Instituto de Investigación de Recursos Biológicos
Alexander von Humboldt

Investigación en biodiversidad y servicios ecosistémicos para la toma de decisiones

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¿Colombia está listo para atraer a turistas de naturaleza?

Un estudio publicado en el  Reporte de Estado y Tendencias de la Biodiversidad Continental de Colombia 2016 del Instituto Humboldt, considera que la infraestructura alrededor de las áreas de avistamiento de aves juega un papel fundamental para atraer a turistas fanáticos de esta actividad. 

 

Macarena                                                                                                       Fotografía: Ivan Mikolji.

Los resultados también describen las zonas potenciales para el aviturismo, de acuerdo con la cercanía a las vías de transporte como carreteras o ríos; presencia de aves consideradas atractivas, raras, amenazadas o endémicas; y el nivel de protección de las áreas naturales donde puede realizarse la actividad.

Hay un marcado interés en el avistamiento de aves como una actividad lucrativa, teniendo en cuenta que se estima que en la próxima década llegarán al país 278.850 personas para observar aves, y que en promedio gastarán, por lo menos, 250 dólares americanos por persona.

El avistamiento de aves es un tipo de turismo de naturaleza reconocido como instrumento generador de oportunidades de conservación y de uso sustentable de la diversidad biológica, que mejora las condiciones de vida de las poblaciones a nivel nacional y global como parte de los mandatos del Convenio sobre Diversidad Biológica (CDB).

Por lo tanto, cualquier iniciativa que formule, implemente y desarrolle actividades turísticas en el país debe incorporar aspectos económicos, de conservación y uso sostenible de la biodiversidad, con base en la participación e inclusión de las comunidades locales.

Este tema es muy importante para las áreas protegidas por sus características en cuanto a manejo y gestión, ya que se fundamentan en la necesidad de resguardar la riqueza natural de la nación y de conservar su diversidad biológica para garantizar el bienestar de sus habitantes, a través de la adecuada provisión de servicios ecosistémicos, en especial en tiempos de posconflicto.

En la actualidad, esta actividad económica atrae inversión al tiempo que genera empleos (se estima que son cerca de 500 mil personas las beneficiadas por la industria del turismo en Colombia, lo que representa más del 2 % del Producto Interno Bruto –PIB-), siendo así una oportunidad de desarrollo para la nación.

De hecho, el turismo de naturaleza ha crecido hasta 20 veces más rápido que el turismo convencional a nivel mundial y produce, incluso, beneficios anuales entre 20,3 y 6,9 mil millones de pesos.

Para los países en vía de desarrollo, en especial aquellos ubicados en el trópico, el turismo de naturaleza representa una oportunidad de conservación de áreas naturales y de crecimiento económico, poniendo en contraposición el desarrollo con el cuidado de los recursos naturales, figura cada vez más acentuada hacia alternativas sostenibles.

En el caso de Colombia y por su diversidad cultural y riqueza natural, el país se ha posicionado como destino para el turismo de naturaleza, actividad que goza, hoy por hoy, de reconocimiento internacional.

De hecho, el país ha crecido en este tema durante los últimos años. Así lo demuestra el aumento en el número de visitantes a las áreas ecoturísticas, y el crecimiento de llegadas internacionales al país, el cual es mayor al promedio mundial.

En ese sentido, hay un compromiso del sector ambiental y de todo el Sistema Nacional Ambiental (Sina) de apoyar las iniciativas de turismo de naturaleza con investigación, información y gestión de conocimiento como elementos indispensables para orientar una adecuada toma de decisiones que permitan alcanzar la sostenibilidad.

La responsabilidad también es del Ministerio de Comercio, Industria y Turismo, entidad que con su Plan de Negocios de Turismo de Naturaleza tiene como propósito desarrollar esta industria en el país con un enfoque responsable y sostenible, con adelantos visibles en la materia en algunos departamentos del país.

 

Macarena2                                                                                                           Fotografía:Ivan Mikolji. 

El ranking

A mediados de 2017 se anunció que Colombia ocupó el lugar 62 en el Índice de Competitividad de Viajes y Turismo realizado por el Foro Económico Mundial, entre 136 naciones participantes. Y aunque el país tuvo una mejoría notable en los últimos años, se considera que aún puede ascender en el escalafón.

Para sacar el resultado de cada país, este Índice considera distintos aspectos, entre ellos el ambiente empresarial para el desarrollo de la industria, así como la efectividad de las políticas y normativas pertinentes, infraestructura, y recursos naturales y culturales de los cuales dispone un país.

En términos de riqueza natural y cultural, Colombia ocupa un lugar mucho más alto (22 y 20 respectivamente) en comparación con su sitio promedio de 62 del escalafón mundial; sigue la sombra negativa en cuanto a la infraestructura y ambiente óptimos para el desarrollo del turismo de naturaleza, y a la falta de seguridad que se le puede ofrecer a los visitantes.

En este aspecto, Colombia es el país con peor calificación en términos de seguridad entre los 136 evaluados, ya que obtuvo el último lugar debido a los costos que producen el crimen y la violencia, y las altas tasas de terrorismo y homicidios, entre otras.

Por lo tanto, el reto de fortalecer la industria del turismo de naturaleza en Colombia incluye la construcción de territorios de paz para aumentar la confianza, tanto de visitantes extranjeros y nacionales cuando intentan desplazarse hacia diferentes destinos del país.

Zonas potenciales para turismo de naturaleza

En este aspecto, el Reporte también resalta las potenciales áreas de turismo de naturaleza en Colombia, además de los destinos icónicos, jardines botánicos, parques zoológicos y acuarios con probable interés para visitantes.

La implementación de productos de naturaleza varía, claramente, dependiendo de la zona y las ofertas que la misma posee. Los servicios incluyen visitas a parques naturales, haciendas rurales, playas prístinas, ríos, quebradas y lagunas de turismo de aventura, avistamiento de ballenas y buceo, así como escalada de valles y montañas, entre otros.

Una actividad que llama la atención es el aviturismo o turismo enfocado hacia el avistamiento de aves, dado que Colombia es el país con mayor número de especies en este grupo de vertebrados a nivel mundial. De hecho, se estima que el territorio nacional alberga más de 400 especies consideradas raras, y que representan un trofeo de avistamiento para los observadores.

Además, Colombia cuenta con 79 especies endémicas (solo se encuentran en el país y en ningún otro lugar sobre la tierra), 193 casi-endémicas y más de 200 especies amenazadas. El hecho de que estas aves habiten el territorio nacional o tengan poblaciones bajo algún tipo de peligro son factores atractivos para los interesados en este tipo de actividad turística, quienes buscan lugares de importancia ornitológica con avistamientos exclusivos para agregarlas a una lista de chequeo denominada “life list”.

El avistamiento de aves es una actividad especialmente popular en Estados Unidos y algunos países de Europa, sitios donde ha aumentado esta práctica como respuesta a la proyección de documentales sobre el tema, publicaciones especializadas, festivales de ornitología y el desarrollo tecnológico de cámaras con los cuales fotografiar o filmar estos animales.

En Colombia, los visitantes aviturísticos provienen en su mayoría de Estados Unidos, y visitan en mayor proporción los departamentos de Boyacá, Caldas, Quindío, Risaralda, Cundinamarca, Tolima y Huila.

En conclusión, además de ofrecer seguridad en las diferentes zonas del país y mejorar la infraestructura de vías y alojamiento, surgen otras necesidades para continuar posicionando a Colombia como un destino importante de turismo de naturaleza a nivel global, y fortaleciendo la visita de turistas nacionales a estas zonas.

El Ministerio de Comercio, Industria y Turismo resalta la educación en turismo como un aspecto clave, de tal manera que haya la capacidad humana para atender a los viajeros, e información suficiente en la divulgación y popularización de estas actividades.

En este sentido, también es importante la participación local de las comunidades, la investigación de posibles mercados para crecimiento, capacidades de ordenamiento de las localidades y la restauración y conservación de las zonas naturales.

Así pues, es importante reflexionar sobre las lecciones aprendidas como nación, para crear a partir de ellas, una identidad propia y sin copiar otros modelos, entendiendo, además, que el turismo de naturaleza exige prudencia e iniciativas inspiradas en las particularidades que trae consigo ser el país más rico en biodiversidad del planeta, sin reducirlo a un simple tema de mercados y franquicias, y siempre considerando la importancia de involucrar a las comunidades locales por medio de su capacitación y participación en el beneficio económico que se crea.

Mapa de áreas potenciales de turismo de naturaleza.

Mapa de potencial aviturístico en Colombia.

Visite el  Reporte de Estado y Tendencias de la Biodiversidad Continental de Colombia 2016