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Así se recuperan los bosques de Providencia un año después del huracán Iota

Nota de actualidad | Por: Julián Sáenz

Así se recuperan los bosques de Providencia un año después del huracán Iota




Presalida de Expedición Seaflower Plus
Del 25 de agosto al 1 de septiembre el Instituto Humboldt organizó una serie de charlas en San Andrés y Providencia con el fin de informar a las comunidades de las actividades que se realizan en la Expedición Seaflower Plus 2021. Foto por: Julián Sáenz


  • Una nueva expedición del Instituto Humboldt evalúa el proceso de recuperación natural del archipiélago de San Andrés, Providencia y Santa Catalina. Además, de comenzar con la siembra de 5.000 árboles en el marco de la estrategia nacional “sembrar nos une”.


“Mi casa era blanca de dos pisos con amplios balcones. En la parte alta, que era de bosque, había Hog plum (Jobo), Cotton tree (Ceiba) y Wild borch (Indio desnudo). En la parte baja, yo tenía anón, guanábana y jumbaleen (Grosella). Pero el huracán se llevó todo. Mi casa, el bosque y el patio”, cuenta Zully Archbold, quien a sus 53 años intenta continuar su vida, llena de ilusiones y con la esperanza de que Providencia renazca.

El hogar de Zully queda en el sector de McBean Hill, una zona cercana al centro de Providencia, al nororiente de la isla. Desde la colina donde ella vive, se pueden apreciar los diferentes tonos de azul del mar que antes del huracán, los turistas buscaban con afán. Pero también, a sus espaldas, tiene otra gran cantidad de matices: los del color verde que ofrece el bosque seco. Las dos caras mágicas de la isla.

Sin embargo, este paisaje cambió. Entre el 15 y 16 de noviembre del 2020, el huracán Iota , categoría cinco (según la escala Saffir-Simpson), golpeó la isla durante la madrugada, con vientos que llegaron a tener una velocidad de hasta 259 kilómetros por hora. Como lo describe Zully, el huracán arrasó con las casas y el bosque. De un día para otro, la paleta de colores verde pasó a un monocromático marrón.

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Los resultados de la Expedición Cangrejo Negro, realizada entre el 17 y el 24 de enero de este año por el Instituto Humboldt, determinaron que: “todas las especies vegetales de la isla experimentaron algún nivel de afectación estructural y funcional”.

reconstruir patios
Zully Archbold (izquierda) y Rita Vargas (derecha) son dos de las familias que esperan reconstruir sus patios isleños gracias a los árboles que llegarán de San Andrés. Foto por Julián Sáenz


Miles de árboles del bosque se perdieron, así como también las plantas de los tradicionales patios isleños, espacios productivos ubicados al interior de los predios de los habitantes de Providencia y Santa Catalina. Allí, se cultivaban especies frutales, medicinales, maderables y algunas ornamentales, que contribuían con la seguridad alimentaria de las islas.

De hecho, Rita Vargas, vecina de Zully, quien vive al frente del antiguo puesto de bomberos recuerda que: “Yo tenía aguacates, ciruelas, guanábanas, naranjas, mangos y maracuyas. Los maracuyas, estaban lindos se fueron con todo y raíz, eso sí que da pesar”.

Como Rita y Zully, son muchos los pobladores de Providencia que en sus patios isleños tenían una gran variedad de productos asociados a las plantas. Pero si se hiciera una encuesta, tal vez, los más añorados y los que menos se ven por ahora son el tamarindo (Tamarindus indica) y el kinep o mamoncillo en español (Melicoccus bijugatus).

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Aunque también se extraña el Chieny ruut, una especie de planta, difícil de cultivar, cuya raíz los raizales la usan para el tratamiento de la anemia. Radiga Sjogreen es uno de los pocos pobladores que logra cosecharlas y las vende ocasionalmente en su local, ubicado relativamente cerca de lo que queda del Museo Histórico y Cultural Iva Virgina Archbold Archbold.

Después del paso del huracán, varios investigadores del Instituto Humboldt realizaron la ya mencionada Expedición Cangrejo Negro. Esta tenía como objetivo la generación de información científica que permitiera conocer el estado real de la flora, las aves, los mamíferos, los reptiles, los recursos hidrobiológicos, las playas, los manglares y las comunidades. Así como dar lineamientos que permitieran la recuperación tanto de las especies como de los ecosistemas.

Para el caso de los bosques el informe señaló que: “La diversidad florística y estructura del bosque en las islas se vieron altamente afectadas por el paso del huracán Iota (...) De tal forma, se recomienda que las acciones de restauración se orienten a enriquecer este ecosistema con especies nativas y con potencial alimenticio, tanto en áreas productivas (patios isleños y potreros de ganado), como en áreas de bosque y sucesiones que se encuentran sin uso actual”.

vivero jadín botánico
El vivero del Jardín Botánico de la Universidad Nacional en San Andrés tiene una capacidad de producción de 5.000 plantas de 40 especies diferentes. Foto por Julián Sáenz


Además, el documento detalla diferentes especies de árboles que son recomendadas para la restauración de los bosques ya que son más resilientes a eventos como el Iota y que son de interés para la comunidad. Algunos de estos son: Cotton tree o Ceiba (Ceiba pentandra); Hog plum o jobo (Spondias mombin), Pop thatch (Coccothrinax argentata), Wild pop thatch (Acoelorraphe wrightii), Cedar o Cedro (Cedrela odorata), White wood (Trichilia hirta), entre otros.

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“La nueva expedición ‘Seaflower Plus 2021’ busca entender cómo se recupera el sistema después de casi un año del huracán. En el caso de los bosques valorar cómo ha sido su proceso de regeneración natural y dejar nuevamente las bases para que se pueda continuar con el monitoreo. Además, hay una parte que tiene que ver con el enriquecimiento de los bosques, con la siembra de árboles”, manifestó Roy González, investigador de la línea de Gestión de Ecosistemas Estratégicos del Instituto Humboldt y coordinador técnico de esta nueva expedición.

Siembra de árboles
Investigadores del Instituto Humboldt, Coralina, el Jardín Botánico de Medellín y la Universidad Distrital Francisco José de Caldas trabajan junto con las comunidades en la instalación de un sistema de monitoreo para ver cómo la biodiversidad se recupera.


La expedición Seaflower Plus 2021 comenzó el 4 de septiembre e irá hasta finales de este año. En esta ocasión se evaluarán los grupos de plantas, mamíferos, insectos, recursos hidrobiológicos, aves, anfibios y reptiles. Además, los investigadores actualizarán el mapa de unidades bióticas de las islas, presentarán un portafolio con los lineamientos para su rehabilitación ecológica, que será discutido con las comunidades locales y; junto con los raizales crearán y publicarán una serie de guías de especies clave tanto a nivel ecológico como cultural.

“Cada grupo de investigadores trabaja de la mano con la comunidad. Por ejemplo, el equipo de plantas, estuvo conformado por 13 investigadores y cada jornada trabajaban divididos en cuatro brigadas. En cada una de ellas iban dos personas de las islas y trabajaron en equipo del 4 al 10 de septiembre”, agregó González.

La travesía de enriquecer los bosques y los patios de Providencia

Después del paso del Huracán, la gran mayoría de árboles quedaron dañados o con algún tipo de afectación. El agua en la isla era escasa, la disponibilidad de semillas era insuficiente y, por obvias razones, no habían viveros en Providencia.

Desde el vivero del Jardín Botánico de la Universidad Nacional en San Andrés se comenzaron a hacer esfuerzos para comenzar la producción de algunos árboles estratégicos, y la recolección de algunas plántulas y semillas. Esta labor se realizó corriendo contra el tiempo porque el clima era otro de los desafíos a vencer.

Personas encargadas envío
Rafael Mora y Jennesis James son las personas encargadas de la producción y la logística de envío de los árboles a Providencia. Foto por Julián Sáenz


“La época seca en el archipiélago va de enero a mayo. Después comienza la época húmeda, por esta razón había que comenzar la producción y la búsqueda de semillas y plántulas para poder empezar las siembras en la época húmeda. Si siembras en época seca, se tienen limitaciones para hacer los agujeros, el suelo está muy duro y con seguridad las plantas mueren por el sol”, así lo explica Rafael Mora Betancur, coordinador general del proyecto de siembra del Jardín Botánico.

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Meses después, el Instituto Humboldt realizó un convenio con el Jardín Botánico de San Andrés en el marco del programa de siembra de 180 millones de árboles “sembrar nos une”, impulsado por el Ministerio de Ambiente y Desarrollo Sostenible. La meta es sembrar 5.000 árboles que contribuyan con el enriquecimiento de los bosques y los patios isleños de las familias en Providencia y Santa Catalina.

Rita espera con ansias reconstruir su patio y que en su predio pueda sembrar algunos mangos, aguacates y tamarindos que vienen de San Andrés. Zully, además de las plantas frutales espera recuperar el bosque que según ella: “Nos protege a todos, el bosque nos protege. A mí me gusta mucho el tener el bosque y tener plantas nativas, nos protege de la erosión y en los días de lluvia de los arroyos”.

El Jardín Botánico de la Universidad Nacional está localizado en el sector denominado Harmony Hall Hill, sobre la vía que conduce a San Luis en San Andrés. El vivero que está allí ubicado tiene una capacidad de producción de 5.000 plantas de 40 especies diferentes, se puede decir que es el centro de operaciones para el enriquecimiento de los bosques en Providencia.

El vivero del jardín botánico cuenta con amplia experiencia y conocimiento sobre los tiempos ideales de siembra y recolección de semillas de las diferentes especies. Sin embargo, después del huracán debieron enfrentar varios retos para la producción de las mismas. “El huracán y el cambio climático ha hecho que algunas especies no produzcan la cantidad de semillas o de frutos esperados, como el mango. Su producción se afectó porque no llovió cuando debió haber llovido. Lo mismo pasó con la producción de semillas del olivo salvaje (Simarouba amara), con esta especie se tuvo que realizar un rescate de plántulas”, aseguró Jennesis James Nelson, jefe de campo del Jardín Botánico, quien está encargada de la producción de las plantas que irán a Providencia.

El tiempo de crecimiento de las plantas no es el mismo para todas las especies y la disponibilidad de semillas tampoco lo es. Por eso, para cumplir con el reto de siembra en Providencia, desde el vivero del Jardín Botánico de San Andrés realizan diferentes metodologías de propagación para alcanzar la producción requerida.

Algunas de las plantas que están en el vivero se obtuvieron luego de una colecta de semillas. Otras como lo mencionó Jennesis se consiguen a través del rescate de plántulas: método que consiste en buscar en la naturaleza plantas jóvenes y llevarlas al vivero, generalmente se seleccionan las que no van a crecer en el lugar donde están, como por ejemplo, las que se encuentran en los bordes de los caminos. Finalmente, también se obtienen por propagación vegetativa, que consiste en tomar un pedazo de rama de alguna especie y ponerla a enraizar.

Plantulas a providencia
El 6 y 7 de septiembre cerca de 600 plántulas zarparon desde San Andrés a Providencia para comenzar el proceso de enriquecimiento de los bosques y los patios isleños. Foto por Rafael Mora


“Desde el Instituto Humboldt hacemos el seguimiento de las especies que se van a propagar desde el Jardín Botánico y también prestamos nuestra asesoría técnica. Además, se ha generado un aplicativo donde se recopila la información en tiempo real de los sitios de siembra y el avance”, manifestó Edwin Bello, ingeniero forestal y coordinador de siembra de los 10 convenios que tiene el Instituto Humboldt en la iniciativa de 180 millones de árboles en Colombia.

Las plantas producidas por el vivero del Jardín Botánico de San Andrés y que serán llevadas a Providencia son las priorizadas por el informe de la Expedición Cangrejo Negro. Es decir, especies tanto para enriquecer el bosque seco como para los patios isleños de las familias.

Una vez las plantas tienen la altura y las condiciones necesarias para ser sembradas, empieza la verdadera travesía. Llevar los árboles de San Andrés a Providencia y comenzar a sembrarlos en diferentes partes de la isla. Las zonas boscosas tanto de Providencia como de Santa Catalina y los cayos como Crab Cay o Three Brothers Cay, todavía tienen troncos caídos o son de difícil acceso, lo que hace que la logística sea todavía más dura.

Recepción de árboles providencia
Los árboles fueron recibidos en Providencia por Junios Rojas y su equipo, quienes tienen la labor de comenzar el proceso de siembra. Foto por Junior Rojas


El pasado seis y siete de septiembre zarparon desde el puerto de San Andrés dos barcos comerciales que en su cubierta llevaban las primeras 600 plántulas que iban a ser sembradas en Providencia. Además de las plantas, el barco llevaba como encomienda materiales que facilitarán la labor de plantación. Había picas, palas, barras, bolsas, guadañas, palos, polisombras e hidrogeles para que los árboles puedan retener la humedad.

El equipo encargado del reverdecer de Providencia

Luego de seis horas de trayecto, los árboles viajeros fueron recibidos en Providencia por Junior Rojas, uno de los tres coordinadores de los equipos de siembra en la isla. Con tan solo 25 años, Rojas es uno de los héroes anónimos que trabaja incansablemente por el renacer de la isla.

Siembra de árboles
Junior Rojas y su equipo recorren las islas de Providencia y Santa Catalina, además del Crab Cay y Three Brothers Cay sembrando los árboles que llegaron del vivero del Jardín Botánico en San Andrés. Foto por Junior Rojas


Él no solo debe recibir los árboles. En un proceso previo debió identificar, con apoyo del Insituto Humboldt, las zonas aptas para siembra tanto del bosque seco como de los patios isleños. En el caso de los predios privados, garantizar que los dueños tengan la debida propiedad del terreno y que acepten árboles. Además, él y su equipo deben realizar las labores de limpieza del terreno, los huecos para la siembra y la posterior plantación de los árboles.

El equipo de Junior Rojas está conformado por los raizales: Edgar Henry, Joaquín Newball, Luisa Livinstong y Jud Orejuela. Ellos realizan esta labor por toda Providencia, por Santa Catalina y en algunos cayos.

Uno de los primeros predios en ser sembrados será el de Zully. “La idea es reponer las especies de bosque que estaban antes. Zully tenía una parte de bosque seco que estaba conservada, que no se tocaba. La idea es repoblar esa zona. En general, allí se sembrará Fig tree (Ficus trigonata), Cotton tree (Ceiba petandra), Wild borch (Bursea simaruba), Foul ruts (Cordia sebestena). Además de mamoncillos y aguacates en su patio”, aseguró Junior.

Poco a poco volverán las diferentes tonalidades de verde del bosque seco a las islas de Providencia y Santa Catalina, y renacerán los patios isleños de las casas raizales. En la casa de Rita y Zully pronto comenzarán las siembras. Que vuelvan los bosques, el Cotton tree, el Hog plum, el cedar y más especies nativas a las islas.

¿Cuidas de la biodiversidad urbana? El Instituto Humboldt te está buscando…

Nota de actualidad | Por: Prensa Instituto Humboldt

¿Cuidas de la biodiversidad urbana?
El Instituto Humboldt te está buscando…




Biodiverciudades
  • •   El Instituto Humboldt emprende la búsqueda de acciones en favor de la biodiversidad urbana. Únete a nuestra campaña con tus iniciativas. ¡Participa!

Durante octubre, el Instituto Humboldt celebra el mes urbano. El reto es identificar acciones para el cuidado, recuperación y conocimiento de la biodiversidad que habita en las ciudades y sus alrededores.

En los entornos urbanos hay una “naturaleza construída” que también alberga biodiversidad y que es fuente del bienestar humano. Más allá de sus bordes, las ciudades contribuyen al mantenimiento de los paisajes y ecosistemas regionales, evidenciando las conexiones vitales entre el campo y la ciudad. El agua, los alimentos, la energía para la movilidad urbana, los materiales para la construcción, la purificación del aire y la recreación demuestran que la biodiversidad es el soporte del bienestar de la población en las ciudades.

Se calcula que en Colombia, 20 de las principales ciudades se abastecen de los servicios ecosistémicos de los páramos, de modo que el 70% del agua de consumo humano proviene de estos ecosistemas.

Ciudad
Foto: Instituto Humboldt


“Las ciudades representan un gran desafío ambiental y a la vez una oportunidad para reivindicar nuestra relación con la naturaleza”, sostiene María Angélica Mejía, Coordinadora de BiodiverCiudades al 2030 en el Instituto Humboldt. Y es que según las proyecciones, cerca del 75% de la población colombiana vive en centros urbanos, y se estima que esta proporción aumentará al 85% para el año 2050.

La mayor cantidad de grandes centros urbanos en el país se ubican en la región Andina, es decir, en una de las zonas con mayor biodiversidad del planeta y de mayor vulnerabilidad climática, de ahí la importancia de su adecuada gestión. “La llegada de millones de personas a las ciudades, con las correspondientes demandas de vivienda, transporte, servicios públicos y sociales, entre otros, pondrá más presión a los ecosistemas y sus servicios ecosistémicos, haciendo evidente la necesidad de preguntarnos cómo la biodiversidad podría ser una solución, por ejemplo, para tener un territorio más resiliente al cambio climático”, concluyó Mejía.

El estado de la biodiversidad en un lugar determinado indica la forma como las personas estamos tratando el territorio. Los humedales, bosques, parques, techos verdes, jardines y otros elementos que conforman “lo verde” en las ciudades aportan a la formación de un entorno con mayor capacidad de resistir los impactos del cambio ambiental global.

Ciudad
Foto: Maria Fernanda Gomez - Biodiversidad urbana, Libro Naturaleza Urbana.


¿Es tu ciudad un lugar que cuida de la biodiversidad urbana? Descúbrelo en la semana de las biodiverciudades, y únete a nosotros con tus iniciativas ¡Participa!

Una biodiverciudad es un espacio urbano que reconoce, prioriza e integra la biodiversidad y sus beneficios al desarrollo urbano-regional sostenible. Desde el Instituto Humboldt, entendemos que una “Biodiverciudad” se planifica, gestiona y disfruta como un sistema interconectado, buscando la salud de todas las especies, la resiliencia climática y la justicia social.

En el marco del mes urbano, el Instituto Humboldt emprende la búsqueda de distintas iniciativas de biodiversidad urbana, con el objetivo de identificar qué y en dónde se están llevando a cabo acciones en favor de la biodiversidad.

De acuerdo con Mejía, este experimento obedece al interés del Instituto por ofrecer una plataforma para el intercambio de experiencias; “un espacio donde las capacidades locales se puedan reconocer unas a otras y, ojalá, dialogar entre sí. Una forma de fortalecer nuestra investigación es a través del reconocimiento de esos protagonistas que están detrás de las distintas iniciativas y conocer la forma como han logrado implementarlas”.

Además, se busca identificar qué tecnologías, prácticas y comportamientos se están desafiando o reinventando en las distintas ciudades para avanzar hacia sistemas más sostenibles, por ejemplo, cómo se están integrando la infraestructura dura y la infraestructura verde o azul en diferentes lugares. “Los retos del país en conservación de la biodiversidad urbana son enormes, de ahí que uno de nuestros compromisos sea conocer las innovaciones que se están dando en las ciudades colombianas tan diversas y complejas”, sostuvo María Angélica.

¿Cómo participar en la convocatoria?

Este es el ABC…

  • •   La convocatoria estará abierta del 13 de octubre al 30 de noviembre.
  • •   El cuestionario se divide en dos secciones: información personal y postulación.
  • •   El tiempo estimado de diligenciamiento es de 14 minutos. No es posible ingresar información provisional y regresar después a completarlo, por lo que te invitamos a realizarlo en una sesión.
  • •   Podrás postular hasta 3 iniciativas en el formulario.


¿Qué hará el Instituto una vez cierre la convocatoria?

Luego del cierre de esta convocatoria, el Instituto realizará la curaduría de contenidos postulados con base en criterios como el avance en la implementación de la iniciativa, diversidad geográfica, diversidad de actores, entre otros. Una vez esta etapa finalice, el Instituto compartirá en sus redes el resultado.

¿Cómo será el manejo de los datos?

La información personal recibida será para uso del instituto y fines de nuestra investigación según nuestra política de tratamiento de datos.

Ten en cuenta que, luego del proceso de curaduría, la información de las iniciativas postuladas se volverá pública pues este ejercicio busca justamente visibilizarlas. Sin embargo, tus datos personales se mantendrán privados.

Si tienes interés en que tu contacto sea divulgado junto con el proyecto postulado, indícalo en la pregunta 21 del cuestionario.

¿Obtendré algún beneficio como participante de este barrido nacional?

Esta es una invitación que está fundamentada en la colaboración y participación desinteresada. Sin embargo, resaltamos los siguientes aspectos como oportunidades interesantes para aquellas personas que decidan contribuir a este ejercicio:
  • •   Que colegas en otros lugares del país conozcan mi proyecto.
  • •   Que mis preguntas de investigación incidan, de una u otra manera, en el diseño de la agenda de investigación de biodiversidad urbana liderada por el Instituto


¿Qué ocurrirá después?

Dependiendo de la receptividad y el desarrollo de la convocatoria, decidiremos si adoptamos esta estrategia de manera permanente. Bajo este escenario, esperaríamos actualizar el barrido mínimo una vez al año y compartirlo por los canales de divulgación del Instituto.

Siendo ambiciosos, una vez depurada la primera entrada de iniciativas y en una siguiente etapa de investigación, nos gustaría preguntarnos no sólo por el qué y el dónde sino por el cómo: qué conceptos o metodologías se están poniendo a prueba, qué alianzas disruptivas se están promoviendo, qué roles y rutinas, valores y mentalidades, normas, etc., se están cambiando gracias a esa iniciativa, etc. Estas preguntas en conjunto ( qué, dónde, cómo ) nos ayudarán a identificar cuáles serían las semillas de transformación y cómo se están construyendo caminos alternativos para el desarrollo.

¿Qué no es esta convocatoria?

  • •   No buscamos consolidar una red de ciudades
  • •   No es una herramienta para diagnosticar la gestión de biodiversidad en el país.
  • •   No representa una oferta de alianzas o vinculación con el Instituto Humboldt.


¿Dónde puedo conocer actividades lideradas o colideradas por el Instituto en temas urbanos?

Visita nuestra página web para conocer nuestras investigaciones y experiencias en biodiversidad urbana, entre ellas:



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Claustro de San Agustín reabre sus puertas con la exposición Corpus páramo

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Por: Prensa Instituto Humboldt | Bogotá D.C., 12 de octubre de 2021

Claustro de San Agustín reabre sus puertas con la exposición Corpus páramo



Claustro de san agustín
Claustro de San Agustín, Villa de Leyva, Boyacá. Foto: Henry Neiza


  • •   Luego de año y medio de mantener sus puertas cerradas al público por causa de la pandemia, la sede del Instituto Humboldt en Villa de Leyva, Boyacá, se estrena con la exposición Corpus páramo de la investigadora, artista e ilustradora botánica Eulalia De Valdenebro.
  • •   Una experiencia que lo llevará a las entrañas de una de las especies más emblemáticas de los páramos: el frailejón.
  • •   La exposición estará disponible en la capilla del claustro del 16 de octubre al 13 de noviembre. Entrada gratuita.


El claustro de San Agustín es la edificación religiosa más antigua de Villa de Leyva. Fue fundada en 1590 y su construcción se prolongó por 30 años. En 1992 se inició su proceso de restauración con el objetivo de rescatar un edificio que estaba prácticamente en ruinas y entregarlo apto para un uso específico. Fue en ese momento en el que se convirtió, después de tres años de labores, en la sede principal del recién fundado Instituto Humboldt, en 1993.

Hoy en día, es el epicentro de las colecciones biológicas del Instituto. Es, como bien señala la investigadora Carolina Gómez Posada, una biblioteca de la biodiversidad en cuyas estanterías se tiene en lugar libros, ejemplares de especímenes de los distintos grupos biológicos, así como tejidos, semillas y sonidos. Allí se hace un trabajo de curaduría en donde se catalogan los ejemplares de distintas especies y digitalizan todos los datos, con fin de mantener una muestra del patrimonio natural de la nación. Es en pocas palabras, un inventario de la biodiversidad.

Como si fuera poco, el claustro de San Agustín además de ser el museo de la biodiversidad, es una joya de la arquitectura colonial por lo que ha sido centro de distintos encuentros dentro de la amplia agenda cultural que ofrece la ciudad de Villa de Leyva. Desde festivales de baile, pasando por obras de teatro y encuentros musicales.

“Todo cambió con la pandemia. Ha sido un tiempo en donde hemos podido repensar este espacio tan importante para lugareños y visitantes. El objetivo será seguir trabajando por acercar la biodiversidad a la realidad más cotidiana, en donde podamos generar consciencia y conversaciones alrededor de nuestro patrimonio natural”, comentó Gómez.

Y para reabrir sus puertas, la capilla del claustro se viste de páramo con la exposición Corpus páramo de la investigadora, artista e ilustradora botánica Eulalia De Valdenebro que irá desde el 16 de octubre al 13 de noviembre.

Según la artista, “el arte puede crear conciencia en cada miembro de la sociedad como un ser activo y partícipe de los ecosistemas que sustentan nuestra vida, y la emoción que supone hacer parte de ellos. Es realmente el motor de la conservación y el cuidado de nuestro planeta. Es por eso que la exposición puede articularse con los objetivos de la educación ambiental, con el fortalecimiento de las capacidades de los actores locales, y con la ampliación de la conciencia sobre la importancia de los páramos”.

En ello coincide la líder de colecciones, dado que considera que a través del arte es posible estimular distintas percepciones sobre la ciencia y fomentar la apreciación de nuestra asombrosa diversidad biológica.

Compenetrarse con un frailejón
Eulalia De Valdenebro
Eulalia De Valdenebro


¿Cómo empezó este proyecto de trabajo en el páramo?, le pregunté a Eulalia.

“Todo se resume en un deseo profundo de estar compenetrada con un frailejón. En ese momento, 2012, nacieron las dos obras fundadoras del proyecto que presento hoy en la exposición Corpus páramo. Las obras fueron el primer video de la serie cuerpospermeables, que hoy ya son 9; y la primera versión de frailejonmentría comparada esc 1:1, que en su momento dibujé en lápiz.”, cuenta la artista.

Eulalia es muchas cosas, imposible definirla. Lo que sí es cierto es que todos sus proyectos artísticos pasan por ser botanista, por su mirada atenta del mundo vegetal.

La versión Frailejonmetria comparada esc 1:1 que nos presenta hoy es una ilustración botánica de un frailejón ( Espeletia grandiflora ) en tamaño real, es hecha en acuarela con la misma técnica del siglo XVIII. Durante 16 meses, Eulalia hizo viajes recurrentes al páramo del Verjón, en donde instalaba una tienda de campaña como taller. En cada viaje pasaba al menos cinco días observando los frailejones que le sirvieron para hacer la ilustración, tomando notas de color, haciendo mediciones precisas, comparando su cuerpo con el de las plantas. Todo este tiempo supuso una relación profunda con el páramo expresada de diferentes maneras en las obras de la exposición.

Por ejemplo, en los videos titulados cuerpos permeables, su cuerpo se funde con el viento, la niebla, la laguna y la comunidad de frailejones de la alta montaña tropical.

En estas acciones se suspende la autoridad que un cuerpo humano ejerce sobre otros vivientes para trabajar de manera conjunta.

En otra de sus obras titulada Mapa de relaciones táctiles, la artista aplica a su propio cuerpo la estrategia de los ejemplares de herbario y establece así una igualdad entre los cuerpos que compara, cuestionando también la manera de estudiar los cuerpos vegetales desde la ciencia botánica como objetos desarraigados. En la exposición, Eulalia establece un diálogo con el lenguaje de la ciencia botánica y las colecciones del Instituto Humboldt, mostrando que el conocimiento de la naturaleza pasa también por una experiencia de los sentidos y las emociones.

Eulalia cree que lo que necesitamos en este momento de crisis ambiental tan grave, es cambiar nuestro lugar respecto a los seres y fuerzas de la naturaleza, hacer conciencia de lo iguales y dependientes que somos de ellos.

¿Por qué crees importante visitar la exposición?, le pregunté.

“Porque es urgente. El tiempo se acorta. Llevamos 40 años de retraso desde cuando se prendieron las alarmas sobre el cambio climático. Cambiar el rumbo no es responsabilidad sólo de líderes políticos o científicos. Es de cada persona que hace lo que puede, en mi caso, hago arte. Estoy convencida de que los cambios reales vienen porque la gente siente cosas; espero que a través de mi trabajo pueda compartir mi experiencia y de esta manera mostrar otra posibilidad para relacionarnos con nuestro planeta, una en donde no nos creamos los dueños”, concluyó Eulalia.

Diálogos de saberes Esta exposición es posible gracias a una colaboración entre el Instituto Humboldt, la red internacional entre—ríos y el apoyo financiero de la Universidad de Essex, en el Reino Unido, y la Unión Europea en Colombia. La curaduría está a cargo de la Dra Lisa Blackmore, fundadora de entre—ríos y profesora de la Universidad de Essex.

Lograr acuerdos amplios en la sociedad acerca de la importancia de los ecosistemas requiere de espacios comunes donde podamos conectar con el territorio y con los demás. De acuerdo con Blackmore, Corpus páramo aborda un escenario urgente al enfrentar la necesidad de poner en valor la biodiversidad y la salud de los páramos. “Las obras de Eulalia abren un espacio para establecer un contacto íntimo con los seres y las fuerzas del páramo y ahí sentirlos como parte de nuestras vidas”.

Como campo de investigación, experimentación y sensibilización, precisa Blackmore, “el arte tiene mucho que contribuir al diálogo de saberes que busca cultivar relaciones socio-ecológicas más responsables y justas de cara a las diversas emergencias ambientales y climáticas. Esa es la apuesta de entre—ríos, una red que parte de las prácticas artísticas para crear exposiciones y programas públicos que abonan terrenos donde podemos encontrarnos, explorar posiciones divergentes y tener experiencias transformadoras. Es urgente atravesar las fronteras entre nuestras disciplinas, grupos sociales y países para aprender a colaborar mejor”.

En el marco de la exposición también se podrán conocer las publicaciones sobre páramos lanzadas en el año 2021 por el Instituto Humboldt, en el marco del proyecto Páramos: Biodiversidad y Recursos Hídricos en los Andes del Norte financiado por la Unión Europea.

Dado el espíritu colaborativo de la exposición, se lanzará también el libro Cuerpos permeables: páramos, arte y ciencia en diálogo con las obras de Eulalia De Valdenebro, que cuenta con contribuciones de investigadores del Instituto Humboldt y diversas instituciones académicas. De acceso libre, y disponible en versiones impreso y digital, Cuerpos permeables ofrece a los lectores enfoques hacia los páramos donde las ciencias sociales, el arte, la filosofía, el derecho y la biología entran en contacto.

Próximamente se podrá acceder vía este enlace: https://entre-rios.net/cuerpos-permeables/

Sobre Eulalia De Valdenebro

Eulalia De Valdenebro, Colombia 1978.
Artista plástica, botanista, docente Universidad Nacional de Colombia. Doctorante en Arte y ecosofia (U. Paris8) Magíster en Artes Plásticas y Visuales (U. Nacional), licenciada en Bellas Artes en Bilbao España (UPV) Ilustración Botánica (Atelier de Peinture Botanique). En su obra busca hacer una manifestación sensible de la ecología profunda situada en el posthumanismo.

Para más información
http://www.eulaliadevaldenebro.com

Sobre entre—ríos

entre—ríos es una red internacional y transdisciplinar que explora continuidades entre cuerpos de agua, cuerpos humanos y territorios, reconociendo a los ríos como sujetos activos que producen formas estéticas, transforman paisajes y modelan la memoria. La red desarrolla metodologías creativas para experimentar diversas formas y sistemas de flujo, creando deltas de saberes que conectan las artes y las ciencias, las comunidades y las instituciones en expediciones, talleres, exposiciones y publicaciones, en campo y en línea.
Para más información
http://www.entre-rios.net

Galería de fotos:



INVITACIÓN
Corpus páramo

La exposición se inaugura al público el sábado 16 de Octubre a las 2pm. Estará abierta de viernes a domingo y lunes festivos hasta el 13 de noviembre.

Un programa de visitas guiadas acompaña la exposición, que tendrá lugar los sábados 23 y 30 de octubre y 6 y 13 de noviembre a las 4pm.

Eulalia De Valdenebro

Restaurar ecosistemas estratégicos, la apuesta del Instituto Humboldt en la meta de 180 millones de árboles

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Por: Prensa Instituto Humboldt | Bogotá D.C., 11 de octubre de 2021

Restaurar ecosistemas estratégicos, la apuesta del Instituto Humboldt en la meta de 180 millones de árboles



restauracion ecológica
A nivel mundial se ha reconocido a la restauración ecológica como un proceso esencial para restablecer la capacidad ecosistémica de soportar los requerimientos socioeconómicos, usar los recursos naturales de manera sostenible, mitigar los efectos del cambio global y conservar e incrementar el capital natural. Plantas del vivero del Jardín Botánico de San Andrés Islas que apoyarán la restauración de la isla de Providencia y Santa Catalina. Foto: Edwin Bello.


  • •   El Instituto Humboldt en el marco de la meta de siembra de 180 millones de árboles “Sembrar nos une” del gobierno nacional, desarrolló una estrategia de soporte científico-técnico en torno a la restauración ecológica en conjunto con diferentes aliados en las regiones.
  • •   Ecosistemas estratégicos como el bosque seco tropical, las zonas de humedales de tierras bajas y los ecosistemas de alta montaña son priorizados en esta estrategia, en donde se sembrarán plantas de 28 especies amenazadas.


El Instituto Humboldt tiene como desafío la siembra de 150.000 árboles de más de 269 especies, de las cuales 2 se encuentran en estado crítico - Abarco de río ( Cariniana pyriformis ) y La Caoba ( Swietenia macrophylla ) - así como 9 en peligro. Las plantaciones estarán enfocadas en la restauración de diferentes ecosistemas estratégicos que fueron priorizadas a lo largo del país. Entre ellos se encuentran el bosque seco tropical, las zonas de humedales de tierras bajas y los ecosistemas de alta montaña.

Para lograr este objetivo, el Instituto Humboldt firmó 10 convenios con diferentes instituciones regionales quienes juegan un rol importante en el suministro del material vegetal, en la identificación de los predios y en la logística y la operación en los momentos siembra y mantenimiento.

Algunos de los convenios realizados tienen como protagonistas a diferentes jardínes botánicos, entre ellos están el de Quindío, Cali, Ibagué, Cartagena y San Andrés. Además, se han realizado acuerdos con asociaciones comunitarias como la Fundación Miramar en el municipio de Dibulla (La Guajira), con asociaciones de viveristas en la región de La Mojana y con instituciones académicas como Coreducación en Honda (Tolima).

“Los jardínes botánicos son actores vitales en los procesos de formación y educación ambiental en torno a las siembras. Su trabajo y formación permiten a los nuevos viveristas y restauradores asumir labores relacionadas con la propagación del material vegetal”, manifestó Carolina Alcázar, investigadora del Programa de Ciencias Básicas de la Biodiversidad y actual coordinadora técnica del proyecto de 180 millones de árboles dentro del Instituto Humboldt.

compromiso restauracion
La restauración ecológica requiere de un compromiso a largo plazo y que toma décadas para mostrar los resultados esperados- Foto: Julián Sáenz.


Además de la meta de siembra, de manera complementaria, el Instituto está impulsando la Red Nacional de Viveros de la mano con el Instituto Colombiano Agropecuario - ICA y el Ministerio de Ambiente y Desarrollo Sostenible. Una iniciativa que identificará a los productores de material vegetal en el país, con el objetivo de darles visibilidad, ya que ellos son los protagonistas en los procesos de restauración. También busca fortalecer sus capacidades mediante el intercambio de experiencias entre investigadores y viveristas.

Los viveros interesados en formar parte de de la Red Nacional de Viveros podrán hacerlo diligenciando el siguiente enlace https://forms.gle/AM4nPjjnZaraCs866.

“La Red Nacional de Viveros es muy importante para conocer dónde hay disponibilidad de material vegetal, qué especies están propagando los viveros y dónde están ubicados. En conjunto con el Ministerio de Ambiente, se viene trabajando en un aplicativo que permita tener de manera especializada toda la información de la Red Nacional de Viveros de Colombia”, agregó la investigadora Alcázar.

Asimismo, el Instituto Humboldt está diseñando diferentes iniciativas de capacitación en restauración ecológica y monitoreo participativo dirigido a las comunidades locales que lideran las iniciativas de restauración en los territorios.

Por otra parte, en el marco de este proyecto se realizará una evaluación del costo beneficio de las acciones de restauración ecológica en dos pilotos de prueba uno bosque seco y otro en alta montaña.

vivero
Vivero satélite del Jardín Botánico de Cali, con ASOYOTOCO, en el corredor Yaguarundi, Municipio de Buga, Valle. Foto: Carolina Alcázar C.


De acuerdo con Alcázar, este trabajo generará insumos que aporten a los procesos de ordenamiento territorial en torno a los ecosistemas estratégicos. “La restauración es parte de la cadena de valor que va desde la colecta de semillas hasta la oferta y la demanda del material vegetal”, destacó.

Finalmente, se avanza en la modelación de la deforestación a escala nacional, integrando la medición de la huella humana en Colombia, ambos con un panorama a 2050. Con estos desarrollos, se busca fortalecer la toma de decisiones sobre las prioridades de siembra en el país.

Las siembras serán reportadas en el contador de árboles https://contador5m-mads.hub.arcgis.com/ y la herramienta de registro de áreas restauradas https://restauracion5m-mads.hub.arcgis.com/ que en conjunto son herramientas desarrolladas por el Ministerio de Ambiente para reportar los avances en la meta de los 180 millones de árboles.

Galería de fotos:

45% de los árboles y arbustos endémicos de Colombia están en riesgo de extinción

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Por: Prensa Instituto Humboldt | Bogotá D.C., 06 de octubre de 2021

45% de los árboles y arbustos endémicos de Colombia están en riesgo de extinción



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Ceiba barrigona ( Cavanillesia chicamochae ) Esta especie está amenazada porque sus poblaciones se encuentran en parches de hábitat pequeños, aislados y muy perturbados por actividades humanas. Foto: Cristina Lopez-Gallego


  • •  Así lo dio a conocer el más reciente Reporte de estado y tendencias de la biodiversidad continental de Colombia - Reporte BIO 2020 del Instituto Humboldt. Una publicación líder en la comunicación de la ciencia
  • •  Colombia tiene en total 1254 especies de árboles y arbustos endémicos, de las cuales el 45% se encuentra en alguna categoría de riesgo de extinción, la mayoría de las especies endémicas y amenazadas se localizan en la región Andina.
  • •  El Reporte BIO recoge temas estratégicos relacionados con la biodiversidad de acuerdo con la actualidad política, social, económica, cultural y ambiental del país. Su objetivo es aportar que las instituciones de gobierno, las empresas y la sociedad civil en general puedan tomar decisiones ambientales informadas en favor de la conservación y la adecuada gestión de la biodiversidad del país.


Nunca antes se tuvo disponible este dato. Poco se conoce sobre los árboles y arbustos endémicos del país, aquellos que sólo se encuentran en Colombia. Llegar a este hallazgo fue posible gracias a la elaboración de la lista roja global, en donde se están evaluando casi 60 000 especies arbóreas de todo el mundo conocidas hasta la actualidad.

En el caso de Colombia, estudio que lideró el Grupo de Especialistas de Plantas de Colombia (GEPC), una buena parte de las especies evaluadas fueron arbustos y árboles poco conocidos, dado que no son de uso común de las personas. En total, fueron evaluadas 860 especies en riesgo de extinción, en cuyo estudio se usaron casi 15 000 especímenes aportados por 23 herbarios nacionales o disponibles en bases de datos globales.

Como resultado, el 45% de las especies de árboles y arbustos exclusivos del país, es decir 566 especies, están en riesgo de extinción. La mayoría de ellas en la región Andina, seguida por la región Caribe y Pacífico.

Dentro de las especies de árboles endémicas amenazadas de Colombia se encuentra la Ceiba barrigona ( Cavanillesia chicamochae ) cuyas poblaciones conocidas se encuentran en el Cañón del Río Chicamocha, Santander sobre la Cordillera Oriental. En cuanto a arbustos, se destaca la especie Aphelandra taborensis conocida solamente de una localidad en el municipio de Trujillo en el Valle del Cauca, la cual se encuentra por fuera del Sistema Nacional de Áreas Protegidas del país. (Descargue aquí la lista completa de especies)

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Otra de las grandes amenazas para la Ceiba barrigona ( Cavanillesia chicamochae ) ha sido la introducción de ganado caprino en su hábitat, impidiendo que las plántulas de este árbol se desarrollen Foto: Cristina Lopez-Gallego


Una de las mayores amenazas para las especies de árboles y arbustos es la deforestación con fines de ampliación de la frontera agrícola, sobre todo para ganadería. De acuerdo con Cristina López-Gallego, bióloga, profesora del Instituto de Biología de la Universidad de Antioquia y co-coordinadora el grupo de especialistas de plantas de Colombia de la UICN, “hicimos un gran esfuerzo para identificar cuáles de esas especies podrían ser sobreexplotadas, como el caso de las especies maderables, pero no encontramos mucha información. Sin embargo, sí pudimos concluir que la mayoría de las especies endémicas no están en peligro de extinción por causa de comercialización sino por la destrucción de sus hábitats”, señaló.

En Colombia, los arbustos han recibido poca atención en conservación, a pesar de que tienen importantes contribuciones en los ecosistemas. De hecho, muchas de las especies no tienen nombres comunes. Dentro de los servicios ecosistémicos que prestan se destacan la captura de carbono, regulación del clima y ciclos hídricos, provisión de alimento y refugio para animales y de bienes para las poblaciones humanas como alimentos, medicinas, materiales de construcción, leña, entre otros.

Muchas de las especies que no están en riesgo de extinción se encuentran dentro de Parques Nacionales Naturales y otras áreas protegidas nacionales, lo que demuestra la importancia de la gestión de estas áreas estratégicas para la conservación de especies en el país.

Según Luz Adriana Moreno, investigadora del Instituto Humboldt y editora del Reporte BIO 2020, “el objetivo es que esta información sea insumo para las distintas autoridades ambientales a la hora de tomar decisiones relacionadas con conservación como las Corporaciones Autónomas Regionales, entes territoriales y ONGs”.

A nivel global, de acuerdo con el reporte “State of the World´s Plants and Fungi” del Jardín Botánico de KEW, menos del 10% de las especies conocidas de plantas se han evaluado para la lista roja global, sin embargo con la información disponible se estima que cerca del 40 % de la flora mundial está en algún riesgo de extinción.

El proyecto de lista roja de los árboles y arbustos endémicos de Colombia representa un importante avance en la planificación para la conservación de plantas del país y hace una considerable contribución a una iniciativa global de conservación de plantas.

Colombia es el segundo país en riqueza de especies de plantas después de Brasil, con más de 26 000 especies registradas hasta el momento, 6.000 de las cuales se consideran endémicas nacionales. Para el año 2020, menos del 20 % de las especies de plantas del país habían sido evaluadas para las Listas Rojas.

ceiba barrigona
Arbustos del género Oreopanax tiene varias especies endémicas amenazadas. Foto: Cristina Lopez-Gallego.


Algunos hallazgos del Reporte Bio 2020

Conozca más en reporte.humboldt.org.co

  • •   El 51 % de los páramos del país están bajo alguna figura de protección y el 86 % mantiene sus coberturas naturales, indicando un alto grado de protección y conservación. No obstante, la planificación para su conservación debe reconocer la participación de las comunidades relacionadas con este ecosistema, en la toma de decisiones que definen su ordenamiento y gestión.
  • •   Los humedales permanentes (bajo dosel y abiertos) poseen el mayor porcentaje de cobertura natural (94 y 88 %, respectivamente) ubicados principalmente en el complejo de La Mojana, en Tumaco (Nariño) y en la región del Darién. Se recomienda la conservación estricta de sus espejos de agua para garantizar la protección del servicio ecosistémico relacionado con la provisión.
  • •   La contención de la deforestación en resguardos indígenas es una oportunidad para el uso sostenible de la biodiversidad y significa una ventana de oportunidad para el desarrollo de iniciativas de uso sostenible de la biodiversidad que provean alternativas de mayor beneficio ambiental y social.
  • •   Bajo escenarios de cambio climático a 2050 se proyecta una pérdida de especies en las zonas del Vichada y Meta, evidenciando la necesidad de tomar medidas en el presente con el propósito de evitar la homogeneización biótica de la Orinoquia en el futuro.
  • •   A partir del Mapeo de áreas esenciales para el soporte de la vida -ELSA-, en Colombia se identificaron áreas para preservación, restauración y de manejo del área terrestre nacional en departamentos como Vichada, Chocó, Guainía, Caquetá y Amazonas. Implementar acciones de protección en estos departamentos permitirá alcanzar el 50 % de la meta fijada.
  • •   El 75 % de los paisajes agropecuarios en el país no son heterogéneos, potencian- do una alta vulnerabilidad en la oferta de servicios de regulación y resaltando la necesidad de implementar acciones que estimulen la coexistencia de los bienes y servicios agrícolas o pecuarios junto con la conservación de la biodiversidad y sus beneficios.
  • •   A partir de un análisis multivariado se evidenciaron ocho agrupaciones de departamentos, donde se hace evidente que la mejora en indicadores socioeconómicos, está dejando una importante huella espacial humana, representada en el deterioro de nuestros ecosistemas.
  • •   Es necesaria una transición y reorientación de diversas políticas públicas, incluyendo los planes de desarrollo a nivel departamental. Se ponen de manifiesto las brechas que presentan los departamentos para transformar sus economías hacia economías sostenibles.


Mapeando la esperanza: situar la biodiversidad en el centro de la planificación del desarrollo

Nota de actualidad | Por: Prensa Instituto Humboldt

Mapeando la esperanza:
situar la biodiversidad en el centro de la planificación del desarrollo

Transformación hacia un desarrollo positivo para la naturaleza en Colombia


Por Christina Supples (Asesora Principal de Políticas sobre Biodiversidad, PNUD), Marion Marigo (Coordinadora de la participación de las partes interesadas, PNUD) y Diego Ochoa, Jefe de Comunicaciones (Instituto Humboldt)

El 70 % del agua potable de Colombia procede de sus páramos, un frágil ecosistema situado en lo alto de la cordillera de los Andes. Estas singulares sabanas de alta montaña se encuentran en solo el 2 % del territorio colombiano, pero filtran el agua para más de un tercio de su población. Se teme que el cambio climático reduzca su extensión hasta en 75 % en los próximos años, tambiénm que persistan prácticas insostenibles de manejo de ganadería y minería. A pesar de este panorama, el país ha avanzado en los últimos años en la gestión de los páramos y conserva el 86% de su cobertura natural. . La sociedad civil se ha organizado alrededor de su defensa y los procesos de delimitación fomentan la participación ciudadana. Los retos son inmensos para un país que depende de este ecosistema para el suministro de agua dulce.

Mientras nos enfrentamos a esta realidad, les invitamos a imaginar con nosotros otro camino, en el que transformemos nuestra relación con el planeta. Les invitamos a actuar con nosotros, podemos cocrear una nueva visión. Del 4 al 6 de octubre, el Hub virtual Nature for Life, que coincide con la coincidiendo con la 76ª Asamblea General de las Naciones Unidas, nos llama a todos y cada uno de nosotros –activistas, líderes, empresas, científicos, filántropos, jefes de estado y representantes indígenas, entre otros– a movilizar los cambios transformadores necesarios para un futuro positivo para la naturaleza.

El primer día del Hub, el 4 de octubre de 2021, Transformando nuestra relación con el planeta, ofrece poderosos ejemplos de iniciativas que fomentan un cambio transformador a nivel local, nacional y global. Como parte de nuestra contribución compartiremos cómo la cartografía y los mapas ayudan a convocar a diversos grupos de interés para poner a la naturaleza en el centro del desarrollo sostenible.

Con el liderazgo del Programa Naturaleza para el Desarrollo del PNUD y el Instituto Humboldt trabajamos con entidades y expertos del país, científicos de talla mundial y representantes de entidades del Sistema Nacional Ambiental para proponer un “mapa de la esperanza" que indique dónde actuar en favor de la naturaleza, el clima y la humanidad.

Los mapas nos ayudan a ver dónde prospera la naturaleza, dónde se destruye y dónde contribuye al desarrollo económico. La ‘cartografía de la esperanza’ es una herramienta clave para llegar a un consenso sobre cómo y dónde actuar, alineando a los responsables de política pública en torno al objetivo común de salvaguardar nuestra red de seguridad planetaria. Hemos trabajado juntos para identificar un conjunto coherente de objetivos de política relacionados con la conservación y gestión de la biodiversidad, el clima y el desarrollo sostenible. Utilizando datos espaciales para representar estas ideas, identificamos una serie de áreas esenciales para el soporte de la vida (ELSA por sus siglas en inglés) que, si se protegen, restauran o gestionan de forma sostenible, pueden proporcionar servicios ecosistémicos fundamentales para el bienestar de la humanidad, como almacenamiento de carbono, alimentación, agua dulce, filtración de agua y reducción del riesgo de desastres.

Dado que nuestro futuro depende de un suministro sostenible desde nuestros ecosistemas montañosos, estos "mapas de esperanza" identifican las áreas donde debemos actuar para mantener el acceso al agua para las generaciones futuras. La RAP-E Región Central, por ejemplo, está identificando áreas específicas en los páramos que deben ser protegidas, restauradas o gestionadas de forma sostenible para la seguridad hídrica. Los mapas de ELSA nos permiten ver los beneficios y el flujo de los servicios ecosistémicos de los páramos hasta las ciudades cercanas densamente pobladas. ¿Cómo prevemos que el 83 % de la población colombiana vivirá en ciudades en 2035? El uso de datos espaciales junto con los enfoques de planificación estratégica nos está ayudando a navegar por este complejo proceso de evaluar dónde y cómo la biodiversidad y los servicios de los ecosistemas pueden contribuir más eficazmente al desarrollo sostenible y al bienestar humano.

Durante el primer día del Nature for Life Hub, escucharemos voces únicas que dan esperanza en Camboya, Costa Rica, Colombia, República Dominicana, Ecuador y toda Sudamérica. Conoceremos un mundo en el que los pueblos indígenas de la Amazonia ecuatoriana pueden cartografiar las tierras que han salvaguardado durante milenios en una aplicación móvil, incluso sin conexión a Internet , , revisaremos cómo un satélite que navega el cielo puede documentar la deforestación y alertar a la comunidad y al gobierno através de sus teléfonos móviles de dónde se produce. Veremos cómo el UN Biodiversity Lab 2.0 del PNUD permite el acceso a más de 400 mapas y conjuntos de datos sobre la naturaleza, el cambio climático y el desarrollo humano para generar conocimientos para una política y una acción transformadoras.

Cada día es una oportunidad para actuar. Únase a nosotros en el primer día del Nature for Life Hub, el 4 de octubre, para saber cómo se utilizan los datos espaciales para situar a la naturaleza en el centro de la planificación del desarrollo. Inspírese en la creación conjunta de un futuro positivo para la naturaleza. Juntos podemos transformar nuestra relación con el planeta y dar forma a la calidad de nuestro futuro en la Tierra.

Cuenca baja del río Sogamoso, hábitat de 91 especies de peces

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Por: Prensa Instituto Humboldt | Bogotá D.C., 22 de septiembre de 2021

Cuenca baja del río Sogamoso, hábitat de 91 especies de peces




Como ecosistema acuático, el bajo río Sogamoso presenta gran importancia por los servicios ecosistémicos que proporciona, tales como la provisión o cosecha de animales silvestres y peces como alimento para los pobladores y fuente de económica a nivel local. Foto: Felipe Villegas


  • •  Las especies identificadas representan el 40% de la diversidad de peces del río Magdalena, el más grande de Colombia.
  • •  Del total, 87 serían nativas y 4 corresponderían a especies introducidas.
  • •  Estos hallazgos son presentados en el libro “Peces del bajo río Sogamoso, cuenca del Magdalena, Colombia: diversidad, uso y conservación”, una publicación dirigida a los pescadores locales, entidades de la región y el sector académico como un apoyo científico para la toma de decisiones.
  • •  Con este lanzamiento se conmemoran los diez años de existencia de la Serie Editorial Recursos Hidrobiológicos y Pesqueros Continentales de Colombia.


El Instituto Humboldt y Ecopetrol realizaron durante el 2020 una de las investigaciones más grandes de las que se tenga información hasta el momento para conocer la diversidad de peces en el río Sogamoso, que es uno de los principales afluentes del río Magdalena.

El estudio se llevó a cabo desde la represa de Hidrosogamoso hasta la desembocadura en el río Magdalena y permitió identificar 91 especies, de las cuales 87 son autóctonas y 4 fueron introducidas por el hombre.

Además, se logró catalogar dos especies en peligro: el pataló (Ichthyoelephas longirostris) y el blanquillo (Sorubim cuspicaudus), así como una en peligro crítico, que es el bagre rayado (Pseudoplatystoma magdaleniatum). La nueva especie identificada se trata de un pequeño bagrecito de la familia Heptapteridae conocido como “Barriga de mujer”.

En cuanto a los hallazgos obtenidos a nivel de macrohábitats como caños y quebradas, se identificaron 51 y 49 especies, respectivamente, mientras que en el río principal se hallaron 38 especies.

Galería de imágenes:



Aunque la cuenca del Magdalena ha sido bastante estudiada en comparación con el resto del país, el río Sogamoso era hasta el presente muy poco conocido. Dada su importancia para la pesca local y al ser una región con un nivel alto de transformación por intervención del ser humano, el estudio de su diversidad era una necesidad fundamental para buscar las mejores alternativas de conservación y desarrollo sostenible.

“Con esta investigación fue posible detectar la presencia de especies amenazadas y conocer una gran cantidad de datos sobre los macrohábitats y microhábitats, así como recopilar información de línea base que sirve para la evaluación y monitoreo del recurso pesquero que para la región es muy importante”, indicó el investigador Senior del programa de Ciencias de la Biodiversidad del Instituto Humboldt, Carlos A. Lasso.

Por su parte, Andrés Mantilla, director del Centro de Innovación y Tecnología de Ecopetrol señaló que “en desarrollo del estudio se pudo comprobar la presencia de las especies hasta ahora conocidas y reportadas para la zona, así como la identificación de al menos una posible especie nueva, lo cual enorgullece, resalta y motiva la realización de estos estudios para un mayor conocimiento de nuestra biodiversidad”.

Conocimiento que aporta a la conservación Los resultados de esta investigación se presentan en la más reciente publicación de la serie editorial Recursos Hidrobiológicos y Pesqueros Continentales de Colombia: “Peces del bajo río Sogamoso, cuenca del Magdalena, Colombia: diversidad, uso y conservación”, realizada por el Instituto Humboldt y Ecopetrol como parte de un proyecto conjunto de investigación y conservación.

Hernando García, director general del Instituto Humboldt, aseguró que “no tenemos duda de que esta publicación será un precedente importante a seguir en futuros estudios sobre la biodiversidad acuática y las pesquerías de la cuenca del Magdalena y otras áreas en Colombia”.

La publicación, que está dirigida a los pescadores locales, entidades de la región y el sector académico como un apoyo científico para la toma de decisiones, podrá ser descargada de forma gratuita desde los sitios web del Instituto Humboldt y Ecopetrol.

Además contará con un primer tiraje de 1.000 ejemplares que serán distribuidos a entes territoriales, centros académicos y comunidades del área de influencia del proyecto. Su presentación se realizará el próximo miércoles 22 de septiembre a las 9:00 a.m. a través de los canales de Facebook del Instituto Humboldt y Ecopetrol.

Instituto Humboldt rechaza ataques contra el Jardín Botánico de Medellín

 

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Por: Prensa Instituto Humboldt | Bogotá D.C., 30 de abril de 2021
 

Instituto Humboldt rechaza ataques contra el Jardín Botánico de Medellín



Panorámica del Jardín Botánico de Medellín. Foto: Jardín Botánico de Medellín.

La entidad hace un llamado a todos los colombianos para apoyar la reconstrucción del Jardín Botánico de Medellín y visitar estos espacios de conocimiento, biodiversidad y cultura.


Por casi 50 años, el Jardín Botánico Joaquín Antonio Uribe ha sido un espacio significativo para la investigación botánica y la educación ambiental de Medellín y Colombia. Ayer fue víctima de acciones violentas de desadaptados que nublan las manifestaciones ciudadanas en el país.


En un comunicado oficial, las directivas informaron que el jardín amaneció saqueado, sin vidrios y con varios de sus trabajadores golpeados. “Esta mañana, en nuestros ojos solo había lágrimas, abrazos largos de quienes viven un duelo profundo. Vimos nuestro trabajo destruido”, dijo Claudia Lucía García, directora ejecutiva del jardín. [Vea aquí el comunicado oficial].


Hernando García Martínez, director del Instituto Humboldt, rechazó los ataques contra uno de los mayores centros de biodiversidad, educación ambiental y cultura del país, e hizo un llamado a todos los ciudadanos para que protejan estos lugares patrimoniales del territorio nacional. “No podemos permitir que algo así vuelva a ocurrir”.


Los jardines botánicos juegan un papel clave para que los colombianos conozcan y aprendan sobre la increíble diversidad de flora del país. Desde su creación, el Instituto Humboldt ha tenido una estrecha conexión con los jardines botánicos, “espacios que aportan a la sociedad y a la construcción del tejido social colombiano. Rechazamos cualquier acción que atente contra estos lugares que aportan conocimiento ambiental y cultural y son espacios de encuentro entre la naturaleza y los ciudadanos”, enfatizó el director del instituto.


Para García Martínez los jardines botánicos son puentes donde la ciudadanía conecta con la naturaleza y generan oportunidades. “Son parte fundamental de la Colombia que queremos, un país de reconciliación y oportunidades para todos en nuestro país. Generan conocimiento para estimular la innovación y las nuevas ideas en un país megadiverso. Debemos movilizarnos para cuidarlos, protegerlos, visitarlos y volverlos parte de nuestro tejido. Son espacios de paz, no podemos permitir que sean objeto del accionar de la violencia” recalcó.


El Jardín Botánico de Medellín pidió ayuda para reconstruir esta insignia del departamento de Antioquia y del país. “Hoy, nuevamente queremos pedirles un abrazo y abrazarlos a ustedes también, porque todos perdimos, quienes trabajamos en el jardín, nuestros proveedores, nuestros vecinos, los visitantes, los niños, todos”.


El Instituto Humboldt se une a este llamado de apoyo al jardín. “Es responsabilidad de todos nosotros cuidar estos espacios y unirnos para que el Jardín Botánico de Medellín pueda renacer. Debemos apoyarlo para así reconstruir este rincón de nuestra historia y de nuestro futuro”, manifestó García Martínez.


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Una joya biodiversa


  • El Jardín Botánico Joaquín Antonio Uribe fue inaugurado oficialmente el 19 de abril de 1972 con el propósito de impulsar el fomento y desarrollo de las ciencias naturales, en particular de la botánica, por medio de la investigación y la conservación de la flora. 

  • En 1985 fue declarado Patrimonio Cultural de Medellín y desde 1989 hace parte de la Red Internacional de Jardines para la Conservación. Sus más de 13 hectáreas son un pulmón verde enclavado en la ciudad de Medellín, donde habitan miles de especies nativas de la flora colombiana.

  • Alberga diversas áreas de biodiversidad y cultura que son visitadas por turistas nacionales e internacionales, como el bosque tropical, jardín de las palmas, laguna Francisco José de Caldas, jardín del desierto, Orquideorama, huerto medicinal, patio de las azaleas, jardín vertical del Teatro Suramericana, Casa de las mariposas y laberinto de arbustos.

  • Los niños, jóvenes y adultos que lo visitan pueden participar en actividades de educación ambiental sobre cambio climático, ecología, culturas y saberes, agricultura urbana, seguridad alimentaria y estilos de vida sostenibles.

Instituto Humboldt celebra los 85 años de la Academia Colombiana de Ciencias Exactas, Físicas y Naturales

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Por: Prensa Instituto Humboldt | Bogotá D.C., 28 de mayo de 2021

Instituto Humboldt celebra los 85 años de la Academia Colombiana de Ciencias Exactas, Físicas y Naturales



La Academia es un socio estratégico para lograr la apropiación del conocimiento y la conservación, defensa y aprovechamiento sostenible de los recursos naturales. Foto: Academia Colombiana de Ciencias Exactas, Físicas y Naturales..

  • •  La Academia cuenta con cerca de 250 miembros y ha fomentado la investigación científica, contribuyendo a la apropiación de la ciencia como elemento de cultura y desarrollo económico y social. Dos de sus miembros hacen parte del comité científico del Instituto Humboldt..
Aun cuando cumple 85 años, la historia de la Academia se remonta al año 1823, cuando el general Francisco de Paula Santander, entonces presidente encargado, creó la Comisión Científica Permanente para un Museo de Ciencias Naturales y una Escuela de Minas.

Posteriormente, en 1832, posesionado como presidente, creó la Academia Nacional de la Nueva Granada y en 1867 el entonces presidente, Santos Acosta, fundó la Universidad Nacional, que contaba entre sus seis escuelas con una de Ciencias Naturales.

En 1871 se organizó la Sociedad de Naturalistas Colombianos, que sirvió de base para la creación de la Academia Nacional de Ciencias Naturales al amparo de la Universidad Nacional y su Escuela de Ciencias Naturales. El 11 de febrero de 1912 fue creada la Sociedad de Ciencias Naturales de la Salle, que en 1919 se convirtió en una sociedad colombiana.

“Todas estas iniciativas culminaron en 1933 con el reconocimiento de la Academia Colombiana de Ciencias Exactas, Físicas y Naturales como órgano consultivo del Gobierno, pero no fue sino hasta el 28 de mayo de 1936, a través del Decreto 1218, firmado por el presidente Alfonso López Pumarejo, que se estableció oficialmente”, informó la Academia.

La Academia Colombiana de Ciencias Exactas, Físicas y Naturales es una entidad fundamental para Colombia ya que ha reconocido a quienes se han destacado por sus aportes a la ciencia y fomento de la investigación científica. Hoy todos en el Instituto Humboldt celebramos sus 85 años de existencia y la felicitamos por todos sus aportes”, dijo Hernando García, director del Humboldt.

La Academia ha contribuido al posicionamiento de la ciencia como un elemento de cultura y desarrollo económico y social, además ha cooperado en el mejoramiento de la enseñanza de las ciencias exactas, físicas y naturales en distintos niveles de la educación.

“Es una entidad que propone diferentes acciones y dimensiones sobre el desarrollo científico y académico y fomenta el intercambio de conocimiento académico a nivel nacional e internacional. Para el Instituto Humboldt ha sido fundamental, ya que es un socio estratégico para lograr la apropiación del conocimiento y la conservación, defensa y aprovechamiento sostenible de los recursos naturales del país”, afirmó García.

En sus años de existencia, la Academia ha otorgado varios premios por los aportes a la ciencia, incluyendo la Obra Integral en Ciencia, Amigos de la Academia al joven científico colombiano, Medalla Humboldt-Caldas y L´Oreal-UNESCO para las Mujeres en la Ciencia (en colaboración con Minciencias), entre otros.

“La Revista de la Academia Colombiana de Ciencias Exactas, Físicas y Naturales, que suma 45 volúmenes y 174 números, es uno de los principales espacios para que investigadores y científicos publiquen sus estudios y análisis científicos, un espacio fundamental para la ciencia del país y que siempre ha estado abierto para el Instituto Humboldt”, manifestó el instituto.

Hoy viernes 28 de mayo, la Academia realizará una jornada virtual especial de celebración en la que participarán miembros de la Red Internacional de Asesoramiento Científico Gubernamental (INGSA) y contará con invitados de primera talla de Nueva Zelanda, Argentina, Emiratos Árabes (Dubai), Suiza, Alemania, Estados Unidos y Colombia.

“Será una oportunidad única para conocer las acciones de jóvenes académicos, artistas y científicos que buscan integrar creativamente sus diferencias intelectuales, culturales y sociales para promover procesos de apropiación social del conocimiento”, informó la Academia.

El evento virtual será transmitido a través del canal de YouTube de la Academia desde las 9 de la mañana. “Estaremos presentes en este espacio para celebrar esta fecha tan importante para el país y conocer los diferentes proyectos e iniciativas científicas de sus miembros”, apuntó García.

La Academia también presentará el libro “Ciencia, humanismo y nación”, insumo científico editado junto con la Universidad Nacional de Colombia.

Vireo de Providencia, una de las aves más registrada durante la expedición Cangrejo Negro

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Por: Prensa Instituto Humboldt | Bogotá D.C., 26 de enero de 2021 

Vireo de Providencia, una de las aves más registrada durante la expedición Cangrejo Negro




El vireo de Providencia es una de las aves más emblemáticas para las comunidades del archipiélago. Foto: Felipe Villegas (Instituto Humboldt).


  • •  Esta ave fue observada en todos los ambientes analizados en la isla, desde áreas abiertas y el bosque seco tropical hasta las zonas de manglar.
  • •  El Instituto Humboldt definirá las metodologías para direccionar estudios poblacionales y de preferencia de hábitat, lo que permitirá identificar las zonas donde es más abundante y los sitios que le brindan más recursos.
  • •  Por medio de diferentes análisis, que incluirán estudios moleculares y la colaboración con investigadores de otras instituciones, se pretende establecer el estatus taxonómico de la población presente en Providencia y San Catalina.

Hace dos meses, cuando se conocieron las primeras imágenes de la devastación que causó el huracán Iota en su paso por el archipiélago de San Andrés, Providencia y Santa Catalina, varios científicos consideraron que una de las aves más emblemáticas podría haber desaparecido del territorio insular.



Los fuertes vientos de Iota, superiores a los 200 kilómetros por hora, impactaron al 90 por ciento del bosque seco tropical y causaron estragos en las coberturas vegetales como el manglar, ecosistemas que le brindan refugio y alimentación al vireo de Providencia (Vireo crassirostris approximans).

“Se sugirió que los fuertes vientos podrían impactar a las aves e incluso causar la extinción de especies restringidas únicamente a las islas. Debido a su pequeño tamaño, se pensó que los vientos pudieron arrastrar la población de esta ave hasta causar la mortalidad de muchos individuos”, dijo David Ocampo, ornitólogo del Instituto Humboldt.


Los investigadores temían que el vireo de Providencia ya no hacía parte de los ecosistemas de Providencia debido al paso arrollador del huracán Iota. Foto: Felipe Villegas (Instituto Humboldt).


Según el investigador, un huracán tan potente que derribó los bosques y edificaciones de Providencia, pudo causar estragos profundos en la población del vireo y otras especies. “Estas aves se mueven entre la vegetación a través de vuelos cortos y era posible que los fuertes vientos de Iota pudieran impactar gran parte de la población”.

Desde el primer día de la expedición Cangrejo Negro, realizada la semana pasada en Providencia, el investigador, con el apoyo local del estudiante de biología Osmar Orozco Reeves, empezaron a buscar a este vireo, ave que fue priorizada debido a su distribución restringida en Colombia solo a esta isla.


El primer sitio donde fue registrado en vireo de Providencia fue en un relicto de bosque seco del sector de Manzanillo. Foto: Felipe Villegas (Instituto Humboldt).


“No tuvimos que esperar mucho para encontrarla. El primer hallazgo de su presencia fue en una zona cerca del manglar, donde logramos fotografiar a varios individuos. Luego fueron apareciendo en todas las coberturas vegetales estudiadas. Estos resultados preliminares sugieren que incluso actualmente podría ser una de las especies con mayor presencia en la isla, luego del paso del huracán Iota”, aseguró Ocampo.

En el bosque de Manzanillo, donde sobrevivió un remanente de bosque seco tropical, los investigadores identificaron inicialmente al vireo de Providencia a través de su canto. “A pocos minutos de explorar este sitio pude identificar con claridad su reclamo, un par de notas repetitivas. Luego salió de la vegetación y pudimos fotografiarlo”.


David Ocampo, ornitólogo del Instituto Humboldt, lideró los recorridos para estudiar las aves de Providencia. Foto: Instituto Humboldt.


Por medio de redes de niebla, en las cuales quedan suspendidas las aves sin lastimarse, Ocampo pudo analizar varios vireos de Providencia. “En un sitio capturamos dos individuos que registraron pesos entre los 10 y 11 gramos. Les tomamos muestras de sangre para dar marcha a estudios más profundos sobre su población y grado de endemismo”.

Con las muestras de tejidos de los vireos de Providencia, los investigadores del Instituto Humboldt, en colaboración con investigadores de Instituto de Ciencias Naturales de la Universidad Nacional y de la Universidad Javeriana de Cali, realizarán estudios para determinar el estatus taxonómico de esta ave.


Por medio de diferentes análisis, los investigadores establecerán el estatus taxonómico de la población presente de esta ave en Providencia y San Catalina. Foto: Felipe Villegas (Instituto Humboldt).


“Por ahora reconocemos el vireo de Providencia (Vireo crassirostris approximans) como una subespecie con distribución restringida a la isla. Otros autores lo consideran una subespecie del vireo de manglar (Vireo pallens) o incluso como una especie (Vireo approximans). Solo mayores estudios con más información, como molecular, nos ayudarán a responder esta pregunta que, además puede tener implicaciones en su conservación”, precisó Ocampo.

El ornitólogo precisó que este tipo de análisis son de suma importancia para poder documentar más precisamente nuestra biodiversidad y definir los alcances de posibles estrategias de conservación.

“Si es una subespecie o especie puede tener implicaciones dependiendo de qué definimos como unidad de conservación, por ejemplo, desde la Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza (UICN)”.


El estudiante de biología Osmar Orozco Reeves participó en los recorridos de la expedición Cangrejo Negro. Foto: David Ocampo (Instituto Humboldt).


Estos estudios también permitirán entender la historia evolutiva del vireo de Providencia, es decir qué tanto tiempo lleva acumulando cambios y qué tan diferente podría ser de otras poblaciones.

Además de estos análisis, el Instituto Humboldt tiene proyectado realizar estudios ecológicos que permitan dar un diagnóstico más completo para conocer a fondo los hábitats donde ahora reside y los sitios que concentran la mayor cantidad de individuos en Providencia.


El vireo de Providencia es un ave pequeña que sobrevivió al paso del huracán Iota en la isla. Foto: Felipe Villegas (Instituto Humboldt).


Según Ocampo, el primer paso fue confirmar que estuviera en los diferentes tipos de hábitats de la isla. “Lo que sigue es hacer varios análisis y definir cuáles son las mejores metodologías para establecer monitoreos a mediano y largo plazo, que permitan conocer mejor cómo está la población, medidas de abundancias, cómo se distribuyen, aspectos detallados del uso del hábitat”.

El investigador apunta que para lograr esto será muy importante incorporar estudios de su biología reproductiva. “Esto nos permitirá tener una mejor idea sobre el estado en que está el ave y cómo podemos conservarla”.

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