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Día Internacional para la Protección de los Osos del Mundo

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Por: Prensa Instituto Humboldt | Bogotá D.C., 21 de febrero de 2023

Día Internacional para la Protección de los Osos del Mundo



Cada año, el 21 de febrero se celebra el Día Internacional para la Protección de los Osos del Mundo; una fecha que nos recuerda la importancia de proteger estos animales que, además de prestar importantes servicios ecosistémicos; son un baluarte de la humanidad.

Alrededor del mundo coexisten ocho especies de osos: Panda gigante (Ailuropoda melanoleuca); Oso malayo (Helarctos malayanus); Oso pardo (Ursus arctos); Oso perezoso (Melursus ursinus); Oso negro asiático (Ursus thibetanus); Oso polar (Ursus maritimus); Oso negro americano (Ursus americanus) y el Oso andino (Tremarctos ornatus).

Especies que, en algunos casos, han sido declaradas en estado vulnerable de extinción, como sucede con el Oso andino, el único que habita en Suramérica y en Colombia. Dado su valor para nuestro ecosistema, hoy recordamos esta especie que es un tesoro nacional.

Para conocer un poco más sobre este majestuoso animal conversamos con Nicolás Reyes Amaya, investigador y curador de la colección de mamíferos del Instituto de Investigación de Recursos Biológicos Alexander von Humboldt y miembro del grupo de especialistas de Oso andino de la Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza (UICN).

Anolis de rivalis
Foto: Instituto de Investigación de Recursos Biológicos Alexander von Humboldt


El rey de los Andes

El Oso andino es considerado una especie endémica (perteneciente a un solo lugar) de los Andes tropicales, la cual está asociada a las zonas de bosques andinos, bosques de niebla y páramos. Son de pelaje negro, tienen machas en el cuerpo y, en algunos individuos, estas se extienden a la cara, especialmente al hocico y a los ojos.

Entre los machos y las hembras se presenta un dimorfismo sexual, es decir, sus características varían. Por ejemplo, un macho adulto robusto puede alcanzar el 1,90 m o los 2.22 metros de alto (parados en sus patas traseras); mientras que la hembra puede medir de 1,12 m a 1,70 m. Los machos pueden llegar a los 175 kg y las hembras suelen pesar unos 60 kg.

Es uno de los osos más pequeño del mundo, junto con el Oso malayo; esto en comparación con especies como el Oso Pardo, que habita en los bosques de Europa, Asia y América del Norte; para el cual su peso puede alcanzar hasta los 500 kg y, estando parado en sus patas, llegar a los 2,95 m.

Aunque su dieta no es totalmente herbívora; este mamífero se alimenta principalmente de plantas como puyas y bromelias y de frutos dulces; aunque puede cazar y comer venados y, ocasionalmente, animales de rebaño como vacas y ovejas.

Jardinero de los bosques

“El Oso andino es un animal que altera positivamente la estructura del bosque; por ejemplo, para hacer sus camaretas (donde duermen), arrancan las ramas de los árboles y así abren claros de luz en el dosel del bosque, lo cual ayuda a la renovación de las plántulas existentes, haciendo que estas reciban la luz necesaria para crecer, garantizando un proceso de renovación de los bosques”, explica Reyes.

También juegan un papel importante en la dispersión de semillas. Debido a que recorren grandes distancias y a que consumen gran cantidad de frutos van dispersando esas semillas por el camino e, incluso, cuando expulsan su materia fecal llena de semillas, estas quedan en la tierra esparcidas como plántulas que van a germinar.

De igual manera, el Oso andino es un animal carroñero que ayuda con la disposición de animales muertos en los hábitats naturales. “Este oso es majestuoso, es un gran superviviente de la naturaleza, es conspicuo. Es el hermano mayor, el sabio del bosque”, concluye el experto del Humboldt.

Para Mayor información:
Paola Martínez
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Bosques del occidente de Antioquia, un refugio esperanzador para el oso andino

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Por: Prensa Instituto Humboldt | Bogotá D.C., 2 de diciembre de 2021

Bosques del occidente de Antioquia,
un refugio esperanzador para el oso andino



foto oso andino
Oso andino (Tremarctos ornatus) registrado por cámara trampa en el Parque Nacional Natural PNN Paramillo. Foto: Instituto Humboldt.


  • •   Por primera vez se capturó en video un ejemplar adulto de oso andino (Tremarctos ornatus) en el Parque Nacional Natural Paramillo. Este hallazgo es importante para la construcción de estrategias de manejo y conservación de esta especie, ya que actualmente hay muy poca información sobre estos mamíferos en la región.
  • •   Este registro se dio en el marco del desarrollo del proyecto “Preservando, gestionando y restaurando la biodiversidad colombiana a través de la innovación responsableGROW-Colombia, liderado por el Instituto Humboldt en colaboración con Parques Nacionales Naturales.


La captura en video de un oso andino (Tremarctos ornatus) fue posible gracias a las investigaciones del genómica poblacional de la especie en el Parque Nacional Natural Paramillo, con el fin de generar información relevante para asesorar las decisiones de gestión de la especie.

Durante esta investigación, realizada en alianza con Parques Nacionales Naturales y que contó con la participación de la Alcaldía Municipal de Peque y la Unidad Municipal de Asistencia Técnica Agropecuaria, se recolectaron muestras de pelos y excrementos para hacer análisis genéticos y se instalaron dos cámaras trampas para desarrollar estudios ecológicos sobre la presencia de esta especie. Las cámaras fueron ubicadas en dos sectores del área de amortiguación del PNN Paramillo en donde se encuentran los parches más grandes de bosque altoandino y páramo que sirven de refugio para los osos.

Las cámaras trampa se instalaron en senderos que comunican las zonas de páramo del PNN Paramillo, al occidente del departamento Antioquia, siguiendo las observaciones de los rastros de alimentación y la presencia y uso de estos ecosistemas por parte del oso andino. Los dispositivos permanecieron activos aproximadamente durante dos meses y fueron configurados para tomar 3 videos por captura, cada 15 segundos, a unos 50 centímetros del suelo y estuvieron activos las 24 horas, con el sensor de movimiento en automático. El resultado fue la captura en video por primera vez de un ejemplar adulto de oso andino en el parque.

Por otra parte, es también la primera vez que se recolecta material genético en esta zona. Según explica Paola Pulido-Santacruz, investigadora adjunta del Instituto Humboldt, estos nuevos hallazgos permitirán avanzar en el estudio de la estructura genómica de esta población de osos andinos y servirán para conocer la conectividad genética y el estado de conservación en relación a otras poblaciones en el país. “Hay muy poca información de la especie en esta región y estos hallazgos se vuelven de suma importancia para la construcción de estrategias de manejo y conservación”, concluyó.

Lea también Pensilvania, ciencia detrás del monitoreo de una osa andina.

En este proyecto se priorizaron cinco Unidades Núcleo de Conservación (UNC) dentro de la “Estrategia para la Conservación del Oso Andino en los PNN de Colombia”. Cada UNC se caracteriza por tener parches de hábitat compuestos en un 80% o más por áreas protegidas del Sistema Nacional de Áreas Protegidas (SINAP) y un 20% o menos de efecto antrópico. La genética sirve para el estudio y la conservación de las especies al evaluar el grado de conectividad entre las poblaciones de osos dentro y entre las UNC, además de valorar si el área establecida – igual o mayor a 3.800 km² – es suficiente para mantener poblaciones viables.

“Estos resultados permiten articular las necesidades e intereses de Parques Nacionales Naturales de Colombia y la estrategia de conservación de la especie, en donde buscamos hacer un monitoreo sistemático, en el que se incremente el número de cámaras trampa, el tiempo de muestreo (de 6 a 12 meses) y el área cubierta para obtener más información sobre el uso espacio-temporal de esta área y los recursos que demanda el oso andino. Así mismo futuras estrategias que busquen evaluar la ocupación real, así como la conectividad estructural y funcional de otras áreas, el uso de senderos y la restauración de áreas aledañas a estos será importante para asegurar la supervivencia de esta especie dentro del área protegida y de la población al norte de la cordillera occidental”, aseguró Arnold Argel, biólogo, de Parque Nacional Natural Paramillo.

Finalmente, después de dos meses de grabaciones, se registraron, además del oso andino, al menos cinco (5) especies de animales de tamaños medianos y grandes: la tayra (Eira barbara), la ardilla de cola roja (Syntheosciurus granatensis), el tigrillo lanudo (Leopardus tigrinus), el venado de montaña (Mazama temama) y dos especies de aves: la pava maraquera (Chamaepetes goudotii) y el tinamú montañero (Nothocercus bonapartei intercedens). Cabe destacar que la pava es considerada una especie endémica de la zona y el tigrillo lanudo y el oso andino se encuentran en categoría de amenaza.

De acuerdo con Carlos Cáceres, líder de campo, las cámaras trampa registraron una amplia población de tayras (Eira barbara), una especie carnívora común en este tipo de bosques y que generalmente anda en grupos de al menos dos individuos en busca de alimento.



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Pensilvania: la primera hembra de oso andino que será rastreada con un collar de telemetría GPS en Colombia

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Por: Prensa Instituto Humboldt | Bogotá D.C., 30 de marzo de 2021

Pensilvania: la primera hembra de oso andino que será rastreada con un collar de telemetría GPS en Colombia




Pensilvania será liberada hoy en una reserva natural de la sociedad civil. La comunidad de la zona hará parte del proceso de monitoreo. Foto: Corpoboyacá.


  • •  Esta osa adulta rescatada en el año 2020 será liberada en un área protegida del departamento de Boyacá.
  • •  Por medio de un collar de telemetría con GPS instalado en su cuello, se analizará cómo la osa utiliza los diferentes ecosistemas, su área de distribución y el grado de adaptación al bosque.
  • •  Este hito es posible por el trabajo articulado entre Corpoboyacá, Fundación Bioandina, Fundación Wii, la reserva Corazón de la Montaña, Parques Nacionales Naturales, Fundación Juan de Castellanos y el Instituto Humboldt.
  • •  Pensilvania será la primera hembra de esta especie en ser estudiada con esta tecnología en el país, un trabajo que en Colombia hasta ahora solo se ha realizado en dos machos rastreados en Chingaza.


A comienzos del año pasado, la comunidad de la vereda Pensilvania, que hace parte de la zona rural del municipio boyacense de Moniquirá, quedó perpleja por la presencia de una osa andina adulta (Tremarctos ornatus) que deambulaba cerca de las viviendas de la zona.

Durante varios días, los habitantes vieron a este imponente mamífero bastante desorientado. Muchos pensaban que tarde o temprano se cansaría de explorar el territorio y regresaría al Santuario de Fauna y Flora Alto Río Fonce, de donde posiblemente era nativo por la cercanía con la vereda.

De repente, la osa decidió treparse en uno de los árboles de la zona urbana del municipio de Moniquirá para refugiarse. Allí se quedó casi que inmóvil, sin intención de bajar. La vulnerabilidad del animal, catalogado como el guardián de los bosques andinos, hizo reaccionar positivamente a la población.


La osa andina fue avistada el año pasado por la comunidad de la vereda Pensilvania del municipio boyacense de Moniquirá. Foto: Corpoboyacá.


“La gente empezó a comunicarse con diferentes entidades e instituciones ambientales para que ayudaran a la osa andina, una especie que ya está catalogada como vulnerable a la extinción debido a la acelerada pérdida del bosque y a la cacería por retaliación de los campesinos”, informó Nicolás Reyes Amaya, biólogo, mastozoólogo, PhD en ciencias biológicas y curador de la colección de mamíferos del Instituto Alexander von Humboldt.

Funcionarios de la Corporación Autónoma Regional de Boyacá (Corpoboyacá) y la Fundación Santuario del Oso de Anteojos acudieron al llamado ciudadano y en los primeros análisis notaron que la hembra estaba un poco baja de peso, es decir con una condición corporal que no era la más óptima.

“La autoridad ambiental del departamento tomó la decisión de capturar a la osa para luego reubicarla. Ese proceso, que contó con el apoyo activo de la comunidad, duró aproximadamente tres días. No fue fácil porque si era sedada se corría un alto riesgo de que cayera del árbol y se lastimara bastante”, manifestó Reyes.

La razón de la llegada de la osa al casco urbano de la vereda es todo un misterio. Según el biólogo del Humboldt, el animal pudo desubicarse al ser perseguido por perros y terminó llegando a una zona con potreros y una alta presencia humana.

Pensilvania fue rescatada por varias entidades ambientales y luego fue reubicada en el Santuario del Oso de Anteojos de la Fundación Bioandina. Foto: Corpoboyacá.


Hogar de paso

La osa andina, nombrada Pensilvania en honor a la vereda donde la comunidad la rescató, fue reubicada en el Santuario del Oso de Anteojos de la Fundación Bioandina, localizado en el municipio de Guasca (Cundinamarca), donde expertos iniciaron el proceso de rehabilitación.

“En este hogar de paso el objetivo era que la osa pudiera alimentarse bien, subiera de peso y recuperara su masa corporal. Los biólogos y zootecnistas se dieron cuenta que tenía fracturado un colmillo, razón por la cual Corpoboyacá determinó que era necesario realizarle un tratamiento odontológico”, dijo el curador de la colección de mamíferos del Humboldt.

Sin embargo, las prótesis en el colmillo no fueron exitosas, ya que todas se rompieron al poco tiempo de ser instaladas. Con asesoría del Instituto Humboldt y la Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza (UICN), la autoridad ambiental tomó la decisión de liberar a la osa sin más intervenciones.


Funcionarios de diversas entidades dialogaron de telemetría con las comunidades de la zona. Foto: Nicolás Reyes (Instituto Humboldt).


“Es bastante normal encontrar en vida silvestre osos que han perdido hasta los dos colmillos y aun así viven una vida plena. Es decir que no es un limitante para que en su hábitat natural pueda sobrevivir y encontrar su propio alimento”, afirmó Reyes. Corpoboyacá, Fundación Bioandina, Fundación Wii, la reserva de la sociedad civil Corazón de la Montaña, Parques Nacionales Naturales, Fundación Juan de Castellanos y el Instituto Humboldt, iniciaron un largo trabajo para poder liberar a la osa en predios de la Reserva de la Sociedad Civil Corazón de la Montaña, en inmediaciones del Santuario de Fauna y Flora Alto Río Fonce, de donde posiblemente es nativa.

“Lo ideal es que todas las liberaciones de fauna silvestre sean en los sitios donde hay certeza o sospecha que es nativa. Por su cercanía a la vereda donde fue rescatada, se tomó la decisión de liberar a Pensilvania en inmediaciones de esta área protegida ubicada entre Boyacá y Santander”, dijo el investigador del Humboldt.


Un collar de telemetría con GPS instalado en su cuello, analizará cómo la osa utiliza los diferentes ecosistemas. Foto: Nicolás Reyes (Instituto Humboldt).


Primera hembra con GPS

Mientras Pensilvania cumplía su proceso de rehabilitación, los expertos tomaron la decisión de instalarle un collar de telemetría con GPS para rastrear sus movimientos cuando sea liberada en el santuario Alto Río Fonce, lo que se convertirá en todo un hito en Colombia.

“Pensilvania será la primera hembra de oso andino a la que se le instale un collar de telemetría con GPS en el país, con lo cual esperamos estudiar varios aspectos como su área de distribución, el uso de los ecosistemas y el grado de adaptación en su nuevo hogar: el bosque del santuario”, dijo Hernando García, director del Instituto Humboldt.

Por su parte, Reyes agregó que espera que el ejercicio con esta hembra sea igual de exitoso al llevado a cabo con Apipa Utut, el primer oso andino macho rastreado con GPS en el territorio nacional.


Nicolás Reyes (Instituto Humboldt) y Daniel Rodríguez (Fundación Wii) verifican todos los equipos que se utilizarán para hacerle seguimiento a Pensilvania. Foto: Instituto Humboldt.


Este oso macho fue liberado con un collar de telemetría GPS en Chingaza, herramienta que entre octubre y diciembre de 2013 arrojó varios datos, como que se movió por un área de 238,86 kilómetros cuadrados y prefirió los matorrales de páramo y subpáramo para sus desplazamientos.

A Apipa Utut luego se le unió otro oso macho con collar de telemetría GPS, marcado por la Wildlife Conservation Society (WCS) en Chingaza. “Es decir que Pensilvania sería la primera osa andina rastreada con esta tecnología en el país y el tercer oso andino”, complementó Reyes.

Mientras las autoridades ambientales escogían la mejor fecha para hacer la liberación de Pensilvania, las comunidades vecinas al santuario de flora y fauna fueron capacitadas por expertos. La razón: serán protagonistas en el estudio de telemetría.


La comunidad será la encargada de hacer el seguimiento de la información que emitirá el collar de la osa. Foto: Nicolás Reyes (Instituto Humboldt).


“El pasado fin de semana realizamos una jornada de socialización con las comunidades de la vereda Santa Helena, en Duitama. Esto es de suma importancia porque esta comunidad será la encargada de hacer el seguimiento de la información que emitirá el collar de la osa, en un ejercicio de democratización de la ciencia apoyado desde el Instituto Humboldt”, apuntó Reyes. En estas socializaciones participaron funcionarios del Instituto Humboldt, la Fundación Wii, la reserva de la sociedad civil Corazón de la Montaña y Corpoboyacá, quienes dialogaron de telemetría con las comunidades. “Con el apoyo de las comunidades analizaremos toda la información que se obtendrá de la osa para saber si se adaptó a la zona y revisar cómo avanza su proceso de adaptación en ese bosque que será su nuevo hogar”, dijo García.

Liberación en Semana Santa

Este martes 30 de marzo, en el inicio de la Semana Santa, Pensilvania saldrá del hogar de paso en Guasca para regresar al bosque andino que sobrevive en el santuario de fauna y flora Alto Río Fonce, ubicado en la frontera entre Boyacá y Santander.

Corpoboyacá, Fundación Bioandina, Fundación Wii, la reserva Corazón de la Montaña, Parques Nacionales Naturales, Fundación Juan de Castellanos y el Instituto Humboldt, serán los encargados de liberar a la osa en su hábitat natural.


Pensilvania será la primera hembra de oso andino que será rastreada con un collar de telemetría GPS en Colombia. Foto: Instituto Humboldt.


“La osa, que puede alcanzar a pesar hasta 55 kilos, será sedada para así poder ingresarla en un guacal amplio. Luego será llevada en helicóptero hasta una zona de la reserva de la sociedad civil corazón de la montaña, desde donde partirá hasta un bosque profundo para liberarla”, explicó el investigador Nicolás Reyes.

El proceso de seguimiento satelital y análisis de toda la información que arroje el GPS será liderado por el Instituto Humboldt, en especial por el curador de la colección de mamíferos de la entidad, con el apoyo de la Fundación Wii, pionera en los estudios de esta especie de oso en el país.

La Fundación Wii, con el apoyo del Humboldt, lideró el artículo científico sobre el primer estudio de telemetría en un oso andino en Colombia, Apipa Utut, que fue publicado este año. “Lo más bonito de esta experiencia ha sido la participación de la comunidad, tanto de los habitantes de la vereda Pensilvania que la rescataron como la gente de la vereda Santa Helena que se encargará de monitorearla en su hábitat natural”, finalizó Reyes.

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Así fue el primer rastreo con telemetría GPS a un oso andino en Colombia

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Por: Prensa Instituto Humboldt | Bogotá D.C., 18 de marzo de 2021

Así fue el primer rastreo con telemetría GPS a un oso andino en Colombia





Apipa Utut (“oso fuerte y valiente” en lengua colima) es el primer oso andino en Colombia al que se le instaló un collar de telemetría GPS. Foto: Fundación Wii.


  • •  Por primera vez, cinco investigadores analizaron los movimientos de un oso andino macho adulto al que se le instaló un collar de telemetría con GPS.
  • •  Durante dos meses, el dispositivo indicó la presencia del mamífero por un área de 238 kilómetros cuadrados mediante la metodología del polígono mínimo convexo (MCP), en el macizo de Chingaza, ubicado en Cundinamarca y Meta.
  • •  Esta cifra fue cinco veces más grande que la reportada en otros estudios de la distribución del oso andino en Ecuador.
  • •  Para los expertos, esto apoyaría la hipótesis de que los paisajes más fragmentados, como Chingaza, demandan mayores movimientos en los animales para obtener más alimento y refugio.


Alcanza a medir hasta dos metros de alto y pesar cerca de 180 kilogramos. Solo habita en los Andes de Sudamérica y la mayoría cuentan con manchas blancas y amarillas en su rostro, cuello y pecho, una huella digital distinta en cada individuo que en la cara se asemeja a un antifaz.

Se trata del oso andino o de anteojos (Tremarctos ornatus), un mamífero diurno con una gran habilidad para trepar en los árboles y que es llamado por algunas comunidades indígenas como wii, uix, manoba, manoba, saibaidaku, tabudá, mashiramo o ucumarí.

Habita en los bosques andinos, páramos y zonas semiáridas, con una alta preferencia por los pisos montanos ubicados entre los 500 y 3.800 metros sobre el nivel del mar. En Colombia se ha reportado en las tres cordilleras en que se dividen los Andes al ingresar al país.



Cinco científicos dieron marcha a una investigación sobre los movimientos del oso andino en Colombia. Foto: Fundación Wii.


Según Nicolás Reyes Amaya, investigador y curador de la colección de mamíferos del Instituto Humboldt, en Colombia este mamífero habita hasta el extremo norte de la serranía del Perijá colombo-venezolana, “la distribución más nórdica de este oso para todo el continente”.

Por alimentarse principalmente de frutas silvestres, bulbos y bromelias, es una de las especies más importantes para la regeneración de los bosques, ya que se encarga de dispersar semillas en todas las áreas donde habita. “También consume carroña y eventualmente puede atacar la ganadería extensiva de poco cuidado”, anotó Reyes.

A pesar de su importancia ecosistémica y de la estampa sagrada que tiene para varios grupos indígenas, el único oso de Sudamérica ha sido víctima de las actividades del hombre, como la deforestación para ampliar la frontera agropecuaria, el desarrollo de obras de infraestructura, la cacería y la transformación de sus hábitats.



Así se movió el oso andino macho por Chingaza. Fuente: estudio científico.


“Por estas acciones antrópicas, el oso andino está catalogado como una especie vulnerable a la extinción por la Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza (UICN) a nivel global y por la resolución 1912 de 2017 del Ministerio de Ambiente en Colombia. Además, hace parte del Apéndice I de la Convención Sobre el Comercio Internacional de Especies Amenazadas de Fauna y Flora silvestre (CITES)”, informó el curador de mamíferos del Humboldt.

El Fondo Mundial para la Naturaleza (WWF) informó que en Colombia podría haber hasta 8.000 osos andinos, una cifra que viene en descenso por la fragmentación de sus poblaciones, así como la pérdida acelerada de los bosques y las tensiones que hay por el consumo de ganado o cultivos en las zonas donde convive con los campesinos.

Estudio pionero

Durante décadas, la telemetría con GPS ha proporcionado grandes cantidades de información ecológica para varias especies de osos en el mundo. Sin embargo, para el caso del oso andino solo tres estudios cuentan con información disponible de sus movimientos, realizados únicamente en Bolivia y Ecuador.

Ante los vacíos de información sobre el uso del espacio por parte de esta especie en Colombia, cinco científicos dieron marcha a una investigación sobre los movimientos de este oso en el país, estudio que hizo parte de un convenio entre la Fundación para la Investigación, Conservación y Protección del Oso Andino (Fundación Wii), Nexen Petroleum Colombia Ltd y la Corporación Autónoma Regional Del Guavio (Corpoguavio).



Por primera vez en Colombia se midió el uso del espacio para el oso andino con un espécimen macho rastreado con telemetría GPS. Foto: Fundación Wii.


La publicación del estudio contó con la asesoría y apoyo científico del investigador y curador de la colección de mamíferos del Instituto Humboldt (IAvH), Nicolás Reyes.

“Por primera vez en Colombia se midió el uso del espacio para el oso andino con un espécimen macho rastreado con telemetría GPS, en un área de paisaje fragmentado del macizo de Chingaza, en la cordillera oriental de los Andes colombianos”, cita el artículo de los investigadores publicado en Notas sobre Mamíferos Sudamericanos, una revista científica de la Sociedad Argentina para el Estudio de los Mamíferos (SAREM).

Un oso andino macho adulto, con 130 kilogramos de peso, capturado e inmovilizado previamente siguiendo las pautas de la Sociedad Estadounidense de Mamíferos y bautizado como Apipa Utut (“oso fuerte y valiente” en lengua colima), fue el escogido para instalarle un collar de telemetría GPS.

Reyes precisó que al oso se le realizó una evaluación veterinaria para conocer su salud, que incluyó muestras de sangre y mediciones morfométricas. “Finalmente, se equipó al individuo con un sistema de telemetría dual VHF-GPS”, informa el artículo.



El GPS del oso macho arrojó un total de 348 ubicaciones durante parte de la estación seca en Chingaza. Foto: Fundación Wii.


El mamífero fue liberado en una zona de Chingaza ubicada entre los 2.241 y 3.980 metros sobre el nivel del mar, un vasto terreno de los departamentos de Cundinamarca y Meta conformado por bosques montanos andinos, bosque altoandino, matorrales de subpáramo y páramo y pastos para ganado.

Los muestreos obtenidos a través de telemetría fueron realizados durante parte de la estación seca, entre los meses de octubre y diciembre de 2013, insumos que fueron analizados por Daniel Rodríguez y Adriana Reyes (Fundación Wii), Andrea del Pilar Tarquino Carbonell (Consejo Nacional de Investigaciones Científicas y Técnicas (CONICET) de Argentina), Héctor Restrepo (Fundación Wii) y Nicolás Reyes Amaya (Instituto Humboldt).

¿Cómo se movió el oso andino?

El GPS del oso macho arrojó un total de 348 ubicaciones durante parte de la estación seca, justo antes de que el collar de telemetría dejara de funcionar. Esta información fue traslapada con imágenes de satélite Landsat, Rapid Eye y Spot del Ideam.

La telemetría arrojó que según la metodología del polígono mínimo convexo (MCP) el oso andino se movió por un área de 238,86 kilómetros cuadrados entre octubre y diciembre, en lo que se conoce como rango de acción. Según los investigadores, este rango fue el más diferente con respecto a lo reportado en estudios previos de Ecuador, ya que lo quintuplicó.

Por su parte, el rango de acción con la metodología del estimador de densidad del núcleo (KDE) fue de 98,58 kilómetros cuadrados y el área núcleo con esta metodología fue de 20,91 kilómetros cuadrados, medidas que ligeramente superan y duplican a las de Ecuador”, afirman en el artículo.



El oso andino se movió por un área de 238,86 kilómetros cuadrados entre octubre y diciembre. Foto: Fundación Wii.


“El área núcleo es la zona más fuertemente utilizada por el individuo dentro de ese rango de acción que tiene el oso”, complementó Reyes.

Durante el día, el GPS registró 227 ubicaciones del oso andino macho, 25,5 por ciento dentro de los bosques andinos y altoandinos. 62,5 por ciento se ubicaron en los matorrales de páramo y subpáramo, 10,5 por ciento en pastizales de páramo y 1,3 por ciento dentro de la ganadería con pastizales.

“Registramos 121 ubicaciones nocturnas con el GPS: 31,4 por ciento en la zona andina y altoandina y 68,6 por ciento dentro matorrales de páramo y subpáramo, zonas con altitudes entre los 3.117 y 3.637 metros”, revelan los investigadores.

Según los expertos, el oso andino prefirió los matorrales de páramo y subpáramo para sus desplazamientos diurnos y lugares de descanso nocturnos, seguido por el bosque andino y altoandino.



El oso andino prefirió los matorrales de páramo y subpáramo para sus desplazamientos diurnos. Foto: Fundación Wii.


“El mamífero hizo un uso intenso del ecotono entre páramo y bosque, que durante la estación seca incluyó muchos arbustos frutales de las especies Ericaceae Macleania rupestris y Cavendishia bracteata, plantas que hacen parte de la dieta del oso andino”, cita la publicación.

La distancia diaria recorrida por este oso adulto varió entre 0,51 y 12,07 kilómetros, con una media de 3,39 kilómetros.

¿Qué dicen los resultados?

Los científicos informaron que el macizo de Chingaza se caracteriza por la presencia de actividades humanas que han causado un alto impacto a nivel del paisaje, como la transformación de los bosques en tierras de cultivo y pastos para ganado y la infraestructura de construcción (carreteras, presas y minas).

“El uso del espacio para una especie puede variar según la disponibilidad y la fragmentación del hábitat. Por ejemplo, para estudios sobre mamíferos pequeños y medianos, los lugares con menos coberturas naturales demandan mayores movimientos para obtener recursos suficientes”.

Para los investigadores, el rango de acción del oso andino en Chingaza, como los 238,86 kilómetros cuadrados, apoya la hipótesis de que los paisajes más fragmentados demandan mayores movimientos por parte de los animales para obtener recursos suficientes.



La distancia diaria recorrida por este oso adulto varió entre 0,51 y 12,07 kilómetros. Foto: Fundación Wii.


“Estudios previos indicaron que los osos andinos prefieren los bosques andinos, pero usan el páramo cuando está presente. Sin embargo, nuestros resultados sugieren que al menos en la estación seca en el macizo de Chingaza, los osos pueden hacer un uso intensivo del páramo y los matorrales de subpáramo”.

Por último, Reyes y los otros expertos concluyen que se necesitan de más datos durante períodos largos de seguimiento, para comprender el uso del espacio por parte del oso andino. “La información obtenida en el macizo de Chingaza es un valioso aporte a la ecología y conocimiento de esta especie, insumos que serán útiles para su manejo y conservación”.

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