamente su distribución geográfica, sus requisitos ecológicos y sus afinidades filogenéticas con otras especies.

Los páramos son territorios que están por descubrirse. “Seguramente el número de especies de frailejones irá en aumento en la medida en que podamos explorar y conocer mejor ecosistemas, territorios que históricamente han sido de difícil acceso, entre otras razones, por el conflicto armado y las lejanías”, concluyó la investigadora quien describió esta nueva especie junto con su colega Jesús Mavárez, biólogo y doctor en ecología.

Espeletia ocetana florecida
Espeletia ocetana. Foto: María Teresa Becerra.


Los frailejones son sin duda las plantas más representativas e importantes de los páramos colombianos. Por su densidad y abundancia, su aporte a la biomasa, sus numerosas interacciones ecológicas y los servicios ecosistémicos que prestan, los frailejones son considerados especies clave para el sostenimiento del ecosistema de páramo. Sin embargo, estas carismáticas plantas enfrentan una serie de amenazas, incluyendo la destrucción de su hábitat por cambio de uso del suelo y quemas, la disminución de su nicho por cambio climático, y nuevas interacciones con otras especies que pueden poner en riesgo su supervivencia.

Regeneración natural, punto de partida para la recuperación de los ecosistemas en terrenos abandonados

Nota de actualidad | Por: Prensa Humboldt

Regeneración natural, punto de partida para la recuperación de los ecosistemas en terrenos abandonados




bosque seco
Los componentes de los bosques evaluados fueron los suelos (medidos a través de densidad aparente y la cantidad de carbono y nitrógeno), el funcionamiento del ecosistema (medidos a través de la presencia de especies fijadoras de nitrógeno, la densidad de la madera y el área foliar específica de las especies), la estructura del bosque (biomasa aérea, diámetro máximo de los árboles y heterogeneidad estructural), y la diversidad y composición florística. Foto: Felipe Villegas.


  • •   La regeneración natural del bosque tropical trae grandes beneficios que la ciencia poco a poco empieza a vislumbrar. Se calcula que a los 20 años de comenzar a crecer, el bosque alcanzaría casi el 80% de la fertilidad, del almacén de carbono y de la diversidad de árboles de los bosques más maduros.


Los bosques secundarios, también llamados bosques sucesionales, son aquellos que crecen espontáneamente luego de haber sido talados para el uso antrópico del suelo, usualmente para agricultura, cultivos convencionales y ganadería. Actualmente, más de la mitad de los bosques tropicales de todo el mundo no son bosques maduros sino bosques secundarios. En las regiones tropicales de América Latina, estos cubren hasta un 28% de las coberturas boscosas.

Aunque los procesos de deforestación en el país son alarmantes, la regeneración natural es el punto de partida de la recuperación de los ecosistemas en terrenos abandonados. Un reciente estudio en la revista Science muestra que los bosques sucesionales tropicales se recuperan de una manera sorprendentemente rápida, de modo que a los 20 años pueden alcanzar valores equivalentes a casi el 80% de la fertilidad del suelo, el almacén de carbono y la diversidad de árboles de los bosques maduros.

Un equipo internacional de ecólogos tropicales analizó la recuperación de 12 atributos de los bosques durante la regeneración natural y cómo la recuperación de cada atributo está relacionada con la de los otros. Para ello, usaron información obtenida en 77 paisajes y más de 2200 parcelas de bosque distribuidas en América tropical y África Occidental.

De acuerdo con Lourens Poorter, profesor de la Universidad de Wageningen, Países Bajos y autor principal del estudio, “si bien es esencial continuar con la protección activa de los bosques maduros y detener el avance de la deforestación, los bosque tropicales potencialmente pueden crecer de nuevo y de forma natural en terrenos abandonados ubicados en áreas que fueron deforestadas. Estos bosques en desarrollo cubren áreas enormes y pueden contribuir a los objetivos locales y mundiales de restauración de los ecosistemas, brindando beneficios de escala mundial para la mitigación y adaptación. Al igual que a la conservación de la biodiversidad, además de muchos otros servicios para los habitantes locales como agua, combustible, madera y otros productos forestales no maderables", señaló.

La investigación indica que la tasa de recuperación de los bosques tropicales difiere mucho dependiendo de los atributos del bosque: la fertilidad del suelo y el funcionamiento de las plantas muestran las tasas más rápidas de recuperación, ya que alcanzan valores equivalentes al 90% de los del bosque maduro en aproximadamente 25 años). La recuperación de la estructura del bosque (altura del dosel, diámetro de los árboles) y la diversidad de especies es un poco más lenta (25-60 años) y la biomasa aérea y la composición de especies son los atributos que más tardan en retornar a su estado original (más de 120 años).

grafico de recuperación del bosque
La recuperación de los bosques tropicales a lo largo del tiempo. Los bosques vuelven a crecer de forma natural en tierras agrícolas abandonadas. Se muestran cuatro grupos de características del bosque: las relacionadas con el suelo (simbolizadas por el pictograma del suelo), con el funcionamiento del ecosistema (simbolizadas por la hoja), con la estructura del bosque (simbolizadas por el árbol) y con la diversidad de árboles (simbolizadas por la flor). El porcentaje promedio de recuperación (en relación con los bosques maduros) después de 20, 40, 80 y 120 años se muestra para cada atributo del bosque (porcentaje después de cada pictograma) y para los cuatro grupos de atributos combinados (líneas horizontales). El estudio se basó en información obtenida en 77 paisajes y más de 2200 parcelas de bosque distribuidas en Mesoamérica y Sudamérica, y en África Occidental.


El Instituto Humboldt hizo parte de esta investigación (2015 - 2019), a través de la participación de 11 investigadores, así como la Universidad Distrital, Universidad de Antioquia y Jardín Botánico de Medellín a través de la Red de Investigación y Monitoreo del Bosque Seco en Colombia (BST-Col).

De acuerdo con Natalia Norden, co-autora del estudio e investigadora del Programa de Ciencias de la Biodiversidad, “se encontró que el tamaño máximo de los árboles, la variabilidad en la estructura del bosque y la riqueza de especies arbóreas son indicadores muy robustos de la recuperación de numerosos atributos del bosque. Estos tres indicadores son relativamente fáciles de medir y se pueden usar para el monitoreo de la recuperación espontánea de los bosques así como de los procesos de restauración. Por ejemplo, hoy en día podemos monitorear el tamaño de los árboles en grandes áreas y durante largos periodos largos de tiempo por medio de sensores remotos. Esto se convierte en una herramienta super poderosa y muy novedosa para asesorar rápidamente el camino que están tomando estos bosques y tomar decisiones informadas sobre qué acciones tomar en diferentes escenarios de degradación", explicó.

Lea también Bosques secundarios recuperan riqueza hasta un 80% en 20 años

regeneración
Existe una amplia gama de soluciones que abarcan desde la regeneración natural y la regeneración natural asistida hasta la agroforestería y la siembra activa en proyectos de restauración. Foto: Felipe Villegas.


Considerando la importancia local y mundial de los bosques sucesionales y su rápida recuperación, el estudio hace un llamado a la adopción de la regeneración natural asistida como una solución basada en la naturaleza y muy costo-efectiva para alcanzar las metas de desarrollo sostenible de las Organización de las Naciones Unidas, el Decenio de las Naciones Unidas sobre la Restauración de los Ecosistemas (2020-2030), la Convención Marco de las Naciones Unidas sobre el Cambio Climático (COP26) y la Conferencia de las Naciones Unidas sobre Biodiversidad (COP15)”.

Finalmente, indican que no existe una solución única para la restauración, por lo que puede ser necesario recurrir a una mezcla de restauración pasiva y activa. Existe una amplia gama de soluciones que abarcan desde la regeneración natural y la regeneración natural asistida hasta la agroforestería y la siembra activa en proyectos de restauración. La solución óptima depende de las condiciones locales en el sitio, así como de sus habitantes y sus necesidades. Por medio del uso de una mezcla de diferentes enfoques se pueden crear paisajes más naturales, biodiversos y resilientes.

Enlace para el artículo: science.org/doi/10.1126/science.abh3629

Desorientadas e infartadas: conozca los efectos de la pólvora en las aves

header

 

Por: Prensa Instituto Humboldt | Bogotá D.C., 16 de diciembre de 2021

Desorientadas e infartadas: conozca los efectos de la pólvora en las aves



foto de mirla
Mirla patinaranja (Turdus fuscater) Foto: Daniela Gómez


  • •   Las aves sienten los estallidos de la pólvora como algo desagradable, perturbador y quizás hasta doloroso. Aquí le contamos cuáles son los efectos de los fuegos artificiales sobre esta especie.


Tradicionalmente, los fuegos artificiales son usados para celebrar las fiestas decembrinas. Mientras algunas personas disfrutan de la pólvora, la fauna silvestre, en especial las aves, sufren sus efectos.

Es importante saber que las aves reaccionan a distintos estímulos, tanto visuales como auditivos. Tienen la capacidad de detectar de antemano, por ejemplo, la aproximación de una tormenta meteorológica debido a la caída de la presión del aire y a otras señales que les sirve para prepararse y resguardarse. Sin embargo, algo distinto ocurre con las fuertes explosiones y sonidos potentes e inesperados que producen los fuegos artificiales. Los estímulos visuales y acústicos de la pirotecnia producen en las aves y en otras especies, fuertes reacciones como el aumento del ritmo cardíaco y respiratorio que terminan en infartos causando la muerte debido al pánico generado.

Canario coronado
Canario coronado (Sicalis flaveola) Foto: Daniela Gómez.


Las aves y otros organismos sienten los estallidos de la pólvora como algo desagradable, perturbador y quizás hasta doloroso. Imagine un pequeño pájaro de 8 centímetros sintiendo los estruendos perturbadores que produce la pirotecnia.

Algunos de los pocos estudios realizados sobre el tema, señalan que esta percepción que tienen las aves ocurre a través del órgano paratimpánico en el oído interno o a través de los sacos aéreos. Los fuertes ruidos que produce la pólvora hace que las aves entren en pánico, desorientándose en su vuelo y perdiendo su capacidad visual como resultado del humo, la niebla y los destellos de luz que dejan a su paso los fuegos artificiales. De esta manera, las aves quedan en alto riesgo de chocar contra obstáculos como edificios, tendidos eléctricos, árboles, entre otros. Estas perturbaciones terminan en lesiones o incluso en la muerte.

Por otra parte, como consecuencia de la desesperada huída, las aves también pierden su tiempo de descanso y alimentación. Además, el éxito reproductivo también puede verse comprometido como resultado de este impacto. Algunos datos recopilados demuestran que durante la explosión de fuegos artificiales, las aves adultas abandonaron el nido o llegaron muy tarde, dejando desprotegidas a las crías que quedaron a merced de las condiciones climáticas adversas o de los distintos depredadores.

En Europa, para los cormoranes por ejemplo, se cuantificó que la pérdida de crías fue hasta 30 veces mayor y se determinó que hasta el 83% de la pérdida total de nidos ocurrió la noche de los fuegos artificiales. En Estados Unidos, por su parte, alrededor de 5.000 tordos o turpiales alirrojos murieron en la víspera de Año Nuevo de 2010 cuando se detonaron ilegalmente fuegos artificiales en Arkansas.

foto de colibrí pecho blanco
El colibrí de pecho blanco (Amazilia fimbriata) Foto: Nattaly Tejeiro.


Estudios realizados en Europa con el uso de un radar meteorológico, lograron cuantificar la reacción de las aves a los fuegos artificiales en tres años consecutivos durante el Año Nuevo. En general, se observó que miles de aves tomaron vuelo poco después de la medianoche, con grandes movimientos aéreos que duraron al menos 45 minutos. Se identificó además que las aves volaron a alturas mayores (hasta 500 metros) de las usualmente hacen en su recorridos normales. Por último, las densidades más altas se observaron en pastizales y humedales, incluyendo sitios dedicados a la conservación, donde miles de aves acuáticas descansan y se alimentan.

Los pocos estudios disponibles sobre este tema prueban reacciones fisiológicas, como el aumento de la frecuencia cardíaca, liberación de hormonas y otras reacciones metabólicas, demostrando que los fuegos artificiales causan estrés al ave, incluso si no muestran una reacción mayor como una actividad corporal o el vuelo.

foto barranquero
El Barranquero andino (Momotus aequatorialis) Foto: Daniela Gómez


De hecho, los datos recopilados evidencian que el vuelo no es la única estrategia para escapar de los fuegos artificiales, pues dependiendo de la especie, los individuos huyen corriendo o nadando hacia la vegetación protectora o hacia áreas lejanas. Esto sucede particularmente en aves que no tienen muy desarrollada su capacidad de vuelo o aquellos juveniles que aún no han aprendido a volar. En casos extremos, las aves jóvenes pueden saltar o caer de sus nidos.

“Lo anterior evidencia la cuantificación de éstos impactos en las aves europeas o norteamericanas, sin embargo en países neotropicales como el nuestro donde la diversidad de aves es la mayor a nivel mundial, las consecuencias pueden ser más complejas y son incluso desconocidas”, señalan Daniela Gómez y Nattaly Tejeiro, investigadoras del equipo de ornitología de colecciones biológicas del Instituto Humboldt.

Mientras algunos humanos perciben las detonaciones fuertes e inesperadas y las luces brillantes que producen los fuegos artificiales como algo espectacular, las aves y los animales tanto silvestres como domésticos sienten una fuente de perturbación que incluso puede llevarlos a la muerte. En la avifauna, esto también puede producir desequilibrios en individuos e incluso poblaciones, generando por tanto un gran impacto en la funcionalidad de los ecosistemas, que para el caso específico de Colombia nos falta aún mucho por indagar.

Links de interés

Shamoun-Baranes, J., Dokter, A. M., van Gasteren, H., van Loon, E. E., Leijnse, H., & Bouten, W. (2011). Birds flee en mass from New Year’s Eve fireworks. Behavioral Ecology, 22(6), 1173-1177.

Stickroth, H. (2015). Effects of fireworks on birds–a critical overview. Ber. Vogelschutz, 52, 115-149.

https://www.audubon.org/news/are-fireworks-dangerous-birds

espatulilla
La espatulilla común (Todirostrum cinereum) Foto: Daniela Gómez.

Por decreto, el Instituto Humboldt adelanta estudios de la biodiversidad en zonas de proyectos piloto de investigación integral, PPII.

Nota de actualidad | Por: Instituto Humboldt

Por decreto, el Instituto Humboldt adelanta estudios de la biodiversidad en zonas de proyectos piloto de investigación integral, PPII.




investigador en campo
El Instituto Humboldt tiene como misión promover, coordinar y realizar investigación que contribuya al conocimiento, la conservación y el uso sostenible de la biodiversidad como un factor de desarrollo y bienestar de la población colombiana. Foto: Felipe Reyes, Instituto Humboldt.


  • •   El Instituto Humboldt se encuentra adelantando un estudio sobre la biodiversidad en la cuenca del Valle Medio del Magdalena, específicamente en el municipio de Puerto Wilches y sus alrededores.
  • •   Esta es una de las expediciones científicas más grandes de nuestra historia reciente. Más de 70 investigadores de diversos grupos biológicos están levantando un completo inventario de la biodiversidad en la zona de estudio.
  • •   La información resultado de esta investigación podrá ser utilizada por los tomadores de decisión de entidades del Estado, relacionada con la puesta en marcha de los proyectos piloto de yacimientos no convencionales.


El Valle medio del Río Magdalena solía ser una de las regiones más biodiversas de Colombia debido a la confluencia de ecosistemas de selva húmeda tropical y bosque seco. Sin embargo, y en los últimos 50 años, la región ha tenido una intensa intervención humana desde los sectores agroindustrial, ganadero, maderero y de hidrocarburos que han diezmado su cobertura natural.

Con el objetivo de conocer su estado actual, el Instituto adelanta una de sus más grandes expediciones científicas en el municipio de Puerto Wilches y sus alrededores; investigación que se desarrolla mediante convenio interadministrativo (Convenio 500 de 2020) con la Agencia Nacional de Hidrocarburos- ANH.

Adicionalmente, la realización de esta expedición responde al cumplimiento del Decreto 328 de 2020 "Por el cual se fijan lineamientos para adelantar Proyectos Piloto de Investigación Integral - PPII sobre Yacimientos No Convencionales - YNC de hidrocarburos con la utilización de la técnica de Fracturamiento Hidráulico Multietapa con Perforación Horizontal - FH-PH" - a través del cual se le asignó al Instituto hacer el levantamiento de línea base de biodiversidad, así como definir las variables a monitorear antes de la implementación de los pilotos de fracturamiento hidráulico en Yacimientos No Convencionales, mejor conocido como fracking.

Este trabajo investigativo hace parte del levantamiento de línea base general, la cual da cuenta de las condiciones ambientales, sociales, económicas y de salud, iniciales previo a las intervenciones que se originen en los proyectos piloto de investigación integral – PPII sobre una zona específica. La línea base ambiental está dividida en tres: la línea base de aguas superficiales a cargo del Instituto de Hidrología, Metereología y Estudios Ambientales -IDEAM, la línea base de aguas subterráneas a cargo del IDEAM y del Servicio Geológico Colombiano -SGC y la línea base de ecosistemas y biodiversidad a cargo del Instituto Humboldt y el IDEAM.

Puesta en marcha de la expedición

El primer paso de esta expedición fue definir el área de estudio que permitiera tener un contexto amplio del territorio, tanto de los diferentes ecosistemas y coberturas de la zona como de las actividades que viene realizando tanto el sector de hidrocarburos como el agroindustrial y pecuario, con el fin de tener un conocimiento amplio de las especies vegetales y animales que se encuentran en la región.

La zona de estudio comprende aproximadamente 180 mil hectáreas, en donde más de 70 investigadores expertos en distintos grupos biológicos protagonizan esta expedición que se encuentra en su primera etapa.

Dentro de los grupos biológicos de estudio y el diseño muestral se encuentran mamíferos aves, anfibios, reptiles, peces, plantas, insectos. Además, se está estudiando la hidrobiota que se refiere a plantas acuáticas, macroinvertebrados como moluscos, insectos, entre otros. Asimismo, se interpretan y analizan las coberturas de la tierra para entender mejor el territorio a una escala de paisaje. Por ejemplo, entender dónde están los bosques y si están conectados entre sí.

De acuerdo con Adriana Restrepo, coordinadora de campo del proyecto e investigadora del programa de evaluación y monitoreo de la biodiversidad del Instituto Humboldt, “dada la importancia que tiene este proyecto para el país, implementamos tres técnicas que nos permiten tener otra aproximación de la biodiversidad: los paisajes sonoros que nos sirven para entender la biodiversidad desde lo que oímos y lo que no oímos, el estudio de código de barras de vida -ADN conocido en inglés como Metabarcoding que es una metodología que nos permite entender la diversidad biológica de aquello que no vemos pero que está ahí en el suelo, en el agua y en el sedimento; y finalmente, el fototrampeo que se consolida como una de las herramientas más efectivas para llevar a cabo el monitoreo, permitiendo identificar a través de registros fotográficos la presencia de ciertas especies en los ecosistemas”, explicó.

Para este estudio se definieron aproximadamente 300 unidades muestrales, ubicadas en distintas coberturas como cultivos de palma, bosque, quebradas, ciénagas, ríos y demás coberturas representativas de la zona.

Una de las características más importantes de esta expedición fue el acompañamiento de las comunidades locales. Según relata Restrepo, “contamos con personas muy especiales, conocedoras de sus territorios quienes fueron nuestros guías en campo. Han sido la mano derecha de los investigadores, pues nadie mejor que ellos para guiarnos entre los extensos cultivos de palma o bosque. No puedo dejar de nombrar a los cerca de 40 conductores que estuvieron con nosotros desde tempranas horas de la mañana hasta altas horas de la noche. Y a la comunidad que nos facilitó sus botes para poder hacer nuestros muestreos acuáticos”.

equipo humboldt
Contamos con un equipo de investigadores, profesionales en ciencias relacionados con la biodiversidad y el medio ambiente, que incluyen biólogos, biólogos marinos, microbiólogos, genetistas, ingenieros ambientales y forestales, ingenieros de sonidos, etc. Foto: Felipe Reyes, Instituto Humboldt


Luego de este trabajo en campo, ahora mismo el equipo científico se encuentra en etapa de análisis de los datos obtenidos y los especímenes colectados, los cuales son ingresados a la colección biológica del Instituto que está ubicado en Villa de Leyva, Boyacá.

Uno de los componentes estratégicos dentro de la expedición ha sido el trabajo hecho en educomunicación con las comunidades locales, a través de talleres en donde participaron cerca de 100 personas de distintas veredas y corregimientos de Puerto Wilches.

“Han sido espacios de diálogo muy interesantes alrededor de la riqueza natural que rodea a las comunidades. El objetivo es fortalecer esa conexión vital con la biodiversidad y los servicios ecosistémicos de la región”, indicó Alejandro Hernández, coordinador de apropiación del conocimiento del proyecto. Los hallazgos obtenidos en estos talleres serán insumo para la creación del módulo de apropiación social de la biodiversidad que se ejecutará en el 2022.

comunidad en talleres participativos
Talleres participativos con comunidades de Puerto Wilches, Santander. Foto: Felipe Reyes, Instituto Humboldt


Adicionalmente, el Instituto Humboldt se encuentra actualmente en proceso de planeación de una segunda salida a campo que se realizará entre enero y febrero de 2022, que a diferencia de la primera se hará en época de lluvias moderadas, de manera que se tengan muestras en periodos de aguas altas y bajas (inundaciones y sequías). Será una réplica metodológica que se espera esté finalizada con resultados disponibles en agosto de 2022.

Finalmente, Restrepo sostiene que “hemos garantizado que este estudio ha sido un proceso riguroso, independiente y transparente. Toda la información generada por el Instituto es pública, incluyendo este estudio que podrá ser consultado próximamente por cualquier persona en el repositorio y página web www.humboldt.org.co”, concluyó.

Recuadro

El Instituto Humboldt:
  • •   Genera información sobre el estado de la biodiversidad y los ecosistemas.
  • •   Brindará información de referencia que permitirá identificar posibles cambios en los ecosistemas y la biodiversidad como resultado de la eventual puesta en marcha del fracking.
  • •   No reemplaza los estudios de impacto ambiental que obligatoriamente deben hacer las empresas.
  • •   No selecciona las empresas que podrían hacer fracking en el país.
  • •   Actúa apegado a la ciencia en la generación de información técnica para la toma de decisiones de manera informada.
  • •   No decide si se hace o no fracking en Colombia.


Links de interés

http://repository.humboldt.org.co/handle/20.500.11761/35742

GALERÍA DE FOTOS

VIDEO DE ADRIANA RESTREPO

Árboles y educación: la fórmula para enriquecer los bosques secos tropicales en Honda, Tolima

Nota de actualidad | Por: Julián Sáenz

Árboles y educación: la fórmula para enriquecer los bosques secos tropicales en Honda, Tolima




siembra de 20000 árboles
En el convenio entre Coreducación y el Instituto Humboldt se sembraron 20.000 árboles para el enriquecimiento de los bosques secos tropicales. Cortesía: Coreducación


Son 20.000 los árboles sembrados en el convenio entre Coreducación y el Instituto Humboldt para el enriquecimiento de los bosques en la región. Además, la educación jugará un papel importante para el proceso de restauración y conservación de los ecosistemas.

Durante siete días en Honda (Tolima) se perdieron más de 2.000 hectáreas de bosque por causa de un incendio forestal en 2019. El municipio declaró la calamidad pública y la conflagración solo pudo ser controlada gracias al trabajo que en su momento realizaron el cuerpo de Bomberos, el Ejército, la Defensa Civil, la Cruz Roja, la Brigada Forestal de Cortolima, entre otras instituciones.

Durante ese agosto todo parecía ser fuego y nubes de cenizas. Tanto así, que muchos de los habitantes de Honda aseguran que ese fue el incendio más grande en la historia del pueblo. En su memoria todavía mantienen vivos los recuerdos de los bosques que desaparecieron en medio de las llamas y de la fauna que junto con las plantas también se perdió.

También puede leer: El reto de devolverle espacio a los bosques en Ibague

Dos años después, este municipio ribereño busca renacer de las cenizas y lo hace a través del enriquecimiento de sus bosques, de las zonas afectadas por los incendios y de la educación de sus habitantes.

Para ello, la Universidad Distrital comenzó a estudiar la extensión, severidad y los efectos del incendio forestal y además estableció un acuerdo de apoyo científico con Coreducación. Posteriormente, Coreducación y el Instituto Humboldt firmaron un convenio para la siembra de 20.000 árboles nativos en el marco del programa de siembra de 180 millones de árboles “sembrar nos une”, liderado por el Ministerio de Ambiente. Convenio que, también, contó con componente educativo.

El equipo de trabajo en este proceso estuvo integrado por los docentes de la Universidad Distrital Angela Parrado, Andrés Avella y Wilmar Fernández. Por parte de Coreducación participaron Giovanni Vargas, Angie Montañez, Soraya Rodríguez, Julián Cuellar, Ana María González y Daniela Giraldo. Además, se contó con el apoyo de los pasantes de la Universidad Distrital María Fernanda Alonso y Manuel Montealegre en el proceso de zonificación de sitios para la restauración.

Para la priorización de los lugares de siembra desde Coreducación se tuvo en cuenta los sitios afectados por el incendio. Una vez identificados esos lugares, la institución educativa dialogó con los propietarios de los predios para contar con el permiso que les permitió la siembra de las plantas, un proceso nada fácil.

seleccion de lugares de siembra
Para seleccionar los sitios de siembra se tuvieron en cuenta los sitios afectados por el incendio de 2019 y el interés de las comunidades. Foto: Coreducación


“Para la selección de especies tuvimos en cuenta estudios previos que se han realizado sobre la composición y estructura del bosque seco tropical y criterios ecológicos como el gremio ecológico, mecanismo de dispersión de semillas, la tolerancia, la sensibilidad o la respuesta post fuego y el interés social de las comunidades en algunas plantas. En suelos degradados por el pisoteo del ganado incluimos especies con capacidad de adaptación a suelos pobres y que tengan un valor de uso importante para las comunidades y los propietarios”, manifestó Angie Montañez, coordinadora técnica de campo por parte de Coreducación.

También puede leer: Árboles viajeros: conozca la travesía de enriquecer los bosques en La Guajira

Los 20.000 árboles de las 38 especies seleccionadas fueron producidos por el vivero Tierra Negra y se sembraron en 13 predios, de los cuales 12 son de propiedad privada. Estos terrenos están localizados en las veredas de: Caimital (una de las más afectadas por los incendios), El Tambor, Guacimal; kilómetro 42 del municipio de Honda y la vereda El Hato en el sector entre Armero-Guayabal.

“Empleamos diferentes estrategias de restauración como enriquecimiento bajo dosel y enriquecimiento en claros, en donde combinamos especies de rápido y medio crecimiento y atrayentes de fauna para recuperar la estructura del bosque. Además, realizamos ampliación de borde en algunos lugares para ampliar bosques, recuperar rondas hídricas y favorecer la conservación del agua. También, desarrollamos nucleación pensando en términos de paisaje y en la formación de corredores y, por último, cercas vivas y franjas forrajeras”, agregó Montañez.

También puede leer: El corredor del yaguarundí: un sueño que unirá dos cordilleras

El invierno vivido entre octubre y noviembre de este año fue el desafío a vencer en las siembras realizadas. Las fuertes lluvias hicieron que crecieran las quebradas y estas, a su vez, en varias ocasiones hicieron imposible el paso de los operarios y las plántulas hacia los terrenos seleccionados.

enriquecimiento bajo dosel
En las plantaciones se realizaron estrategias de enriquecimiento bajo dosel y en claros. Además de ampliar los bosques de las rondas hídricas. Foto: Julián Sáenz


Bajo el agua quedaron muchas veces los esfuerzos de los operarios que veían con asombro como los huecos donde se iban a sembrar las plantas pronto se inundaban. Y en más de una ocasión llegaban las noticias de camionetas e incluso volquetas quedaban enterradas en medio del barro de algunos de los caminos. Sin embargo, la determinación de estas personas fue más fuerte y a pesar de las dificultades los 20.000 árboles fueron sembrados.

Educación, la otra clave para el renacer de los bosques en Honda

Así como se enriquecen los bosques, se enriquecen las personas y la forma como lo hace Coreducación es por medio de la enseñanza y la transferencia de conocimiento.

cursos a la comunidad
Desde Coreducación realizaron tres cursos abiertos a la comunidad sobre viverismo y propagación de especies de bosque seco, conservación de bosque seco y fuego como amenaza y educación ambiental. Foto: Coreducación


Por eso desde la institución educativa realizaron tres cursos teórico prácticos abiertos a la comunidad, en los que enseñó sobre: viverismo y propagación de especies del bosque seco; conservación del bosque seco y; exposición itinerante:el baúl del bosque seco con estudiantes de varios colegios de Honda. Estos fueron liderados por investigadores de la Universidad Distrital Ángela Parrado, Andrés Avella y Armando Villota.

Le puede interesar: Restaurar ecosistemas estratégicos, la apuesta del Instituto Humboldt en la meta de 180 millones de árboles

“Las inscripciones eran abiertas para cualquier persona, también se invitaron a los propietarios de las fincas donde se desarrollaron las siembras y estudiantes de Coreducación que estuvieran interesados en el bosque seco. Los cursos duraron entre 3 y 4 días y tuvieron un componente práctico. Por ejemplo, en la clase de fuego se aprendió sobre las consecuencias que dejó el incendio y la forma de restaurar los bosques”, explicó Ana González, tecnóloga de Gestión Ambiental.

Para Nohora Rojas, quien participó de todos los cursos dictados está experiencia fue: “magnífica, aprendí muchas cosas y también afiance otros conocimientos. Es darse cuenta que las personas que son ganaderas también deben ser vigías del bosque y de las especies. Que tiene que haber una relación amigable entre nuestros proyectos y el ambiente, no debemos acabar con los suelos ni con los árboles nodriza. Yo no conocía la importancia de los árboles nodriza y que alrededor de esos grandes árboles se formaban otros. Todo fue muy bueno”.

cursos a la comunidad, estudiantes
Nohora Rojas (Izquierda) participó de todos los cursos dictados. El profesor Oscar Zuluaga y su estudiante Silvia Preciado (derecha) estuvieron presentes en los curso de educación ambiental que se realizaron en colegios de Honda. Foto: Julián Sáenz


Por otra parte, los estudiantes de los colegios General Santander, Alfonso Palacio Rudas, Comfenalco y Técnico Bilingüe participaron del curso baúl del bosque seco. “En este curso, la intención era que tanto docentes como estudiantes de los diferentes cursos entendieran la importancia de los bosques secos y reconocieran los servicios ecosistémicos que ellos nos brindan”, agregó González.

También puede leer: Así se recuperan los bosques de Providencia un año después del Huracán Iota

“Nos explicaron sobre los bosques secos y sobre lo que sucede con la contaminación. Después fuimos al aula vivero donde nos explicaron el crecimiento de las plantas y nos obsequiaron una. No conocía todas las plantas y animales que estaban en el bosque y eso me pareció interesante”, dijo Silvia Preciado, estudiante del Colegio Bilingüe, quien cursa octavo grado.

El profesor de español y lectura crítica, Oscar Zuluaga, del Colegio Bilingüe y quien también participó de los cursos, por su parte, resaltó que: “es importante mostrar las consecuencias de la tala o la contaminación, de que nos pongamos a pensar qué pasa si se siguen haciendo estas cosas. Y además, reflexionar de qué manera podemos contribuir a la conservación de los bosques desde los cambios de algunos hábitos o desde algunas acciones como la siembra de árboles”.

Al finalizar el curso, los 200 estudiantes que participaron de las actividades recibieron un árbol donado por el vivero Tierra Negra con el fin de que cada uno, de forma autónoma, lo sembrara. Para Coreducación es tan importante enriquecer los bosques como enriquecer las personas, por eso su fórmula es: árboles y educación.

GALERÍA DE FOTOS

Cerca de 200 estudiantes de los colegios General Santander, Alfonso Palacio Rudas, Comfenalco y Técnico Bilingüe participaron del curso de educación ambiental impulsado desde Coreducación. Foto: Coreducación.

El reto de devolverle espacio a los bosques en Ibagué

Nota de actualidad | Por: Julián Sáenz

El reto de devolverle espacio a los bosques en Ibagué





Los bosques de Ibagué y sus alrededores se encuentran arrinconados por la intervención humana y los incendios. Foto: Julián Sáenz


Son 10.000 árboles los que se sembraron en el convenio entre el Instituto Humboldt y el Jardín Botánico San Jorge de Ibagué. Con estas plantas nativas se espera enriquecer los bosques en la región.

En Ibagué y sus alrededores se volvió común recibir noticias que alertan sobre los incendios forestales. Las temporadas secas y las intervenciones humanas han puesto a correr a los bomberos de la ciudad y las conflagraciones año a año parecen aumentar.

Algunos medios locales reportaron que en julio de este año se presentaron 16 incendios y agregaron que en 2019 los bomberos atendieron casi 400. Los bosques de la región están arrinconados y con ellos los animales que allí habitan.

También puede leer: Árboles viajeros: conozca la travesía de enriquecer los bosques en La Guajira

Por está razón, el Jardín Botánico San Jorge de Ibagué se dio a la tarea de tratar de devolverle espacio a los bosques secos de la región y de enriquecerlos. Para ello, el jardín firmó un convenio con el Instituto Humboldt para la siembra de 10.000 árboles nativos en el marco del programa de siembra de 180 millones de árboles “sembrar nos une”, liderado por el Ministerio de Ambiente.

Los árboles fueron plantados en dos predios. Uno de ellos es el de la granja San Jorge, un terreno de 120 hectáreas de la comunidad salesiana con grandes bosques aledaños al Jardín Botánico. Allí, se espera que las 5.000 plantas sembradas contribuyan a la rehabilitación de los senderos del jardín en una parte y en otra permitan el aumento de la frontera del bosque.


Varias de las siembras estuvieron orientadas en el aumento de la diversidad de especies del bosque y ampliar la frontera del bosque. Foto: Julián Sáenz


“El jardín tiene 60 hectáreas de las cuales 47.9 son de reserva, además alrededor tenemos un predio con 120 hectáreas, la granja San Jorge. Allí hay algunos espacios con afectaciones en los senderos y es importante trabajar en un proceso de recuperación. Además de cierta manera se contribuye con la presión que ejercemos en las zonas que son del jardín Botánico”, manifestó Germán Oyuela director del Jardín Botánico San Jorge de Ibagué.

También puede leer: El corredor del yaguarundí: un sueño que unirá dos cordilleras

Las otras 5.000 plantas quedaron en la finca El Neme ubicada en el municipio de Coello, un lugar que todavía tiene parches de bosque, pero con zonas que se vieron afectadas por los incendios en la región. En este predio las plantaciones estuvieron orientadas hacia el aumento de la diversidad de especies en las zonas de bosque seco, en la rehabilitación de las zonas afectadas por las conflagraciones e igualmente en la ampliación de la frontera del bosque.

“En Coello es importante destacar que las plantaciones se hicieron en un predio privado. Allí se trabaja la ganadería, pero le dan gran importancia a la conservación de los bosques y eso se debe valorar. Tiene grandes zonas de bosque en las que se puede ampliar la oferta de diversidad de plantas y además tratar de rehabilitar algunas zonas identificadas que tuvieron problemas de incendios hace algunos años”, agregó Oyuela.


El indio desnudo fue uno de los árboles que mejor respuesta tuvo en las zonas afectadas por los incendios. Foto: Julián Sáenz


El Jardín Botánico San Jorge está dividido en tres grandes espacios: una área de reserva, la zona de las colecciones de plantas vivas y la del arboretum, en donde además se encuentra el vivero de una hectárea que fue el centro de producción de las plantas que se usaron para enriquecer los bosques de la región.

Cuenta su director que el transporte de las plantas fue uno de los desafíos a superar ya que los senderos del Jardín Botánico no permiten el paso de carros o mulas, por lo que las plantas tuvieron que ser cargadas por los diferentes operarios que participaron del proceso. “Este trabajo, además nos deja muchas enseñanzas, ya que para cumplir con la meta de producción nosotros hicimos recolección de semillas y rescate de plántulas. Pero vimos que no todas las plantas crecieron de la manera en la que esperábamos o algunas germinaban rápido, pero después su crecimiento era más lento y fuimos descubriendo cosas interesantes. Además, en árboles como el indio pelado vimos que tuvieron buena respuesta en las zonas que fueron quemadas en Coello”, agregó Oyuela.

Le puede interesar: Restaurar ecosistemas estratégicos, la apuesta del Instituto Humboldt en la meta de 180 millones de árboles

Para Edwin Bello, ingeniero forestal y coordinador de siembra de los 10 convenios que tiene el Instituto Humboldt en la iniciativa de 180 millones de árboles en Colombia, este proyecto es importante porque: “todo el trabajo realizado en la siembra fue ejecutado con 36 especies todas forestales, de las cuales había cuatro especies endémicas: Banara ibaguensis, Passiflora emarginata, Ormosia colombiana y Quararibea villanuevae que dan una importancia a este tipo de restauración. Las demás especies nativas tienen una amplia distribución en el país. Una parte del trabajó se realizó en un bosque subandino en la zona del Jardín Botánico San Jorge y la otra es bosque seco tropical en el municipio de Coello”.


El vivero del Jardín Botánico San Jorge es de una hectárea. Desde allí se produjeron los 10.000 árboles del convenio. Foto: Jhon Barros


Educación, la otra clave para restaurar los bosques

Además, de la siembra de 10.000 árboles el Jardín Botánico San Jorge desde su fundación en el año 2000 viene adelantando procesos de extensión no solo con estudiantes de la región sino con la comunidad en general.

También puede leer: Así se recuperan los bosques de Providencia un año después del Huracán Iota

Es así como por ejemplo, una de las iniciativas educativas impulsadas desde el jardín permite que un estudiante pueda asistir una vez al año durante 12 años al jardín y aprender cosas diferentes relacionadas con la biodiversidad y los ecosistemas. “Está es una actividad de guianza dentro del jardín en donde complementamos lo que explican los profesores y de manera vivencial se refuerzan conceptos. Por ejemplo, en el tema del agua yo puedo llevar a un estudiante a la quebrada y allá él verá que es el cauce, el caudal, la vegetación de ribera, las aguas lénticas y lóticas, lo aprenderá en una mañana en el jardín. Otro ejemplo, los estudiantes más pequeños podrán aprender en el jardín las partes de una planta y su funcionamiento. El programa está diseñado para que por el jardín una persona pueda pasar hasta 12 veces en su etapa de estudiante”, explicó Oyuela.


Las publicaciones del Jardín Botánico San Jorge contribuyen con los programas de educación que se realizan tanto para estudiantes como para la comunidad en general. Foto: Julián Sáenz.


Asimismo, desde el Jardín Botánico San Jorge de Ibagué se han desarrollado diferentes productos que le ayudan a entender a la comunidad la importancia de la biodiversidad y los ecosistemas en su entorno. Dentro de las publicaciones realizadas por el jardín se destacan Aves del Jardín Botánico San Jorge y Aula Viva.

El Jardín Botánico San Jorge ve en la educación un eje fundamental para la conservación de los bosques de la región.

Bosques del occidente de Antioquia, un refugio esperanzador para el oso andino

header

 

Por: Prensa Instituto Humboldt | Bogotá D.C., 2 de diciembre de 2021

Bosques del occidente de Antioquia,
un refugio esperanzador para el oso andino



foto oso andino
Oso andino (Tremarctos ornatus) registrado por cámara trampa en el Parque Nacional Natural PNN Paramillo. Foto: Instituto Humboldt.


  • •   Por primera vez se capturó en video un ejemplar adulto de oso andino (Tremarctos ornatus) en el Parque Nacional Natural Paramillo. Este hallazgo es importante para la construcción de estrategias de manejo y conservación de esta especie, ya que actualmente hay muy poca información sobre estos mamíferos en la región.
  • •   Este registro se dio en el marco del desarrollo del proyecto “Preservando, gestionando y restaurando la biodiversidad colombiana a través de la innovación responsableGROW-Colombia, liderado por el Instituto Humboldt en colaboración con Parques Nacionales Naturales.


La captura en video de un oso andino (Tremarctos ornatus) fue posible gracias a las investigaciones del genómica poblacional de la especie en el Parque Nacional Natural Paramillo, con el fin de generar información relevante para asesorar las decisiones de gestión de la especie.

Durante esta investigación, realizada en alianza con Parques Nacionales Naturales y que contó con la participación de la Alcaldía Municipal de Peque y la Unidad Municipal de Asistencia Técnica Agropecuaria, se recolectaron muestras de pelos y excrementos para hacer análisis genéticos y se instalaron dos cámaras trampas para desarrollar estudios ecológicos sobre la presencia de esta especie. Las cámaras fueron ubicadas en dos sectores del área de amortiguación del PNN Paramillo en donde se encuentran los parches más grandes de bosque altoandino y páramo que sirven de refugio para los osos.

Las cámaras trampa se instalaron en senderos que comunican las zonas de páramo del PNN Paramillo, al occidente del departamento Antioquia, siguiendo las observaciones de los rastros de alimentación y la presencia y uso de estos ecosistemas por parte del oso andino. Los dispositivos permanecieron activos aproximadamente durante dos meses y fueron configurados para tomar 3 videos por captura, cada 15 segundos, a unos 50 centímetros del suelo y estuvieron activos las 24 horas, con el sensor de movimiento en automático. El resultado fue la captura en video por primera vez de un ejemplar adulto de oso andino en el parque.

Por otra parte, es también la primera vez que se recolecta material genético en esta zona. Según explica Paola Pulido-Santacruz, investigadora adjunta del Instituto Humboldt, estos nuevos hallazgos permitirán avanzar en el estudio de la estructura genómica de esta población de osos andinos y servirán para conocer la conectividad genética y el estado de conservación en relación a otras poblaciones en el país. “Hay muy poca información de la especie en esta región y estos hallazgos se vuelven de suma importancia para la construcción de estrategias de manejo y conservación”, concluyó.

Lea también Pensilvania, ciencia detrás del monitoreo de una osa andina.

En este proyecto se priorizaron cinco Unidades Núcleo de Conservación (UNC) dentro de la “Estrategia para la Conservación del Oso Andino en los PNN de Colombia”. Cada UNC se caracteriza por tener parches de hábitat compuestos en un 80% o más por áreas protegidas del Sistema Nacional de Áreas Protegidas (SINAP) y un 20% o menos de efecto antrópico. La genética sirve para el estudio y la conservación de las especies al evaluar el grado de conectividad entre las poblaciones de osos dentro y entre las UNC, además de valorar si el área establecida – igual o mayor a 3.800 km² – es suficiente para mantener poblaciones viables.

“Estos resultados permiten articular las necesidades e intereses de Parques Nacionales Naturales de Colombia y la estrategia de conservación de la especie, en donde buscamos hacer un monitoreo sistemático, en el que se incremente el número de cámaras trampa, el tiempo de muestreo (de 6 a 12 meses) y el área cubierta para obtener más información sobre el uso espacio-temporal de esta área y los recursos que demanda el oso andino. Así mismo futuras estrategias que busquen evaluar la ocupación real, así como la conectividad estructural y funcional de otras áreas, el uso de senderos y la restauración de áreas aledañas a estos será importante para asegurar la supervivencia de esta especie dentro del área protegida y de la población al norte de la cordillera occidental”, aseguró Arnold Argel, biólogo, de Parque Nacional Natural Paramillo.

Finalmente, después de dos meses de grabaciones, se registraron, además del oso andino, al menos cinco (5) especies de animales de tamaños medianos y grandes: la tayra (Eira barbara), la ardilla de cola roja (Syntheosciurus granatensis), el tigrillo lanudo (Leopardus tigrinus), el venado de montaña (Mazama temama) y dos especies de aves: la pava maraquera (Chamaepetes goudotii) y el tinamú montañero (Nothocercus bonapartei intercedens). Cabe destacar que la pava es considerada una especie endémica de la zona y el tigrillo lanudo y el oso andino se encuentran en categoría de amenaza.

De acuerdo con Carlos Cáceres, líder de campo, las cámaras trampa registraron una amplia población de tayras (Eira barbara), una especie carnívora común en este tipo de bosques y que generalmente anda en grupos de al menos dos individuos en busca de alimento.



GALERÍA DE FOTOS

Huevos de las aves: un tesoro oculto que puede ampliar el conocimiento

Nota de actualidad | Por: Jhon Barros

Huevos de las aves: un tesoro oculto que puede ampliar el conocimiento





En la colección de huevos del Instituto Humboldt hay recolectas que datan de finales de 1800. Foto: Jhon Barros


Más de 17.000 huevos de alrededor de 2.000 especies de aves de todo el mundo, reposan en la colección biológica del Instituto Humboldt, un sitio único en el país que guarda información sobre otra faceta de la diversidad de estos representantes de la fauna.

Villa de Leyva es un municipio boyacense que huele a historia y luce detenido en el tiempo. Sus grandes casas y callejones empedrados conservan detalles coloniales y de antaño que atraen a turistas nacionales y extranjeros durante todo el año. El claustro de San Agustín, una imponente casona blanca de ventanas y puertas de color azul con más de 400 años de vida, es una de las joyas aquitectónicas más observadas.

Sin embargo, lo que muchos ignoran es que el interior de este antiguo convento esconde las principales huellas de la biodiversidad colombiana, ya que allí están resguardados miles de hallazgos de plantas y animales encontrados por los científicos.

“Desde mediados de los años 90, el claustro de San Agustín alberga la Colección Biológica del Instituto Humboldt, la cual heredó los especímenes recolectados principalmente por los investigadores del Inderena durante décadas”, cuenta David Ocampo Rincón, quien fue curador de la colección de aves del Humboldt.

Este lugar de biodiversidad empezó a nutrirse con los hallazgos realizados por los expertos en las diversas expediciones por el territorio nacional, un trabajo de campo que ya suma más de 371.000 especímenes de aves, mamíferos, anfibios, reptiles, insectos, plantas y peces, además de sonidos de la naturaleza.

“Esta colección es un lugar lleno de historias de la biodiversidad, un lugar que esconde joyas que para muchos han pasado desapercibidas. Tal es el caso de la colección de huevos de aves, piezas que también nos permiten ampliar el conocimiento sobre uno de los grupos de la fauna más exuberantes del país”, precisa Ocampo.

Una colección insignia de Latinoamérica


La colección de huevos del Instituto Humboldt está conformada por casi 18.000 huevos de cerca de 2.000 especies de todo el mundo. Foto: Jhon Barros


La colección de huevos del Instituto Humboldt nació hace dos décadas como una donación del profesor Cornelius J. Marinkelle, razón por la cual lleva su nombre. Según Ocampo, el científico, junto a su padre y abuelo se encargó de recolectarlos e intercambiarlos en países como Canadá, Chile, Francia, Holanda, Indonesia, Inglaterra, Italia, Japón y Sudáfrica.

El biólogo Ocampo cuenta que hace unas décadas eran más comunes los recolectores de huevos por todo el mundo con motivaciones coleccionistas que académicas, como ha sucedido con las mariposas o las estampillas.

También puede leer: El corredor del yaguarundí: un sueño que unirá dos cordilleras

“El profesor Marinkelle, junto con su familia, recorrió varias partes del mundo recolectando huevos. Al tiempo de estar radicado en Colombia decidió donar todo ese legado de especímenes, asegurándose de que estuvieran en un sitio adecuado”.

Ocampo, quien fue el curador de aves del Instituto Humboldt junto con un equipo de investigadores se dieron a la tarea de organizar todos los huevos en diferentes gabinetes de madera con bandejas donados por el docente, además de actualizar las etiquetas que acompañan a cada uno de los huevos.

Ciencia detrás de los huevos de aves


Todos los huevos están acomodados en 4.700 nidadas dentro de cajones de madera. Foto: Jhon Barros


La investigación sobre huevos de las aves es un campo que todavía está en exploración, ya que son pocos los investigadores en el área y, en general, han sido concebidos más como piezas de colección debido a su belleza.

“Los huevos de las aves pueden ser un modelo muy interesante de estudio. Teníamos este gran tesoro, pero a la fecha no se contaba con un inventario detallado para saber que habíamos heredado”, relata Ocampo.

Por eso, el Instituto Humboldt justificó destinar recursos para elaborar un inventario de los huevos de la colección, un trabajo que contó con el apoyo de varios investigadores y pasantes y el cual confirmó que cuentan con especímenes de prácticamente todo el mundo.

Le puede interesar: Restaurar ecosistemas estratégicos, la apuesta del Instituto Humboldt en la meta de 180 millones de árboles

En la colección del Humboldt hay huevos de aves provenientes incluso de islas que ya no existen en el Indo-Pacífico. En cuanto a Colombia, este lugar alberga cerca de 500 huevos de 150 especies de aves, “una cifra bastante baja porque representa menos del 10 por ciento de la biodiversidad de aves en el país”, comenta Ocampo.

Según el experto, el inventario de huevos les permitió incluir toda la información de las etiquetas en una base de datos, un insumo que dará marcha a futuras investigaciones sobre los aspectos básicos de la historia natural de las especies. “Este es un gran reto para Colombia, ya que aún se desconocen como son los huevos de varias aves”.


En la colección del Instituto Humboldt hay de todo tipo de huevos de aves, incluso, algunos provenientes incluso de islas que ya no existen en el Indo-Pacífico. Foto: Jhon Barros


Las especies tienen estrategias distintas para reproducirse y sobrevivir, algo que los científicos llaman historias de vida. Esto incluye todos los elementos que hacen parte del desarrollo de las especies, como las formas de reproducción, tiempo y periodos de gestación. En el caso de las aves, los huevos son piezas fundamentales.

También puede leer: Árboles viajeros: conozca la travesía de enriquecer los bosques en La Guajira

Ocampo recalca que los huevos permiten tener información sobre la ecología y evolución de cada una de las especies. “Aunque son cascaritas de carbonato de calcio, un material inerte, son producidas por el oviducto de las hembras, que deben construir las cáscaras adecuadas para determinadas condiciones ambientales y que pueden variar, por ejemplo, en términos de presión barométrica, humedad y temperatura”.

Los cascarones son estructuras sumamente adaptadas a las condiciones del medio, una membrana diseñada perfectamente para el sitio donde se va a colocar el huevo y para que así se pueda desarrollar el embrión.

“Esto se complementa con su comportamiento de incubación para calentar los huevos. A través de las formas, colores y estructuras de los huevos, podemos entender la diversidad de estrategias reproductivas de las aves”, precisa el investigador.

Esta línea de investigación sobre las formas y características de los huevos se empezaron a desarrollar en estudios de las cáscaras de huevo de las gallinas, análisis que han permitido entender los mecanismos de desarrollo de los embriones.

Pero la gallina es tan solo una de las más de 10.000 especies de aves que hay en el mundo, lo que indica que esta ciencia apenas está empezando. Por ejemplo, a diferencia de los huevos de las iguanas, lagartijas y serpientes, que son blancos, alargados y prácticamente idénticos, los de las aves son de muchas formas y han evolucionado a lo largo del tiempo.

“Esto ha inspirado a que una serie de científicos comenzara a entender las diferentes dimensiones de la diversidad de los huevos de las aves”.

Le sugerimos: Arte y conservación: una alternativa para recuperar los bosques en Chía, Cundinamarca

Ocampo expresa que analizar los huevos de las aves es un gran complemento al estudio de los comportamientos de anidación y permite entender las características y comportamientos de anidación y cómo varían en el tiempo y espacio.

“Es una ciencia que nos podría permitir explorar adaptaciones de una especie a diferentes condiciones ambientales o incluso efectos de fenómenos como el cambio climático”.

Los huevos que salvaron águilas y halcones


El contar con diferentes muestras de diferentes años permite estudiar los posibles cambios a través del tiempo. Foto: Jhon Barros


Los más de 17.000 huevos de aves de la colección del Instituto Humboldt esconden secretos que pueden ser de gran utilidad para ampliar el estudio de la biodiversidad en el mundo, si se continúa activamente colectándolos y estudiándolos.

Por ejemplo, en los años 70 se presentó una drástica pérdida poblacional de halcones y águilas en los Estados Unidos. Sin ninguna presión visible como la cacería o pérdida de hábitat, no era muy clara la razón de la hecatombe de estas aves.

También puede leer: Reservas de la sociedad civil: aliados en la recuperación de bosques en Choachí, Cundinamarca

“Los componentes del insecticida que, al parecer tenían un efecto en la formación de la cáscara, seguían la ruta trófica hasta acumularse en las presas de estas águilas y halcones. Estos hallazgos, que se dieron en una colección de huevos, permitieron determinar el efecto negativo del uso del DDT y posteriormente su prohibición, con el fin de apoyar la conservación de estas aves rapaces”, informa el experto.

De hecho, en la colección del Humboldt hay huevos de varias de esas especies de halcones y águilas de los Estados Unidos, algunos que datan desde 1931. "Esta historia demuestra el rol importante de las colecciones en la conservación de las especies, pues si no se contaran con estas muestras de diferentes años, no hubiera sido posible detectar los impactos generados por el insecticida”.

El espesor y otras características de la cáscara de los huevos de las aves pueden contar historias sobre el estado de las aves y sus hábitats. Por ejemplo, el consumo de calcio de la hembra en su dieta es el que ayuda a construir los huevos en su fase de formación.

La diversidad de los huevos de las aves


Gracias a las diversas formas, colores y estructuras de los huevos se puede entender la diversidad de estrategias reproductivas de las aves. Foto: Jhon Barros


Muchas personas no saben la gran diversidad que se encuentra en los huevos de las aves, tanto en sus formas, tamaños y colores. El gran referente han sido los de las gallinas, ovalados y con variaciones de color crema, pero los de las demás aves son tan diversos como sus plumas, cantos, picos y colores.

Las muestras que hay en la colección de Villa de Leyva revelan esa gran amalgama de las formas, tamaños y coloraciones de los huevos de las aves, aspectos que según Ocampo no son ningún capricho: cada uno responde a factores de la naturaleza.

Le sugerimos: En Colombia más de la mitad de sus ecosistemas se encuentra en riesgo

“Los colores de los huevos ocultan historias sobre la vida de las aves. Por ejemplo, muchas de las que ponen huevos de color blanco anidan en cavidades ocultas o en sitios ocultos en la vegetación, para que así no estén tan expuestos a los depredadores”.

Por su parte, los huevos con pigmentos y manchas, algunos de los cuales pueden estar bastante expuestos, se camuflan con colores similares al ambiente. “Su color se mimetiza con las plantas para despistar a sus depredadores; es una estrategia íntimamente ligada a el tipo de sitio de anidación y a la historia evolutiva de cada especie”.

La mayoría de tángaras y semilleros ponen huevos con tonos azules y cremas y manchas rufas, al igual que las patisecas (Grallaridae). “Los tinamúes cuentan con huevos de diversos colores, una característica inusual pues anidan en el suelo pero usan otras estrategias comportamentales para protegerlos de depredadores”.

Tinamúes: los huevos de Pascua

Los huevos de tinamúes presentan diversas coloraciones como azules, púrpuras o de color chocolate. Foto: Jhon Barros


Estas aves de tamaño grande, alas cortas, cabeza pequeña y patas gruesas, se caracterizan por ser excelentes corredoras y realizar vuelos cortos. Habitan en diversos hábitats en Sudamérica y son principalmente de colores café, ocre o gris para camuflarse.

“Al igual que las avestruces, los tinamúes construyen sus nidos en el suelo y los machos son los encargados de incubar los huevos, los cuales presentan diversas coloraciones intensas y perladas, como azules, púrpuras o color chocolate, que los hacen bastante llamativos”, precisa Ocampo.

Le sugerimos: Colombia, Ecuador y Perú, ganadores del premio GEO SDG 2021

Una pregunta que interesó a varios investigadores fue la razón de los pigmentos llamativos en huevos que eran incubados en el suelo, en donde pueden ser identificados fácilmente. “Así, una de las hipótesis que se ha puesto a prueba es que las hembras ponen huevos coloridos para “chantajear” al macho e intensificar el comportamiento de protección e incubación de los huevos”.

Otros estudios han encontrado que algunas de estas cáscaras de colores llamativos pueden reflejar los rayos UV, lo cual podría sugerir un rol en comunicación visual.

Los huevos de aves también respiran


Los cascarones de los huevos de aves son estructuras que se adaptan a las condiciones del medio. Foto: Jhon Barros


Las crías de los mamíferos se desarrollan en el útero, sitio donde hay intercambio de nutrientes y gases a través del cordón umbilical y en el cual el embrión se mantiene hidratado con la placenta y el líquido que alberga.

Ocampo manifestó que algo similar ocurre con los huevos de las aves. “La yema es donde están todos los nutrientes. A través de las membranas interna y externa del huevo (la cáscara), se presenta un intercambio gaseoso en dos vías”.

La primera es un intercambio en el que entra oxígeno y sale CO2 del huevo, actividad que le permite respirar al embrión. La segunda consiste en la evaporación de agua de la clara del huevo, lo que le va dando espacio al polluelo para crecer y dejando un espacio de aire.

“Esta pérdida de peso por disminución en la cantidad de líquido interior se puede apreciar en los huevos que compramos para el desayuno. Si el huevo está pesado, lo metemos en un vaso con agua y se va directo al fondo, esto indica que está fresco; pero si flota probablemente lleva mucho tiempo puesto y se ha evaporado parte de su contenido”.

El transporte de gases se da a través de poros nanoscópicos en las cáscaras de los huevos de las aves, que pueden cambiar en tamaños, formas y número dependiendo de las especies y ambiente de anidación.

El biólogo Ocampo ha venido desarrollando este campo de investigación desde hace varios años. “En un estudio que pretendo continuar explorando, así como otras características de las estructuras de las cáscaras”.

Antiguos y raros: casos especiales en los huevos de aves


La colección de huevos del Instituto Humboldt nació hace dos décadas como una donación del profesor Cornelius J. Marinkelle. Foto: Jhon Barros


Daniela Murillo, bióloga e investigadora del Humboldt y que fue la encargada de liderar la organización del inventario, aseguró que en la biblioteca de huevos del instituto hay muestras sumamente antiguas que posiblemente no se encuentran en ninguna otra parte del mundo.

“El huevo más antiguo que tenemos fue colectado en Carolina del Sur (Estados Unidos) el 13 de abril de 1876, y corresponde a la especie Tyrannus dominicensis, un ave migratoria que es primo del sirirí y que se registra en Colombia”, dice Murillo.

También hay varios huevos recolectados desde finales de 1890 y procedentes de África. “Hay un huevo de una subespecie de ave extinta en los Estados Unidos: Ammodramus maritimus nigriscens, más conocida como chingolo costero”.

La colección de huevos donada por el profesor Cornelius J. Marinkelle cuenta con huevos de formas y tamaños bastante inusuales, material que fue organizado por Murillo para ampliar el conocimiento de la biodiversidad.

“Estos son huevos con formas y coloraciones anormales de Vanellus vanellus, un ave europea. Marinkelle logró recolectarlos en diversas partes de Holanda entre los años 1930 y 1960, cuando al parecer eran comercializados por su rareza”.

Los huevos de las aves colombianas


La investigación sobre huevos de las aves es un campo que tiene mucho por explorarse. Foto: Jhon Barros


Aunque el inventario colombiano de huevos en la colección no es muy representativo en comparación con la gran diversidad de aves, los investigadores del Humboldt precisan que sí hay varias muestras importantes de la biodiversidad de la avifauna nacional.

Este abanico nacional incluye huevos de aves como el águila arpía, cóndor de Andes, tinamúes, guacharacas, guácharo de las cuevas, guardacaminos, garzas bueyeras, águilas sabaneras, alcaravanes, búhos y muchos más.

“Hay unos bucos y loros que construyen sus nidos en termiteros, aves que raspan y esperan a que las termitas reparen la superficie. De esta forma construyen un túnel con una cámara en donde ponen sus huevos. Lo magnífico es que los huevos nunca tienen contacto con las termitas porque podrían afectar la incubación”, mencionan Ocampo y Murillo.

El garrapatero común, un ave con un pico ancho que abunda en las carreteras del país, también cuenta con una peculiaridad: realiza una anidación comunal que no se ve en otras especies de aves. “Las hembras ponen sus huevos en un nido comunal y el grupo completo se encarga del cuidado paternal”.

Los colibríes, que tienen un pico de diversidad de especies en Colombia, se caracterizan por contar con los huevos más pequeños en el reino de las aves, los cuales son alargados y completamente blancos. Ocampo menciona que aún hay mucho por estudiar sobre esta familia de aves y muchas otras en las regiones tropicales.

“Un fenómeno general en este tipo de colecciones es que actualmente no hay muchos científicos dedicados a recolectarlos en campo, por lo cual desconocemos aún aspectos básicos de la historia natural para muchas especies”.

Para los investigadores, esto puede ser porque, para empezar, es bastante difícil encontrar los nidos. “En esta materia aún hay mucha tela por cortar, pero el tener esta colección organizada en el país ya es un avance enorme”.
Subscribe to this RSS feed