Instituto de Investigación de Recursos Biológicos
Alexander von Humboldt

Investigación en biodiversidad y servicios ecosistémicos para la toma de decisiones

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Colombia anfibia, país de agua: de una nación en riesgo a una de oportunidades.

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Lunes 2 de febrero de 2015. Instituto Humboldt 

COLOMBIA ANFIBIA, PAÍS DE AGUA: DE UNA NACIÓN EN RIESGO A UNA DE OPORTUNIDADES

El Instituto de Investigación de Recursos Biológicos Alexander von Humboldt, el Ministerio de Ambiente y Desarrollo Sostenible (MADS), el Fondo Adaptación y el Instituto de Hidrología, Meteorología y Estudios Ambientales (IDEAM), presentarán los avances en la construcción del mapa de identificación de humedales en Colombia, en un evento que se llevará a cabo el próximo viernes 6 de febrero en las instalaciones del Jardín Botánico de Bogotá José Celestino Mutis, a partir de las 8:00 am. Los resultados de la construcción mapas de humedales, que con base en datos cartográficos muestren la diversidad biótica, social y cultural asociada a ellos, se convierte en un aporte fundamental para la toma de decisiones y la gestión del territorio a partir de la biodiversidad de estos ecosistemas, sobre los que se deben aplicar políticas diferenciales para su conservación, protección y uso sostenible. La realización del mapa de identificación de humedales se llevó a cabo con el apoyo de la firma holandesa Sarvision, vinculada a la Universidad de Wageningen, y la Agencia Espacial Japonesa (Jaxa), a través del análisis de imágenes satelitales, información y datos de los fenómenos de variabilidad climática que afectaron al país en al año 2007, bajo el escenario del fenómeno de El Niño, y en 2010 y 2011 el comportamiento bajo condiciones del fenómeno de La Niña, que generó grandes inundaciones en Colombia. También se analizó información estratégica generada por el Instituto Geográfico Agustín Codazzi (IGAC) y el IDEAM. Adicionalmente, la cartografía que hace parte de la construcción del mapa de humedales en Colombia no solo reitera la posición de los humedales claramente identificables en el país, también determina áreas potenciales de humedal asociadas a zonas susceptibles de inundarse, información útil en términos de gestión del riesgo pues buena parte de los datos de las afectaciones por desastres en Colombia están relacionadas con inundaciones, lo que permite definir acciones de prevención,uso adecuado del suelo y ordenamiento territorial. 

Contexto informativo

Los humedales son superficies capaces de almacenar agua de manera temporal o permanente. Históricamente, los humedales han sido considerados ecosistemas sin valor, dando paso a su ocupación con prácticas insostenibles que los deterioran, evitando que cumplan funciones ecológicas como la mitigación de impactos por inundaciones, absorción de contaminantes, retención de sedimentos y recarga de acuíferos, la producción de alimentos y medicinas, además de impedir que especies de animales y plantas, algunas en peligro de extinción, puedan vivir en ellos. Tradicionalmente, Colombia ha sido gestionada como un país seco. Basada en ese paradigma equivocado, durante años se han implementado políticas orientadas a la desecación e invisibilidad de los humedales del país. Desconocer la importancia de estos ecosistemas no le ha permitido entender a los tomadores de decisiones, y a las comunidades en general, que desastres ambientales como las inundaciones están asociados a la pérdida de las superficies de humedales en el país, también que la gestión deficiente de estos ecosistemas es de relevancia mundial.

Contacto: María Isabel Henao, Proyecto Insumos para la delimitación de ecosistemas estratégicos: páramos y humedales. Teléfono: 3112877608, correo electrónico: Esta dirección de correo electrónico está siendo protegida contra los robots de spam. Necesita tener JavaScript habilitado para poder verlo.

 

La serpiente prehistórica que habitaba Colombia estará en Bogotá

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Bogotá, D. C. 29 de Enero  de 2015 

 
La serpiente prehistórica que habitaba Colombia estará en Bogotá
 
El Instituto Alexander Von Humboldt, el Jardín Botánico José Celestino Mutis y el Instituto Smithsonian presentan la exhibición “Titanoboa, del bosque al desierto en 60 millones de años” que por primera vez estará en Bogotá después de haber recorrido el mundo y será exhibida en el marco de la celebración de los 60 años del Jardín Botánico.
 

Los visitantes podrán ver la réplica de la serpiente más grande hallada en el planeta desde el próximo 4 de febrero. La exhibición cuenta con un modelo a escala 1:1 elaborado a partir de vértebras fósiles de Titanoboa cerrejonensis, que se halló en la Guajira y que es considerado como uno de los 10 descubrimientos paleontológicos más importantes de la historia.
 
Se estima que su tamaño podía superar los 14 metros y su peso alcanzaba una tonelada convirtiéndola en uno de los reptiles más grandes hasta ahora encontrados.
 
La exhibición estará ubicada en el ambiente Amazónico del Tropicario del Jardín Botánico, un lugar que simula las condiciones de la selva húmeda tropical del Paleoceno, un período de 10 millones de años que siguió a la extinción de los dinosaurios hace 65 millones de años, hogar de la Titanoboa.
 
Esta iniciativa es una estrategia de apropiación del conocimiento desarrollada para  fortalecer la relación del público con la biodiversidad, el conocimiento de las especies y los ecosistemas y su relación con el cambio climático, esperamos contar con más de 30 mil visitantes.
 
El lanzamiento de la exposición para los medios de comunicación será el día 4 de febrero a las  8:00 am en el auditorio del Jardín Botánico, en este evento contará con la participación de Carlos Jaramillo investigador y paleontólogo que lideró las exploraciones en las que se halló la Titanoboa en las minas del Cerrejón.
 
Esta exhibición llega a Colombia también con del Instituto Smithsonian de Investigaciones Tropicales, la Universidad del Norte, la Universidad de la Florida y DesQbra Guajira.

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Titanoboa, la serpiente más grande llega a Bogotá

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Titanoboa, la serpiente más grande llega a Bogotá

 

El Instituto Alexander Von Humboldt, el Jardín Botánico José Celestino Mutis y el Instituto Smithsonian presentan la exhibición “Titanoboa, del bosque al desierto en 60 millones de años” que por primera vez estará en Bogotá después de haber recorrido el mundo y será exhibida en el marco de la celebración de los 60 años del Jardín Botánico.

Los visitantes podrán ver la réplica de la serpiente más grande hallada en el planeta del 5 al 25 de febrero. La exhibición cuenta con un modelo a escala 1:1 elaborado a partir de vértebras fósiles de Titanoboa cerrejonensis, que se halló en la Guajira y que es considerado como uno de los 10 descubrimientos paleontológicos más importantes de la historia.

Se estima que su tamaño podía superar los 14 metros y su peso alcanzaba una tonelada convirtiéndola en uno de los reptiles más grandes hasta ahora encontrados.

La exhibición estará ubicada en el ambiente Amazónico del Tropicario del Jardín Botánico, un lugar que simula las condiciones de la selva húmeda tropical del Paleoceno, un período de 10 millones de años que siguió a la extinción de los dinosaurios hace 65 millones de años, hogar de la Titanoboa.

Esta exhibición llega a Colombia con el patrocinio también del Instituto Smithsonian de Investigaciones Tropicales, la Universidad del Norte, la Universidad de la Florida, la Corporación Geológica Ares, DesQbra Guajira y el Servicio Geológico Colombiano. 

Montenegro (Quindío) será la sede del encuentro Páramos sin límites.

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Bogotá, D. C. 15 de enero de 2015. Instituto Humboldt

Montenegro (Quindío) será la sede del encuentro Páramos sin límites

Montenegro, el municipio en el que está localizado el reconocido Parque del Café, fue escogido como sede del encuentro Páramos sin límites, evento en el que más de 100 investigadores hablarán, entre el 22 y 23 de enero de 2015, sobre biodiversidad en los páramos y el bosque altoandino.

En el encuentro se presentarán investigaciones realizadas en 21 complejos de páramos y sus zonas de transición, también se espera la presentación de resultados sobre el reporte de especies que podrían ser nuevas para la ciencia o que no habían sido registradas previamente en Colombia o en algunas regiones, además de datos que permitan conocer el estado de conservación de los páramos del país.

Los 14 grupos de investigación de universidades, fundaciones y organizaciones que lideran estudios sobre biodiversidad en la alta montaña colombiana, junto con 19 corporaciones autónomas regionales, presentarán las características de la diversidad en flora y fauna de páramos y bosques altoandinos de Colombia, como uno de los principales criterios para la delimitación de los páramos del país.

Los participantes que hacen parte del encuentro conforman la red de trabajo en páramos –liderada por el Instituto Humboldt y el Fondo Adaptación a través del proyecto Insumos para la Delimitación de Ecosistemas Estratégicos–, investigan nuestros páramos como nunca antes se había hecho en la historia del país. En el evento compartirán los resultados de sus investigaciones, insumos necesarios para la toma de decisiones para la delimitación, gestión y protección de los páramos y sus zonas de transición como lo son los bosques de alta montaña.

Gracias al trabajo investigativo que se ha realizado en el país, se han reportado en los páramos y bosques altoandinos de Colombia más de 4.700 especies de plantas, 70  de mamíferos, 15 especies de reptiles, 87 de anfibios, 154 especies de aves y 130 de mariposas, cifras que confirman su riqueza.

CONTEXTO INFORMATIVO

Desde la década de los años 80, con el Proyecto Ecosistemas Tropandinos, liderado por el profesor Thomas Van Der Hammen, pionero en el estudio de las cordilleras de los Andes, no se había desarrollado en el país una agenda de investigación en biodiversidad de la alta montaña tan ambiciosa como la actual.

Con la financiación del proyecto Insumos para la Delimitación de Ecosistemas Estratégico, el Instituto Humboldt logró reunir más de 200 especialistas en ciencias naturales para investigar, en campo y bajo protocolos y estándares unificados, este tema.

Los bosques altoandinos y páramos también proveen el hábitat necesario para la supervivencia de diversas especies de fauna, algunas de ellas carismáticas, como es el caso de venados, pumas, osos de anteojos y el cóndor de los andes. 

Contacto: María Isabel Henao,  celular: 311 287 7608, correo: Esta dirección de correo electrónico está siendo protegida contra los robots de spam. Necesita tener JavaScript habilitado para poder verlo..

 

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Medellín responsable (Columna de Brigitte Baptiste)

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Brigitte Baptiste, directora del Instituto Humboldt

15/12/2014

Tras dos años largos de trabajo formal y juicioso, Medellín presentó el miércoles pasado su Política de Biodiversidad. En un evento que tuvo lugar en el auditorio de La Alpujarra danzaron una mariposa, una iguana y un hombre-jaguar, quienes entregaron al alcalde un bando de gobierno de la fauna y flora silvestres del municipio. La Secretaria de Ambiente transfirió luego este mismo mandato, ya con el documento programático, a las cabezas del Jardín Botánico, del Zoológico, de la Corporación Explora, la Sociedad Antioqueña de Ornitología, el Parque Arví, Parques Nacionales y las principales universidades, quienes a la vez son los autores de la propuesta.
 
Medellín ha asumido un compromiso ético con los centenares de especies de plantas y animales de la ciudad, algo que pronto se hará extensivo a toda el área metropolitana. Se entregó también en el evento un pequeño manual de biodiversidad urbana para docentes, y se presentó la página web de la iniciativa (www.medellin.gov.co/biodiversidad), que pretende vincular a toda la ciudadanía en la tarea. La pregunta, sin embargo es, qué sigue: una vez la voluntad ciudadana se ha manifestado, la construcción de la convivencia debe hacerse un hábito y, en medio de problemas acuciantes como la pobreza, la inseguridad, el desempleo, las limitaciones de movilidad y otros males comunes, pareciera que las personas no tienen cómo preocuparse por el resto de seres que comparten su hábitat y, de paso, ayudan a mantenerlo. Días antes en otro evento auxilié por casualidad un ave que se había golpeado en los vidrios de un edificio y una vendedora ambulante se acercó a agradecerme el gesto: “ha salvado una vida” me dijo. Luego, otra persona me contó que había visto los afanes de un colibrí por construir su nido en unos arbustos en una zona residencial y, ante la ausencia de material a mano, le había ofrecido pelo de su gato, que el ave no dudó en utilizar de inmediato. Convivir con otras especies nos alivia la soledad, nos hace mejores humanos…
 
Contrasta este proceso con las expectativas de consolidación de la Reserva Forestal Tomás van der Hammen en Bogotá, rodeada de agria polémica por los conflictos de ordenamiento y expectativas de uso del suelo, un problema compartido con la Reserva de los Cerros Orientales que pareciera resuelto, pero que ha sido prácticamente imposible de convertir en una propuesta de espacio público para la ciudadanía. La expectativa sería que la capital contara con un extenso anillo de áreas naturales y seminaturales, que incluya el parque longitudinal del río Bogotá y que prestara servicios a toda la comunidad, para lo cual esta debe valorar, no en términos de renta financiera privada sino de bienestar colectivo, los aportes que recibe gratuitamente de la biodiversidad.
 
Ciudades como Barranquilla, Montería, Riohacha y Santa Marta han manifestado cierto interés en proteger sus espacios naturales, bosques secos, manglares, ríos, playas y humedales, que por demás son espacios públicos por definición y se encuentran invirtiendo recursos en conservación por un lado y mirando para el otro cuando otros poderes se imponen. El caos institucional es manifestación de la inconveniencia de gobernar. Cartagena es, por supuesto, la reina de la contraecología urbana. Bucaramanga habla de apropiar y defender las laderas de la meseta, Armenia las cañadas que contienen los últimos relictos de bosque de la región, Cali de recuperar el río, Villavicencio de proteger cañadas, humedales y la cadena montañosa que la protege y alimenta. Preguntaría a San Juan de Pasto y Popayán en qué andan, temiendo la respuesta de Tumaco, Buenaventura o Quibdó, con ese potencial de ser las ciudades más biodiversas del planeta y, de verdad, los pretendidos “mejores vivideros”.
 
La ecología urbana es un campo que progresa en todo el mundo y, según me cuentan, Berlín se asesora de firmas colombianas para restaurar y manejar su diversidad biológica. Esperemos que la noción de sostenibilidad urbana incorpore, como en Medellín, a toda la naturaleza como parte de su responsabilidad. Es tarea para la Sure (Sociedad de Ecología Urbana) cuando abra su capítulo Latinoamericano en Bogotá, consolidar réplicas desde Ciudad Juárez hasta Ushuaia.
 
La identidad humana, nuestra capacidad de construir una conciencia cada vez más compleja y el reto de sobreponernos al caos climático, nos hacen responsables de esas comunidades vivas, desplazadas una vez, hoy parcialmente reintegradas a los hábitats urbanos. Con ellas también hay postconflicto, somos sociedad y compartimos un destino.

 

Editorial de Brigitte Baptiste para la República: http://www.larepublica.co/

 

 

El investigador que encontró la Titanoboa estará en Villa de Leyva

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Bogotá, D. C. 11 de diciembre de 2014. Instituto Humboldt
El investigador que encontró la Titanoboa
estará en Villa de Leyva

Edwin Cadena, el geólogo santandereano que encontró la serpiente más grande hasta el momento conocida, considerada como uno de los 10 hallazgos paleontológicos más importantes del mundo, estará en Villa de Leyva en el lanzamiento oficial de la exhibición “Titanoboa, del bosque al desierto en 60 millones de años”.

El investigador, radicado actualmente en Alemania, hará presencia el 12 de diciembre en la exposición organizada por el Instituto Humboldt, la Alcaldía de Villa de Leyva y el Centro de Investigaciones Paleontológicas. Gracias al apoyo del Instituto Smithsonian se podrá apreciar la réplica de la serpiente en el claustro de San Agustín, sede del Instituto Humboldt en Villa de Leyva, hasta finales del mes de enero.

Según Cadena, “el descubrimiento que se hizo del fósil de la Titanoboa hace cinco años es único en Colombia y el mundo, y hasta el momento no existen registros de apariciones de serpientes como estas”.

El geólogo, dedicado a estudios paleontológicos, determinó que la Titanoboa cerrejonensis, nombre científico de la especie encontrada en las minas del Cerrejón en La Guajira, “existió únicamente al norte de América del Sur y su presencia es posterior a la época de los dinosaurios”.

A los hallazgos de la Titanoboa se sumaron tortugas y cocodrilos que vivían en los bosques que ocupaban el espacio de lo que hoy es un desierto, y en su momento parecido a los bosques actuales de la Amazonia.

El científico explica que “varias de las causas que permitieron la existencia de una serpiente de más de 14 metros de largo y una tonelada de peso, fue consecuencia clara de las altas temperaturas del planeta, permitiendo un aceleramiento del metabolismo de las especies, generando como resultado un gran crecimiento”.

También expresó que “la desaparición de los dinosaurios le permitió a algunas especies, entre ellas la Titanoboa, no tener grandes competidores por alimento y espacio, generando una carrera muy acelerada por el crecimiento, lo que le permitió tener un dominio de los bosques tropicales en los que habitaban. Al extinguirse animales tan grandes, otros tuvieron la oportunidad de crecer y desarrollarse”, concluyó Cadena.

Contacto prensa: María Lourdes Zimmermann, 3162436304.

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Medellín, una ciudad para la biodiversidad

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Bogotá, D. C. 9 de Diciembre  de 2014. Instituto Humboldt
 
Medellín lanza Política de Biodiversidad pionera a nivel nacional.
 
“Medellín, una ciudad para la biodiversidad” es el nombre de la política pública municipal enmarcada en la Política Nacional para la Gestión Integral de la Biodiversidad y sus Servicios Ecosistémicos (PNGIBSE), que según el acuerdo municipal —010 de 2014—, se convierte en pionera a nivel nacional.
 
El acuerdo, a favor del conocimiento y el uso sostenible de la biodiversidad, se dará a conocer el próximo miércoles 10 de diciembre en el auditorio Plaza de la Libertad, a las 9 de la mañana, en la ciudad de Medellín. Contará con la participación de todas las instituciones que hicieron parte del primer ejercicio de promoción a escala local de una gestión ambiental y ecológica de los territorios urbanos a nivel nacional.
 
La construcción de la propuesta, a partir del cual se tomarán decisiones más acertadas basadas en el conocimiento actual de la biodiversidad del municipio y su disponibilidad, inició su formulación en el año 2013, con el fin de gestionar de manera integral la biodiversidad y los servicios ecosistémicos de Medellín. Este trabajo hoy da sus frutos gracias al esfuerzo de la Secretaría del Medio Ambiente, el Instituto de Investigación de Recursos Biológicos Alexander von Humboldt, el Jardín Botánico de Medellín, la Corporación Parque Explora, Parques Nacionales Naturales de Colombia, las universidades de Antioquía y Nacional y las autoridades ambientales de la región, entre otros.
 
Estas instituciones, con la participación de un equipo de investigadores especialistas en insectos, plantas, mamíferos, aves, gestión de la información y servicios ecosistémicos, se reunieron para aconsejar a las instituciones que administran los recursos naturales de Medellín, entregando como resultado la política pública municipal “Medellín, una Ciudad para la Biodiversidad”.
 
La política, adoptada por el Concejo Municipal, se constituye en una carta de navegación en gestión del territorio de manera sostenible, orientando las acciones de la administración, autoridades ambientales y la ciudadanía en general, de una manera responsable con el ambiente, precisado desde la comprensión de la biodiversidad y su manejo a través de  buenas prácticas que contribuyan a su protección y conservación. 
 
Este compromiso evidencia la necesidad de fortalecer la gobernabilidad y gobernanza en el municipio, desde un enfoque de apropiación social de las riquezas naturales con las que cuenta el municipio.
 
 
CONTEXTO INFORMATIVO
 
Reconociendo que el crecimiento de los centros urbanos es uno de los principales vectores de transformación de los paisajes y ecosistemas, pero a su vez, que la gestión urbana es una
oportunidad para la conservación de la biodiversidad, en 2011 el Instituto de Investigación de Recursos Biológicos Alexander von Humboldt identificó la necesidad de promover una línea de investigación dedicada a analizar las relaciones entre la biodiversidad, los servicios ecosistémicos y las dinámicas urbanas en el país. En ese momento, el Instituto Humboldt convocó a algunas autoridades ambientales urbanas, en primera instancia, y a un anillo de actores de diversa naturaleza que tuvieran interés en crear o fortalecer capacidades para la gestión integral de la biodiversidad en entornos urbanos.
 
A esta convocatoria respondió el municipio de Medellín, que por su interés en escalar la gestión de la biodiversidad más allá de las áreas protegidas de la ciudad, formulando criterios que enriquecieran las agendas municipales de hábitat, planeación, educación y bienestar humano, a mediados de 2012. a través de la Secretaría de Medio Ambiente, solicitó la asesoría del Instituto Humboldt para desarrollar un ejercicio pionero que permitiera aplicar los lineamientos de la entonces adoptada Política Nacional para la Gestión Integral de la Biodiversidad y sus Servicios Ecosistémicos (PNGIBSE), convirtiendo a Medellín en el primer municipio en construir una política de biodiversidad con el ejercicio de diversas instituciones.
 
Medellín es una ciudad rica en naturaleza en un país megadiverso, condición que se relaciona directamente con el bienestar de sus habitantes. El municipio alberga el 25 % de aves del país, el 19 % de sus mamíferos, 10 % de plantas vasculares y 4 % de anfibios.
 
 
 
Contactos de prensa
En Bogotá: María Lourdes Zimmermann, Instituto Humboldt, 3162436304.
En Medellín: Jennifer Montoya Díaz, Comunicadora Secretaría de Medio Ambiente, 3014593473.
 
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Fototrampeo

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Bogotá, D. C. 4 de diciembre  de 2014. Instituto Humboldt
 
En el departamento de Bolívar ya se hace fototrampeo para estudiar las especies que habitan en sus bosques.
 
El Instituto de Investigación de Recursos Biológicos Alexander von Humboldt lanza  “NAIRA, Leyendo Biodiversidad”, una nueva herramienta para la clasificación de imágenes de fototrampeo y organización de datos, que ayudará a los investigadores en el procesamiento de la información proporcionada por las cámaras trampa, equipos que se ocultan para capturar las imágenes de las especies que habitan en distintos territorios.
 
El departamento de Bolívar es objeto de varios proyectos de fototrampeo, esto permitirá a los investigadores del Instituto Humboldt hacer monitoreo de las especies que habitan en los bosques de la región y conocer más la diversidad presente en ellos.
 
Actualmente, la hacienda El Ceibal, ubicada en el municipio de Santa Catalina (Bolívar),  fue escogida para el proyecto de monotireo con fototrampeo. El lugar cuenta con áreas dedicadas a la ganadería extensiva y un fragmento de bosque seco en donde se desarrollan proyectos para la protección del mono tití cabeciblanco (Saguinus oedipus), especie única del país, de la que se tiene poca información y que está en la lista roja de las especie en peligro de extinción.
 
 En El Ceibal se instalaran 20 cámaras trampa, que registraron información durante 30 días con la captura de más de 3.000 momentos de las especies de mamíferos allí presentes, lo que permitirá recopilar la información necesaria para generar un panorama base de la biodiversidad de la zona y el desarrollo de proyectos futuros de conservación.
 
En las cámaras trampa instaladas en los bosques secos del Caribe, se espera registrar alrededor de 20 especies de mamíferos susceptibles de ser capturadas en muestreos de fototrampeo, entre ellas se destacan cuatro especies de felinos: ocelote (Leopardus pardalis), gato montés (Puma yagouaroundi), jaguar (Panthera onca) y puma (Puma concolor), también un venado (Mazama sanctaemartae) con distribución restringida al norte de Suramérica, en Colombia y Venezuela.
 
El próximo 4 de diciembre se realizará el lanzamiento de Naira en el marco del IV Congreso de Zoología, a las 4 pm en la sala de reunión 301 del Centro de Convenciones Cartagena de indias. 
 
Contexto de la información
Los videos y fotos de animales en sitios remotos de la geografía de cualquier lugar del planeta, generan un alto impacto porque registran minuto a minuto el comportamiento de las especies en su estado natural. 
 
Las cámaras trampa se convierten en los ojos de los investigadores que no están en campo, registrando imágenes con una cámara escondida en bosques y selvas que a través de sensores de movimiento capturan la presencia de los animales que se encuentran en el sitio.
 
20 cámaras trampa ubicadas en bosques y selvas, pueden capturar en un mes de 3 mil a 5 mil fotos  que le permiten a los investigadores ver las especies presentes en un sitio y hacer monitoreo de las mismas.
 
La herramienta fue desarrollada para hacer el seguimiento de mamíferos. En Colombia se  utiliza para monitorear gatos de monte, pumas, jaguares, osos y  venados entre otras especies, pero hoy en día, también es utilizada para hacer seguimiento a través de imágenes a reptiles como tortugas de tierra y a otros animales como aves.
 
Para mayor información puede comunicarse con María Lourdes Zimmermann:
Esta dirección de correo electrónico está siendo protegida contra los robots de spam. Necesita tener JavaScript habilitado para poder verlo.
Cel.3162436304
 
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Movimientos sociales, políticas y conflictos ambientales en la construcción de ciudad: El caso de Bogotá

 
En el número especial sobre ciudades de la Revista Ecología Política (número 47), el texto "Movimientos sociales, políticas y conflictos ambientales en la construcción de ciudad: El caso de Bogotá", intenta ilustrar el rol que han tenido las organizaciones sociales en el desarrollo de algunas políticas de desarrollo urbano y gestión de los ecosistemas urbanos en la ciudad.    
 

Conocimiento suficiente (Columna de Brigitte Baptiste)

Brigitte Baptiste, directora del Instituto Humboldtbrigitte baptiste credito juan jose carrilloips
 
09/12/2014
 
Culminó en Cartagena el viernes pasado el IV Congreso Colombiano de Zoología, donde más de 3.000 personas presentaron y debatieron los avances en el conocimiento de nuestra fauna silvestre, ejercicio que se viene haciendo regularmente cada cuatro años gracias a la Asociación Colombiana de Zoología. Se alterna este evento con los congresos de botánica, que usualmente reúnen un número similar de expertos, estudiantes (que con alegría siempre predominan), profesores y consultores interesados en la megabiodiversidad colombiana. Continúa así la tarea iniciada por la ciencia occidental en América durante las expediciones de Mutis, Humboldt, Codazzi y  muchos otros, y a la que hoy se suman las ciencias indígenas o sistemas de conocimiento local y empírico, poco visibles, pero fundamentales para abordar la complejidad de los sistemas socioecológicos ecuatoriales.
 
A raíz del crecimiento, revisión, ajuste y acumulación de conocimiento básico que se evidencia en los eventos, la literatura y los medios, cada cierto tiempo resurge el debate de la pertinencia y suficiencia de la investigación para tomar decisiones bien sea de preservación de la biodiversidad y los ecosistemas, bien para su transformación con diferentes propósitos (agricultura, infraestructura vial, minería e hidroenergía, urbanismo, etc). El profesor Orlando Rangel, del Instituto de Ciencias de la Universidad Nacional, sostiene que Colombia cuenta con conocimiento suficiente y adecuado para guiar la mayoría de las grandes preguntas que afronta el país en relación con el manejo de su biodiversidad, y no le falta razón: su propio trabajo de décadas (www.colombiadiversidadbiotica.com), así como el de sus colegas, de los institutos de investigación públicos y privados, y de las grandes organizaciones no gubernamentales que hace años desarrollan sus proyectos ambientales en Colombia (WWF, TNC, CI, WCS, Birdlife, Uicn, entre otras), configuran un panorama de datos y una visión ecológica de país cada vez más rica, pertinente y reconocida nacional e internacionalmente. 
 
A pesar de todo este bagaje, lo cierto es que las ciencias no operan de manera monolítica, y sus resultados e interpretaciones de la realidad están adscritas a complejos teóricos, epistemologías en conflicto y restricciones de validez de todo tipo que siempre deben ser reconocidas ex - ante, es decir, como limitaciones de los modelos de pensamiento con que se adquiere y procesa la información de la cual se extraen conclusiones y recomendaciones de acción. Ninguna ciencia se libera de ello, puesto que la verdad es contingente y si bien la Ley de la Gravedad ya no se pone en duda ni es sujeto de interpretación política, estamos lejos de entender su comportamiento universal. Muchos menos certeza tenemos, por supuesto, en temas del comportamiento de los individuos o grupos sociales, sujetos a la inestabilidad de su naturaleza compleja: la psicohistoria de Hari Seldon es apenas una ciencia…ficción, sugerida por Isaac Asimov en sus novelas de los años 60.
 
En Colombia, el conocimiento de la biodiversidad sigue disperso en decenas de mentes y trabajos que requieren foros y debates arbitrados, una disciplina indispensable que lleva al rigor de las academias, que de todas maneras, están conformadas por personas, a cuya sabiduría apelamos, más que a su conocimiento. Poco las consultan los políticos, lamentablemente, y poco confían los académicos en los políticos, siempre dispuestos a tomar decisiones instintivas y temerarias, aunque a menudo, más apropiadas a las urgencias y a los contextos de complejidad en que se vive. Esta relación, a su vez, determina enlaces ocasionales entre escuelas de pensamiento, expertos y líderes de opinión, quienes compiten bajo la forma de proyectos científico/políticos para convencer al público y ganar su apoyo electoral, al menos en sistemas democráticos. En los extremos, por supuesto, los líderes prefieren suprimir la ciencia. O acallar algunos científicos.
 
Es natural, por tanto, que exista conocimiento parcial y redundante, contradictorio y sinérgico, cuya síntesis será siempre difícil o imposible; para eso existen las escuelas, los programas, las academias, los grupos de investigación y la libertad de pensamiento. La noción de conocimiento suficiente, por tanto, está atada a esas limitaciones, a la circulación abierta del saber y a las consideraciones de la sociedad en pleno (en la cual los científicos son minoría), a quien corresponde en últimas definir el nivel de riesgo que quiere asumir al adscribir sus decisiones a algún modelo de conocimiento disponible.
 

Editorial de Brigitte Baptiste para la República: http://www.larepublica.co/

 

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