Instituto de Investigación de Recursos Biológicos
Alexander von Humboldt

Investigación en biodiversidad y servicios ecosistémicos para la toma de decisiones

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BioModelos

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Bogotá, D. C. 2 de diciembre  de 2014. Instituto Humboldt
 
El Instituto de Investigación de Recursos Biológicos Alexander von Humboldt lanza BioModelos, una herramienta digital para la consulta y validación de  información sobre la distribución y ubicación de las especies del país.
 
 
La toma de decisiones sobre el territorio, incluyendo la selección de áreas de conservación, medidas para el control de especies invasoras, distribución y ubicación de las especies contenidas en las listas rojas por estar en riesgo de desaparecer, dependen en gran medida del conocimiento de la distribución  y  ubicación de las especies. 
 
En el país, la información disponible estaba dispersa, dificultando que se pudieran tomar decisiones. Por esta razón, el Instituto Humboldt desarrolló la aplicación web  BioModelos, una herramienta digital que contiene los datos de distribución de las especies, consolidándolos en un solo lugar, permitiendo el acceso de cualquier persona a la información disponible,  la validación de los expertos de los datos que conforman la herramienta y el fortalecimiento de la comunidad científica a través de un manejo informativo actualizado.
 
La nueva aplicación, que se  lanzará en el IV Congreso de Zoología en Cartagena (http://biomodelos.humboldt.org.co), permite consultar y descargar información sobre la distribución y ubicación de las especies en Colombia, ofreciendo un espacio para la interacción virtual de los expertos.
 
La información publicada en BioModelos es libre y abierta, y ofrece un insumo clave, tanto para la investigación básica como para la gestión de la biodiversidad.
 
 
Para mayor información puede comunicarse con María Lourdes Zimmermann
Esta dirección de correo electrónico está siendo protegida contra los robots de spam. Necesita tener JavaScript habilitado para poder verlo.
 cel.3162436304
 
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Salud mental, salud espiritual (Columna de Brigitte Baptiste)

Brigitte Baptiste, directora del Instituto Humboldtbrigitte baptiste credito juan jose carrilloips
 
01/12/2014
 
Soy una persona agnóstica, lo que significa que creo que las cuestiones metafísicas no son accesibles a los seres humanos y por tanto debemos vivir en silencio al respecto. Ello no quiere decir, sin embargo, que no sienta un profundo vínculo con el universo y un respeto y emoción muy grandes por su complejidad, su historia y su maravilloso devenir: no estoy segura de necesitar espíritus más poderosos que ello. Por ese motivo, la ciencia, con todas sus limitaciones e incertidumbre inherente, representa para mí la mejor oportunidad de experimentar de primera mano el goce de existir, como aprendí con la nostalgia del ‘Cosmos’ de Carl Sagan.
 
Para millones de habitantes del planeta Tierra, esa conexión no requirió ninguna epifanía cognitiva, pues aquello que llamamos naturaleza imprime un vínculo indescriptible en sus cuerpos y mentes. Los pueblos indígenas americanos por ejemplo, con conocimientos tan ancestrales como los de las tribus griegas o hebreas, khmer, tai, han, pastún o bantú, por mencionar casi que al azar algunas, construyeron culturas coherentes para explicar su relación con el resto del mundo y regularla, en la búsqueda ética de sentido vital y felicidad. 
 
En el Putumayo colombiano, las plantas empezaron a hablar al principio de los tiempos, según cuentan los viejos, y ellos a escuchar. Eso llevó a la cultura del yagé, una tecnología de la mente que pocos comprenden, muchos persiguen  y muchos falsifican: hay venta del remedio (así se refieren los taitas al producto, la ayahuasca o pildé) en las calles de Vladivostok; algún desempleado desplumó un guacamayo y se fue a hacer de “indio Amazónico” por el mundo. En América las plantas se hicieron sagradas, y la coca, el peyote, el yopo, la virola, la puerta de una ciencia que occidente no sabe cruzar pues enloquece. Richard Evans Schultes (1915-2001) popularizó el estudio de la etnobotánica como la disciplina grecolatina con la que deberíamos descifrar esas prácticas, con la misma convicción de quien accede al genoma universal.
 
Wade Davis, estudiante de ese mismo profesor Schultes, recordado por su paso por Colombia en los años 40, recogió la historia en “El río” y por estos días se encuentra documentando los grandes peregrinajes religiosos que permanecen sobre la Tierra, haciendo un llamado para recuperar la cordura de la humanidad. Su libro ‘Ligh at the edge of the world’ (Douglas y MacIntyre, 2001) se cocinó en la Sierra Nevada de Santa Marta, luego entre los barasana del Vaupés, luego en el resto de sus largos viajes por el mundo. Pero en Colombia fue el profesor Jesús Idrobo, botánico y farmacólogo de la Universidad Nacional, uno de los científicos más comprometidos con el derecho de los colombianos a desarrollar sus sistemas de ciencia propia quien defendería con más ahínco el uso sagrado de la coca y las “plantas de conocimiento”, surgido de la experiencia única y diferente de los ecosistemas de este país particular, y dejó un legado que aún estamos lejos de sistematizar. Ojalá sus estudiantes no dejen pasar demasiado el tiempo. 
 
Unos 30 millones de colombianos mal contados deambulamos por las calles de ciudades construidas por ávidos especuladores del suelo o planificadores preocupados por la calidad del hábitat humano. Millones de ellos, predominantemente mujeres, dependemos de conversar con una planta de yerbabuena sembrada en un tarro reciclado junto a la alberca para mantener alguna conexión con el universo viviente. Millones sentimos que sobrevivir no es suficiente y nos domina la frustración, el desasosiego y a menudo, la ira, por saber que estamos en un país maravilloso y, sin saber cómo, acabamos ciegos y sordos frente a él, pensando en dioses abstractos y a menudo comerciales como alternativa a la locura. Solastalgia, llamaba el profesor Glenn Albrecht a este sentimiento confuso de haber perdido la conexión vital, cuando enfrentaba los paisajes desolados por la minería del carbón en el occidente de Australia, todos con licencia ambiental y licencia social: él mismo, reconocía, estudió y se convirtió en quien es gracias a ella. Nuestros mineros del páramo a veces tienen escuelas, vías, salud, empleo también por ese mismo carbón y crecerán para enfrentar el paisaje que resulte de la actividad. O se irán a la ciudad.
 
Los tiempos de los humanos son a la vez tan cortos como el hambre que repica cotidianamente y tan largos como la imaginación y la interconexión generacional lo permiten. Esa disonancia nos mantiene al borde de la locura, pero podemos salir a caminar al parque, sentir el verde, escuchar las aves y recuperar esa conexión vital. Si hay parque.

 

Editorial de Brigitte Baptiste para la República: http://www.larepublica.co/

 

Biodiversidad 2014. Estado y Tendencias de la Biodiversidad Continental de Colombia.

 
 
 
 
 
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Bogotá, D. C. 27 de Noviembre de 2014. Instituto Humboldt

 
Biodiversidad de Colombia 2014
Un reporte con los indicadores de su estado, usos y transformación. 


 

El Instituto Humboldt lanzará el libro Biodiversidad 2014. Estado y Tendencias de la Biodiversidad Continental de Colombia. El evento, que contará con la presencia de la directora general del Instituto, Brigitte Baptiste, y del viceministro de Ambiente y Desarrollo Sostenible, Pablo Vieira Samper, se llevará a cabo el próximo 28 de noviembre, a partir de las 8:00 am, en el Museo del Chico en Bogotá.

Biodiversidad 2014 es un reporte con cifras impactantes basadas en los estudios de más de 60 investigadores del país, muestra los aspectos más relevantes del estado, los factores de trasformación y las acciones para articular la biodiversidad a los procesos de desarrollo del país.

En tres capítulos, el reporte entrega indicadores sobre los avances en el conocimiento de la biodiversidad, explora algunos aspectos relacionados con el cambio y la pérdida de la biodiversidad continental de Colombia y sus efectos, dándole un énfasis particular a factores como el tráfico ilegal, la deforestación, el cambio climático, las especies invasoras, la sobreexplotación, la ganadería y los cultivos ilícitos. 

Los contenidos del reporte Biodiversidad 2014, liderado por el Instituto Humboldt, fueron elaborados por más de 60 autores de 11 entidades diferentes, que buscan no solo llegar a tomadores de decisiones sino a un público que pueda entender en un lenguaje sencillo la importancia, el estado de la biodiversidad y sus usos en el país. Al respecto, Pablo Vieira Samper afirma que “este efecto transformador solo se conseguirá si todos los lectores, desde estudiantes en edad escolar hasta científicos, empresarios y dirigentes, se apropian de los conocimientos contenidos en este informe y los aplican en sus decisiones diarias, simples o complejas, siendo este el propósito con el que los usuarios de Biodiversidad 2014 se aproximen a cada uno de sus temas, capítulos y propuestas”.

Los contenidos del informe están pensados y seleccionados para ser usados por todo público, incluyendo medios de comunicación y periodistas que quieren generar conciencia sobre el conocimiento y la importancia de la biodiversidad en uno de los países más biodiversos del mundo.

 
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La biodiversidad sensible, un patrimonio natural irreemplazable.

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Bogotá, D. C. 27 de Noviembre de 2014. Instituto Humboldt
 
 
Bajo el lema “La biodiversidad sensible, un patrimonio natural irreemplazable”, se realizará en Cartagena la IV versión del Congreso Colombiano de Zoología, del 1 al 5 de diciembre de 2014, evento en el que el Instituto Humboldt hará presencia con 48 ponencias, la organización de tres seminarios, igual número de talleres talleres y la participación de un gran número de investigadores. 
 
El evento, que servirá para ampliar y consolidar redes de trabajo que le permitan al Instituto avanzar de manera significativa en la investigación de la biodiversidad en Colombia, presentará herramientas como “NAIRA, leyendo la naturaleza”, un novedoso software que le permitirá clasificar imágenes de manera más rápida y eficiente a los investigadores que trabajan con la metodología de fototrampeo.
 
Un segundo instrumento para el conocimiento de las especies del país es BioModelos, una herramienta digital en la que los datos de distribución de las especies se consolidan en un solo lugar, permitiendo el acceso de cualquier persona, la validación de los expertos y la consolidación de la comunidad científica de información sobre la biodiversidad. 
 
La organización de un simposios sobre especies invasoras, uno de escarabajos coprófagos, insectos claves para la productividad de los suelos en el país, y un evento adicional sobre informática de la biodiversidad también hacen parte de algunos de los encuentros académicos del congreso organizados por el Instituto Humboldt.
 
El evento también se convertirá en un espacio para el lanzamiento de novedades editoriales como el libro “Biología y conservación de los Crocodylia de Colombia”, investigación dirigida a la conservación de cocodrilos, caimanes y sus parientes en país.
 
Cerca de 4000 asistentes, entre investigadores y estudiantes, se encontrarán en Cartagena para participar en diferentes eventos orientados en profundizar en el conocimiento de los diversos tópicos de la diversidad animal, generar recomendaciones en nuevos enfoques de manejo y conservación de manera que se conecte al estado, la academia y el sector privado en procesos innovadores que le permitan al país acercarse a las metas del milenio.
 
 
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SiB, la plataforma virtual sobre biodiversidad en Colombia

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Bogotá, D. C. 14 de Noviembre  de 2014. Instituto Humboldt
 
Casi, dos millones de registros biológicos conforman el Sistema de Información sobre  Biodiversidad de Colombia
 
SiB, la plataforma virtual sobre biodiversidad en Colombia
 
Con el acompañamiento del Instituto de Investigación de Recursos Biológicos Alexander von Humboldt, más de 100 socios, entre empresas privadas, universidades, organizaciones y redes temáticas, alimentan el Sistema de información sobre biodiversidad de Colombia (SiB Colombia), que hoy, con 48.843 especies registradas y 3.827 fichas publicadas, se perfila como una de las plataformas de datos más importantes de América Latina y España.
 
El SiB Colombia es una muestra de la capacidad que existe en el país para el manejo y control de datos, y su aporte a la construcción de una sociedad sostenible.
 
Para que los socios de la iniciativa puedan alimentar la página en Internet del SiB (http://www.sibcolombia.net), que integra cifras, catálogos de especies, herramientas audiovisuales sobre biodiversidad, banco de sonidos de aves y herramientas de publicación de datos, se utiliza una plataforma de fichas similar a la red social Pinterest, con una muestra de las expresiones de la biodiversidad del país.
 
Facilitar la gestión de datos sobre biodiversidad, acercando a usuarios, publicadores y productores de la información, para apoyar procesos de investigación, educación o toma de decisiones relacionadas con la conservación y el uso sostenible de la biodiversidad y los servicios ecosistémicos, hace parte de la apuesta de esta plataforma Web de información, basada en el modelo internacional GBIF, que surgió como un mecanismo para facilitar y administrar la información proveniente de la naturaleza de manera libre y gratuita, motivando el conocimiento de la biodiversidad y su manejo a través de una red de nodos a nivel mundial.
 
SiB Colombia, una herramienta para la integración del conocimiento
 
En la construcción de conocimiento sobre diversidad biológica, es fundamental el fortalecimiento e implementación de procesos de control de calidad en datos primarios sobre biodiversidad, por eso en Colombia se reunirán expertos de América Latina y España para hablar sobre el tema, del 18 al 21 de noviembre de 2014, en la Universidad de los Andes.
 
Representantes de la Comisión Nacional para el Conocimiento y Uso de la Biodiversidad (CONABIO) de México; del Nodo Español de la Infraestructura Global de Información sobre Biodiversidad; del Laboratorio Nacional de Computação Científica (LNCC)-SiB Brasil; del Museo Argentino de Ciencias Naturales (CONICET); del Ministerio de Vivienda, Ordenamiento Territorial y Medio Ambiente de Uruguay (MVOTMA); del Programa Iberoamericano de Ciencia y Tecnología para el Desarrollo (CYTED); del Instituto de Ciencias Naturales de la Universidad Nacional de Colombia (ICN) y del Instituto de Investigación de Recursos Biológicos Alexander von Humboldt estarán compartiendo experiencias para mejorar las habilidades y capacidades en procesos de control de calidad de datos, usados por los diferentes nodos latinoamericanos de GBIF.
 
 
Contacto prensa: María Lourdes Zimmermann, 3162436304.
 
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Planeta extremo (Columna de Brigitte Baptiste)

Brigitte Baptiste, directora del Instituto Humboldt

24/11/2014

James T Lovelock es uno de los grandes químicos del mundo, y a él debemos el modelo evolutivo de la atmósfera de la Tierra más aceptado. Heredero de las ideas de Vladimir Vernadsky (1863-1945), reconocido como padre de las geociencias y uno de los fundadores de la ecología, señaló cómo los gases que conforman “el aire” no siempre han sido los mismos y que a través de las eras geológicas la relación entre agua, minerales y vida, los regula. Su visión, totalmente materialista, le hace indignarse ante los ambientalistas por el uso de su teoría, denominada “Gaia”, como fuente de misticismo. Hacer equivalente la complejidad funcional del planeta al espíritu de una “madre Tierra” es para él sólo un síntoma adicional de la estupidez humana. 
 
Acaba de publicar Lovelock un nuevo libro a sus 95 años: “A Rough Ride to the Future” (Penguin, 2014) en el cual plantea cómo la era geológica del Antropoceno se inició en 1712 con la invención de la máquina de bombeo de Newcomen, un herrero inglés quien con base en la combustión de carbón logró construir la primera motobomba para extraer el agua de las minas de carbón y así facilitar la extracción de carbón, una mordaz paradoja de la historia. Considera el autor que, dados esos 300 y pico de años de daño climático configuran un hecho irreversible, la humanidad debe acelerar su propia destrucción y construir sobre el material de demolición. La referencia a “la humanidad”, por supuesto, no es totalmente biológica, es a su civilización industrial, fuente de la diabetes global que sufrimos, una enfermedad adquirida por ignorancia, no maldad. Sugiere además, olvidarse del “desarrollo sostenible”: ya no hay tiempo.
 
El extremismo de Lovelock no proviene de su ambientalismo. Criticado por muchos por el efecto anímico de sus declaraciones (“el planeta colapsará en el 2030”), pocos pueden refutarlo sin embargo, así algunos columnistas hayan tratado de desprestigiarlo. Impasible, promueve la imagen de la humanidad como “una colonia de hormigas enloquecidas” que ve crecer la inundación y no sabe a dónde dirigirse. Pero propone soluciones: los humanos somos la única especie que colecta y revisa sistemáticamente información como fuente de adaptación y nos hemos convertido en “el sistema nervioso del planeta”. El peor obstáculo para el futuro, arguye, es la burocracia científica, que actúa como la inquisición que persiguió a Galileo.
 
Llueve torrencialmente en nuestros campos y ciudades y al siguiente instante, nos sofoca la sequía. Este noviembre ya se perfila como el más frío de la historia en USA y 2014, como el año más caliente en el planeta. El reporte GEO-4, liberado hace un mes por el programa de medio ambiente de Naciones Unidas (http://www.pnuma.org/deat1/procesogeo.html), aparentemente otro nido de extremistas, indica que estamos fracasando en todas nuestras metas de estabilizar la salud planetaria. WWF publicó hace meses también su reporte independiente y trágico acerca del “Planeta viviente”, acá reseñado. Nos estamos convirtiendo en un planeta extremo, y sabemos por qué. 
 
Nadie niega que nuestra responsabilidad moral actual sigue estando con los millones de personas que no disponen de agua potable, nutrición, acceso a servicios básicos de salud o educación, pero la aspiración de proveerles todo ello con el mismo modelo que ha causado el desastre no tiene asidero. Si bien los debates en la Asamblea General de Naciones Unidas acerca de unas “Metas de Desarrollo Sostenible” (propuestas por Colombia en Río+20) adelantan un consenso global en el cual la humanidad busca solucionar sus problemas sociales sin incrementar la degradación ambiental, ello pareciera una tarea imposible: necesitamos infraestructura moderna, necesitamos energía, materias primas para ello y el modelo para hacerlo no es claro. No es asunto superficial: la Unión de Academias Científicas del planeta (Icsu, en inglés) acaba de crear, junto con varias instancias globales, el programa “Future Earth” (futureearth.org), una iniciativa a 10 años para movilizar miles de científicos en la búsqueda de soluciones y miles de millones de dólares comienzan a movilizarse en el Fondo Verde del Protocolo de Kyoto, al fin.
 
Hemos descubierto casi un millar de planetas en el universo observable y parece que unos pocos podrían albergar vida orgánica como la conocemos. De poder explorarlos viajando por un agujero de gusano, como proponen los hermanos Nolan en “Interstellar”, encontraríamos de seguro la belleza de océanos azules con olas lentas de kilómetros de altura barriendo regularmente su superficie, o mundos de nubes de amonio congelado; tal vez incluso atmósferas de óxido nitrógeno como las de la Tierra, menos tóxicas que las industrializadas. Pero por ahora, el nuestro será el planeta más extremo, que debemos recolonizar.
 

Editorial de Brigitte Baptiste para la República: http://www.larepublica.co/

 

Simposio - Páramos, territorios en disputa.

sparamos

El Simposio Páramos, Territorios en Disputa: aportes de la investigación social para la comprensión y la gestión de los páramos colombianos, reunirá los próximos 1 y 2 de diciembre en Bogotá a representantes de 13 grupos de investigación y 19 autoridades ambientales de todo el país que han venido desarrollando estudios socioeconómicos y culturales como insumos para la delimitación de 21 complejos de páramo.
 
El primer día, abierto al público, busca desarrollar foros de discusión en torno a temas críticos para el cuidado de los páramos a partir de los avances que en el terreno, han logrado grupos de investigación y autoridades ambientales de Antioquia, Boyacá, Nariño, Cauca, Santander y Huila, entre otros. Los contenidos que se abordarán en los foros son:
 
- Páramos y territorios colectivos.
- Conflictos por el acceso al agua y mecanismos de resolución.
- Organizaciones sociales, su papel en la gobernanza de los páramos
- Conservación o desarrollo: ¿falso dilema?
 
En su segundo día, los grupos de investigación revisarán de manera colectiva y harán  retroalimentación a 5 manuales que orientaron la elaboración de los estudios socioeconómicos y culturales en páramo, y que fueron construidos por un grupo de expertos que el Instituto Humboldt invitó en 2013. El objetivo es hacer una revisión juiciosa de las experiencias sobre el terreno, que puedan aportar a estos manuales y ser integrados a ellos. Su publicación en el 2015 los convertirá en herramientas metodológicas de la mejor calidad para apoyar futuros estudios para la gestión en páramos. 
 
Este simposio reconoce que los páramos están y han estado históricamente habitados; que son paisajes con múltiples significados; que su gente ha venido construyendo durante generaciones un saber detallado de estos territorios, el cual es clave para tomar decisiones bien informadas. En este espacio se pretende hacer visibles las tensiones entre distintos intereses sobre los páramos y sus servicios, y dar luces para su gestión.
 
El evento recalca la importancia de la investigación social para comprender un territorio, hacer recomendaciones en política y lograr una gobernanza que permita promover el bienestar de sus habitantes y garantizar la disponibilidad de servicios. Su nombre, Páramos en disputa, hace una clara referencia a que las decisiones sobre estos territorios afectan a distintos actores sociales de orden local, regional, nacional e internacional. 
 
Si bien formalmente la gestión del medio ambiente es tarea de las autoridades ambientales (el Ministerio de Ambiente, las CAR y Parques Nacionales, por ejemplo), este simposio pretende hacer aportes a la gobernanza; un término que hace referencia a la necesidad de asumir la toma de decisiones y la responsabilidad entre diferentes actores de la sociedad, incluyendo a las comunidades y organizaciones locales, al sector productivo y a otros usuarios de los servicios ecosistémicos, como los habitantes de cascos urbanos y ciudades. 
 
Los invitamos a acompañarnos el 1 de diciembre en el auditorio Jaime Hoyos S.J. del edificio Manuel Briceño S.J. de la Universidad Javeriana, para que conozcan esta información de primera mano. Entre tanto, compartimos con ustedes algunas cifras sobre estos ecosistemas:
 
Un poco más de la tercera parte de los municipios del país tiene jurisdicción en páramos (399 municipios). Cerca de 20 millones de personas viven en estos municipios, lo cual equivale a casi el 50% de los habitantes de Colombia. 33 de estos municipios que albergan a alrededor de 7 millones de personas tienen más de la mitad de su extensión en páramo; por tanto, las decisiones que se tomen sobre estos territorios afectarán significativamente la economía de dichos municipios. Se estima que en los páramos viven entre 150.000 y 200.000 personas, pero no se tienen datos demográficos precisos sobre tenencia o distribución de la tierra. De este porcentaje, 12 complejos de páramos tienen alguna parte de su área dentro de un resguardo indígena, en los departamentos de Magdalena, Cesar, Antioquia, Cauca, Boyacá, Norte de Santander, Arauca, Nariño, Putumayo y Tolima. En cuanto a actores sociales que no habitan el páramo pero que acceden a sus servicios, es importante señalar que el 70% de los colombianos se beneficia de la provisión de agua de estos ecosistemas. La gran mayoría de la papa y la cebolla del país son producidas en los páramos.Además, hay títulos mineros, principalmente de oro y carbón, sobre aproximadamente el 5% de la superficie de los páramos y hay másde 400 solicitudes vigentes. De los 36 complejos de páramos identificados por el Instituto Humboldt en el año 2012, 13 se encontrarían con más del 50% de su extensión en proceso de solicitud de titulación. 
 
Para información clave y básica sobre páramos en Colombia, invitamos a revisar el Atlas de Páramos en el siguiente link de nuestra web:
 
 
Y a escuchar los Podcast sobre páramos y sus servicios en el siguiente link:
 
 
invitacin simposio de pramos
 
 
 
 

Orquídeas salvajes (Columna de Brigitte Baptiste)

brigitte baptiste credito juan jose carrilloips

Brigitte Baptiste, directora del Instituto Humboldt

18/11/2014

Una de mis actrices favoritas de adolescencia era Jacqueline Bisset, quien participó en 1990 en una malísima película de pretensiones eróticas que llevaba el mismo título, en singular, de esta columna. La película, en la cual no había orquídeas, se derrumbaba estruendosamente ante la referencia torpe y obvia a la “lujuria tropical”, una construcción mítica acerca de la sexualidad de las zonas tórridas, que llevó incluso en algunos momentos de la historia a considerar perversos sus influjos en la moral de las culturas ecuatoriales. Incluso el Sabio Caldas le tenía susto a viajar a las selvas del Cauca, pues su consciencia adoctrinada le ponía problemas cuando admiraba la belleza de los pobladores de la región.
 
Ya quisiéramos quienes habitamos las zonas intertropicales disponer realmente de los atributos y habilidades que la atractiva morfología de las orquídeas sugiere en las mentes de muchos, pero que podrían derivarse por igual de los calamares árticos, las alcachofas o los escargots franceses, tan hermafroditas y concupiscentes, a la vez que sabrosos. La mente humana traza conexiones maravillosas entre los seres vivos, a lo que quiero llegar, y convierte una flor, a menudo microscópica, en tal objeto de deseo que acaba destruyéndola. Que es lo que ha ocurrido con las orquídeas colombianas, un don de la naturaleza que abunda en nuestro territorio, al grado de que algunos consideran al país como el más rico del mundo en sus especies: más de 4.000 han sido descritas por la ciencia e insignes orquideólogos han surgido de la mano de su admiración. 
 
No menos importante que las orquídeas en sí, sin embargo, es el comercio legal e ilegal al que están sujetas y del cual viven “materos”, viveristas y prestigiosos coleccionistas. Gracias a ellos se desarrollan espectaculares exhibiciones de variedades nativas e introducidas, así como de miles de híbridos producidos en laboratorio gracias a los avances de las tecnologías de cultivo. Igualmente, es cada vez más fácil para cualquier persona disfrutar de la compañía de una orquídea, pues abundan los libros para cuidarlas, o simplemente admirarlas. Me atrevo a decir que no hay finquero neorrural en Colombia que no tenga o pretenda tener un orquideario en su pequeño paraíso personal: porque también, con sus pétalos extendidos, las flores de estas especies asemejan ángeles protectores o pequeñas hadas. No es privilegio de las mentes de moral distraída ver cosas en la biología de otras.
 
Para muchos campesinos, no solo en Colombia, el cultivo y comercio de orquídeas se ha convertido en una actividad promisoria que casi nunca se limita a la compraventa. Las orquídeas, tal vez si consentidas, demandan atención, son caprichosas como la Bisset y no florecen así no más: nos seducen, nos atrapan. Lo cual es bueno, pues nos obliga a sacar lo mejor de nosotros y restaurar un poco el diálogo con la vida, como hace doña Marielita en la vereda Mortiño del páramo de Guerrero, en Carmen de Carupa. Ella, quien empezó con un vivero para facilitar la restauración de áreas degradadas con un proyecto ya extinto, acabó adoptándolas y hoy es capaz de reproducir cientos de especies con cariño y esmero. Y en el abandono, claro está. Óscar, en la Provincia del Tequendama, abajito del Salto, en Cundinamarca, posee un jardín de orquídeas espectacular y conoce y protege la flora de su región con más ahínco que cualquiera. Habrá centenares de casos por toda Colombia y solo para citar un ejemplo, la gobernación de Cundinamarca ha iniciado, con cargo a sus regalías, un proceso de estudio y recuperación de las variedades silvestres, que no salvajes, de este grupo botánico, con el fin de protegerlas y promover su cultivo: hay todo un renglón de la economía que podría fortalecerse con ello, aún después de décadas de robo descarado del patrimonio genético colombiano. Que por otra parte, pronto será fácil de evidenciar a través del uso de herramientas moleculares.  
 
Curiosamente, los celos y odios entre coleccionistas también son proverbiales. Se crean y destruyen asociaciones de orquideólogos con la frecuencia de su floración, y cada exhibición es escenario de intrigas que harían las delicias de Agatha Christie y hacen pensar que lo salvaje de las orquídeas no es su lujurioso aspecto, perfume o hábitos sexuales y reproductivos, sino el nuestro, liberado por una sencilla flor. A menos que algún demonio esté detrás. ¿O será Jaqueline?. 

 

Editorial de Brigitte Baptiste para la República: http://www.larepublica.co/

 

 

Casi, dos millones de registros biológicos conforman el Sistema de Información sobre Biodiversidad de Colombia

Casi, dos millones de registros biológicos conforman el Sistema de Información sobre  Biodiversidad de Colombia

 

SiB, la plataforma virtual sobre biodiversidad en Colombia

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Con el acompañamiento del Instituto de Investigación de Recursos Biológicos Alexander von Humboldt, más de 100 socios, entre empresas privadas, universidades, organizaciones y redes temáticas, alimentan el Sistema de información sobre biodiversidad de Colombia (SiB Colombia), que hoy, con 48.843 especies registradas y3.827 fichas publicadas, se perfila como una de las plataformas de datos más importantes de América Latina y España.

El SiB Colombia es una muestra de la capacidad que existe en el país para el manejo y control de datos, y su aporte a la construcción de una sociedad sostenible.

Para que los socios de la iniciativa puedan alimentar la página en Internet del SiB (http://www.sibcolombia.net/web/sib/taller-de-calidad-de-datos), que integra cifras, catálogos de especies, herramientas audiovisuales sobre biodiversidad, banco de sonidos de aves y herramientas de publicación de datos, se utiliza una plataforma de fichas similar a la red social Pinterest, con una muestra de las expresiones de la biodiversidad del país.

 

Facilitar la gestión de datos sobre biodiversidad, acercando a usuarios, publicadores y productores de la información, para apoyar procesos de investigación, educación o toma de decisiones relacionadas con la conservación y el uso sostenible de la biodiversidad y los servicios ecosistémicos, hace parte de la apuesta de esta plataforma Web de información, basada en el modelo internacional GBIF, que surgió como un mecanismo para facilitar y administrar la información proveniente de la naturaleza de manera libre y gratuita, motivando el conocimiento de la biodiversidad y su manejo a través de una red de nodos a nivel mundial.

SiB Colombia, una herramienta para la integración del conocimiento

En la construcción de conocimiento sobre diversidad biológica, es fundamental el fortalecimiento e implementación de procesos de control de calidad en datos primarios sobre biodiversidad, por eso en Colombia se reunirán expertos de América Latina y España para hablar sobre el tema, del 18 al 21 de noviembre de 2014, en la Universidad de los Andes.

Representantes de la Comisión Nacional para el Conocimiento y Uso de la Biodiversidad (CONABIO) de México; del Nodo Español de la Infraestructura Global de Información sobre Biodiversidad; del Laboratorio Nacional de Computação Científica (LNCC)-SiB Brasil; del Museo Argentino de Ciencias Naturales (CONICET); del Ministerio de Vivienda, Ordenamiento Territorial y Medio Ambiente de Uruguay (MVOTMA); del Programa Iberoamericano de Ciencia y Tecnología para el Desarrollo (CYTED); del Instituto de Ciencias Naturales de la Universidad Nacional de Colombia (ICN) y del Instituto de Investigación de Recursos Biológicos Alexander von Humboldt estarán compartiendo experiencias para mejorar las habilidades y capacidades en procesos de control de calidad de datos, usados por los diferentes nodos latinoamericanos de GBIF.

 
 
 

Partidos Biches (Columna de Brigitte Baptiste)

Brigitte Baptiste, directora del Instituto Humboldtbrigitte baptiste credito juan jose carrilloips
 
10/11/2014
 
Dicen que cuando el presidente Misael Pastrana revisó el Código de Recursos Naturales que él mismo había solicitado preparar, se negó a firmarlo afirmando que si había que llegar al socialismo, no sería por cuenta de una ley ambiental conservadora. Este año se conmemoraron 40 años de la adopción de un instrumento normativo excepcional como lo es el Decreto 2811 que integró, bajo una sola visión, las aproximaciones conservacionistas y utilitaristas del manejo de lo que entonces se llamaban “recursos naturales” y que se clasificaban en renovables y no renovables. 
 
La referencia al socialismo como ideología aparentemente más cercana al manejo sostenible del ambiente proviene de varias corrientes de pensamiento que interrogan las relaciones entre sociedad y naturaleza desde la perspectiva de los modelos económicos y concluyen que es imposible que un sistema de libre mercado basado en el capitalismo pueda hacerse responsable de la continuidad de la vida en el planeta, pues su apuesta a la autoregulación es incompatible con los límites naturales al crecimiento y la tasa de renovación de sus ciclos físicos, químicos y biológicos, de ahí la crítica política al modelo de desarrollo basado en la competencia extractivista de recursos. 
 
Esta visión sin embargo, ha sido retada por otras vertientes del pensamiento político y por supuesto encontramos expresiones contrastantes en los modelos más liberales que plantean contextos regulatorios de diversa índole e intensidad para definir el tipo de relaciones que la sociedad debe establecer con el resto de seres vivos del planeta, a quienes claramente afecta con su crecimiento poblacional y demanda de agua, aire, nutrientes y espacio físico. Para quienes asumen que las fases y procesos propios de la ecología humana, trasladada a la economía, son asincrónicos con los del resto de la biosfera, los requerimientos de regulación son mucho mayores, de ahí las coincidencias entre movimientos conservadores y conservacionistas, y una visión de la responsabilidad del Estado ante el ambiente muy diferente. 
 
En Colombia estas reflexiones, más propias de la ciencia política aplicada a los asuntos ambientales, no se han desarrollado al interior de los centros de pensamiento de los partidos, al menos de forma explícita y directa, lo que ha afectado sensiblemente su propia capacidad de construir agendas consistentes a las cuales los electores puedan responder. Sin embargo, una parte escencial de la cultura política nacional, tan primitiva, debería ser el debate ideológico profundo que incita un análisis de las relaciones entre la sociedad y sus contextos de evolución, que incluso puede ser problematizada como dicotomía (ej. La “naturaleza” es un constructo social, que no existe por fuera). La simplificación discursiva de recientes expresiones que hacen reclamos a presuntos “ambientalistas extremos” es totalmente regresiva, evidencia de la escasa evolución del pensamiento ambiental en Colombia. Con razón el profesor Julio Carrizosa (uno de los autores intelectuales del código de marras) se ve obligado a reclamar mayor atención a la complejidad de estos asuntos todos los días.
 
Lo cierto es que en nuestro país, el partido “verde” no lo es más que el rojo, el azul o el amarillo. Tampoco ningún movimiento particular en el extenso abanico de las formas organizativas efímeras en que se construye política en el país tiene una particular interpretación de lo que constitucionalmente es un acuerdo central del modelo de sociedad que queremos: sostenible, sana, responsable. Ni los cristianos, tampoco las guerrillas, a pesar de la fuerza de los evangelios, vitalistas, o el agrarismo tropical. Más que verdes, estamos biches…
 
Manuel Rodríguez expresaba hace 10 años, con ocasión de los 30 de la Ley 2811, el poder de esta discusión, si se hace con seriedad: “…la existencia de diversos ambientalismos no debe hacernos perder de vista del hecho de la formas destructivas de relación entre la acción humana y su ambiente natural. Este es el común denominador de los ambientalismos y esa su gran virtud: la capacidad de activar la cooperación entre grupos de interés diferentes en función de una preocupación común por el presente y el futuro del medio ambiente que se asume ligado en forma ineluctable al destino mismo de la especie humana.”1
 
 1  “El Código de los Recursos Naturales Renovables y del Medio Ambiente: el conservacionismo utilitarista y el ambientalismo” Manuel Rodríguez Becerra, en: Universidad Externado de Colombia. 2004. Evaluación y Perspectivas del Código Nacional de Recursos Naturales de Colombia en sus 30 años de vigencia. Pp: 155-177
 

Editorial de Brigitte Baptiste para la República: http://www.larepublica.co/

 

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