Instituto de Investigación de Recursos Biológicos
Alexander von Humboldt

Investigación en biodiversidad y servicios ecosistémicos para la toma de decisiones

conexion vital

Avances y resultados de proyectos ganadores convocatoria Futuro y Biodiversidad



La exhibición Gigantes Extintos y las Rutas de bioconocimiento: protección de las plantas medicinales que caminan el territorio ancestral Nasa de Tierradentro, Cauca, fueron los proyectos ganadores de la convocatoria Futuro y Biodiversidad 2017 del Instituto Humboldt, que otorgó estímulos económicos por 10 millones de pesos para el desarrollo de iniciativas de tipo creativas/artísticas desde cualquier área del conocimiento, empírico o académico, para la reflexión en torno al futuro del patrimonio natural colombiano, la promoción de perspectivas innovadoras, y la aplicación de conceptos que involucraran a los ciudadanos en estos procesos. A continuación, presentamos los resultados y avances de ambas propuestas:


Un plan en vacaciones: conocer a los “Gigantes Extintos”




Foto: Cortesía Andrés Chaparro

Gigantes Extintos es la exhibición de 35 esculturas en cerámica, pinturas e ilustraciones de especies prehistóricas que habitaron Colombia y Suramérica, elaboradas por el artista bogotano Andrés Chaparro.

Entre las figuras que conforman la exhibición están animales temerarios por su tamaño y fuerza: el cocodrilo carnívoro más grande de la época del Mioceno; una tortuga gigante con un caparazón del tamaño de un mesa de ping-pong; la titanoboa, ejemplo espectacular de gigantismo en reptiles; pájaros apodados “aves del terror”; roedores enormes como un buey; o armadillos del porte de un automóvil pequeño.

La muestra hace parte de la oferta capitalina para la temporada de vacaciones, y todos los públicos pueden visitarla de manera gratuita del 13 al 27 de diciembre de 2018, en la Sala B de la Galería Crispeta, ubicada en la carrera 9 #61- 84, de lunes a sábado a partir de las 11:00 a.m. y hasta las 7:00 p.m.

El bestiario prehistórico que conforma la exhibición abarca 8 reptiles, 3 aves y 25 mamíferos, representados en modelos a escala que van desde titanes súpercarnívoros descomunales que tuvieron el tamaño de un bus de Transmilenio, cazadores letales que propinaban golpes como hachazos a sus presas utilizando largos picos, hasta herbívoros con colmillos de al menos un metro de largo, y otros, que aunque pesados, eran buenos trotadores en cortas distancias.

Entre los reptiles representados está la mayor especie de cocodrilos corredores terrestres, también carnívoros, y líderes de la cadena alimenticia; la familia de caimanes más grande hasta ahora conocida y que da indicios de la presencia de ecosistemas de ríos y humedales en la región amazónica, hace aproximadamente 15 millones de años; y serpientes con dos toneladas y media de peso y 13 metros de largo, que al igual que las constrictoras actuales, asfixiaban a sus presas enrollándose a su alrededor y ejerciendo una presión descomunal gracias a un cuerpo tan grueso como una ceiba.

Las figuras de aves incluyen pájaros terroríficos y corpulentos, que alcanzaban hasta dos metros y medio de altura, y surcaban los cielos aprovechando las corrientes de vientos provenientes del océano Atlántico sur, que chocaban con la entonces naciente cordillera de los Andes. Y en los mamíferos se destacan animales semejantes a los elefantes, rinocerontes e hipopótamos actuales; roedores que se presume llegaron hace cerca de 50 millones de años durante el período Oligoceno, flotando en balsas naturales de vegetación ¡Desde África!; tapires rechonchos de cabeza gacha, enormes colmillos, cuyo peso apoyaban en la totalidad de la planta de sus patas traseras; felinos dientes de sable que desangraban presas con una letal mordida en la garganta; marsupiales parecidos a demonios de Tasmania del tamaño de una hiena, capaces de triturar huesos, robar comida a otros animales, oportunistas y carroñeros; perezosos y lobos gigantes, entre otros.

El proceso para llegar a la exhibición tomó un año, comenzando con la investigación en la literatura científica de las especies prehistóricas y los biomas que habitaron, luego con la selección de los animales, el boceto de los diseños anatómicos, la producción de pinturas, la documentación de las fichas que acompañaban cada figura, para finalizar con la elaboración de las piezas en cerámica, con dos cocciones en horno a 1150 grados centígrados, y luego los acabados.

Como criterio para elegir las especies, Andrés Chaparro tuvo en cuenta muestrear la mayor cantidad de familias posible e individuos con pesos alrededor de los 200 kilogramos o superiores, y un rango temporal que iba desde el Paleoceno hasta el presente.

Respecto a su proyecto, el artista aclara que “a pesar de que muchas especies se conocen bien por sus restos esqueléticos, con el material orgánico (partes blandas y tejido) ocurre distinto porque no se conserva; por lo tanto, parte de las reconstrucciones tienen que basarse en la anatomía ósea y muscular de los animales; pero en lo relacionado a los acabados y aspectos finales, que tienen que ver con el paleo arte, hay buena parte de libertad creativa (especulación)”.

Aunque la intención fue resaltar las especies colombianas, también se representaron otras que si bien no habían sido registradas para el territorio nacional, sin duda alguna estuvieron presentes durante el Gran Intercambio Biótico Americano (GABI) o vivieron en el sur del continente en el período conocido como Mioceno. Sobresalen los fósiles animales hallados en Santander, la Formación de la Venta (desierto de la Tatacoa) y el Cerrejón (La Guajira), así como “infaltables” de la megafauna suramericana.


Protegiendo plantas medicinales del pueblo Nasa




Foto: Colectivo del Semillero de Investigación en Etnobiología SIE

Otra de las propuestas seleccionadas fue la presentada desde la Universidad del Cauca, por el Colectivo Semillero de Etnobiología, y titulada: Rutas de bioconocimiento: protección de las plantas medicinales que caminan el territorio ancestral Nasa de Tierradentro, Cauca, región prioritaria de posconflicto y sitio de paso obligado entre las selvas del Pacífico y la Amazonia colombiana.

Este proyecto de investigación se propone incentivar la creatividad, imaginación y sensibilidad con relación a la protección y siembra de las plantas medicinales y algunas espirituales de uso de los The´wala (médicos tradicionales), presentes en el territorio ancestral Nasa, del Resguardo San Andrés de Pisimbalá en Tierradentro.

Como resultado del desarrollo del proyecto se elaboró un mapa parlante (instrumento metodológico que recoge de forma gráfica la percepción de una comunidad sobre el territorio local para así fortalecer su identidad) que da cuenta de las rutas de las plantas, construcción de obras artísticas (cosmogramas, ilustraciones y prototipos de planos seriados) y la implementación de un jardín de bioconocimiento en el colegio Yuç Kwet Zuun.

En el proceso, se realizaron reuniones de socialización con el Cabildo Territorio Ancestral Resguardo Indígena de San Andrés de Pisimbalá – Wedx Yu- (Municipio de Inzá-Cauca), para acordar compromisos con las autoridades.

En reuniones con directivos de la Institución Yuç Kwet Zuun se buscó revitalizar el pensamiento Nasa desde la tulpa o fogón, y fortalecer la implementación del jardín de bioconocimiento en la Institución, a partir del trabajo que realizan en la huerta de plantas medicinales.

Hubo recorridos por los Tul - espacios de cultivo tradicional de plantas medicinales- de los The`Wala (médicos Nasa tradicionales), cuyas rutas fueron mapeadas con el fin de ubicar los elementos representativos del territorio (montañas, lagunas, sitios sagrados y universo cosmogónico) desde la perspectiva de los sabios y mayores, haciendo énfasis especial en los estilos propios de pintura., cosmogramas e ilustraciones.

Por medio de una limpieza espiritual y armonización con la madre tierra, basada en plantas medicinales en la montaña de sagrada El Tablón, se realizó una visualización del futuro de la biodiversidad en el territorio Nasa de Tierradentro, cuyos aspectos relevantes fueron plasmados en un boceto elaborado por los The ‘Walas.

A hoy se continúa en el proceso de construcción y montaje del mapa parlante que reúnen los saberes propios, en diálogo con los académicos, en cuanto a cómo ve el futuro de la biodiversidad el pueblo Nasa. Finalmente, la obra pictórica será socializada en asamblea y entregada, de manera oficial, al cabildo como evidencia y resultado de la experiencia.

El desarrollo de este proyecto, con enfoque participativo desde lo comunitario, ofrecerá a los involucrados una mirada amplia de lo ambiental, así mismo de la conservación de la biodiversidad, integrando la dimensión sagrada a la valoración que del territorio y de la naturaleza hace la cultura Nasa.

Gracias a la acogida en la primera convocatoria, en la cual se recibieron más de 50 propuestas provenientes de todo el país, y debido a todo el potencial creativo identificado, el Instituto Humboldt confirma que lanzará una nueva versión de estos estímulos económicos. Su comunicación y difusión será a través de la web y canales digitales institucionales. Les invitamos a permanecer atentos.
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Transiciones socioecológicas hacia la sostenibilidad: Gestión de la biodiversidad en los procesos de cambio de uso de la tierra en el territorio colombiano

La transformación de los ecosistemas del territorio continental colombiano, su ocupación productiva y la persistencia de una confrontación armada interna atraviesan en la actualidad por un momento histórico crucial, que puede significar cambios profundos en la biodiversidad de los territorios. El inicio de la implementación del Acuerdo Final de paz entre el Gobierno Nacional y las Farc-EP, y la eventual firma de un acuerdo con el ELN, sumado a las grandes dinámicas económicas y sociales en un contexto de globalización, conllevan transformaciones que afectarán regiones reconocidas por sus altos valores de biodiversidad y su fragilidad ambiental, estimulando transiciones sociales y ecológicas que ya se comienzan a ver pero que solo se expresarán de manera contundente a mediano y largo plazo. En este documento se ponen en consideración estos procesos de cambio de la biodiversidad, algunos de ellos hoy acelerados, bajo el concepto de transiciones socioecológicas y que, gracias a una nueva generación de políticas y acciones de gestión de la biodiversidad, deberían estar orientados hacia la sostenibilidad.

 

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La resistencia de dos ranas colombianas frente a un asesino silencioso

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Bogotá, D.C. 20 de noviembre de 2018

 


Foto: Dendropsophus labialis | Crédito: Sandra Victoria Flechas


•  Preocupa la limitada información del impacto que tiene en la fauna colombiana la enfermedad quitridiomicosis, que es transmitida por el hongo microscópico Batrachochytrium dendrobatidis (Bd), y ha sido catalogada por la ciencia como una de las principales causas actuales de extinción masiva.

•  Muestreos extensivos confirman la presencia del hongo en 43 localidades al occidente del país principalmente, e infecciones en 12 familias taxonómicas. Su presencia es una amenaza para las cerca de 814 especies de anfibios registradas en el territorio nacional.


•  Una posible solución a la crisis estaría en la auto inmunización de ciertas especies que limitan el crecimiento del patógeno a través de las células granulares de su piel y la producción de moléculas antimicrobianas.


¿Por qué razón especies enteras de anfibios en el mundo desaparecen a causa de una mortal infección, mientras otras conviven con ella sin consecuencias letales? ¿Su resistencia al contagio estaría en las mismas ranas que la hospedan, el medio ambiente que habitan o las características del agente transmisor? La respuesta definitiva aún es un misterio que la ciencia intenta resolver, pero Colombia se une al reto y avanza en investigaciones al respecto añadiendo piezas a este rompecabezas inconcluso.

Un equipo de expertos compuesto por colombianos y estadounidenses descubrió que dos ranas de los Andes colombianos, que comparten el mismo hábitat de reproducción, conviven con el hongo Batrachochytrium dendrobatidis (Bd) sin presentar registro de disminuciones de sus poblaciones o signos clínicos, demostrando una asombrosa tolerancia y coexistencia con el hongo, considerándose portadoras asintomáticas. ¿La razón? Comunidades de bacterias presentes en su piel que las han hecho inmunes y resistentes como una armadura.


Foto: Batrachochytrium dendrobatidis (Bd), visto al microscopio | Crédito: Sandra Victoria Flechas, Edgar Medina

Los resultados del estudio, liderado por Vicky Flechas, investigadora adjunta en las Colecciones Biológicas del Instituto Humboldt, fueron compilados en The ISME Journal, revista especializada en todas las áreas de la ecología microbiana.

Se trata de las ranas sabanera (Dendropsophus labialis) y cohete (Rheobates palmatus), las cuales cuentan con una alta presencia de Bd en individuos juveniles de las dos especies, y cuyas intensidades de infección se han mantenido bajas debido, probablemente, a dos mecanismos de defensa presentes en la piel: microbios y moléculas formadas tras la unión de varios aminoácidos (o péptidos) capaces de inhibir el crecimiento o eliminar el hongo, y que en el caso de los adultos fueron proporcionalmente más abundantes que en las etapas anteriores a su desarrollo.

Respecto al estudio, Vicky Flechas comenta: “algo que no se había probado experimentalmente era cómo los péptidos antimicrobianos que secretan las ranas a través de las glándulas de su piel ayudaban a estructurar comunidades de bacterias. Nosotros esperábamos encontrar que estas moléculas mataran gran parte de las bacterias, pero descubrimos que, por el contrario, promovían su crecimiento”.

En sus páginas, el análisis destaca las asociaciones íntimas que todos los organismos vivos establecen con microbios para juntos convertirse en una unidad de selección natural. De esta manera, los macroorganismos ofrecen microhábitats para que se instalen complejas comunidades microbianas que influyen en el estado de salud de sus anfitriones, a través de interacciones mutualistas o parasitarias.

Los microorganismos juegan un papel importante en muchos procesos, por ejemplo, en la transformación, captación de nutrientes y defensa contra patógenos; y también en la predisposición a diferentes enfermedades.

En consecuencia, una mejor comprensión de estos seres diminutos (solo visibles al lente del microscopio), su dinámica y los factores que determinan el establecimiento y estructura de la amalgama bacteriana podrían conducir a estrategias de control de una gran variedad de enfermedades, entre ellas quitridiomicosis.

El experimento

En el laboratorio se realizó una serie de análisis en los que se enfrentó a las bacterias de la piel de las ranas con el hongo mortal. Para esto, fueron tomadas muestras de 24 individuos, se aislaron las bacterias y se probaron 159 tipos morfológicos de organismos contra el Bd, encontrando que una alta proporción de las bacterias (aproximadamente el 80 %) presentó resistencia al patógeno. 

A lo largo de las etapas de la vida, el más alto número de bacterias anti-Bd se encontró en 31 renacuajos de la rana cohete, seguido de 21 en adultos y 15 en juveniles. Para la rana sabanera, fueron detectadas 21 en adultos, 12 en renacuajos y 8 en adultos juveniles.

En contexto: una plaga con apetito insaciable

Entre las enfermedades consideradas hoy como la principal causa de la crisis de conservación mundial de anfibios está la quitridiomicosis, transmitida por el hongo microscópico antiguo y acuático Bd que ha exterminado más de 200 especies. Este microbio devora las proteínas de la piel porosa de los anfibios, un órgano vital en su respiración, hasta llevarlos a la muerte en cuestión de días, debido a un paro cardiaco.
 
Los antecedentes de dónde y cuándo apareció “el peor patógeno del mundo” (considerado así por expertos en su estudio debido al impacto negativo sobre la biodiversidad) apuntan a la península de Corea, durante la década del 50 y por actividades humanas, entre ellas el comercio de especies no regulado, el cual es capaz de desatar, de forma involuntaria, catástrofes ecológicas mundiales.

En Colombia, uno de los países con mayor número de especies de anfibios en el mundo, la información sobre la presencia de este patógeno era bastante limitada hasta hace algunos años. Eran desconocidos, entre otros aspectos, su distribución y las especies infectadas. Por tal motivo, y a partir de 2007, se iniciaron los muestreos respectivos que, hasta el día de hoy, resultan insuficientes: “es extremadamente preocupante que la información sobre la presencia de enfermedades infecciosas emergentes, incluyendo la quitridiomicosis y su impacto sobre la fauna Colombiana, todavía sea tan limitada”, menciona Flechas al respecto.

Y su preocupación no es para menos. Las especies de anfibios siguen siendo afectadas por Bd en casi todos los continentes, y muestreos extensivos en Colombia confirman presencia del hongo en 43 localidades al occidente del país, principalmente, e infecciones en 12 familias taxonómicas. Su presencia es una amenaza para las cerca de 814 especies de anfibios registradas en el territorio nacional.

¿La solución a la vista?

Una de las estrategias más prometedoras para el tratamiento de animales infectados y la prevención de disminución de comunidades de anfibios por causa de Bd, se desarrollaría a través del uso de microorganismos que potenciarían el sistema inmunológico y que podrían, además, ser usados como probióticos que permitirían caracterizar y estudiar poblaciones de bacterias y microcosmos, asimismo su capacidad de colonizar la piel de las especies infectadas y limitar así el crecimiento del patógeno.

Adicionalmente, otros estudios han demostrado que las moléculas formadas tras la unión de varios aminoácidos de un amplio rango de especies de anfibios inhiben el crecimiento de Bd bajo condiciones de laboratorio, por lo cual una probable respuesta a la crisis se daría mediante la composición de estas moléculas de defensa de la piel, las cuales determinarían si los animales pueden o no resistir la quitridiomicosis en condiciones naturales.

Por ahora, esta investigación colombiana sugiere un enfoque más integral para comprender mejor las consecuencias que la enfermedad puede tener en diversas especies y ambientes, y de esta manera informar sobre posibles esfuerzos de mitigación.

Mientras tanto, se adelantan estudios a especímenes depositados en las Colecciones Biológicas del Instituto Humboldt, en Villa de Leyva, recolectadas en las décadas del 70, 80 y 90 con el fin de intentar determinar cuándo llegó el hongo y cuándo estalló la epidemia en el país.

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Atlas de páramos de Colombia

Este atlas presenta una recopilación y exposición de la información disponible sobre páramos en Colombia, con el propósito de contribuir a la elaboración a corto plazo de una línea base completa sobre estos ecosistemas para avanzar en los planes de manejo de páramos. La información correspondiente a las zonas de páramos en Colombia que conforman este atlas, se expone en fichas descriptivas, cada una de ellas acompañada de un mapa y fotografías. De esta manera las fichas ilustran la ubicación, las características y las acciones relacionadas con la conservación en cada una de las zonas de páramo que se incluyeron. El atlas también contiene consideraciones acerca de las problemáticas generales que se relacionan con el estudio y las condiciones actuales de los páramos en el territorio nacional, así como datos sobre las medidas y la normatividad que se vincula con las zonas donde se presentan estos ecosistemas.

 

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Con Huella Viva, familias del oriente antioqueño demuestran que es posible convivir con felinos




•  Huella Viva promueve la conservación de la naturaleza para el bienestar de las comunidades locales a partir de la gestión integral del territorio en las cuencas Samaná Norte, Cocorná y Nare en el área del Magdalena Medio antioqueño.

•  El proyecto es una iniciativa público – privada de la Fundación Grupo Argos, Cementos Argos, Celsia, la Fundación Amazonas y la Corporación Autónoma Regional de las cuencas de los ríos Negro y Nare (Cornare) como aliados y es desarrollado en su primera fase por el Instituto Humboldt.

El proyecto Huella Viva, que promueve la conservación de la naturaleza para el bienestar de las comunidades locales a partir de la gestión integral del territorio en las cuencas Samaná Norte, Cocorná y Nare en el área del Magdalena Medio Antioqueño, en su primera fase hizo posible que cinco familias del oriente antioqueño implementaran en sus fincas estrategias para adaptarse al conflicto generado entre humanos y felinos por depredación de animales.

Esta primera fase contempló la caracterización de áreas de interés, la concertación con actores locales del territorio, la implementación de acciones hacia la conservación y la producción sostenible en fincas piloto en las cuencas Samaná Norte y Río Claro (tres de ellas en el municipio de San Luis, una en el municipio de San Francisco y otra más en el municipio de Puerto Triunfo). Asimismo, se desarrollaron estrategias para la adaptación al conflicto humano-felino, demostrando que la convivencia entre ambos actores es posible. Es así como Huella Viva contribuirá al incremento de la conectividad de coberturas boscosas y el bienestar y la diversificación de la economía familiar.

Las estrategias consistieron en la puesta en marcha de técnicas de ahuyentamiento (mezcla de emisión de luz con simulación de movimiento para apartar al posible depredador de animales domésticos); de mitigación (infraestructura que evitan la depredación por grandes felinos); y modelos integrados de producción para la restauración de áreas degradadas (huertas orgánicas, colmenas de abejas nativas, agricultura con árboles frutales y forestales, sistemas silvopastoriles, ganadería regenerativa y turismo de naturaleza).

Dado que las fincas piloto de este proyecto abarcan diversos contextos socioeconómicos, desde minifundios hasta latifundios, las actividades de adaptación desarrolladas respondieron a tales contextos. A la fecha, y posterior a la implementación de las estrategias en los predios, no se han presentado nuevos eventos de depredación a animales domésticos en la zona de influencia de Huella Viva.

En el desarrollo de este proyecto se proponen tres ejes de trabajo: el mantenimiento de los servicios ecosistémicos de regulación hídrica en las cuencas Samaná Norte, Cocorná y Nare; la conservación de la biodiversidad usando al jaguar y al puma como especies sombrilla (o aquellas que al ser protegidas, cuidan de forma indirecta muchas otras que componen la comunidad de su hábitat); y el desarrollo sostenible a través de modelos productivos que mejoren de la calidad de vida de las familias y la defensa ambiental.

El proyecto continúa en una fase II en donde se extenderán el número de acuerdos de conservación con las comunidades para un uso sostenible de la naturaleza, la protección de las cuencas y la conservación de los felinos.

Huella Viva es una iniciativa público–privada de la Fundación Grupo Argos, Cementos Argos, Celsia, la Fundación Amazonas y la Corporación Autónoma Regional de las cuencas de los ríos Negro y Nare (Cornare) como aliados, y es desarrollado, en su primera fase, por el Instituto Humboldt.

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En marcha Evaluación Nacional de Biodiversidad y Servicios Ecosistémicos de Colombia

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Por: Prensa Instituto Humboldt | Bogotá, D.C. 31 de octubre de 2018

En marcha Evaluación Nacional de Biodiversidad y Servicios Ecosistémicos de Colombia




Foto: Felipe Villegas, Instituto Humboldt


•  La Evaluación Nacional de Biodiversidad y Servicios Ecosistémicos permitirá contar con información estratégica sobre el estado y las tendencias de la biodiversidad y servicios ecosistémicos ligados con el bienestar humano.

•  El análisis de la información se enfocará en los ecosistemas terrestres, de agua dulce, costeros, marinos e insulares del territorio nacional colombiano.

•  En su desarrollo participan 63 expertos de múltiples disciplinas y regiones, provenientes de la academia, institutos de investigación del Sistema Nacional Ambiental (Sina), autoridades ambientales, fundaciones, organizaciones no gubernamentales y representantes de comunidades locales, buscando un balance interdisciplinar y resaltando el diálogo de saberes.


La Evaluación sigue lineamientos de la Plataforma Intergubernamental de Biodiversidad y Servicios Ecosistémicos (IPBES), la cual plantea que la naturaleza, abordada desde los diferentes sistemas de conocimiento, contribuye al bienestar de la sociedad.

A través de ocho capítulos, la Evaluación promueve, en primer lugar, la construcción de un mejor conocimiento al examinar el estado actual, tendencias y escenarios futuros de la biodiversidad, su influencia en la economía y el bienestar de la población.

En segundo lugar, incluye los diversos sistemas de conocimiento; los impulsores de cambios actuales y potenciales en la diversidad biológica; los impactos vigentes y futuros de políticas y sistemas de gobernanza sobre las contribuciones de la naturaleza para la sociedad; y los vacíos de conocimiento que debe priorizar el país.

Y en tercer y último lugar, facilita la incorporación de la diversidad biológica en las principales actividades, en distintos niveles administrativos y políticos, asignándole un lugar prioritario en los programas de enseñanza, salud pública, medio ambiente, crecimiento económico y políticas de desarrollo. Todo con el fin de brindar los mejores insumos posibles a quienes toman las decisiones.

Por otra parte, los mensajes clave producto de la Evaluación resaltarán las proyecciones de la gestión sostenible de la biodiversidad a 2030, las cuales sustentarán las políticas de innovación y desarrollo bioeconómico, lo que le permitirá al país un manejo apropiado de sus ecosistemas dentro de un esquema que combine la conservación y el crecimiento.

La inclusión será un factor fundamental en esta valoración, pues encaminará a la nación hacia el desarrollo de una cultura y civilización desde un territorio biodiverso como lo es el colombiano. En lo referente a las conclusiones del proceso, estas enviarán señales de alerta regionales, en lo posible, y ofrecerán un panorama del país y un análisis del aporte de la Evaluación a las grandes metas e indicadores globales de conservación, asimismo fortalezas y vacíos frente al logro de las mismas.
 
Para garantizar la confiabilidad de los resultados, la Evaluación Nacional está soportada en cuatro pilares fundamentales: la credibilidad, entendida como la transparencia durante el proceso de desarrollo, por lo cual se han vinculado expertos del más alto nivel. La independencia, que garantiza un diálogo de saberes con representantes de comunidades indígenas, campesinas, raizales y afrodescendientes con el fin de incluir sus conocimientos y de esta manera obtener una visión y comprensión más amplia del territorio colombiano. La legitimidad, gracias al soporte institucional de las Naciones Unidas desde sus organizaciones para la Alimentación (FAO), y la Educación, la Ciencia y la Cultura (Unesco); y los programas para el Desarrollo (PNUD) y el Medio Ambiente (PNUMA). La relevancia, que la hacen una herramienta útil en la gestión y uso sostenible de la biodiversidad y de los beneficios que de ella obtiene la sociedad.

La Evaluación Nacional de Biodiversidad se publicará en 2020. Sus resultados permitirán a la sociedad colombiana reconocer de dónde venimos, según el estado y las tendencias actuales de la biodiversidad ligados con el bienestar humano, y hacia dónde vamos en términos de trayectorias de cambio y de escenario futuros posibles.

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Cacao vivo


23/10/2018 

Opinión 

Por Brigitte Baptiste 

Directora general Instituto Humboldt 


Uno de los productos más interesantes de la América ecuatorial, el cacao, ha sido elevado recientemente a la categoría de “cultivo de la paz” en Colombia, debido a que la demanda global de chocolate sigue creciendo y existen muchas amenazas a la producción, la mayoría derivadas de las limitaciones con las que hemos abordado su manejo con la miopía propia del énfasis rentístico.

La crisis del cacao se origina en la incapacidad de entender su identidad biológica con una perspectiva ecosistémica, lo que ha llevado al agotamiento genético de los cultivos, al incremento de su vulnerabilidad a hongos y plagas, y a la escasa productividad comparada con su potencial: ni siquiera estamos seguros de qué organismo poliniza sus flores.

Nos enfrentamos a uno de muchos casos en los que la agricultura tropical requiere una revolución, una que sea capaz de valorar además las razones por las cuales el conocimiento ancestral de los pueblos amerindios insistía en manejar el ecosistema, no los cultivos. La simplificación y parcelación disciplinaria de la investigación propia de la modernidad, que en muchas facultades de agronomía en Colombia implica aún una formación convencional, es una parte del problema: no hay capacidad de construir modelos integrados del funcionamiento de los agroecosistemas y las normas no ayudan. Aún hablamos de conservación de la biodiversidad como un acto independiente de la producción y eso está causando profundo daño en la construcción de territorios sostenibles, sometidos a la idea de “delimitaciones ecológicas” que arriesgan distorsionar aún más la escasa capacidad de gestión ambiental del país.

El cacao es un árbol maravilloso que requiere más ecología que revolución verde y si bien hay que resolver los cuellos de botella de los cultivadores actuales, ese no es el camino para garantizar el chocolate del futuro. Por eso, la perspectiva de la última expedición del programa Colombia BIO, hecha por Agrosavia y el Instituto Sinchi con apoyo de Colciencias, también con financiación de la cooperación británica (GROW Colombia) abre innumerables posibilidades para que ese cacao del futuro realmente sea parte de una revolución en sostenibilidad, algo que en otros gremios se cocina pero no acaba de cuajar.

Hace 20 años impulsábamos una ecología del café basada en la biodiversidad de las regiones donde se cultivaba, un mecanismo para integrar aún más una especie emblemática (aunque introducida) de la cultura colombiana y una alternativa a la crisis recurrente de los mercados internacionales. Algo se avanzó, pero es obvio que la palabra “revolución” no hizo parte de esas proyecciones, a duras penas reconocemos los cafés especiales basados en conservación como alternativa de mercadeo.

Pueda ser que la fruticultura, la palma de aceite o incluso la ganadería colombiana sean más sensibles a este reto que entiende la competitividad como un resultado de una perspectiva integral de gestión del desarrollo rural, basada en las contribuciones de la naturaleza al bienestar, es decir, en los servicios de los ecosistemas. Si los dioses de la cultura azteca eligieron el chocolate como su ambrosía, por algo sería, pero es probablemente en Colombia donde se abre el espacio de resignificación de su producción con base en la genética chocoana y amazónica y las particularidades de su entorno biológico. Si tenemos éxito, habrá chocolate para los tiempos difíciles del cambio climático…

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Serie de estándares para la gestión de información sobre biodiversidad en Colombia

La incuestionable importancia y el poder que tiene la información es un hecho que también tiene lugar en las acciones que se relacionan con la biodiversidad. Con la tecnología y los desarrollos informáticos existentes, será cada vez más fácil obtener formación para la toma de decisiones. Sin embargo, alrededor de la puesta a disposición de información existe en nuestro medio una actitud de desconfianza y prevención. Quien tiene información quiere reconocimiento por su trabajo, lo que es perfectamente legítimo, pero sin ponerla a disposición de otros, la información tendrá sólo un uso y su utilidad será limitada. No obstante, ha comenzado a consolidarse una tendencia global en la que un número cada vez mayor de personas empiezan a entender la importancia, las ventajas y la utilidad que tiene poner a disposición información confiable y de calidad para que otros puedan explorar nuevas aplicaciones interpretaciones y usos. Es así como ya es posible encontrar iniciativas en el tema de biodiversidad, compilando bibliografía, sistematizando colecciones biológicas, digitalizando historias naturales o produciendo publicaciones electrónicas o guías taxonómicas interactivas, basadas en ilustraciones o fotografías digitales.

Ante las preguntas acerca de quién está haciendo esta tarea en Colombia, quién está articulando estas iniciativas y cómo participar en estos procesos, os permitimos presentare sta publicación con el fin de poner en contexto al lector de lo que viene haciendo el Instituto Humboldt en cumplimiento de su mandato de conformar el Sistema de Información en Biodiversidad -SIB que permite articular la información nacional e internacional disponible a través de estándares mínimos que garanticen la interoperatividad de los diferentes sistemas en red y que hace parte de un sistema de sistemas que se conoce como el Sistema de Información Ambiental para Colombia -SIAC bajo la responsabilidad institucional del IDEAM.

El Sistema de Información en Biodiversidad está ya disponible al público en Internet en la página del Instituto Humboldt www.humboldt.org.co/sib y en el portal www.siac.net.co/sib a través del cual ya estamos desarrollando interactivamente el Sistema y las herramientas informáticas que lo soportan como los estándares que presentamos hoy.

 

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V Simposio Colombiano de Códigos de Barras de ADN

El Instituto Humboldt, con el apoyo del Centro Internacional de Agricultura Tropical (CIAT), The Secretariat of the Convention on Biological Diversity (SCBD), The Global Taxonomy Initiative (GTI), The Centre for Biodiversity Genomics at University of Guelph, iBOL Colombia, y financiado por Japan Biodiversity Fund , invitan al V Simposio Colombiano de Códigos de Barras de ADN, que se realizará el 22 de octubre en el Auditorio Cementos Argos de la Universidad ICESI – Cali, Valle del Cauca.


Dirigido a:
Entidades gubernamentales, tomadores de decisiones y gestores de políticas ambientales. Estudiantes y profesionales en ciencias biológicas.

Objetivos:
- Presentar una visión amplia de la técnica molecular de códigos de barras de ADN para identificar especies invasoras y especímenes confiscados por tráfico ilegal. -Consolidar la red nacional de instituciones interesadas en el desarrollo de librerías de códigos de barras genéticos como aporte al Inventario Nacional de Biodiversidad.

Entrada libre y gratuita previa inscripción hasta el 22 de octubre.
Formulario de inscripción: http://bit.ly/2wSMKCc


Expositores invitados internacionales:

Alex Borisenko
Centro Canadiense de ADN Barcoding
Universidad de Guelph, Canadá.
http://biodiversitygenomics.net/about/leadership


Wilfred Hearty
Earlham Institute (Reino Unido)
http://www.earlham.ac.uk/wilfried-haerty


Programación

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