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Por: Prensa Instituto Humboldt | Bogotá D.C., 20 de enero de 2021 

La hoja de ruta para que Colombia estudie los sonidos de sus 200 especies de murciélagos




Los murciélagos emiten señales acústicas de alta frecuencia y utilizan sus ecos para formar una imagen en tres dimensiones. En esta imagen se aprecia a N. leporinus vocalizando. Foto: Aída Otálora-Ardila.


  • •  Un estudio realizado por nueve investigadores del país revela cuáles son los principales estándares para registrar las señales sonoras de los murciélagos en el territorio nacional.
  • •  Con las señales de ecolocalización de los murciélagos, los investigadores pueden monitorear aquellos difícilmente detectados con métodos tradicionales y obtener más información sobre su biología.
  • •  En Colombia, la bioacústica es una herramienta en etapa de crecimiento que día a día coge mayor fuerza. Los resultados del estudio fueron publicados en la revista Biota Colombiana.

Con un total de 520 especies, Colombia es catalogado como el sexto país con mayor cantidad de mamíferos en el mundo. Según el Sistema de Información sobre Biodiversidad, 58 de estos animales son endémicos, es decir que no habitan en ningún otro lugar del globo terráqueo.

Los murciélagos constituyen el grupo más abundante de mamíferos en todo el territorio nacional, con más de 200 especies identificadas. Esta cifra lo convierte en la segunda nación con más diversidad de estos animales en el planeta, que se estima es de alrededor de 1400 especies.

El estudio de estos mamíferos se ha realizado, principalmente, por medio de redes de niebla como método de captura. Sin embargo, con la aparición y evolución de los detectores ultrasónicos, los científicos han podido ampliar su campo de investigación a través de herramientas bioacústicas que arrojan los diferentes sonidos que emiten.

La mayoría de los murciélagos son capaces de ecolocalizar, es decir, de emitir señales acústicas de alta frecuencia y utilizar sus ecos para formar una imagen en tres dimensiones. En otras palabras, cuentan con un biosonar que les permite realizar complejas tareas como evitar obstáculos, identificar objetos estáticos como flores y frutos o detectar presas potenciales en movimiento.


Un estudio realizado por nueve investigadores del país revela cuáles son los principales estándares para registrar las señales sonoras de los murciélagos en Colombia. Foto: Diego J. Lizcano.


“Esta adaptación les ha permitido colonizar con éxito la noche y lograr una considerable diversificación en el mundo”, revela un artículo elaborado por nueve investigadores del país que fue publicado en el volumen 22 número 1 de Biota Colombiana, revista científica del Instituto Humboldt.

Según el artículo, las señales que emiten los murciélagos en el ultrasonido se pueden clasificar en tres fases: búsqueda de alimento, aproximación a una potencial fuente y la etapa terminal. “Realizan llamadas sociales para interactuar con otros individuos. Sus sonidos presentan variabilidad ecológica comportamental, entre sexos, edades y frente a condiciones ambientales diferentes”, según se lee en el artículo.

Recientemente, la bioacústica ha adquirido una mayor relevancia para la cuantificación y monitoreo de murciélagos. “Estos estudios son complementarios a los muestreos con redes de niebla, trampas harpa o capturas con redes manuales. Sin embargo, han permitido obtener información sobre patrones de actividad, identidad taxonómica, uso de hábitat y otros aspectos ecológicos de los murciélagos”, revelan los autores.

Una herramienta que despega

En los últimos años, los métodos para estimar las señales de ecolocalización de los murciélagos han tenido un considerable desarrollo estadístico y computacional en el mundo, insumos con un alto potencial para desarrollar programas de monitoreo a escala regional, continental y global.

En Colombia, los autores evidenciaron que, aunque la bioacústica está en etapa de crecimiento, se requiere de un conocimiento básico y organizado de las señales acústicas de los murciélagos para así calibrar correctamente los modelos y algoritmos de clasificación.


En Colombia han sido identificadas más de 200 especies de murciélagos, cifra que lo convierte en el segundo país con mayor cantidad de estos mamíferos en el mundo. Foto: Aída Otálora-Ardila.


“Para que los métodos de clasificación sean aplicables y funcionales en países biodiversos como Colombia, se debe contar con una buena identificación taxonómica de cada una de las especies de murciélagos junto con las características de las señales acústicas que emiten. Es fundamental tener bibliotecas de referencia de estas señales de una amplia serie de hábitats”, afirma el artículo de Biota Colombiana.

Países como México, Ecuador y Brasil han dado grandes pasos para construir estas colecciones. Colombia, por su parte, aún no cuenta con una biblioteca de referencia para la identificación de murciélagos, a pesar de ser el segundo país en el mundo con mayor diversidad de estos animales.

“Ante estos vacíos, en este artículo proponemos varios estándares para el registro y almacenamiento de señales de ecolocalización para las más de 200 especies de murciélagos colombianos, una propuesta que incluye las bases metodológicas mínimas para la toma, procesamiento y almacenamiento de datos acústicos de murciélagos a nivel nacional.

Daniela Martínez-Medina (Fundación Reserva Natural La Palmita), Jefferson Sánchez (Cuántico Global Eco Services), Danny Zurc (Instituto Tecnológico Metropolitano de Medellín), Francisco Sánchez (Universidad de los Llanos), Aída Otálora-Ardila (Instituto Humboldt), Carlos Restrepo-Giraldo (Sonoran Institute Mexicali), Orlando Acevedo-Charry (Instituto Humboldt), Fabián Hernández Leal (Universidad de los Llanos) y Diego J. Lizcano (The Nature Conservancy), fueron los autores del artículo.

Cinco técnicas

Para registrar, analizar y almacenar las señales de ecolocalización de los murciélagos en Colombia, los expertos ponen sobre la mesa cinco técnicas que permiten tomar los datos en vuelo libre y bajo condiciones naturales.

La primera técnica recomendada son los encierros o cuartos de vuelo, espacios en los cuales se libera al murciélago para obtener grabaciones controladas. Los autores precisan que deben ser construidos con redes sintéticas sostenidas por postes o tubos PVC o usar construcciones abandonadas o invernaderos.


La bioacústica es una herramienta en etapa de crecimiento que día a día coge mayor fuerza en Colombia. Foto: Jefferson Sánchez.


“Se deben grabar especies que vuelan en espacios complejos y con señales de intensidad baja. Es decir que esta metodología no aplica para murciélagos adaptados a volar en sitios abiertos. El encierro debe ser amplio para que el animal pueda desplazarse. La tela de toldillo para insectos produce un sonido más limpio, mientras que el paño escorial aísla el ruido exterior”.

La técnica de cuerda de vuelo consiste en extender una cuerda de nylon de pesca, de dos milímetros de calibre, entre dos puntos distanciados entre 10 y 30 metros y a una distancia mínima de un metro del suelo. “Sobre la cuerda se introduce un aro metálico liviano atado al hilo de nylon; en su extremo se dispone un collar de goma que se le colocará al murciélago a estudiar”.

Según los investigadores, esta técnica de grabación facilita que el murciélago alcance una velocidad y altura de vuelo estables para emitir señales de ecolocalización típicas y, además, permite recapturar el animal para realizar múltiples grabaciones.

“No todos los murciélagos alcanzan un vuelo estable al primer intento en la cuerda de vuelo, por lo que se necesita realizar varios intentos. Algunos rechazan el montaje o no vuelan, lo que impide obtener grabaciones. Es importante realizar el montaje en un sitio abierto para que vuele y no se enrede en la vegetación”.


Los científicos han podido ampliar su campo de investigación para estudiar los murciélagos a través de herramientas bioacústicas. Foto: Aída Otálora-Ardila.


La liberación manual es un método que registra las señales de ecolocalización de los murciélagos inmediatamente son liberados, como las que hacen en los vuelos lentos o cuando se alimentan de presas estáticas.

“Aunque los murciélagos recién liberados no emiten señales que representen fielmente su comportamiento sonoro, si se logra hacer adecuadamente es posible obtener señales más parecidas que las que se obtienen en el cuarto o cuerda de vuelo. Esta metodología es recomendada solo cuando el investigador tiene certeza sobre la identidad taxonómica de la especie”.

Los sonidos de los murciélagos también pueden ser grabados cerca a sus refugios. Sin embargo, los investigadores evidenciaron que cuando la actividad de los animales es muy alta, las grabaciones pueden quedar saturadas. “Se debe tener certeza de que las señales acústicas son grabadas cuando los murciélagos ya han entrado en la fase de búsqueda”.

Otros sonidos pueden grabarse después de dejar los murciélagos posados en un árbol, palmera o en una superficie donde pueda perchar. “Esto permite registrar las señales que emiten cuando inician el vuelo. Este método es útil para los murciélagos que requieren de una altura considerable para lanzarse al vuelo, como los de la familia familia Molossidae”.

Las herramientas sonoras

Los investigadores mencionan algunos de los equipos que podrían ser utilizados para grabar los ultrasonidos de las más de 200 especies identificadas de murciélagos en Colombia.

Los detectores de murciélagos heterodinos son los equipos menos costosos del mercado y proporcionan el método de identificación de especies más rápido. “Son equipos útiles para hacer un seguimiento en tiempo real de la actividad de los murciélagos, pero usualmente no incluyen un dispositivo de grabación”.


Los métodos para estimar las señales de ecolocalización de los murciélagos han tenido un considerable desarrollo estadístico y computacional en el mundo. Foto: Aída Otálora-Ardila.


Algunos dispositivos de detección graban el espectro completo y cuentan con una alta resolución. “Este tipo de detectores usualmente cuentan con un dispositivo de grabación integrado. Se ha argumentado que las grabaciones de señales acústicas realizadas con estos detectores son las más adecuadas para identificar especies”.

La captación de los ultrasonidos de los murciélagos depende de la sensibilidad del micrófono, por lo cual los expertos recomiendan que sea superior a los 10 kilohertzios (kHz). “Actualmente, la mayoría de los dispositivos cumplen con este requisito. Los micrófonos más usados son Piezo, Electret y Capacitancia”.

En cuanto a los formatos de grabación, los científicos recomiendan utilizar el estándar Waveform, que conserva toda la información del archivo de sonido. “Aunque este formato cuenta con el tamaño de archivo más grande de almacenamiento, esto se puede resolver a través de servidores online o realizando grabaciones de corta duración. A cada archivo de audio grabado en campo se le deben asignar metadatos”.

Futura biblioteca

Para que Colombia pueda estudiar con precisión los sonidos de las más de 200 especies de murciélagos que habitan en el territorio nacional, los investigadores consideran indispensable contar con bibliotecas de señales acústicas, lo que serviría como referencia para identificar, validar y comparar las grabaciones de diferentes especies y localidades.

“Establecer los estándares para registrar las señales de ecolocalización de murciélagos es el primer paso para construir bibliotecas de referencia. Esto evita duplicar esfuerzos y permite que todas las grabaciones sean útiles, facilitando la extracción de los parámetros acústicos de interés que integrarán la biblioteca”, cita el artículo.


Foto 7: El estudio revela que en Colombia es fundamental tener bibliotecas de referencia de los sonidos de los murciélagos en los diferentes hábitats. Foto: Jefferson Sánchez.


Algunos países del neotrópico han avanzado en este proceso y están construyendo estas bibliotecas de referencia. En Colombia, según los autores, este trabajo a futuro implica un gran reto debido a la cantidad de especies de murciélagos presentes.

“Es recomendable conocer previamente los detalles del comportamiento de vuelo y forrajeo de cada especie, con el fin de registrar de manera adecuada los sonidos con todas sus variaciones. Es importante que los investigadores envíen sus grabaciones con metadatos a la Colección de Sonidos Ambientales del Instituto Humboldt, la única colección hasta ahora accesible en el país”, concluyen los expertos.