Instituto de Investigación de Recursos Biológicos
Alexander von Humboldt

Investigación en biodiversidad y servicios ecosistémicos para la toma de decisiones

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Restauración y aprovechamiento del bosque amazónico

Nota de actualidad | Por: María Alejandra Navarrete Tovar | 19/01/2024

Restauración y aprovechamiento del bosque amazónico, una oportunidad de bienestar para Yaguara II




El resguardo indígena Yaguara II, ubicado en los Llanos del Yarí, es uno de los núcleos de desarrollo forestal priorizados por el gobierno nacional en el año 2023. La restauración del bosque en este territorio puede representar un mejoramiento de la calidad de vida de la comunidad, la cual ha sido víctima de los grupos armados que operan en la zona.

“Mi sueño para el territorio es que podamos vivir allí, rodeados de toda esa naturaleza, en paz y en tranquilidad. Sueño que, en algún momento, todas las familias puedan retornar”. Estas son las palabras de Yazmín Palomino, comunera del Resguardo Llanos del Yarí - Yaguara II, un territorio de gran riqueza biológica y cultural que ha sido afectado por la deforestación y la violencia.

Este resguardo indígena, conformado por las etnias Pijao, Piratapuyo y Tucano, se encuentra ubicado entre los departamentos de Meta, Caquetá y Guaviare, en la zona conocida como los Llanos del Yarí. Esta es una de las áreas de mayor deforestación en el país y fue priorizada por el MinAmbiente como uno de los 22 núcleos de desarrollo forestal de la Amazonía colombiana en el año 2023. Este núcleo tiene una extensión de 196.992 hectáreas, de las cuales 162.328 corresponden a ecosistemas de bosque y sabanas naturales que están en posible riesgo de deforestación y transformación. De este núcleo, un 67 % del territorio hace parte del resguardo Yaguara II.

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Dentro de la ejecución del proyecto, la cual se realizará hasta marzo del 2024, se espera restaurar cerca de 420 hectáreas de bosque. Fotografía: John Bernal - Instituto Humboldt


El deterioro del bosque y de las sabanas naturales en esta zona ha estado relacionado con la praderización, el acaparamiento de la tierra para ganadería y la construcción de vías ilegales. Asimismo, este territorio ha sido afectado recurrentemente por las dinámicas del conflicto armado. Específicamente en el caso de Yaguara II, grupos ilegales obligaron a la comunidad a dejar su territorio en dos oportunidades (2004 y 2021), a través de amenazas relacionadas con el reclutamiento de menores, el uso de la tierra para la producción de cultivos ilícitos y la tala del bosque.

Desde el año 2023, 51 familias de Yaguará II han venido trabajando junto al Instituto Humboldt en el proyecto “Núcleo de desarrollo forestal y biodiversidad Yaguará II”, el cual busca promover la restauración del bosque amazónico y del ecosistema de sabana. El objetivo del proyecto es combatir la deforestación en el territorio y fortalecer las capacidades de la comunidad para mejorar sus procesos de gobernanza (es decir, la toma de decisiones dentro del resguardo) y sus medios de vida.

“El Instituto se ha articulado con la comunidad para fortalecer su gobernanza, la cual se expresa en el bienestar y en la posibilidad de ocupar el territorio, y para promover el cuidado de la riqueza en términos de biodiversidad y cultura. Este proyecto tiene tres componentes: la identificación de alternativas productivas a partir de la biodiversidad -que sean sostenibles y que permitan la conservación del bosque y de las sabanas-, una estrategia de capacitación para la resolución de conflictos socioambientales que permita construir una gobernanza apropiada en el resguardo, y la implementación de acciones de restauración productiva que ofrezcan oportunidades de permanencia en el territorio”, asegura Jose Manuel Ochoa, Gerente del Centro de Estudios Socioecológicos y Cambio Global del Instituto Humboldt y líder del proyecto.

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Con la instalación de 40 cámaras trampa en el resguardo se espera registrar las distintas especies de fauna que habitan el territorio. Fotografía: John Bernal - Instituto Humboldt


Como parte de la ejecución de esta iniciativa, se han llevado a cabo actividades de monitoreo comunitario de la biodiversidad -a través de la instalación de cámaras trampa y grabadoras de sonido-, capacitaciones en gobernanza e identificación de conflictos socioambientales, y breves expediciones para el reconocimiento de la biodiversidad. También se ha realizado el acompañamiento a acciones de viverismo para la restauración productiva en 51 parcelas -correspondientes a las 51 familias que se han vinculado al proyecto- y se han desarrollado espacios de educación ambiental con los niños, niñas y jóvenes. Próximamente se dictarán seis módulos de capacitaciones para el fortalecimiento de la comunidad, los cuales estarán a cargo de la Universidad de la Amazonía.

Para Yazmín Palomino, uno de los aprendizajes más valiosos que ha generado el proyecto ha sido “trabajar en equipo para buscar el bienestar de toda la comunidad. También hemos aprendido más acerca de nuestra naturaleza, a valorarla más; nos han brindado diferentes capacitaciones en temas de gobernanza, viverismo e instalación de cámaras trampa, las cuales nos ayudan a darnos cuenta qué especies de animales hay en nuestro territorio”, añade.

El Resguardo Llanos del Yarí-Yaguara II es una zona de gran importancia ecológica porque limita con los Parques Nacionales Naturales Serranía de Chiribiquete, Tinigua y La Macarena, y permite la conectividad entre ecosistemas andinos, como la Sierra de la Macarena y la Cordillera de Los Picachos, con la Amazonía. El conocimiento de la biodiversidad de esta área todavía es limitado, por lo que el proyecto puede contribuir a generar nuevo conocimiento al respecto.

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La apertura y participación en las actividades propuestas han evidenciado un genuino compromiso de la comunidad con la conservación de su entorno. Fotografía: John Bernal - Instituto Humboldt


Según Efrem Bocanegra, uno de los líderes del resguardo, “es muy importante no dañar el territorio de los animales y de nosotros, no dañar el agua, ni el oxígeno ni los peces, porque es el sustento para la comunidad. Tengo la expectativa de que nuestro resguardo sea libre y sea restaurado”.

El proyecto “Núcleo de desarrollo forestal y biodiversidad Yaguara II” es financiado por el Ministerio del Medio Ambiente y Desarrollo Sostenible con recursos del Fondo Nacional Ambiental (FONAM). Se espera que la restauración y aprovechamiento sostenible del bosque amazónico pueda brindar una oportunidad de bienestar y permanencia para la comunidad del Resguardo Yaguara II, en el pleno ejercicio de su autonomía.
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Sinchi y Humboldt, uniendo lazos para la gestión integral de la biodiversidad

Nota de actualidad | Por: Esteban Giraldo | 21/07/2022

Sinchi y Humboldt, uniendo lazos para la gestión integral de la biodiversidad




foto grupo sinchi humboldt
Ambas instituciones reafirman su compromiso de trabajar articuladamente por la conservación y estudio de la biodiversidad del país.


En el marco del Foro de Ciudades Panamazónicas y #BioBlitz Leticia, el Instituto Amazónico de Investigaciones Científicas (Sinchi) y el Instituto de Investigación de Recursos Biológicos Alexander von Humboldt unen esfuerzos para el reconocimiento y protección de la biodiversidad.

Dada la abrumadora riqueza de nuestra biodiversidad, es fundamental que los actores implicados en su estudio y conservación sumen capacidades.

El pasado 13 de julio tuvo lugar la segunda sesión del Foro de Ciudades Panamazónicas, convocado por ICLEI América del Sur junto con el Programa Regional de Seguridad Energética y Cambio Climático en América Latina (EKLA) de la Fundación Konrad Adenauer (KAS) y el apoyo de Waycarbon y el Instituto Sinchi. Esta es una iniciativa que busca fortalecer la representatividad y la influencia internacional de las instituciones locales de la amazonía y suscitar el enriquecimiento de experiencias relacionadas con el desarrollo urbano y territorial sostenible de la región. Así mismo, el 14 y 15 de julio, ocurrió el BioBlitz Leticia, una actividad que genera inventarios de biodiversidad urbana con la participación de las comunidades de cada localidad en el marco de las actividades desarrolladas en ocho BiodiverCiudades.

En ambas, bajo el auspicio del Ministerio de Medio Ambiente y Desarrollo Sostenible, el Sinchi y el Instituto Humboldt articularon sus fortalezas institucionales no sólo en lo que atañe a la investigación científica, sino a la posibilidad de suministrar información a las autoridades, a la apropiación social de conocimiento y a la generación de ciencia participativa.

observación en bioblitz
En Leticia (Amazonas) se realizaron dos jornadas de BioBlitz, inventarios de biodiversidad en donde las comunidades son protagonistas.


Según Luz Marina Mantilla, directora del Sinchi, “el grupo de los institutos tiene una tradición de respeto y amistad entre los investigadores y entre los directores. Hemos sido aliados institucionales. Lo que debemos hacer es sumar, no competir. Debemos articular. Trabajar en red”.

En consonancia, Sandra Perdomo, directora de la Oficina de Asuntos Internacionales, Política y Cooperación, y directora (e) del Instituto Humboldt al momento de las actividades, comentó que “al ser nosotros el instituto nacional de biodiversidad tenemos una responsabilidad muy grande de cocrear el conocimiento con actores claves, en este caso con nuestros hermanos del Sinchi.”

Así, las dos instituciones continúan una historia de desarrollo conjunto, en el cumplimiento de los objetivos que le son comunes. “Incidir en decisiones de la política pública para que la biodiversidad, a través del diálogo ciudadano, sea una potencia de verdad en la transformación que necesitamos en términos de desarrollo sostenible y que la gente pueda tener unas aspiraciones que le permitan vivir de una manera decente”, según las palabras de Luz Marina Mantilla, directora del Sinchi.

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Ambas instituciones tienen como meta que la toma de decisiones en política pública tenga en cuenta el valor de la naturaleza.
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Mamíferos de Colombia: una riqueza con muchos vacíos de información

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Por: Prensa Instituto Humboldt | Bogotá D.C., 27 de mayo de 2021

Mamíferos de Colombia: una riqueza con muchos vacíos de información



Estudio sobre los registros de mamíferos en Colombia muestra que la Amazonia cuenta con los mayores vacíos de información. Foto: Diego Lizcano (The Nature Conservancy).

  • •  Así lo revela el más reciente análisis sobre la distribución de los mamíferos terrestres continentales del país, insumo elaborado por seis científicos y liderado por un investigador del Instituto Humboldt.
  • •  Los expertos analizaron 14 751 registros para 418 especies en el territorio nacional. Sin embargo, en la mayoría de los departamentos y ecorregiones la representatividad de estos datos no supera el 50 %.
  • •  Gran parte de la información registrada de estos animales proviene de las regiones Andina y Caribe, mientras que la Amazonia, uno de los territorios más biodiversos, es la zona menos estudiada.
  • •  “El muestreo de la diversidad de mamíferos de Colombia aún está bastante incompleto, por lo cual cabe la posibilidad de encontrar nuevas especies en las áreas pobremente muestreadas”, revela el estudio.

En las más de 114 millones de hectáreas de Colombia habitan por lo menos 520 especies de mamíferos, los únicos representantes del reino animal con pelo en alguna parte de sus cuerpos y glándulas mamarias productoras de leche para alimentar a las crías.

Los hay como en botica, desde ballenas de gran tamaño, delfines de río y mar, misteriosos felinos como el jaguar y puma, osos andinos, primates juguetones, venados saltarines, dantas que esparcen semillas, murciélagos, marsupiales, hasta diminutos roedores.

Según el Sistema de Información sobre Biodiversidad de Colombia (SiB Colombia), el territorio nacional alberga 58 especies de mamíferos endémicos, es decir, que no habitan en ninguna otra parte del mundo. Entre tanto, 57 están catalogadas como migratorias y 42 figuran en alguna de las categorías de amenaza.


En Colombia han sido registradas cerca de 520 especies de mamíferos, cifra que no representa toda la riqueza de estos animales en el territorio nacional. Foto: Andrés Felipe Suárez Castro (Instituto Humboldt).

Estas cifras convierten a Colombia en el sexto país más rico en mamíferos del planeta, ya que concentra más del 8 % de las 6533 especies registradas a nivel global. Sin embargo, esta riqueza nacional podría ser mucho más elevada.

Así lo revela un reciente análisis sistemático sobre la distribución temporal y espacial de mamíferos silvestres terrestres continentales de Colombia (https://revistas.unal.edu.co/index.php/cal/article/view/85443/79004), insumo elaborado por seis investigadores que revela profundos vacíos de información en cuanto a los registros de este grupo de animales.

“Luego de compilar los registros primarios de mamíferos encontrados en plataformas de biodiversidad, evidenciamos grandes vacíos de información. Por ejemplo, los órdenes de estos animales presentan una representatividad menor al 50 % en los departamentos y ecorregiones de Colombia”, aseguró Andrés Felipe Suárez Castro, biólogo del Instituto Humboldt y líder de la investigación.


Recopilando datos

El Instituto Humboldt y la Sociedad Colombiana de Mastozoología llevan varios años analizado los Datos Primarios de Biodiversidad (DPB) sobre los mamíferos del país, información depositada en plataformas como el SiB Colombia y la Global Biodiversity Information Facility (GBIF).

“Estos análisis mostraron vacíos de información a nivel espacial y temporal, un panorama que nos llevó a seis investigadores a indagar más a fondo sobre los registros y la distribución a nivel departamental y de ecorregiones, un trabajo que fue financiado a través de una beca postdoctoral de Colciencias”, dijo Suárez Castro.


Un estudio de seis investigadores muestra que en general todo el país presenta grandes vacíos de información en cuanto a mamíferos. Fuente: Instituto Humboldt).


“A finales de 2019, Suárez, Héctor Ramírez (Universidad de Caldas), Elkin Noguera (Instituto Humboldt), Jorge Velásquez (National Audubon Society), José González (ProCAT Colombia) y Diego Lizcano (The Nature Conservancy) iniciaron la recopilación general de los registros.
“Encontramos 77 603 registros de mamíferos en ambas plataformas, datos que luego fueron filtrados con la información de los ejemplares que reposan en las colecciones biológicas y las imágenes de trampas cámara. Este filtro arrojó 14 751 registros para 418 especies”, informó el investigador del Humboldt.

Luego, los científicos analizaron los polígonos de distribución de mamíferos de la Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza (UICN), los cuales sirvieron de proxy para estimar la cantidad de especies presente en los departamentos y ecorregiones de Colombia. “Esta información fue comparada con los registros que encontramos en las plataformas y Datos Primarios de Biodiversidad”, precisó Suárez Castro.

Este estudio, que será publicado este año en la revista Caldasia de la Universidad Nacional de Colombia y ya está disponible para consulta (https://revistas.unal.edu.co/index.php/cal/article/view/85443/79004), también calculó la diferencia media entre el número de años de los registros y las áreas con vacíos de información donde dominan las presiones causadas por las actividades antrópicas.

Amazonia: mucho por estudiar


Los investigadores evidenciaron que la representatividad promedio de los registros de mamíferos terrestres de Colombia es baja y variable: 48 % para los departamentos y 42 % para las ecorregiones.

Las áreas con mayores registros (representatividad superior al 60 %) fueron las tierras bajas de la región Andina, el occidente del Caribe y algunas zonas de la Orinoquia, e incluyen los bosques del valle del Magdalena, bosques húmedos del Valle del Cauca, áreas secas entre La Guajira y Barranquilla, bosques montanos de la cordillera Oriental y sabanas inundables y altillanuras cerca del piedemonte llanero.



La Amazonia y Orinoquia Guayanesa son las regiones colombianas con la representación más pobre de mamíferos. Foto: Andrés Felipe Suárez Castro (Instituto Humboldt).

“Aunque estas regiones cuentan con una mayor cantidad de registros de mamíferos, nuestro análisis concluye que en general todo el país presenta grandes vacíos de información. Una representatividad inferior al 50 % es demasiado baja para un territorio tan biodiverso como Colombia”, contó Suárez Castro.

La Amazonia y la Orinoquia guayanesa son las regiones con una representación más pobre de mamíferos. Según los expertos, esto se debe a que son los sitios menos muestreados y explorados por factores como lo complicado de su geografía y el conflicto armado.
“Los bosques húmedos transicionales entre la Orinoquia y Amazonia, en los límites con Guaviare, Caquetá y Vichada, tienen una representatividad demasiado baja (no mayor al 20 %); es decir que se encuentran pobremente estudiados”, anotó el investigador del Humboldt.

La Sierra Nevada de Santa Marta y los manglares del Pacífico también figuran en las ecorregiones con mayores vacíos de información. En la primera, los polígonos de la UICN mostraban 158 especies, pero las plataformas y colecciones solo arrojaron ocho.


Los departamentos de Guainía, Vaupés y Guaviare arrojaron las representaciones más bajas de mamíferos. Foto: Andrés Felipe Suárez Castro (Instituto Humboldt).

A nivel departamental, Santander, Caldas, Tolima, Cundinamarca y Meta mostraron los mayores valores de representatividad de mamíferos, lo opuesto a Guainía, Vaupés y Guaviare (valores inferiores al 30 %).

En Guainía, por ejemplo, los expertos esperaban encontrar 181 especies, pero en los datos disponibles solo aparecieron 31 registradas (17,1 % de representatividad). Este panorama fue similar en Vaupés, con 185 especies esperadas y solo 36 registradas.

“Esto es entendible porque son zonas de difícil acceso y con problemas de orden público, lo que ha evitado hacer muestreos en sus ecosistemas. Además, Colombia no ha consolidado un plan claro para hacer un inventario de la biodiversidad en todo el país de una forma más holística”, cuenta Suárez Castro.

El análisis también arrojó que hay zonas relativamente cercanas a los principales asentamientos humanos con valores bajos de representatividad de mamíferos, como es el caso de los páramos del norte de los Andes, bosques húmedos del occidente y el Catatumbo y los bosques montanos de Santa Marta.

“Este estudio demuestra que en todo Colombia persisten vacíos importantes de conocimiento para la mayoría de los órdenes de mamíferos, en especial en las regiones que son consideradas como los mayores epicentros de biodiversidad”, revelan los seis científicos en el artículo científico.


Para los investigadores, el esfuerzo de muestreo de mamíferos por año y década en Colombia no ha sido constante. Foto: Diego Lizcano (The Nature Conservancy).

Falta constancia

Para Suárez Castro y los demás investigadores, el esfuerzo de muestreo de mamíferos por año y década en Colombia no ha sido constante, aunque destacan que los registros vienen en ascenso desde las décadas de los 70 y 80.

“Analizamos los datos en celdas de 50 por 50 kilómetros con el fin de identificar cuántas veces habían sido muestreadas cada una de las órdenes de mamíferos. Uno de los hallazgos es que la mayoría de las celdas han sido muestreadas menos de cuatro años en promedio por orden, una cifra bastante baja”.

Solo los carnívoros, murciélagos, marsupiales y roedores han sido muestreados durante más de 10 años, todos en las regiones Andina y Orinoquia. “Esto demuestra que el monitoreo temporal a nivel de poblaciones se ha quedado corto. Hay que ver cómo incrementar esa cobertura temporal”, complementa el biólogo del Humboldt.



Los carnívoros, murciélagos, marsupiales y roedores han sido muestreados durante más de 10 años. Foto: Andrés Felipe Suárez Castro (Instituto Humboldt).

El orden Eulipotyphla, donde están las musarañas, presenta vacíos de información de más de 30 años entre los registros. Según Suárez Castro, esto es grave porque no hay seguridad que las especies hayan sobrevivido a los cambios de uso del suelo y transformación de los hábitats. “Las musarañas, mamíferos pequeños y de zonas andinas, son las que tienen registros más espaciados”.

Los mamíferos de tamaño grande como los ungulados de dedos pares e impares (Artiodactyla y Perissodactyla) cuentan con pocos registros en el país, mientras que los de pequeño porte presentan una mayor representatividad espacial y temporal.

“Esto tiene que ver con las técnicas de muestreos. Por ejemplo, contamos con una mayor cantidad de datos de murciélagos y roedores porque se pueden capturar con redes de niebla y trampas Sherman. Sin embargo, en los últimos 10 años ha incrementado la información de mamíferos grandes y medianos por medio de las trampas cámara”, indicó Suárez Castro.

Especies endémicas de pequeños mamíferos como roedores, marsupiales y murciélagos están poco representadas y registradas en sitios puntuales. Este es el caso de ocho especies únicas de murciélagos, que solo son conocidas en menos de 25 localidades.


El muestreo de mamíferos en Colombia debe concentrarse en zonas como los bosques tropicales de la Amazonia. Foto: Andrés Felipe Suárez Castro (Instituto Humboldt).

“La curva de acumulación de especies de mamíferos a nivel nacional no alcanzó una asíntota, es decir que tiene un comportamiento lineal. Esto indica que el muestreo de la diversidad de mamíferos de Colombia es bastante incompleto, por lo cual cabe la posibilidad de encontrar nuevas especies en áreas pobremente muestreadas”, dicen los investigadores.

Los expertos encontraron que no existe un incremento claro en el esfuerzo de muestreo a lo largo del tiempo. “Los mayores esfuerzos de recolección corresponden a estudios de enfermedades zoonóticas en mamíferos durante las décadas de los 60 y 70. Hoy en día, el pico más reciente corresponde al auge de las trampas cámara como método de muestreo”.

Áreas prioritarias

Los investigadores recomiendan que el muestreo de mamíferos en Colombia debe concentrarse en zonas como los bosques tropicales de la Amazonia, en los límites de los departamentos del Caquetá y Amazonas, además en el Escudo Guayanés en la región de la Orinoquia.

“Estos son los territorios menos muestreados y más biodiversos, por lo cual los esfuerzos deben estar enfocados allí para ir llenando los vacíos de información. Otras zonas prioritarias son los bosques del Vaupés, sabanas hiperestacionales y de altillanura plana en Vichada y las sabanas inundables de Arauca y Casanare”.


Los departamentos del Caquetá y Amazonas y el Escudo Guayanés en la región de la Orinoquia, también requieren de mayores muestreos. Foto: Andrés Felipe Suárez Castro (Instituto Humboldt).

El análisis también muestra que es necesario priorizar zonas con una alta presión antrópica, como los bosques secos adyacentes a la Sierra Nevada de Santa Marta, bosques húmedos de la Amazonia en Guaviare y los llanos entre Casanare, Vichada y Meta.

“Aumentar la cobertura y representatividad de los Datos Primarios de Biodiversidad requiere análisis detallados de riesgo de transformación de paisaje, donde existe una alta probabilidad de que ocurran procesos de extinción local”, cita el artículo.

En zonas de la Orinoquia y Amazonia en las fronteras con Venezuela, Brasil y Perú, varias de las especies de pequeños mamíferos carecen de registros verificados en Colombia. “Es posible que más de 20 especies de pequeños mamíferos registradas en Brasil, Ecuador, Panamá y Perú se encuentren en Colombia en áreas pobremente muestreadas”, revela la investigación.

Para llenar los principales vacíos de conocimiento sobre los mamíferos, Suárez Castro manifestó que es necesario continuar con iniciativas como las expediciones BIO o monitoreos realizados por entidades como en Instituto Sinchi en la Amazonia.


Los investigadores precisan que es necesario fortalecer las colecciones biológicas del país y aumentar el presupuesto para la investigación de mamíferos. Foto: Andrés Felipe Suárez Castro (Instituto Humboldt).

“El acceso a las bases de datos de las plataformas nos ha permitido ampliar el conocimiento sobre los registros de las especies. Sin embargo, es necesario que toda esta información sea publicada y esté disponible para consulta de toda la ciudadanía. Las nuevas herramientas tecnológicas nos permiten registrar los hallazgos, registros que son curados por expertos”.

Los investigadores también sugieren realizar inventarios por medio de herramientas de ciencia ciudadana y los datos de los estudios de impacto ambiental, además de destinar mayores recursos para seguir estudiando la biodiversidad del país.

“Es necesario continuar con el fortalecimiento institucional para reportar y curar la información proveniente de múltiples fuentes, además de priorizar evaluaciones ecológicas rápidas, el fortalecimiento de las colecciones y la liberación de información mediante bases de datos en línea”.

Para Suárez Castro, Colombia debe fortalecer las colecciones biológicas del país y aumentar el presupuesto para que más investigadores puedan discernir los patrones de la biodiversidad de una forma más robusta.

“Además, como investigadores tenemos la tarea de publicar la mayor cantidad de registros en las bases de datos y llevarlos a las colecciones biológicas, insumos que nos van a permitir llenar esos vacíos de información que hay sobre mamíferos y los demás representantes de nuestra fauna silvestre”, afirmó el biólogo del Humboldt.
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