Instituto de Investigación de Recursos Biológicos
Alexander von Humboldt

Investigación en biodiversidad y servicios ecosistémicos para la toma de decisiones

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Instituto Humboldt financiará propuestas creativas sobre biodiversidad

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El Instituto Humboldt lanza la convocatoria Futuro y Biodiversidad, dirigida a personas naturales (nacionales o extranjeras), jurídicas o colectivos que desarrollen propuestas creativas y/o artísticas, desde cualquier área del conocimiento académico o empírico.

FuturoBiodiversidad

Los estímulos que serán de 10 millones de pesos (derivados de la comercialización del Tarot de la Biodiversidad) serán otorgados a dos proyectos que cumplan con las condiciones de la convocatoria y los requerimientos de evaluación de los jurados.

Las propuestas podrán abordar temas relacionados con saberes ancestrales, conocimiento empírico de las comunidades locales; perspectivas de género; implementación de tecnologías de la información; prácticas de sensibilización; iniciativas de fortalecimiento y promoción de ciudadanía y cultura ambiental; estrategias para fortalecer y promover las relaciones de los ciudadanos con los recursos naturales; prácticas formales e informales que busquen el desarrollo de los saberes ambientales, entre otros.

Las dos propuestas elegidas serán aquellas que tengan mayor capacidad para promover una reflexión innovadora acerca del porvenir de las especies de fauna o flora silvestre del país. Por tal motivo, se evaluarán, entro otros, la experiencia previa de los proponentes y el potencial que pueden tener los proyectos como dispositivos o mecanismos de reflexión acerca del futuro de la biodiversidad colombiana.

Los criterios de evaluación contemplarán la pertinencia de la propuesta con el contexto colombiano y su incidencia, directa o indirecta, en especies emblemáticas animales, plantas medicinales y la relación de estas con las personas; la calidad técnica y conceptual de la propuesta desde la perspectiva y el perfil del equipo de jurados; y la viabilidad para su implementación y desarrollo.

El grupo de jurados convocados para evaluar las propuestas está integrado por María Elvira Molano y Pedro Ruiz, autores del Tarot de la Biodiversidad; María Clara van der Hammen, doctora en Antropología Cultural; Ophelia Pastrana, física, economista y empresaria; Zenaida Osorio, magíster en Historia, Periodismo y Ciencias de la Información; Germán Andrade, magíster en Estudios Ambientales; y Carlos Rodríguez, director de la Fundación Tropenbos Internacional.

Las propuestas se recibirán hasta el 30 de noviembre de 2017, a las 17:00 horas Colombia, en la oficina central de correspondencia del Instituto Alexander von Humboldt, localizada en la calle 28A #15-09, Bogotá D.C., en sobre cerrado a nombre de Futuro y Biodiversidad.

Los interesados pueden consultar los términos y condiciones de esta convocatoria de estímulos en el sitio web del Instituto Humboldt y sus redes sociales Facebook y Twitter.

En el Atrato colombiano vive una tortuga que migró hace 8,6 millones de años

Nota de actualidad | Por: Instituto Humboldt

En el Atrato colombiano vive una tortuga que migró hace 8,6 millones de años




Foto: Claudia Ceballos


Una nueva especie de tortuga icotea, de la cuenca baja del río Atrato, noreste colombiano, fue descrita por investigadores del Instituto de Genética de la Universidad Nacional, El Museo de Historia Natural de Seckenberg de Alemania y la Universidad de Antioquia.

La icotea del Atrato (Trachemys medemi) es la primera representante de la ola de inmigración más antigua de las icoteas del género Trachemys, las cuales colonizaron a Sudamérica durante el Plioceno. Según cálculos del reloj molecular fue hace cerca de 8,6 millones de años.

Este período se caracterizó por enormes fluctuaciones climáticas y ambientales que impactaron, también, en el llamado Gran Intercambio Biótico Americano, abriendo y cerrando corredores de dispersión de especies desde Norte a Suramérica.

Al parecer, esta tortuga se apartó de su último ancestro común, y según su distribución actual parece probable que tales antepasados se dispersaron a lo largo del corredor oriental dejando una población de la icotea del Atrato al noroccidente de los Andes.

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Foto: Carlos del Valle


Para determinar que, en efecto, se habla de una nueva especie, los investigadores basaron sus estudios en doce muestras de sangre, análisis filogenéticos, y siete muestras de capturas silvestres de individuos en tres localidades: ciénaga de Marriaga (Unguía, Chocó), La Honda (Ríosucio, Chocó) y Turbo (Antioquia), más un ejemplar completo, conservado desde 1977, de la colección de reptiles del Instituto Alexander von Humboldt, el cual fue designado como ejemplar de referencia sobre el que se realizó la descripción científica y justificó el nombre de la especie.

Para inferir el rango de distribución potencial de la icotea del Atrato se identificaron regiones con clima y condiciones topográficas semejantes a aquellas áreas en las cuales existen registros verificados de la tortuga: el noroeste colombiano, cuenca hidrográfica del río Atrato y alrededores del golfo de Urabá, con pequeñas áreas en zonas del río Sinú y Juradó.

El ejemplar analizado corresponde a una hembra adulta que se encuentra en Villa de Leyva, Boyacá, como parte de la colección de reptiles del Humboldt, custodiado allí durante 40 años, tras ser colectado en el Parque Nacional Natural Los Katíos (PPNN), en el municipio de Ríosucio, Chocó.

Aunque las poblaciones de tortugas que habitan el PPNN Los Katíos y la Reserva Forestal Nacional Río León están protegidas, Trachemys medemi se enfrenta a serias amenazas actuales que ponen en riesgo su supervivencia en otros lugares de la geografía nacional.

Entre sus principales amenazas están el comercio ilegal que se ha dado al menos desde 1982 hasta hoy, la captura anual de miles de ellas para consumo humano durante la época de Semana Santa, o la quema de bosques para ganadería.

Recolección de tejidos biológicos para análisis genéticos

La información genética es una fuente de conocimiento fundamental para la gestión integral de la biodiversidad. Sin embargo, la baja disponibilidad de tejidos biológicos bien recolectados y preservados limita la integración de esta información en la toma de decisiones ambientales en países megadiversos, como Colombia. Aquí se presentan infográficamente las mejores prácticas de recolección de tejidos para una gran variedad de grupos biológicos, ofreciendo alternativas de muestreo que son prácticas bajo diferentes contextos. Cada capítulo es de la autoría de investigadores con experiencia en la recolección de tejidos en sus grupos de estudio y fue revisado científicamente por al menos dos evaluadores externos. Esta publicación ofrece la instrucción necesaria para recolectar muestras ambientales y de tejidos de plantas, macroalgas, hongos, corales, esponjas, zooplancton, macroinvertebrados acuáticos, crustáceos, moluscos, insectos, peces cartilaginosos, mamíferos acuáticos, peces óseos, anfibios, reptiles, aves y mamíferos terrestres siguiendo buenas prácticas de marcado, recolección y preservación. En la mayoría de estos grupos se presentan alternativas de muestreo no invasivo a partir de especímenes vivos y muestreo a partir de especímenes recién recolectados o depositados en colecciones biológicas, sin comprometer su integridad. Este trabajo hace parte de los alcances del programa Colombia BIO y constituye una síntesis de procedimientos útiles en campo y colecciones biológicas que busca incrementar la cantidad y calidad de las colecciones de tejidos y así fomentar la generación de información genética.

 

La publicación se encuentra disponible para lectura en nuestro Repositorio Institucional.

Descargar  Consultar en el repositorio



Recolectar y preservar muestras biológicas nunca fue tan sencillo

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El Humboldt y Colciencias lanzan libro infográfico que explica cómo recolectar muestras biológicas de manera adecuada

Bogotá, D. C. 16 de Noviembre de 2017

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La información genética es fuente de conocimiento fundamental en la gestión integral de la biodiversidad. Por tal motivo, una baja disponibilidad de tejidos biológicos bien recolectados y preservados limita la integración de sus resultados para la toma de decisiones en Colombia.

Con la intención de fortalecer la experiencia, el Instituto Humboldt con apoyo del Departamento Administrativo de Ciencia, Tecnología e Innovación (Colciencias) presenta Recolección de tejidos biológicos para análisis genético, libro infográfico que reúne algunas de las mejores prácticas de recolección de muestras para gran variedad de grupos biológicos, además de alternativas de muestreo funcionales en distintos contextos.

“El programa Colombia Bio, desarrollado por Colciencias y en cual participa el Humboldt, vio una oportunidad para difundir estas buenas prácticas en escuelas de biología y al tiempo promover los estudios de genética en el país”, declaró Mailyn González, coeditora de este texto infográfico e investigadora en Genética de la Conservación del Instituto Humboldt.

Al respecto de la importancia de la información biológica molecular, en todos sus niveles de expresión, Brigitte Baptiste, directora del Instituto Humboldt, mencionó en la presentación de esta publicación que “esta información es crucial para dilucidar el comportamiento espacial y temporal de toda la biodiversidad”.

En tal sentido, la publicación, en la cual participaron 68 expertos y tuvo una rigurosa evaluación por parte de investigadores externos, 2 por cada capítulo, promueve buenas prácticas al momento de marcar, recolectar y preservar muestras ambientales y de tejidos de plantas, macroalgas, hongos, corales, esponjas, zooplancton, macroinvertebrados acuáticos, crustáceos, moluscos, insectos, peces cartilaginosos y óseos, mamíferos terrestres y acuáticos, anfibios, reptiles y aves.

“Contamos con la partición de investigadores reconocidos por su trabajo con genética en un grupo taxonómico particular, es decir con experiencia en la toma de muestras y adscritos a instituciones científicas; incluso, se unieron dos expertos extranjeros pioneros en el manejo de muestras ambientales pues Colombia apenas empieza a despegar en este tema”, manifestó González.

Cabe destacar que, para la mayoría de estos grupos, el libro ofrece alternativas de muestreo no invasivo a partir de especímenes vivos, recién recolectados o depositados en colecciones biológicas sin comprometer su integridad.

Entre las recomendaciones generales, la publicación presenta materiales y herramientas necesarias para la recolección, el marcado y la preservación de muestras obtenidas del suelo o de excrementos; de ecosistemas de ríos, arroyos, manantiales, lagos y estanques; de tejidos vegetales, troncos leñosos y especímenes de herbario; de pesca de bote y buceo; de pelos, sangre, plumas, músculos, huesos, uñas y dientes, provenientes de peces, insectos, anfibios, reptiles, aves y mamíferos.

“Los biólogos pueden tener propósitos muy diferentes cuando van a campo y recolectan una especie, pero si garantizan la calidad del tejido colectado, abren ventanas de información para esa muestra, más allá del propio interés del profesional”, afirmó la coeditora de la publicación.

Como síntesis de mejores prácticas de conocimiento científico y empírico por parte de expertos en diversos grupos biológicos, para explorar la biodiversidad y preservar el potencial de la información genética, este material espera convertirse en referente en las aulas de biología donde profesores experimentados y estudiantes universitarios hallen útiles sus instrucciones, manteniendo siempre el compromiso ético que adquieren como expedicionarios y guardianes de la diversidad biológica.

Según Henry Arenas, también coeditor de la publicación e investigador del Programa Ciencias de la Biodiversidad del Humboldt, “no existe algo similar en el país, por lo cual este libro seguro será un referente en la formación profesional de los futuros biólogos y una guía práctica en campo, así como en colecciones biológicas”, sin descartar su utilidad en las aulas de clase escolares.

Por ahora, queda establecer una red de colecciones de tejidos que, como repositorios del patrimonio natural, continúen en constante crecimiento en sus técnicas de conservación para el avance en el conocimiento de la vida.

“Es nuestro anhelo, porque hoy en Colombia no existe una comunidad asociada y conectada a una red de intercambio de colección de tejidos que permita darles la relevancia que merecen y conservarlos en varios lugares para garantizar su permanencia en el tiempo. Por eso, si a futuro tuviéramos una plataforma que incrementará el análisis genético a nivel regional, sería ideal”, puntualizó González.

Recolección de tejidos biológicos para análisis genético será distribuida en bibliotecas universitarias y colecciones biológicas del país; también estará disponible para consulta online y descarga digital gratuita a través del sitio web http://humboldt.org.co/es/

 Consulte y descargue la publicación (HQ) aquí.

 

¿Colombia está listo para atraer a turistas de naturaleza?

Un estudio publicado en el  Reporte de Estado y Tendencias de la Biodiversidad Continental de Colombia 2016 del Instituto Humboldt, considera que la infraestructura alrededor de las áreas de avistamiento de aves juega un papel fundamental para atraer a turistas fanáticos de esta actividad. 

 

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Los resultados también describen las zonas potenciales para el aviturismo, de acuerdo con la cercanía a las vías de transporte como carreteras o ríos; presencia de aves consideradas atractivas, raras, amenazadas o endémicas; y el nivel de protección de las áreas naturales donde puede realizarse la actividad.

Hay un marcado interés en el avistamiento de aves como una actividad lucrativa, teniendo en cuenta que se estima que en la próxima década llegarán al país 278.850 personas para observar aves, y que en promedio gastarán, por lo menos, 250 dólares americanos por persona.

El avistamiento de aves es un tipo de turismo de naturaleza reconocido como instrumento generador de oportunidades de conservación y de uso sustentable de la diversidad biológica, que mejora las condiciones de vida de las poblaciones a nivel nacional y global como parte de los mandatos del Convenio sobre Diversidad Biológica (CDB).

Por lo tanto, cualquier iniciativa que formule, implemente y desarrolle actividades turísticas en el país debe incorporar aspectos económicos, de conservación y uso sostenible de la biodiversidad, con base en la participación e inclusión de las comunidades locales.

Este tema es muy importante para las áreas protegidas por sus características en cuanto a manejo y gestión, ya que se fundamentan en la necesidad de resguardar la riqueza natural de la nación y de conservar su diversidad biológica para garantizar el bienestar de sus habitantes, a través de la adecuada provisión de servicios ecosistémicos, en especial en tiempos de posconflicto.

En la actualidad, esta actividad económica atrae inversión al tiempo que genera empleos (se estima que son cerca de 500 mil personas las beneficiadas por la industria del turismo en Colombia, lo que representa más del 2 % del Producto Interno Bruto –PIB-), siendo así una oportunidad de desarrollo para la nación.

De hecho, el turismo de naturaleza ha crecido hasta 20 veces más rápido que el turismo convencional a nivel mundial y produce, incluso, beneficios anuales entre 20,3 y 6,9 mil millones de pesos.

Para los países en vía de desarrollo, en especial aquellos ubicados en el trópico, el turismo de naturaleza representa una oportunidad de conservación de áreas naturales y de crecimiento económico, poniendo en contraposición el desarrollo con el cuidado de los recursos naturales, figura cada vez más acentuada hacia alternativas sostenibles.

En el caso de Colombia y por su diversidad cultural y riqueza natural, el país se ha posicionado como destino para el turismo de naturaleza, actividad que goza, hoy por hoy, de reconocimiento internacional.

De hecho, el país ha crecido en este tema durante los últimos años. Así lo demuestra el aumento en el número de visitantes a las áreas ecoturísticas, y el crecimiento de llegadas internacionales al país, el cual es mayor al promedio mundial.

En ese sentido, hay un compromiso del sector ambiental y de todo el Sistema Nacional Ambiental (Sina) de apoyar las iniciativas de turismo de naturaleza con investigación, información y gestión de conocimiento como elementos indispensables para orientar una adecuada toma de decisiones que permitan alcanzar la sostenibilidad.

La responsabilidad también es del Ministerio de Comercio, Industria y Turismo, entidad que con su Plan de Negocios de Turismo de Naturaleza tiene como propósito desarrollar esta industria en el país con un enfoque responsable y sostenible, con adelantos visibles en la materia en algunos departamentos del país.

 

Macarena2                                                                                                           Fotografía:Ivan Mikolji. 

El ranking

A mediados de 2017 se anunció que Colombia ocupó el lugar 62 en el Índice de Competitividad de Viajes y Turismo realizado por el Foro Económico Mundial, entre 136 naciones participantes. Y aunque el país tuvo una mejoría notable en los últimos años, se considera que aún puede ascender en el escalafón.

Para sacar el resultado de cada país, este Índice considera distintos aspectos, entre ellos el ambiente empresarial para el desarrollo de la industria, así como la efectividad de las políticas y normativas pertinentes, infraestructura, y recursos naturales y culturales de los cuales dispone un país.

En términos de riqueza natural y cultural, Colombia ocupa un lugar mucho más alto (22 y 20 respectivamente) en comparación con su sitio promedio de 62 del escalafón mundial; sigue la sombra negativa en cuanto a la infraestructura y ambiente óptimos para el desarrollo del turismo de naturaleza, y a la falta de seguridad que se le puede ofrecer a los visitantes.

En este aspecto, Colombia es el país con peor calificación en términos de seguridad entre los 136 evaluados, ya que obtuvo el último lugar debido a los costos que producen el crimen y la violencia, y las altas tasas de terrorismo y homicidios, entre otras.

Por lo tanto, el reto de fortalecer la industria del turismo de naturaleza en Colombia incluye la construcción de territorios de paz para aumentar la confianza, tanto de visitantes extranjeros y nacionales cuando intentan desplazarse hacia diferentes destinos del país.

Zonas potenciales para turismo de naturaleza

En este aspecto, el Reporte también resalta las potenciales áreas de turismo de naturaleza en Colombia, además de los destinos icónicos, jardines botánicos, parques zoológicos y acuarios con probable interés para visitantes.

La implementación de productos de naturaleza varía, claramente, dependiendo de la zona y las ofertas que la misma posee. Los servicios incluyen visitas a parques naturales, haciendas rurales, playas prístinas, ríos, quebradas y lagunas de turismo de aventura, avistamiento de ballenas y buceo, así como escalada de valles y montañas, entre otros.

Una actividad que llama la atención es el aviturismo o turismo enfocado hacia el avistamiento de aves, dado que Colombia es el país con mayor número de especies en este grupo de vertebrados a nivel mundial. De hecho, se estima que el territorio nacional alberga más de 400 especies consideradas raras, y que representan un trofeo de avistamiento para los observadores.

Además, Colombia cuenta con 79 especies endémicas (solo se encuentran en el país y en ningún otro lugar sobre la tierra), 193 casi-endémicas y más de 200 especies amenazadas. El hecho de que estas aves habiten el territorio nacional o tengan poblaciones bajo algún tipo de peligro son factores atractivos para los interesados en este tipo de actividad turística, quienes buscan lugares de importancia ornitológica con avistamientos exclusivos para agregarlas a una lista de chequeo denominada “life list”.

El avistamiento de aves es una actividad especialmente popular en Estados Unidos y algunos países de Europa, sitios donde ha aumentado esta práctica como respuesta a la proyección de documentales sobre el tema, publicaciones especializadas, festivales de ornitología y el desarrollo tecnológico de cámaras con los cuales fotografiar o filmar estos animales.

En Colombia, los visitantes aviturísticos provienen en su mayoría de Estados Unidos, y visitan en mayor proporción los departamentos de Boyacá, Caldas, Quindío, Risaralda, Cundinamarca, Tolima y Huila.

En conclusión, además de ofrecer seguridad en las diferentes zonas del país y mejorar la infraestructura de vías y alojamiento, surgen otras necesidades para continuar posicionando a Colombia como un destino importante de turismo de naturaleza a nivel global, y fortaleciendo la visita de turistas nacionales a estas zonas.

El Ministerio de Comercio, Industria y Turismo resalta la educación en turismo como un aspecto clave, de tal manera que haya la capacidad humana para atender a los viajeros, e información suficiente en la divulgación y popularización de estas actividades.

En este sentido, también es importante la participación local de las comunidades, la investigación de posibles mercados para crecimiento, capacidades de ordenamiento de las localidades y la restauración y conservación de las zonas naturales.

Así pues, es importante reflexionar sobre las lecciones aprendidas como nación, para crear a partir de ellas, una identidad propia y sin copiar otros modelos, entendiendo, además, que el turismo de naturaleza exige prudencia e iniciativas inspiradas en las particularidades que trae consigo ser el país más rico en biodiversidad del planeta, sin reducirlo a un simple tema de mercados y franquicias, y siempre considerando la importancia de involucrar a las comunidades locales por medio de su capacitación y participación en el beneficio económico que se crea.

Mapa de áreas potenciales de turismo de naturaleza.

Mapa de potencial aviturístico en Colombia.

Visite el  Reporte de Estado y Tendencias de la Biodiversidad Continental de Colombia 2016

                           

 

 

Las aves toman vuelo en el Putumayo

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Líderes locales, academia, autoridades, institutos y empresas se darán cita por primera vez, para descubrir la biodiversidad de aves del Putumayo.

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Cerca de 200 observadores de aves provenientes de todo el territorio nacional se darán cita este 10 al 13 de noviembre en Mocoa-Putumayo, en el Trigésimo Encuentro Nacional de Ornitología (ENO). Se trata de un encuentro de gran tradición, en el cual ornitólogos, observadores y aficionados de las aves, se reúnen año tras año en fraternidad, para descubrir la gran biodiversidad de avifauna de las distintas regiones de nuestro país.
Este año la sede será por primera vez el territorio putumayense, permitiendo la visita de zonas de observación de aves tales como: la vereda Campucana, San Martín, el Mirador (Filo de Hambre), el río Mandiyaco entre otros en el municipio de Mocoa; con oportunidad de potencializar municipios como Sibundoy, Orito, San Francisco, Villagarzón (Centro Forestal Costayaco), Puerto Asís, Puerto Guzmán y Puerto Leguizamo.

¿Por qué Mocoa, Putumayo?

Mocoa, capital del Putumayo se ubica al suroccidente colombiano a una elevación aproximada de 610 metros y una temperatura promedio de 25°C. Este territorio presenta una compleja topografía, una abundancia de sistemas hídricos entre los que se destacan los ríos Caquetá, Mocoa, Pepino, Rumiyaco y Mandiyaco, y una gran variedad de hábitats asociada a una alta diversidad de comunidades biológicas, debido a que forma parte de la zona de transición de los bosques húmedos tropicales del Amazonas y las estribaciones de la cordillera de los Andes en donde se encuentran bosques andinos y sub-andinos en muy buen estado de conservación.

Estas características hacen de Mocoa un excelente destino para contemplar la amplia diversidad de aves con cerca de 400 especies. Entre las aves emblemáticas debido a su distribución restringida se encuentran, el Gorrión montés Ojiblanco (Atlapetes leucopis), el Jacamar Cobrizo (Galbula pastazae), la Tangara gorgiamarilla (Iridosornis analis), la Gallineta Azul (Tinamus osgoodi), la Coqueta crestada (Discosura popelairii), el Colibrí ventrirufo (Urosticte rufricrissa), el Buco estriado (Nystalus obamai), el Batará vermiculado (Thamnophilus tenuepunctatus), el Tyranuelo Ecuatoriano (Phylloscartes gualaquizae), el Espatulilla alidorado (Poecilotriccus calopterus), la Tangara auridorada (Tangara chrysotis), el Semillero de Caquetá (Sporophila murallae), y la Eufonia Verde Broncinea (Euphonia mesochrysa). 

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¿Quiénes lideran y apoyan este encuentro?

Este encuentro está liderado por “Alas Putumayo”, grupo local que nace de la iniciativa de la Corporación para el Desarrollo Sostenible del Sur de la Amazonía (Corpoamazonia), de promover la investigación y conservación de las aves en el sur del país, a través del proyecto AICAS (Áreas de Importancia para la Conservación de las Aves), integrado por personas interesadas en investigar, conservar, promover y difundir el potencial de las aves del Piedemonte Amazónico; y del Grupo de Ornitología de la Universidad Nacional de Colombia (GOUN), grupo estudiantil del Departamento de Biología y del Instituto de Ciencias Naturales de la Universidad Nacional de Colombia, conformado desde 1998 por estudiantes, profesionales, profesores y aficionados al estudio de las aves, y liderado por el docente investigador y ornitólogo F. Gary Stiles, profesor titular del Instituto de Ciencias Naturales, quien cuenta con un recorrido de más de 25 años en el campo de la ornitología colombiana.

A este espacio se suman la Gobernación de Putumayo, ABO, la Red Nacional de Observadores de Aves de Colombia, la Fundación para la Conservación y el Desarrollo Sostenible de la Amazonia (FCDS) y la Iniciativa “Biodiversidad y Desarrollo, por el Putumayo”, entre otros.
Esta iniciativa la integran CORPOAMAZONIA, Institutos SINCHI y Alexander Von Humboldt, Parques Nacionales Naturales de Colombia, la Asociación Nacional de Empresarios de Colombia- ANDI (en representación de Gran Tierra y Amerisur), cuyo objetivo es contribuir con la conectividad social y ambiental del Piedemonte Andino-Amazónico a través de esquemas colectivos de trabajo, inversión y compensación ambiental entre empresa, instituciones y grupos locales. Dentro de sus ejes de gestión se destacan: (i) impulso a esquemas de desarrollo de turismo científico y/o de naturaleza; (ii) gestión de conocimiento de avifauna; (iii) Acuerdos de conservación e impulso a negocios verdes; (iii) Formación de promotores comunitarios en observación y conservación de aves; (iv) Inventarios participativos de fauna; (v) Diseño e Implementación de esquemas de restauración y recuperación participativa, entre otros.

¿Por qué es importante este encuentro para la región?

Conservación. A largo plazo, los beneficios de impulsar el turismo de naturaleza será una oportunidad para la conservación de las aves y los ecosistemas asociados, generando incentivos para las comunidades locales hacia la protección y desarrollo sostenible de la región.

Nuevos Negocios. El encuentro se convierte en una oportunidad para articular, sumar y escalar, las compensaciones e inversiones de empresas líderes de la región, como Amerisur y Gran Tierra, con la conservación e impulso del aviturismo en el Putumayo, generando escenarios de trabajo con grupos locales y desarrollo de modelos productivos a partir de la biodiversidad.

Gestión de conocimiento. La participación de la academia e institutos genera nuevos espacios de conocimiento y de propiciar alianzas con el sector productivo para la formación de promotoria local de turismo científico y de naturaleza. Al tiempo, se buscará publicar y difundir información sobre la biodiversidad de estos grupos en la región, para conocimiento de expertos e interesados.

Biodiversidad en un escenario posconflicto. El encuentro marca el camino para robustecer y potenciar la oferta turística de la región, hacia un escenario de paz y convivencia, a través del desarrollo de productos turísticos competitivos y sostenibles de tipo comunitario, cultural y de naturaleza.

Putumayo: Territorio para todos!!

 

Futuro y Biodiversidad

Estamos muy emocionados de compartir con ustedes formalmente la apertura de nuestra convocatoria 'Futuro y biodiversidad'.

Futuro

 

Actualización ganadores 23 de enero de 2018.

Las propuestas seleccionadas fueron:

Rutas de bioconocimiento: protección de las plantas medicinales que caminan el territorio ancestral Nasa de Tierradentro (Cauca-Colombia).

Pasado y presente en el futuro de la biodiversidad colombiana.

Felicitaciones, aquí te contamos más acerca de la selección de los ganadores.


Actualización estado de la convocatoria Futuro y Biodiversidad 15 de enero de 2018

¡Atención a todos nuestros seguidores!, se acerca el momento de conocer a los dos ganadores de la convocatoria “Futuro y Biodiversidad”. Los jurados están finalizando el proceso de evaluación de las cientos de propuestas que llegaron provenientes de todos los rincones del territorio nacional. Precisamente por la acogida de la convocatoria, debimos ampliar el plazo de revisión inicial de las propuestas, para de esta forma garantizar el exhaustivo análisis de cada una de las ideas compartidas con nosotros. Actualmente nos encontramos en la última etapa donde los encargados de esta titánica labor, ya cuentan con un corto listado de finalistas de donde serán seleccionados los ganadores.

Gracias Colombia por explorar con nosotros la #ConexiónVital desde nuevas perspectivas, promoviendo efectivamente una reflexión innovadora acerca del porvenir de las especies de fauna o flora silvestre del país.

Recuerda, pronto podrás acceder a toda la información relacionada en nuestros canales digitales.

Actualización estado de la convocatoria Futuro y Biodiversidad 21 de diciembre de 2017

El Instituto Humboldt informa que debido al alto número de propuestas recibidas en la convocatoria Futuro y Biodiversidad, los jurados calificadores aún se encuentran evaluando las iniciativas preseleccionadas con la intención de emitir un veredicto que permita entregar los estímulos prometidos. Agradecemos su paciencia, atención y comprensión ante esta situación ajena a nuestra voluntad y que busca garantizar total transparencia en el proceso. Permanezcan atentos a las redes sociales institucionales a través de las cuales actualizaremos la información al respecto.

Convocatoria cerrada. Anuncio de ganadores el día 21 de diciembre de 2017

Atendiendo a sus comentarios, informamos que se amplía la fecha de recepción de propuestas hasta el día 7 de Diciembre de 2017

Publicación de criterios para participar en la convocatoria Futuro y Biodiversidad. 

07 en Noviembre de 2017

Descarga todas las bases para participar dando clic aquí.

El pasado 22 de septiembre, Brigitte Baptiste, directora general del Instituto, anunció a través de un Facebook Live la creación de unos estímulos económicos teniendo como base la idea de que necesitamos imaginar el futuro de nuestra biodiversidad de manera creativa, proyectando la interacción de los colombianos con sus especies animales emblemáticas o de plantas medicinales nativas.

¿De qué se trata? 'Futuro y biodiversidad' es una convocatoria desarrollada por el Instituto de Investigación de Recursos Biológicos Alexander von Humboldt para otorgar estímulos económicos. Dos serán las propuestas seleccionadas y cada una recibirá un incentivo de 10 millones de pesos.

¿Quiénes pueden participar? Personas naturales, personas jurídicas o agrupaciones y/o colectivos.

¿Qué deben hacer? Plantear un proyecto creativo/artístico desde cualquier área del conocimiento empírico o académico que reflexione en torno al futuro de la biodiversidad colombiana y proponer sus perspectivas innovadoras y de aplicación de conceptos que involucren a los ciudadanos en estos procesos.

 

¿Aterradores o apasionantes?: Mitos y verdades sobre los murciélagos

Alas membranosas formadas entre los dedos, brazos y cuerpo, además de una habilidad para el vuelo no alcanzada hasta ahora por ningún otro mamífero son algunas de las características que definen a los murciélagos.

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Colombia ocupa el segundo lugar en el mundo en diversidad de especies de murciélagos, después de Indonesia. En Suramérica, estos animales representan aproximadamente el 20 % de las especies de mamíferos y en nuestro país es el grupo más diverso -con cerca de 200 especies-, seguido por los roedores.

Pese a la enorme riqueza de especies que habitan los diferentes ecosistemas del país, la percepción cotidiana que se tiene sobre los murciélagos varía desde apasionantes hasta aterradores o peligrosos.

Hay numerosas concepciones populares erróneas o conceptos negativos que suelen asociarse con personajes de terror, lo que refleja la falta de comprensión acerca de las múltiples virtudes y del importante papel que prestan estos mamíferos, tanto en la salud de los ecosistemas como en el bienestar humano.

Es hora de reemplazar los mitos partiendo de una perspectiva fundamentada en la información para mostrar la cara buena de su historia. 

Dado que tienen hábitos nocturnos, muchas personas creen que los murciélagos no pueden ver o su capacidad visual es muy limitada.

1. No son ciegos

Aunque tienen ojos pequeños y en algunas especies no están bien desarrollados, los murciélagos tienen una visión funcional que se complementa perfectamente con un mecanismo que les ayuda a optimizar su actividad en la noche, sea para desplazarse con facilidad en medio del bosque o en áreas abiertas como para localizar alimento con una alta precisión.   

Se trata de la ecolocalización, un sistema de ubicación similar a un radar, mediante el cual emiten múltiples sonidos que rebotan en los objetos del medio y retornan a manera de eco en sus también especializados oídos, en los que la información obtenida empieza a ser procesada en conjunto con su sistema nervioso.

Así mismo, como estructura adicional de comunicación, algunas especies cuentan con una hoja nasal cuya función es ayudarlas a emitir los sonidos que usan en su sentido de ecolocalización.

Aquellas que no disponen de este mecanismo, producen los sonidos a través de la laringe y los emiten por la boca.

Dichas señales son analizadas, en conjunto, como una estrategia de reconocimiento de su entorno en cuanto a distancia, forma y tamaño de los objetos que los rodean. Es por ello que fácilmente los murciélagos pueden interceptar insectos en vuelo.                 

2. No todos consumen sangre 

Cotidianamente estos mamíferos voladores están asociados con los vampiros y con el consumo de sangre. Sin embargo, no existe otro orden de mamíferos como los murciélagos que explote una diversidad tan amplia de recursos alimenticios.

La mayoría de las especies se alimentan de insectos, frutas, polen, semillas, néctar y hojas. También hay especies omnívoras y carnívoras que incluyen desde pequeños anfibios, reptiles, aves, mamíferos, peces e incluso murciélagos.

De las 1300 especies que existen en todo el mundo, solo tres (nativas de América) son vampiros, que a menudo se alimentan del ganado, perros, algunas aves e incluso dantas y sapos. Esto ocurre, principalmente, donde los bosques han sido transformados y reemplazados por pastizales.

Particularmente, y lejos de la creencia común de que los murciélagos vampiros extraen la sangre de las presas con los colmillos, lo hacen con pequeñas mordeduras con sus incisivos y la beben con la lengua. Los compuestos característicos de su saliva permiten el fácil fluido del líquido gracias a sus propiedades anticoagulantes.

Las adaptaciones morfológicas típicas de cada especie han evolucionado de acuerdo con la dieta en que se han especializado. Por ejemplo, las especies insectívoras han desarrollado una audición mucho más aguda y estructuras adicionales como la hoja nasal, lo cual les permite optimizar la localización y captura de presas.

Por su parte, las especies frugívoras,Polinívoras y nectarívoras

Los murciélagos carnívoros hacen más uso de su olfato, mientras que en las especies piscívoras la ecolocalización es altamente sensible y sus adaptaciones anatómicas como patas y garras largas han evolucionado de manera perfecta para facilitar la pesca de pequeños peces que nadan en las superficies del agua.                                                                 

Hacen un excelente uso de sus sentidos del olfato y la visión para encontrar en el entorno frutos y flores. Especialmente, las que consumen el néctar tienen una estructura bucal especializada, alargada y delgada para poder extraer las cantidades necesarias de las flores que visitan.

                                                                                         

3. No son roedores voladores

Por su apariencia, los murciélagos suelen asemejarse con los roedores y por ello son popularmente descritos como “ratones que vuelan”. Sin embargo, ambos  grupos tienen estructuras anatómicas diferenciales y una historia evolutiva distinta.

 Así, a partir de la taxonomía, los murciélagos se encuentran clasificados dentro del orden Chiroptera y los roedores en Rodentia. Ambos grupos son altamente  diversos y en Colombia comprenden el 50 % de las especies de mamíferos.

 Aunque se sabe de especies que pueden planear, como las ardillas voladoras, los murciélagos son los únicos mamíferos adaptados para volar, ya que cuentan  con una mano modificada a manera de ala.

 La forma del ala de los murciélagos es variable entre especies. Básicamente, depende de la velocidad de vuelo, su dieta, comportamiento alimenticio y características del hábitat. Así, por ejemplo, aquellas que poseen alas estrechas y largas son más veloces y se alimentan de insectos en espacios abiertos.

 Las alas anchas y cortas generalmente están asociadas con especies de vuelo lento y mayor maniobrabilidad para volar entre la vegetación, facilitando su movimiento sobre los frutos o flores al momento de buscar néctar.

 4. No defecan por la boca

En la actualidad para muchas personas persiste la creencia generalizada de que los murciélagos no poseen ano, por lo cual deben comer y asimismo defecar por la boca. Pero así como cualquier otro mamífero, los murciélagos cuentan con un sistema digestivo completo y los mecanismos para eliminar sus heces son exactamente iguales.

Estos mamíferos voladores poseen una particularidad morfológica en los huesos de sus patas traseras, se trata de una rotación en el fémur, por lo que sus rodillas se doblan en dirección opuesta.

Por esta razón, la movilidad de estas especies en tierra es muy torpe, pero esta adaptación es la que les permite permanecer colgadas en posición invertida mientras descansan, soportando su peso con ayuda de sus tendones y uñas curvas y afiladas. Dicha postura también es aprovechada para regurgitar y compartir los alimentos consumidos con los demás integrantes de sus grupos sociales, que generalmente son los parientes más cercanos.

MUR12                                                                                                           Créditos: John Harold Castaño.

 

5. No todos son nocturnos

La mayoría de especies tienen sus actividades concentradas durante la noche, especialmente aquellas que habitan el Neotrópico (región tropical de América, que comprende el sur de México, Centroamérica y el norte de Suramérica al sur de Brasil).

Entre especies existe una estrategia en la que se ha dado una repartición en los horarios de actividad durante toda la noche para reducir la competencia por recursos como espacio y alimento, entre otras. Sin embargo, en las zonas tropicales de Oceanía, Asia y África es posible hallar especies diurnas que se alimentan de frutas e insectos, principalmente en horas de la mañana o hacia el final de la tarde.

 

Las verdaderas virtudes de los murcielágos

Muchos de los mitos existentes alrededor de los murciélagos han ocultado los múltiples beneficios que aportan a la salud de los ecosistemas y al bienestar humano:

Dispersan semillas. Muchas plantas dependen por completo de los murciélagos. Son considerados comúnmente como los “agricultores de la selva” ya que dejan     semillas en sus heces (técnicamente conocidas como guano) durante los vuelos, lo cual facilita su dispersión y germinación, principalmente en zonas que carecen       de vegetación.

mur13                                                                                                          Créditos: John Harold Castaño.

Los murciélagos normalmente se desplazan por diversos tipos de vegetación, incluyendo áreas abiertas. Es así como sus depósitos de guano pueden aterrizar en      zonas que necesitan regenerarse de manera natural o ser restauradas.

 Polinizan frutas. Los murciélagos que consumen el polen y el néctar de diversas flores logran transferirlo a otras nuevas, asegurando el mantenimiento de una   alta diversidad genética. Y, con ello, la supervivencia de todas las especies de plantas que frecuentan.

Controlan plagas. Las más de 1 300 especies de murciélagos conocidas son el arma secreta de los agricultores para el control de plagas. Su contribución en este   proceso ha evitado grandes pérdidas económicas. Así, los beneficios que prestan estos mamíferos se hacen cuantificables.

Aportes a la medicina. Los murciélagos son muy útiles en las investigaciones biomédicas por ser altamente resistentes a muchas enfermedades. Han sido   empleados como modelo de estudio en varias áreas de la medicina, por ejemplo para el desarrollo de vacunas.

 El murciélago vampiro común no es el más apreciado en general pero merece un reconocimiento por su contribución a la medicina. En la saliva dispone de una   sustancia que se utiliza en medicamentos para evitar que los coágulos de sangre puedan alojarse en el cerebro humano.

Sociabilidad y comunicación. Estos mamíferos representan un reto de estudio en comunicación animal y comportamiento social. Le han apostado a una vida en   sociedad muy similar a la nuestra con un amplio sistema de comunicación que apenas hasta ahora empieza a descifrarse.

El conjunto de sonidos que se escuchan en un bosque, en la noche o al ingresar a una cueva llena de estos pequeños mamíferos voladores puede tener un   significado potencial y gran cantidad de información aún por descifrar. Esto sin contar los múltiples llamados que utilizan en otras actividades como la búsqueda de   alimento o la reproducción.

Primero conocer, luego conservar

Las poblaciones mundiales de murciélagos están disminuyendo como resultado de la deforestación y la agricultura intensiva (que incluye el uso de productos químicos sin discriminación), seguidos por la urbanización y el cambio climático.

Enfermedades emergentes como el síndrome de la nariz blanca, causado por un hongo que se desarrolla en el hocico y en la alas de las especies que hibernan, y del cual aún se desconoce su origen y tratamiento, ha causado una drástica reducción en algunas poblaciones en los Estados Unidos.

Para el caso particular de Colombia, es prioritario avanzar en estudios que provean información suficiente que permita conocer el grado de vulnerabilidad en que se encuentran los murciélagos. En la última evaluación del riesgo de extinción de los mamíferos de Colombia, realizada en el año 2006, se incluyeron tres especies en alto grado de vulnerabilidad debido a la destrucción de los bosques que habitan.

No obstante, la información disponible sobre algunos aspectos básicos de su ecología, taxonomía y distribución ha sido insuficiente para conocer su grado de amenaza, de acuerdo con los criterios de la Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza (UICN) -los cuales son globalmente usados para categorizar el nivel de riesgo de extinción de las especies-. Un escenario similar rodea a las casi 200 especies que habitan en Colombia.

Aun cuando la protección de las especies está ligada intrínsecamente al bienestar humano, la falta de datos sigue siendo el principal limitante para tomar decisiones en términos de conservación. No es posible conservar sin conocer.


 

Texto: Lina Marcela García Loaiza, investigadora Instituto Humboldt.

Fotografías: Banco de Imágenes Ambientales, John Harold Castaño Salazar y Lina Marcela García.

LITERATURA DE REFERENCIA

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Boyles JG, Cryan PM, McCracken GF, Kunz TH. 2011. Conservation. Economic importance of bats in agriculture. Science 332 (6025):41–2. pmid: 21454775.

López-Baucells, A., Rocha, R., Bobrowiec, P., Bernard, E., Palmeirim, J. y Meyer, C. 2016. Field guide to Amazonian bats. Manaus: Editora INPA. 168 p.: il. color. ISBN 978-85-211-0158-1.

Rodríguez-M., J.V., M. Alberico, F. Trujillo y J. Jorgenson. (Eds.). 2006. Libro rojo de los mamíferos de Colombia. Serie Libros Rojos de Especies Amenazadas de Colombia. Conservación Internacional Colombia y Ministerio de Ambiente, Vivienda y Desarrollo Territorial. Bogotá, Colombia. 433 pp. ISBN 978-958-97690-7-2.

Schipper, J., Chanson, J.S., Chiozza, F., Cox, N.A., Hoffmann, M., Katariya, V. et al. 2008. The status of the world's land and marine mammals: diversity, threat, and knowledge. Science 322 (5899): 225–30. pmid: 18845749.

Simmons, N.B. 2005. Order Chiroptera. En: Mammals species of the World: a taxonomic and geographic reference (DE Wilson y DM Reeder, eds.).Pp: 312-529, 3a ed., Vol. 1, 2, The Johns Hopkins University Press, Baltimore, USA.

Voigt, C.C. y Kingston T. 2016. Bats in the anthropocene: conservation of bats in a changing world: springer international publishing. ISBN: 978-3-319-25218-6 (Print), 978-3-319-25220-9 (Online).

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

Carta de institutos Sina y MADS enviada al Senado y la Cámara de Representantes sobre recorte presupuestal 2018

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Crédito de la fotografía: Felipe Villegas.

Tras la polémica desatada por el recorte presupuestal del 41 % para 2018 en el sector de ciencia y tecnología, los directores del Instituto de Investigación de Hidrología, Meteorología y Estudios Ambientales (Ideam), del Instituto de Investigaciones Ambientales del pacífico (IIAP), del Instituto de Investigaciones Marinas y Costeras (Invemar), del Instituto Amazónico de Investigaciones Científicas (Sinchi) y del Instituto Alexander von Humboldt enviaron una carta oficial al Senado y a la Cámara de Representantes de Colombia donde se debate el proyecto.

En la comunicación, los directores Luz Marina Mantilla (Sinchi), Omar Franco (Ideam), William Klinger (IIAP), Francisco Arias (Invemar) y Brigitte Baptiste (Instituto Humboldt) expresaron su preocupación por el recorte presupuestal y las consecuencias de dicha decisión en las agendas y actividades científicas e investigativas de los institutos adscritos al Sistema Nacional Ambiental (Sina) y al Ministerio de Medio Ambiente y Desarrollo Sostenible (MADS).

El mensaje, dirigido a Luis Gilberto Murillo, ministro de Medio Ambiente y Desarrollo Sostenible, y a Mauricio Cárdenas Santamaría, ministro de Hacienda y Crédito Público, fue enviado antes de que se realizaran los debates que aprobaron el proyecto del Presupuesto General 2018, en los cuales finalmente se aprobó un presupuesto, para el sector de ciencia y tecnología, de $339.000 millones, unos $29.000 más que en 2017.

Esta es la carta enviada a miembros de las comisiones del Senado y Cámara de Representantes, de la República de Colombia, por parte de los directores de los institutos de investigación:

“Respetados Congresistas:

Como directores de los cuatro institutos de investigación vinculados al Ministerio de Ambiente y Desarrollo Sostenible, en conjunto con el Ideam, instituto adscrito a la misma entidad, nos reunimos en la ciudad de Leticia, en el marco del XIII Encuentro Nacional de Investigadores del Instituto Sinchi, para reflexionar acerca de las restricciones presupuestales anunciadas en el proyecto sometido a discusión en el Senado de la República, por el Ministerio de Hacienda, y que implican un grave recorte de actividades estratégicas para el país, que nos ha costado consolidar por más de dos décadas.

Siempre solidarios, y comprendiendo las razones del ajuste fiscal, no podemos dejar de expresar nuestra profunda preocupación por las consecuencias a largo plazo que representa un recorte abrupto del más del 20 % de nuestro presupuesto de inversión, el cual es el sustento de la casi totalidad de actividades de investigación que desarrollamos.

Indudablemente para otros sectores la posibilidad de “apretarse el cinturón” puede ser una opción ante tiempos de escasez, pero no lo es cuando amenaza la continuidad de experimentos y procesos de investigación que han sido cuidadosamente diseñados durante años y que requieren, más que ingentes inversiones, estabilidad en las mismas, algo que hasta el momento se había logrado entre nosotros pese a que el crecimiento neto de nuestro presupuesto en pesos constantes haya, incluso, disminuido levemente desde nuestra creación.

Dentro de las razones para que hayamos logrado esta estabilidad fundamental para la investigación están la eficiencia en el gasto asociado con nuestra naturaleza jurídica mixta, los aprendizajes acumulados de la gestión institucional y en el apalancamiento de recursos de cooperación con base en las garantías de un flujo persistente de recursos por parte de la nación durante los casi 25 años de labores que cumpliremos.

Los institutos del Sina siempre han ofrecido una ejecución de los recursos del 100% bajo las más estrictas reglas de transparencia y eficiencia en el gasto, como atestiguan los informes regulares de la Contraloría, y por años han traído recursos equivalentes al triple o más de los aportados por la Nación. No es comprensible que la buena gestión sea castigada, al menos no en la misma proporción que al resto de las entidades.

Los institutos del Sina hemos contribuido sustancialmente a capturar y capitalizar otras inversiones del Estado derivadas de la formación doctoral de profesionales por Colciencias, hemos participado en la construcción de políticas de gestión ambiental que han redundado en reducciones significativas del gasto en sectores productivos al aportar a la eficiencia de sus inversiones y hemos construido una plataforma de confianza ciudadana invaluable para el Estado y su proyección en el posconflicto, todo ello sin mencionar los resultados específicos de cada uno de los proyectos que adelantamos en nuestras respectivas jurisdicciones.

Finalmente, y para no alargarnos acerca de la bondad del modelo institucional que representamos, queremos llamar su atención acerca del posicionamiento internacional que hemos aportado para el país en los convenios globales relativos al medio ambiente, considerados, junto con los de comercio y derechos humanos, los más estratégicos para la humanidad en el siglo 21, y mucho más significativos para Colombia como país de la megabiodiversidad que para gran parte de la comunidad mundial.

Una reducción de los aportes de la Nación a los institutos del Sina significaría un paso atrás en el tejido cuidadoso del prestigio y de las responsabilidades que ha asumido Colombia en el exterior y que, en conjunto con el reto de una paz estable y duradera, definirán las posibilidades de construir un proyecto adaptativo ante los retos del cambio climático.

En síntesis entendemos que la progresión esperada y necesaria de inversores en nuestra actividad no pueda consolidarse durante el próximo año, pero quedamos extremadamente preocupados por la eventual interrupción de agendas de investigación que requerirían años para ser restablecidas, pues el capital que representa el conocimiento cuidadosamente construido a lo largo del tiempo no se recupera con facilidad.

Tengan la seguridad de que exploraremos y extremaremos todas las medidas para incrementar la eficiencia en el gasto, y que priorizaremos con rigor todas las inversiones que requerimos, pero esta es una tarea que venimos adelantando persistentemente y tiene ya muy poca elasticidad.”

Carta original, con firmas de los directores, disponible aquí.

 

Macondos y “quitacalzones”: el bosque seco tropical estudiado en detalle

CamponotusSericeiventris

Camponotus sericeiventris

Crédito fotografía: Felipe Villegas, fotógrafo Expediciones Instituto Humboldt.

El Instituto Humboldt monitorea el estado de la biodiversidad de bosques secos como parte de los objetivos del proyecto Uso sostenible y conservación de la biodiversidad en ecosistemas secos para garantizar el flujo de los servicios ecosistémicos y mitigar procesos de deforestación y desertificación, liderado por el Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD).

Desde 2015, el Humboldt ha explorado las zonas de incidencia de este proyecto, correspondientes a seis cuencas ubicadas en La Guajira, Bolívar, Cesar, Huila, Tolima y Valle del Cauca, respectivamente. Tras varias expediciones, sus investigadores han recorrido territorios con bosque seco para establecer plataformas de monitoreo de plantas, hormigas, mamíferos y aves.

A través de este trabajo en campo se han logrado resultados importantes en cada uno de estos temas. Fue así como se hizo el registro del 55% de los géneros de hormigas reportados para todo el país solo en la cuenca del Río Cañas (Dibulla, la Guajira), una cifra que expresa con contundencia la riqueza y diversidad de este micromundo en la zona.

Al ser organismos tan sensibles a los cambios, la presencia o ausencia de ciertas especies de hormigas indica la condición de paisajes transformados y permanencia de vegetación. De hecho, la información reunida durante las expediciones muestra que dichas zonas disponen de una alta riqueza representativa regional y una buena distribución de las especies en general.

Además de la diversidad de especies de hormigas, en la investigación se identificaron varios roles ecológicos de estas; un ejemplo son las cazadoras, a las que pertenece la Pachycondila impressa, que controla las poblaciones de insectos y otras hormigas; y también omnívoras, del género Azteca que habita en las hojas, ramas y tallos de los yarumos (Cecropia spp.).

También se hallaron otras hormigas como la pastora de insectos –género Crematogaster– que se asocia con algunas especies de insectos áfidos y hemípteros. La primera ofrece transporte y protección frente a los depredadores a cambio de una sustancia azucarada y alimenticia que excretan los segundos.
En el río Aipe (Huila), aunque la diversidad comparativa fue baja, no se tuvo registro de hormigas invasoras, una buena noticia para la región. Entre tanto, en la cuenca de la Quebrada Yaví (Natagaima, Tolima), se registró una gran abundancia de la hormiga quitacalzón (Wasmannia auropunctata) una especie nativa que, como consecuencia de un marcado estado de perturbación del ambiente, asumió un rol dominante que afecta la presencia de otras hormigas.

De manera similar, las hormigas arrieras del género Atta son propensas a generar grandes daños a cultivos, sobre todo en paisajes muy transformados donde hay baja cantidad de depredadores naturales y muchos sitios para anidar; estas hormigas se alimentan de un hongo que requiere de grandes cantidades de hojas para “cultivarlo” y pueden dejar un árbol sin hojas en tan solo unas horas. La ausencia de otras especies que las controlen hace que puedan dominar en el paisaje y convertirse en plagas para los agricultores.

Cabe resaltar que hay una alta diversidad de especies que cumplen diferentes roles en los bosques en los que viven y que tienen requerimientos especiales para estar allí; las hormigas arborícolas Camponotus sericeiventris y algunas cazadoras del género Gnamptogenys demandan un microclima muy específico para establecer sus nidos, casi siempre bajo sombra y con suficiente humedad relativa y son sensibles a los cambios en estas condiciones.
Entre tanto, el recorrido por las cuencas de las regiones Andina y Pacífica evidenció un ecosistema marcado por varias actividades productivas en el que quedan pocos parches de bosque ya desconectados; sin embargo, en la cuenca del río Dagua (Valle del Cauca), zona fuertemente explotada y degradada con algunos fragmentos de bosque remanentes, se registró más del 35 % de los géneros de hormigas reportados para toda Colombia, inmersas en un paisaje de cultivos. Un dato muy interesante que exige continuar estudiando los agroecosistemas y su relación con la biodiversidad del país.

En cuanto a las aves se destaca la presencia de la guacharaca caribeña (Ortalis garrula), un ave endémica, identificada durante las expediciones al bosque seco de la región Caribe, cuya carne es muy apetecida para el consumo humano. Su rol fundamental es el de dispersar semillas de palma amarga (Sabal mauritiiformis), una planta muy utilizada en la construcción del techos en este territorio.

Otras especies de aves de especial importancia reportadas durante este proyecto son la chalachala colombiana (Ortalis columbiana) y el copetón (Myiarchus apicalis), avés endémicas de Colombia que aún sobreviven en la región Andina. Los bosques visitados allí son, además, un refugio en el valle del Magdalena para el águila migratoria (Ictinea plumbea), la cual se mueve en grandes grupos y dispone de muy poca información.

Por su parte, en la cuenca Arroyo grande, departamento de Bolívar, donde en la actualidad se encuentra un nutrido grupo de organizaciones dedicadas a trabajos de conservación, hubo registros del tití cabeciblanco (Saguinus oedipus), primate endémico e icónico del Caribe colombiano y con alto grado de amenaza, razón que ha motivado la creación de redes de trabajo en torno a su supervivencia y a la conservación del bosque seco.

En las cámaras trampa quedaron registrados felinos de gran importancia a nivel ecológico como el ocelote (Leopardus pardalis) y el yaguarondi (Herpailurus yagouroundi), fauna que necesita óptimos niveles de conectividad y diferentes especies de mamíferos de menor tamaño para alimentarse; por las condiciones actuales, su presencia está, en muchos casos, condicionada a la disponibilidad de alimento y rutas seguras para desplazarse.

La cuenca del río Garupal (Valledupar, Cesar) es una de las zonas más afectadas por incendios en el país y una de las cuencas más degradadas del área de estudio del proyecto; allí, los investigadores hallaron, para su sorpresa, al macondo (Cavanillesia platanifolia), árbol de gran porte y belleza y fuente de inspiración de García Márquez, sobreviviendo en pequeños fragmentos y regenerándose con fuerza a pesar de las conflagraciones.

En conclusión, los resultados obtenidos tras los recorridos por distintas zonas del bosque seco tropical colombiano, entregan un mensaje contundente acerca de la necesidad de sumar esfuerzos para reconectar, no sólo los parches de bosques, sino también a la biodiversidad (en distintas escalas) de estos ecosistemas, incluso, con las comunidades humanas que allí habitan.

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