Instituto de Investigación de Recursos Biológicos
Alexander von Humboldt

Investigación en biodiversidad y servicios ecosistémicos para la toma de decisiones

conexion vital

La polinización, un universo fascinante.

“En los rastrojos de ospino
yo tengo una abeja vista
con las ramas bajiticas
no he podido distinguir
si es guanota o es arica
si la tuviera a la pata
diría que es españolita”
Antiguo canto popular a la abeja angelita

 

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En esta imagen se aprecia a una abeja macho polinizadora de orquídeas, (Euglossa sp.). Fotografía: Felipe Villegas, Oficina de Comunicaciones (Instituto Humboldt)

 

 

 

 

 

 

 

¿Sabías que las orquídeas son las plantas con flor más diversas? Colombia ostenta el título como el país con mayor número de especies en el mundo, y ésta alta diversidad se debe en parte a la coevolución con insectos como la abeja del género Euglossa –protagonista de la imagen publicada líneas arriba–. La forma de la orquídea evolucionó de manera que cuando la abeja la visita, el polen se libera y se adhiere a su cuerpo y así es transportado a una siguiente flor. Sin embargo, las abejas de las orquídeas no buscan néctar o polen en estas flores, llegan buscando una fragancia que produce la flor y que estimula la producción de feromonas para atraer a las hembras, ¿impresionante verdad?, es una sincronía perfecta.

Ahora bien, iniciamos contando la razón por la cual a estas abejas les atraen tanto las orquídeas porque queríamos ilustrar el tema de la polinización haciendo referencia a una imagen que para muchos es familiar, pero que adicionalmente nos permite explicar algo fascinante. Cada vez que nos hablan de polinización lo primero que se nos viene a la mente es una abeja sobre una flor pero lo que aquí queremos contar, por extraño que pueda parecer, es que la polinización es mucho más que esa bonita y sencilla imagen con la que la relacionamos.

¿Alguna vez te has detenido a pensar en qué consiste este proceso? Pues es un servicio ecosistémico del que depende el equilibrio biodiverso de los ecosistemas del mundo y la seguridad alimentaria de todos, ya que gran parte de los alimentos que consumimos a diario se relacionan directa o indirectamente con la polinización. En palabras más sencillas, sin este proceso las frutas, verduras y semillas no serían tan sabrosas ni tan nutritivas como las conocemos. Además, los cultivos que alimentan a los animales de los que obtenemos carne y leche serían de mala calidad, lo cual nos afectaría como consumidores del producto final. También beneficia a los campesinos pues cuando hay polinización los atributos de sus cosechas son superiores y de esta manera las ganancias que obtienen de sus productos son mayores.

 

6En esta imagen se pueden reconocer algunos de los elementos implicados en el proceso de polinización y los resultados de la misma. 

 

La polinización es básicamente transferir el polen de la parte masculina de la flor a la femenina. Para que esto suceda la flor depende principalmente de animales, denominados polinizadores, como las abejas, las moscas, las avispas, las mariposas, los colibríes y hasta los murciélagos. Aunque son varios los animales que realizan este trabajo, el 80 % de los polinizadores son insectos, de los cuales el 75 % son abejas.

La polinización sucede en el campo, en el jardín frente a la casa y hasta en la flor de la terraza, tiene impactos positivos para todos y es algo que quizá nunca habíamos visto como relevante, de allí el valor que debe tener cada espacio verde en el que este proceso se puede dar: esto es evidencia de que la conexión vital habita todos los espacios y ocurre cotidianamente en diferentes niveles, convivimos con ella.

 

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Como en ediciones anteriores, publicamos imágenes que nuestros seguidores comparten con nosotros. A propósito del tema definido para las últimas Notas Humboldt del año, recibimos esta fotografía tomada en Manizales de unas abejitas mordelonas en plena jornada de trabajo. Fotografía: Susana Velásquez