Instituto de Investigación de Recursos Biológicos
Alexander von Humboldt

Investigación en biodiversidad y servicios ecosistémicos para la toma de decisiones

conexion vital

III. Fauna de Caño Cristales, sierra de La Macarena, Meta, Colombia

La Corporación para el Desarrollo Sostenible del Área de Manejo Especial La Macarena-Cormacarena y el Instituto de Investigación de Recursos Biológicos Alexander von Humboldt, decidieron realizar estudios sobre la fauna en Caño Cristales (sierra de La Macarena). Se realizó entonces una evaluación rápida de la biodiversidad de Caño Cristales en octubre 2016 a fin de caracterizar los siguientes grupos: macroinvertebrados acuáticos, peces, anfibios, reptiles, aves y mamíferos. Para ello, mediante diferentes metodologías ajustadas a cada uno de los grupos, se hicieron muestreos diurnos y nocturnos en el sistema acuático (CC y afluentes) y formaciones vegetales circundantes (bosque ripario o de galería, sabanas arboladas, arbustales, vegetación en afloramientos rocosos, morichales, sabanas naturales) y sistemas antropizados (potreros, viviendas), incluyendo los diferentes microhábitats posibles.

 

La publicación se encuentra disponible para lectura en nuestro Repositorio Institucional.

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Pensar el campo colombiano en tiempos de paz, ¡sin los errores del pasado!

simposio rural

“La gestión de la biodiversidad no se entiende como parte del desarrollo rural integral”, así lo manifestó Brigitte Baptiste, directora general del Instituto Humboldt, durante su intervención ante académicos, estudiantes y público no especializado, reunidos para analizar los retos de una reforma rural integral en la construcción de paz.

Asuntos relacionados con cambios sociales, ambientales y de sostenibilidad, así como el reconocimiento al rol de las comunidades rurales en la gestión de los ecosistemas, acompañaron sus reflexiones.

Sostenibilidad en la realidad rural colombiana

Según Baptiste, el país asocia el desarrollo rural integral con la producción campesina y desconoce las prácticas heterogéneas que las culturas han desarrollado en los ecosistemas, invisibilizadas por años de conflicto armado interno y el distanciamiento y ruptura entre las disciplinas académicas, las cuales merecen reconocimiento e inclusión.

“Desde el punto de vista de la biodiversidad, Colombia es un país privilegiado, con condiciones únicas de diversidad biológica a nivel genético, de especies, comunidades y ecosistemas, lo cual indudablemente tiene que marcar una cualidad para el desarrollo rural que hasta el momento no siempre ha sido explícita”, declaró Brigitte.

También, mencionó que el tránsito hacia un desarrollo rural integral sostenible no es una tendencia reciente en el mundo: “la noción de sostenibilidad existe hace varias décadas. Lo nuevo es el deseo de recopilar los aprendizajes al respecto, que funcionan en muy diversas escalas y a veces de manera contradictoria, pues aquello que resulta sostenible para un pequeño productor a la escala de su predio no necesariamente lo es a otros niveles”.

Para ella, la aspiración de un desarrollo rural integral apunta hacia la sostenibilidad en un contexto distinto al de hace cinco décadas, cuando críticas muy marcadas al modelo de desarrollo de entonces dieron origen, entre otros factores, a la insurgencia y a la violencia, aspectos que deben considerarse para evitar los errores del pasado.

Al respecto, Baptiste dijo: “El modelo de desarrollo planteado para el posconflicto debe aprovechar las lecciones aprendidas y plantear un salto cualitativo para no hablar de las mismas metas y condiciones de los años 70. Una de las cosas que nos preocupan, por ejemplo, es la indudable necesidad de construir vías tercerías para incorporar a la población rural a los mercados y darles acceso a todos los servicios del Estado”.

Otro aspecto que le preocupa es el cambio climático y los daños acumulados en el medio ambiente: “La vulnerabilidad de las poblaciones rurales es muy distinta a la de hace 30 o 40 años no solo por eventos climáticos extremos como inundaciones, avalanchas, incendios forestales, etc., sino también por la misma actividad productiva que ha generado más vulnerabilidad y en otras ocasiones resiliencia en la diversidad biológica”.

Recordó, además, la realidad a la que nos enfrentamos, y que amerita atención en torno al desarrollo rural integral, en lo relacionado al daño ambiental acumulado en años de contaminación por agroquímicos, mercurio en el agua, minería, desechos industriales, plásticos, micropartículas en los suelos, sedimentos en el fondo oceánico e “innovaciones tecnológicas gigantescas sin suficiente análisis, las cuales generan riesgos y oportunidades para las distintas formas de desarrollo rural, algunas de ellas con implicaciones importantes en la gestión ambiental y de la biodiversidad”.

Más allá de la discusión sobre transgénicos y semillas, tema que está sobre la mesa y que no pasa inadvertido, Baptiste invitó a mantener los ojos puestos en la bioseguridad y las invasiones biológicas. Para finalizar, destacó los cambios sociales en las familias rurales: “la de hoy es una familia que tiene una forma distinta de hacer las cosas, donde la mujer, los jóvenes, ancianos o la diversidad étnica juegan un rol específico y marcan muchísimo el desarrollo rural”.

Conectar saberes locales con decisiones globales

En cuanto al rol de las comunidades campesinas en la gestión de los ecosistemas, la Directora del Humboldt sostuvo que existen cualidades invisibles del desarrollo rural o de las sociedades rurales que al evidenciarlas promueven la construcción de proyectos y visiones novedosas de dicha ruralidad.

En sus palabras, “el desarrollo rural es mucho más que la producción de alimentos”. Más allá de que nuestras sociedades rurales han liderado la gestión del territorio y el manejo de los ecosistemas en favor de la sociedad, de los colombianos e incluso de la sociedad global. Y concluye: “Las sociedades campesinas, indígenas, comunidades negras, pescadores, etc., mantienen la funcionalidad de los ecosistemas a través de sus actividades y preceptos. Así han garantizado una regulación hidrológica, polinización y ciclado de nutrientes”.

De ello dependen las ciudades. El 75 % de la población colombiana que hoy las habita absorbe y consume servicios ecosistémicos o contribuciones de la naturaleza al bienestar humano, mediadas por las sociedades rurales. Así lo señaló: “Hay una discusión alrededor de los campesinos habitantes de páramos. Ellos llevan décadas allí y son expertos en ecología del lugar. Algunas de sus prácticas responden a la dinámica ecológica y otras chocan con estas ante una realidad de miseria y de deficiencia productiva”. Este panorama demanda un trabajo con estos actores en el manejo de fondo de los ecosistemas.

Ante las preguntas: ¿cómo compensar dicho trabajo?, ¿cómo reconocer lo indispensable de las comunidades campesinas en la conservación por el bienestar colectivo?, Brigitte respondió que “en ese reconocimiento se plantea la necesidad de entrar en esquemas de pago por servicios ecosistémicos, una noción ambigua pues no sabemos qué se paga: la administración ecológica, la provisión de un servicio o la mercantilización de la naturaleza. Necesitamos revisar otras formas de trasferir capacidades a las comunidades rurales y reconocer su rol mediante inversiones directas en educación, calidad de vida u otro tipo de transferencias que generen equidad y más simetría entre las responsabilidades de gestión del territorio”.

Como conclusiones generales, Brigitte Baptiste reconoció la diversidad cultural de un país como el nuestro con más de 100 tradiciones diferentes entre los pueblos indígenas, las comunidades afrodescendientes y campesinas que, incluso, no están cartografiadas de forma correcta desde el punto de vista de su heterogeneidad: “esto, en un territorio con un área como la de nuestro país, representa un acervo importantísimo de sistemas de conocimiento gestados adentro de la diversidad biológica, que ha evolucionado y construido modos de vida y estrategias adaptativas”.

Desde su perspectiva no se trata solo de sistemas simbólicos y construcciones narrativas de la realidad, sino un conjunto de prácticas y modos fundamentales de entender el mundo para su adecuado funcionamiento, donde cada tradición dispone de un potencial para gestionar el territorio a partir de un trabajo multicultural que debe incluirse en los retos de la integralidad.

La directora del Humboldt aprovechó, además, para pedir a Colciencias que ejerza un rol primordial en la financiación de varios modelos de conocimiento por las múltiples perspectivas de innovación y de trabajo con la biodiversidad presentes en la sociedad colombiana.

Sobre el hecho, aseveró: “necesitamos un mecanismo de gestión de conocimiento que circule libre y a disposición de los colombianos para conservar y capturar los aprendizajes históricos, corregir aquellos elementos de insostenibilidad que son evidentes y están vinculados con políticas equívocas, falta de información, adopción de tecnologías aún no evaluadas y, en fin, reconocer que hay historia de la gestión ambiental y del desarrollo rural muy útil en estos momentos para las decisiones que tomemos en los próximos años”.

Su reflexión finalizó refiriéndose a Colombia, el país de la megadiversidad, y sus aportes al planeta Tierra desde los servicios ecosistémicos y la protección del patrimonio genético; asimismo los modos de vida y culturas colombianas, los cuales le proveen garantías y capacidades adaptativas al cambio climático como insumo en la construcción de equidad y justicia ambiental. Para ella, conectar la actividad local con las grandes decisiones globales es parte de la política ambiental y de desarrollo rural integral en el mundo.

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Regiones prioritarias para dinamizar proyectos de conservación en Colombia

La ONG Naturaleza y Cultura Internacional (NCI) y el Instituto Humboldt adelantaron taller para identificar regiones que requieren la implementación y fortalecimiento de estrategias de conservación.

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El 31 de agosto, en la sede Venado de Oro del Instituto Humboldt, el Programa de Gestión Territorial de la Biodiversidad y la ONG Naturaleza y Cultura Internacional (NCI) organizaron un taller con expertos del Instituto para identificar las regiones en Colombia que ofrecen las mejores oportunidades para la implementación de proyectos de conservación ambiental.

Dentro de los criterios evaluados durante la jornada de trabajo se pueden destacar la oportunidad de construcción de paz en zonas de posconflicto, la voluntad política, la sinergia con otras iniciativas o instituciones, así como la oportunidad de incrementar resiliencia en escenarios de cambio climático, la urgencia ambiental de conservación, el posicionamiento estratégico para la conectividad y disponibilidad de información, entre otros.

Resultado de este proceso se concluyó que, pese a la escala de análisis y la evidente heterogeneidad social y ambiental de las regiones, y dejando de lado la urgencia biológica, los Andes y la Orinoquia presentan las mejores condiciones y oportunidades para la implementación de proyectos de conservación. Sin embargo, las regiones del Catatumbo y la Guyana Colombiana parecen ser las zonas que requieren la mayor atención con proyectos de conservación, porque es allí donde existen las mayores necesidades de investigación, intervención y fortalecimiento socioambiental. Adicionalmente, se identificó que en algunos casos puede ser especialmente conveniente considerar a las organizaciones indígenas y afrodescendientes y a la Asociación Nacional de Zonas de Reserva Campesina – ANZORC como posibles socios en la implementación de estos programas para garantizar su éxito a largo plazo. Igualmente, se sugiere analizar las oportunidades que generaría el posconflicto para los proyectos de conservación, en especial por acuerdos relacionados con la reparación de víctimas por afectación ambiental, la restitución de tierras y la restauración ambiental.

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¿Y dónde están las especies?: el trabajo de BioModelos

Durante 4 sesiones de trabajo dedicadas cada una a un grupo biológico, el Laboratorio de Biogeografía Aplicada del Instituto Humboldt se esfuerza en la consolidación de modelos de distribución de especies para el fortalecimiento de  la gestión ambiental en Colombia.

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En la fotografía podemos observar a nuestro Coordinador del Laboratorio de Biogeografía Aplicada, Jorge Velázquez, asesorando a los participantes de una de las modelatones.

Entre octubre y noviembre de este año, el Laboratorio de Biogeografía Aplicada (LBA) del Instituto Humboldt a través de su plataforma BioModelos ha desarrollado 3 'modelatones' o sesiones de trabajo para avanzar en la generación de modelos de distribución de especies aprobados por expertos en el territorio nacional. Plantas, primates y aves fueron los grupos biológicos abordados en los talleres que contaron con la presencia de más de 45 expertos asociados a distintas instituciones
Realizar modelatones permite saber dónde se encuentran las especies, priorizar zonas de conservación, desarrollar planes para la reintroducción de especies, entre otras acciones que finalmente redundan en beneficios para la conservación de la biodiversidad.
El taller de validación de modelos de distribución de especies de palmas amenazadas, plantas endémicas y amenazadas del bosque seco tropical y especies exóticas, realizado el 12 y 13 de octubre en el Instituto Humboldt en Bogotá, avanzó en el desarrollo de modelos para 61 especies –incluida la Ceroxylon quidiuense conocida como la palma de cera- con el apoyo de los equipos de trabajo del LBA y el Programa de Ciencias de la Biodiversidad.

Por otra parte, el 2 y 3 de noviembre el turno fue para los primates, de la mano de la Universidad de Los Andes y la Asociación Primatológica Colombiana. Doce primatólogos participaron en esta modelatón que permitió avanzar en el desarrollo de mapas para 19 de los 38 primates presentes en Colombia.

El trabajo con aves fue realizado el 7 de noviembre en la Universidad de Antioquia en el marco del V Congreso Colombiano de Ornitología, y contó con la participación de estudiantes y profesionales con intereses particulares en algunas especies de aves, quienes lograron avances en el desarrollo de mapas para 63 especies.

Paralelamente a las modelatones, inició la campaña ‘Publica tu mapa’ una invitación a todas las personas que han desarrollado modelos de distribución de especies a publicar sus mapas a través de BioModelos (http://biomodelos.humboldt.org.co/home/publish), lo que les permitirá una mayor difusión de su trabajo, recibir aportes de otros expertos y alcanzar mayor incidencia en los procesos de toma de decisiones.

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Instituto Humboldt acoge sentencia de Corte Constitucional

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Bogotá, 18 de Octubre de 2016

 FV27249Foto: Instituto Humboldt
 

El Instituto Humboldt acoge la Sentencia T-445 de 2016, emitida por la Sala Sexta de la Corte Constitucional, que pide al Gobierno nacional realizar investigación científica y sociológica sobre impacto de minería en Colombia. En tal sentido, esperamos participar de manera activa en la mesa de trabajo interinstitucional que, por los próximos dos años, construirá un espacio plural para elaborar conclusiones gubernamentales respecto al tema.

Por tratarse de un asunto de prioridad nacional, de impacto sectorial, de relación directa con su política de Gestión Integral de la Biodiversidad y de los Servicios Ecosistémicos (Gibse) y en el contexto de la misión del institucional, el Humboldt acompañará la generación de conocimiento científico necesario y útil en la toma de decisiones según las orientaciones y acuerdos producidos en este nuevo espacio de diálogo.

El Humboldt considera esta una oportunidad para encausar esfuerzos que generen líneas de conocimiento sólidas en torno a los impactos que causan los sectores productivos del país, quienes están transformando la biodiversidad.

El Instituto permanece atento a la convocatoria por parte del Gobierno nacional, a través del Ministerio de Ambiente y Desarrollo Sostenible (MADS), y confía en el trabajo mancomunado para construir conocimiento, basado en información y estudios sobre la materia que permitan entender desde el estado y las tendencias de la biodiversidad frente a la minería, las dinámicas e importancia de este sector de la economía para el desarrollo del país y los vínculos entre el hombre, la naturaleza, la extracción minera y la gobernanza asociada.

El Instituto Humboldt confía en la participación de expertos y la disponibilidad de documentos que los diversos sectores de la sociedad consideren pertinente aportar para la elaboración de tan exigente compromiso. Su apoyo, en momentos puntuales del proceso, será clave por la información y conocimiento de la geografía colombiana y de los territorios donde se realizan actividades de extracción minera.

 

 

 

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“La ciencia terminará validando el cambio que no deseamos”: Germán Andrade

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Bogotá, 11 de Octubre de 2016

Principal
Foto: Felipe Villegas/Instituto Humboldt
 

“La ciencia terminará validando el cambio que no deseamos”. Así lo manifestó Germán Andrade, subdirector de Servicios Científicos y Proyectos Especiales del Instituto Humboldt, durante uno de los paneles temáticos realizados en el Taller Nacional de Expertos en Biodiversidad y Cambio Climático, organizado por Instituto Humboldt y el Ministerio de Medio Ambiente y Desarrollo Sostenible (MADS) con apoyo del Ministerio de Relaciones Exteriores y la Agencia Alemana para la Cooperación Técnica (GIZ).

En conversación con Gustavo Wilches-Chaux y representantes del MADS, del Instituto de Investigaciones Ambientales del Pacífico (IIAP), del Instituto de Investigaciones Marinas y Costeras (Invemar), del Instituto de Hidrología, Meteorología y Estudios Ambientales (Ideam) y del Instituto Amazónico de Investigaciones Científicas (Sinchi), Andrade insistió en que las demandas medioambientales actuales no dan espera al aval de la ciencia: “Nos llegó primero el cambio climático que la solución basada en el conocimiento científico debido a lo lento de producirlo y validarlo. Aparentemente, el cambio global ambiental se está acelerando, por lo cual no podemos esperar una validación para actuar. Tenemos que innovar en esa forma de incorporar el conocimiento y desconocimiento en las decisiones.

Ante una clara incapacidad actual de adaptación a los efectos del cambio climático basada en los ecosistemas, y una constante incertidumbre anticipada a lo desconocido, las formas llamadas posnormales o más allá de la ciencia normal deben acelerarse sin esperar una validación de la ciencia pues, de lo contrario, como manifiesta Germán, “la ciencia terminará validando el cambio que no deseamos, desde el punto de vista de verdad científica”.

Además, Germán Andrade reprochó la resistencia de la ciencia para aceptar e involucrar otras formas de saber que pueden resolver a tiempo asuntos relacionados con el cambio climático: “Hay un problema en la ciencia cuando espera validar científicamente un hecho solamente y esa es la patente de verdad en la sociedad. Ahí falla si no acepta que hay otras formas de conocimiento. Muchos temas ambientales se ven cada vez más vinculados a conceptos y metodologías basadas en gestión del riesgo”.

Por tal razón, para el subdirector de Servicios Científicos es necesario acelerar los procesos de prevención y acción ante un cambio innegable del contexto ambiental global que incluya, sin posturas políticamente correctas frente a la diversidad cultural, saberes ancestrales: “Si muchas de las culturas y comunidades locales han pervivido en el tiempo es porque ahí hay un saber pues sin conocimiento es imposible colonizar territorios. Esa sabiduría no sistematizada ni valorada frente a los objetivos que perseguimos es un desperdicio. La gente sabe cómo vivir en el territorio, no es gratis y nosotros tenemos que ir a conocerlos para incorporarlos a los propósitos de biodiversidad y cambio climático”, indicó Germán Andrade.

Menos retórica, más democratización, soluciones a corto plazo y un diálogo urgente fueron las invitaciones de Andrade al finalizar su intervención: “Hay un conocimiento base que debe construirse socialmente. El cambio ambiental global nos está llevando a umbrales más allá de ciertas situaciones donde la misma capacidad adaptativa del conocimiento podría mostrarnos la respuesta. El sistema ecológico cambió, las preguntas también. No se trata solo de dar un estatus de validez políticamente correcto al conocimiento tradicional sino de traerlo a la mesa para discutirlo con quien lo tenga y así construir nuevo conocimiento”, puntualizó.

 

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No será fácil: páramos colombianos en el posconflicto y posacuerdo

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Bogotá, 28 de Septiembre de 2016

 FV27249Foto: Instituto Humboldt
 

• Por múltiples formas de uso y propiedad de la tierra que podrían desencadenar conflictos socioambientales, Gobierno nacional afrontará retos para ordenar el territorio en zonas de páramo durante la etapa de posconflicto.

• Territorios con figuras de protección consolidada, insuficientes o desprotegidos por completo, actividades agropecuarias en aumento, presencia de grupos armados ilegales, disputa y reclamo de tierras por parte de campesinos, comunidades étnicas o afrodescendientes son algunas variables.

• Con una macroinfografía, el Instituto Humboldt invita al análisis de los contextos regionales para el diseño de acciones y al diálogo que construya acuerdos conjuntos acerca del manejo del territorio.

El Instituto Humboldt analiza y proyecta, a través de una macroinfografía, posibles escenarios de gestión de territorios –en ecosistemas de páramo– en municipios con presencia del conflicto armado interno y organizaciones comunitarias indígenas, campesinas y afrodescendientes.

Para nadie es un secreto

Las cimas de las cordilleras andinas han sido corredores estratégicos en el desarrollo del conflicto armado interno dada la facilidad para interconectar distintas zonas del país y la complejidad de acceso a ellas. Por tal motivo, y con la implementación de la Política de Seguridad Democrática (2002-2010), los batallones de Alta Montaña retomaron el control del Sumapaz y Los Farallones de Cali, mientras las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (Farc) conservaron el Cañón de Las Hermosas, ampliamente conocido por ser refugio de Alfonso Cano, comandante de este grupo insurgente.

Ante este panorama, la condición de conservación de los ecosistemas era parte del valor estratégico de dichos corredores, por lo cual la dinámica del conflicto armado determinó el aspecto actual de estas zonas y la capacidad de acción del Estado con la fuerza pública y las entidades ambientales encargadas de la regulación de los recursos naturales. En estos espacios el conflicto influyó, además, en las políticas y capacidades de las organizaciones comunitarias indígenas, campesinas o afrodescendientes para la planificación colectiva del territorio.

Con tales dinámicas, los páramos han sido escenario de acciones armadas por parte de grupos insurgentes y, a la vez, espacios donde confluyen diferentes formas de apropiación del territorio y expectativas frente al uso y propiedad del suelo. Desde esta perspectiva, los sistemas paramunos también pueden considerarse “frontera agrícola”, al igual que extensas regiones de tierras bajas colombianas cuya expansión y tasa de transformación está relacionada con acciones insurgentes y de la fuerza pública. En tal sentido, puede esperarse que el cambio en la correlación de poderes en zonas de alta montaña influya sobre el estado de conservación de los ecosistemas y en el dominio del territorio por parte de sus habitantes.

La alta montaña y el posconflicto

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Con respecto a zonas de alta montaña en la etapa de posconflicto, el análisis se centra en las múltiples formas de territorialidad que conviven con figuras de ordenamiento dirigidas a la conservación de la biodiversidad, lo que supone conflictos de distinta naturaleza, que tanto el Estado como los actores económicos deben considerar al momento de priorizar e implementar acciones derivadas de los acuerdos de paz.

Según la información que ofrece la infografía las formas de territorialidad en los distintos niveles de elevación de las cordilleras tienen elementos comunes. Por ejemplo, las zonas más altas –en especial aquellas con áreas glaciares, aledañas y páramos en buen estado de conservación– se encuentran bajo formas de protección del Sistema de Parques Nacionales Naturales (PNN). Alrededor de estas y, en ocasiones sobrepuestas, hay figuras de áreas protegidas de orden regional –no siempre de protección estricta–, resguardos indígenas y Zonas de Reserva Campesina (ZRC) constituidas o en proceso de conformación. En este “cinturón” –según la zona sombreada del infográfico– que muchas veces coincide con el límite inferior del páramo y la región altoandina es frecuente encontrar extensas superficies en donde las actividades agropecuarias siguen en ascenso y la propiedad de la tierra suele ser incierta, pues allí confluyen igualmente propietarios, arrendatarios de predios y territorios colectivos, lo cual es fuente de múltiples conflictos socioambientales.

Las cuestas medias y bajas de las cordilleras presentan otro tipo de dinámica en cuanto a la producción y propiedad de la tierra. Allí se encuentran actividades económicas diversas y asociadas a pequeñas extensiones de suelo. En los valles interandinos, y planicies de zonas bajas, hay monocultivos de palma, arroz, caña, ganadería extensiva y sistemas agrícolas y ganaderos desarrollados por grandes propietarios, así como ciudades, perímetros urbanos y semiurbanos –se puede afirmar que este mismo esquema aplica en el caso del Altiplano Cundiboyacense–, con algunos modelos de conservación complementarios o ninguno de ellos. En cuanto al conflicto armado, es notable la presencia de grupos de autodefensas o paramilitares.

Carlos Sarmiento, coautor de la macroinfografía, afirma que “este diagrama es una aproximación –pues no todos los contextos funcionan de la misma forma– que señala los fuertes cambios que podemos esperar en las dinámicas del paisaje de zonas sin figuras de protección estricta o en donde las existentes aún son insuficientes, o bien en donde confluyen territorios indígenas y zonas de reserva campesina. Es decir, la transformación del territorio sería mayor donde la gobernanza sigue en disputa más allá del conflicto armado. Desde esta perspectiva, los escenarios nos plantean que no es lo mismo establecer acciones en un páramo con muy buen grado de conservación –con una figura de protección consolidada– a establecerlas en un territorio en donde la actividad agropecuaria esté en aumento y puedan existir tierras reclamadas por campesinos y comunidades étnicas”.

Escenarios de gestión en municipios con área en páramo

 

Para dimensionar la naturaleza y la magnitud de los retos que podría afrontar el gobierno nacional, la macroinfografía analizó tres variables para 26 municipios que tienen más del 25 % de su territorio en páramo y altas posibilidades de recibir distintas dinámicas asociadas al posconflicto. 

Las variables examinadas en este ejercicio exploratorio fueron porcentaje del municipio en zona de páramo, intervención o transformación de la cobertura de la tierra, categorías de conservación del Sistema Nacional de Áreas Protegidas (Sinap) y presencia de resguardos indígenas y franjas de reserva campesina formales o en proceso de constitución.

Los diferentes escenarios de gestión del territorio resultantes los explica Sarmiento: “Combinamos esas variables para los distintos municipios y analizamos las tres agrupaciones resultantes: municipios con páramos muy intervenidos y poco protegidos (A), municipios con páramos poco intervenidos y poco protegidos (B) y municipios con páramos poco intervenidos y muy protegidos (C)” . Por ejemplo, en el complejo Sumapaz ya existe el Parque Nacional del mismo nombre, una zona de páramo no incluida en dicha figura y un proceso para la declaración de una ZRC en el municipio de Cabrera (Cundinamarca). “A este contexto no puede llegarse de la misma manera que a otro que tiene resguardos indígenas y parque nacional, como el caso del Nevado del Huila, tampoco te apareces de igual forma a un municipio con campesinos e indígenas buscando figuras de territorialidad para un mismo espacio, como ocurre en el Complejo de Páramos Guanacas -Puracé - Coconuco. De allí, la necesidad de una mirada y diseño de políticas de intervención distintas para cada uno de estos escenarios”, enfatiza Carlos Sarmiento.

La macroinfografía resalta, también, la pluralidad de las comunidades a lo largo de los páramos, quienes deciden sobre el territorio. Por tal razón, es indispensable considerarlas como tomadoras de decisiones en cuanto al ordenamiento del territorio en sus respectivas regiones. “Buscamos llamar la atención acerca del diseño de acciones de ordenamiento del territorio ante la presencia frecuente de organizaciones comunitarias legítimas, actores clave en el diseño de estrategias. La idea no es entrar a estos espacios ignorando a gente que sobrevivió a circunstancias adversas, se organizó, definió sus prioridades y conoce la biodiversidad propia del lugar. Hay que reconocerlos como instituciones partícipes y no como grupos de personas a quienes se les comunican decisiones ya por 4 finaliza Sarmiento.

Con este ejercicio, el Instituto Humboldt invita al análisis de los contextos territoriales de cada región, a incluirlos como variables en el diseño de acciones, a reconocer a los actores como tomadores de decisiones –pues no solo en las entidades públicas está dicha facultad–, a abrir el diálogo para hacer acuerdos conjuntos acerca del manejo del territorio y a planear proyectos de investigación conjuntos.

Descargue la Macroinfografía aquí

Créditos de la publicación: Alejandra Osejo, Jessica Zapata, Carlos Sarmiento y Paula Ungar (Autores). Proyecto Insumos Técnicos para la Delimitación de Ecosistemas Estratégico s: Páramos y Humedales, Instituto Humboldt y Fondo Adaptación.

 

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Apoyo a la paz y la naturaleza en Colombia

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CONSIDERANDO que el 24 de agosto del año 2016 Colombia firmó un acuerdo de paz con la guerrilla de las FARC y que esto traerá beneficios al país, al continente y al mundo entero;

RECONOCIENDO que Colombia es uno de los países más biodiversos del mundo y que el conflicto armado mediante numerosos ataques a la infraestructura y la deforestación ha causado graves repercusiones sobre los recursos naturales y la degradación de los ecosistemas;

TENIENDO EN CUENTA la gran oportunidad que la firma de la paz significa para la sociedad colombiana y el manejo sostenible de sus recursos naturales, lo que permitirá encontrar soluciones basadas en la naturaleza, su conservación y la equidad social en un contexto de paz; y

CONSIDERANDO igualmente el riesgo que corren los ecosistemas de Colombia dentro y fuera de las áreas protegidas, si durante el proceso de implementación de los acuerdos, la economía, la integración y la reconciliación social no se basan en la valoración de los servicios ecosistémicos y el ordenamiento integral territorial, así como en el respeto a los derechos de  las comunidades;

El Congreso Mundial de la Naturaleza, en su período de sesiones en Hawái, Estados Unidos de América, 1 a 10 de setiembre de 2016:

1. RECOMIENDA al Estado colombiano que preste especial atención para que durante el proceso de implementación de los acuerdos se vele por el manejo sostenible, la protección de la biodiversidad y los ecosistemas, y el fortalecimiento de la capacidad local, asegurando la equidad y la sostenibilidad del proceso;

2. SOLICITA a la Directora General que ofrezca un apoyo especial de la UICN al gobierno de Colombia para planear de manera adecuada y concertada el desarrollo de las regiones, buscando la construcción de territorios sostenibles, asegurando el respeto a los derechos de las comunidades y fortaleciendo los mecanismos de ejecución y seguimiento a fin de que esto se haga realidad;

3. INVITA a la Directora General y a la Oficina Regional para América del Sur a buscar apoyo, en colaboración con los miembros de la UICN, para presentar propuestas innovadoras que ayuden durante esta transición con el fin de proteger y valorar los recursos naturales para las generaciones actuales y futuras, y promover una gobernanza incluyente en pro de una verdadera reconciliación de la sociedad con su entorno natural; y

4. SOLICITA a todos los miembros de la UICN que, desde sus capacidades técnicas y científicas, aporten a la construcción de la paz estable y duradera en Colombia, con equidad social y respetuosa de la naturaleza.
 

Fundación Natura
Academia de Colombiana de Ciencias Exactas,
Físicas y Naturales,
Instituto  SINCHI,
Instituto Alexander von Humboldt,  
Instituto de Investigaciones Marinas y Costeras José Benito Vives de Andreis INVEMAR,
Fundación Humedales,
Fundación Malpelo y otros Ecosistemas Marinos,
A Fundación para la conservación del Patrimonio Natural Biocolombia,
Consorcio Ambiental Dominicano,
Fundación Sur Futuro,
Fundación Progressio,
Grupo Jaragua,
Para la naturaleza,
P-RPNYC, Fundación Futuro latinoamericano,
Fundación para el desarrollo de alternativas comunitarias del trópico,
SPDA, Pronaturaleza,
Conservation International,
Corporación Ecoversa,
Vida Silvestre Uruguay,
Ministerio Medio Ambiente Uruguay,
Fundación Ardua,
Fundación Hábitat y Desarrollo,
Fundación para la Conservación y el Uso Sustentable de los Humedales,
Fundación Ambiente y Recursos Naturales.

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¡A Ordenar El Territorio Para La Biodiversidad!

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¡A Ordenar El Territorio Para La Biodiversidad!

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Con Biodiversidad para el Ordenamiento Territorial, Brigitte Baptiste, directora del Instituto Humboldt, intervino en el Gran Foro de la Biodiversidad, liderado por la campaña BIBO del diario El Espectador, el pasado miércoles 14 de septiembre de 2016 en la capital colombiana.

Ante académicos, representantes del gobierno nacional, del sector público privado y de los medios de comunicación, la directora del Humboldt presentó los territorios como escenarios cambiantes por esencia y por la intervención del hombre sobre ellos.

Recalcó que dichas acciones afectan las especies que allí habitan, al tiempo que definen la sostenibilidad y el desarrollo económico de un país. Por otro lado, afirmó que, si bien las áreas protegidas son la base para la conservación de la biodiversidad quedan en deuda cuando la calidad de vida de los seres humanos depende de ella y de los servicios que provee.

Y es que de los servicios ecosistémicos recibimos beneficios directos e indirectos, supeditados a la calidad del hábitat. Entre algunas de las bondades que obtenemos de la biodiversidad están la polinización silvestre de frutas como el cacao, el chontaduro o el maracuyá, la absorción de CO2 o el control de vulnerabilidad de bosques secos, ciénagas y manglares ante eventos climáticos extremos.

Desde este punto de vista, y ante una etapa de posconflicto, las funciones de la diversidad biológica en el territorio y la manera de integrarse a procesos productivos y de conservación demuestran, según Baptiste, que “esta es la oportunidad de replantear el ordenamiento territorial, organizarnos y convertir los territorios en laboratorios permanentes que nos permitan saber cómo funcionan ecológicamente”.

Un primer aspecto para lograrlo, propuesto por la Directora del Humboldt, es abandonar las perspectivas naturalistas que acorralan los territorios, catalogándolos como espacios ya escritos –y sin posibilidad de edición– y adoptar la visión socioecológica que los considera una construcción cultural.

A partir de este enfoque es posible, entonces, implementar un proceso integral de construcción y organización territorial que tiene en cuenta su historia evolutiva, geológica, climática, biogeográfica y humana; que interpreta las relaciones naturaleza–sociedad y valora otros conocimientos; que analiza las escalas que producen las interacciones socioecológicas; que sintetiza y consolida modelos interpretativos integrados; que identifica y corrige procesos insostenibles en diversos grados de tiempo; que proyecta escenarios y propone ajustes en la distribución de usos del suelo y modos de intervención del territorio; y que construye herramientas para facilitar la transformación hacia mejores escenarios productivos y reproductivos.

Al mismo tiempo, se requieren otras cualidades como la generación de conocimiento relevante –que implica un re-conocimiento del territorio, colecta y registro de especímenes-; la sistematización de información; una evaluación y monitoreo de especies, comunidades y ecosistemas, además de un trabajo en red y de ciencia participativa.

Un segundo aspecto es el de los mecanismos sociales y financieros para el ordenamiento territorial (OT) sostenible basado en la biodiversidad. Baptiste destacó el rol del Plan de Acción de la Biodiversidad (2016-2025), que se desarrollará en una etapa de posconflicto y en territorios con presencia de agua, de zonas urbanas y degradadas, de campesinos, de colectivos indígenas y anfrodescendientes, de paisajes agroindustriales, forestales, ganaderos, minero–energéticos y con gestión de áreas silvestres.

Tal diagnóstico demandará, a su vez, innovación en conservación, gestión sostenible de humedales, renovación de sistemas de vida, ordenamiento y gestión tradicional, innovación en ecología urbana, reconversión e incorporación de servicios ecosistémicos en producción, gestión de ciclos de vida, proyectos, restauración, compensación y recuperación integral socioecológica.

Al referirse a la biodiversidad como una solución a la situación nacional y global para el hambre, la sed, la falta de oportunidades laborales, la pobreza, la enfermedad, la discriminación, la injusticia,  la vulnerabilidad, entre otras, Brigitte enfatizó en el Plan de Acción de la Biodiversidad –sustento de los 17 Objetivos de Desarrollo Sostenible– que en un país megacomplejo y diverso exhorta una agenda de concertación, hojas de ruta, inversiones reales y coordinadas con sectores, y ajuste a convenios internacionales.

Como tercer aspecto están los requerimientos para un OT efectivo. Aquí, Baptiste destacó la inversión y cuidado persistente en colecciones y sistemas de información con un monitoreo y gestión democrática del conocimiento asociado con biodiversidad; el diseño y experimentación controlada de paisajes productivos sostenibles, con manejo de riesgos –inundación, fuego, epidemias– y gestión eficiente de la funcionalidad ecosistémica; y la promoción y generación de capacidades y emprendimiento verde con nuevos productos, servicios ecoturísticos y salud mental.

En un cuarto aspecto, el OT basado en la gestión de la biodiversidad en áreas no protegidas, la directora general del Instituto Humboldt mencionó que un ordenamiento así garantiza funcionalidad ecológica; promueve integridad al combinar actividades económicas o modalidades de uso del suelo, que proveen beneficios a los humanos; reconoce umbrales pues implica riesgos y oportunidades de reacomodamiento de la diversidad biológica; requiere monitoreo y construcción de conocimiento público en tiempo real; genera beneficios persistentes y distribuidos con equidad a las personas; absorbe –prevé, gestiona, compensa– alteraciones de funcionalidad debido a modelos productivos basados en beneficios sociales de la naturaleza –aprovisionamiento de peces, maderas, medicinas, regulación hídrica, polinización, nutrientes, plagas–, e integra prácticas de gestión en patrones de ordenamiento con múltiples escalas de tiempo y espacio.

Para finalizar, Brigitte Baptiste compartió con los asistentes al Foro los tres pilares del ordenamiento territorial para el crecimiento verde y la bioeconomía: la gestión del conocimiento, la exploración socioecológica y la de emprendimiento.

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Con las puertas abiertas celebramos Día Nacional de la Biodiversidad

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Con las puertas abiertas celebramos Día Nacional de la Biodiversidad

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Colombia celebra el Día Nacional de la Biodiversidad el próximo miércoles, 11 de septiembre, fecha que recuerda la muerte de José Celestino Mutis, el aguerrido expedicionario que emprendió un viaje hacia la botánica desconocida y que nos heredó una significativa colección de plantas que hoy son notable base para el inventario nacional de diversidad biológica.

Como parte de las actividades conmemorativas, y convencidos de la inevitable necesidad de generar estímulos favorables para que distintos públicos se acerquen, conozcan, apropien, valoren y conserven la biodiversidad en todas sus manifestaciones, realizaremos una jornada de puertas abiertas el viernes 09 de septiembre, de 9:00 a.m. a 4:00 p.m., en nuestra sede Venado de Oro, ubicada en los Cerros Orientales de Bogotá.

Niños y jóvenes estudiantes de instituciones educativas públicas y privadas, universitarios, profesionales, adultos mayores, grupos de amigos o familias están invitados para unirse a la programación gratuita que incluye recorridos guiados por las instalaciones del Humboldt, visita a exposiciones fotográficas, laboratorios con actividades experimentales y proyecciones audiovisuales.

Prográmese

Viernes, 09 de septiembre de 2016
9:00 a.m. a 4:00 p.m. Visita a exhibiciones fotográficas “Un cerro de Historias” y “Expediciones Humboldt”

“Un Cerro de Historias”: entreteje los hilos de los ires y venires del tiempo, las experiencias y la vida en los cerros que enmarcan a Bogotá por el Oriente. Allí, entre el bosque espeso y las colinas se encuentra el Venado de Oro, memoria de las transformaciones, los habitantes y las relaciones entre biodiversidad y sociedad. El Venado de Oro y esta exhibición son el resultado de recorridos, conversaciones, recuerdos, observaciones y reflexiones que aún continúan. No paran, pues de ella eres también historia. Exposición realizada con el apoyo del Sistema de Museos y Patrimonio de la Universidad Nacional sobre las Cerros.

“Expediciones Humboldt”: trampas, cámaras, linternas, redes, libretas, botas y, especialmente, ojos bien abiertos y mucha curiosidad son los ingredientes necesarios para emprender una expedición. A través de imágenes seguiremos los pasos de los investigadores del Instituto por diferentes lugares de Colombia para descubrir nuestra biodiversidad. Sabedores locales, grupos de investigación y la comunidad tejen la red en el camino de la conservación. Las expediciones continúan, los caminos se multiplican y cada uno puede hacer parte del descubrimiento. Las fotografías de esta muestra hacen parte de la Expedición Humboldt 2015 y los proyectos Planeación ambiental para la conservación de la biodiversidad en las áreas operativas de Ecopetrol y la Expedición Bosque Seco Colombia GEF/PNUD.

9:00 a.m. Recorrido guiado por instalaciones sede Venado de oro. Pasea por los edificios del desaparecido Instituto Nacional de Recursos Naturales Renovables y del Ambiente (Inderena), pionero de la gestión ambiental en Colombia, admira los jardines y caminos de la sede mientras escuchas su historia y la de aquellas personas que dejaron una huella indeleble en estos 20 años de trabajo del Humboldt.

10:00 a.m. y 2:00 p.m. Visita al Laboratorio de Ecología Funcional. El espacio “reservado” para que investigadores identifiquen, separen, midan, sequen y procesen muestras de plantas, animales y suelos de sus salidas de campo abre sus puertas para que seas testigo de otras dimensiones de la diversidad, recolectando y observando flores, frutos y fauna a través del estereoscopio y observando los tejidos de las maderas y las hojas a través del microscopio.
Grupos de 10 personas máximo por visita.

10:30 a.m. Conferencia Conexión vital. Biodiversidad sin estrés. Una conversación donde la meditación, el yoga y la respiración serán protagonistas a cargo del activista, animalista y meditador Juan Carlos Losada de la Fundación Arte de vivir, la ONG más grande basada en trabajo voluntario con presencia en 155 países, 35 años de servicio y 370 millones de vidas cambiadas alrededor del mundo. Aquí descubriremos qué tan posible es vivir en una sociedad libre de violencia y estrés.

2:30 p.m. Proyección especial: Mañana. Cine Colombia se une a la celebración del Día Nacional de la Biodiversidad con la proyección especial del documental francés Mañana, fenómeno social alrededor del planeta, que presenta historias reales que ocurren simultáneas en 10 lugares de los cinco continentes y reinventan la agricultura, la educación, la economía, la democracia y la energía. Esta road movie muestra cómo Cyril Diane y Mélanie Laurent recorren granjas orgánicas en Francia donde un horticultor obtiene rendimientos récords en su producción sin necesidad de máquinas que usan gasolina. Nos acercan a la experiencia de Detroit, que fuera símbolo industrial estadounidense y es hoy una ciudad casi fantasmagórica tras la crisis financiera de comienzos de esta década. Los escasos habitantes que allí quedan repoblaron algunas zonas abandonadas con cultivos orgánicos. Entrada libre hasta ocupar el aforo disponible.

2:30 p.m. Proyección especial: Mañana. Cine Colombia se une a la celebración del Día Nacional de la Biodiversidad con la proyección especial del documental francés Mañana, fenómeno social alrededor del planeta, que presenta historias reales que ocurren simultáneas en 10 lugares de los cinco continentes y reinventan la agricultura, la educación, la economía, la democracia y la energía. Esta road movie muestra cómo Cyril Diane y Mélanie Laurent recorren granjas orgánicas en Francia donde un horticultor obtiene rendimientos récords en su producción sin necesidad de máquinas que usan gasolina. Nos acercan a la experiencia de Detroit, que fuera símbolo industrial estadounidense y es hoy una ciudad casi fantasmagórica tras la crisis financiera de comienzos de esta década. Los escasos habitantes que allí quedan repoblaron algunas zonas abandonadas con cultivos orgánicos. Entrada libre hasta ocupar el aforo disponible.
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