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Nota de actualidad | Por: Prensa Instituto Humboldt

Un verano en la eterna primavera: cuando los "profes" regresaron a la escuela






Foto: @Proantioquia vía Twitter

Escuela de verano: Parche maestro es la más reciente apuesta educativa de Proantioquia, fundación privada del sector empresarial antioqueño, que reunió por tres días a más de 300 maestros, directivos docentes y profesionales de la educación, de 8 departamentos colombianos, para construir e intercambiar saberes en torno a la escuela, el territorio y la comunidad.

El Instituto Humboldt, las Universidades EAFIT y de Antioquia, la Fundación Kreanta, la Cátedra Medellín-Barcelona, la Agencia de los Estados Unidos para el Desarrollo Internacional (USAID), la Comisión de la Verdad y el Grupo Diverser fueron aliados de esta iniciativa piloto realizada en la días pasados en la capital de Antioquia.

El recinto dispuesto para este “parche de verano” (*Parche en la jerga paisa significa lugar de reunión de un grupo de personas) en las instalaciones del Paraninfo de la Universidad de Antioquia (UdeA), en pleno centro de Medellín, un edificio de principios del siglo XIX que fue colegio franciscano (1801), cuartel y cárcel (1879-1885), símbolo arquitectónico de la UdeA desde su reapertura en 1886 hasta la fecha, y en esta ocasión una escuela nacional de maestros.

Con un día caluroso de fondo arribaron buses a las cercanías de la emblemática Plazuela San Ignacio; en su interior, un bullicio fabricado de risas y murmullos atraía la atención de los transeúntes, quienes sucumbiendo a la tentación fisgonearon desde el exterior lo que adentro de los automotores se cocía.

Contrario a lo esperado, de los vehículos no descendieron estudiantes en edad escolar sino hordas diversas de “profes” provenientes de 42 municipios de Antioquia, Bolívar, Cauca, Córdoba, Cundinamarca, Santander, Tolima y Valle del Cauca, quienes en un parpadeo inundaron los alrededores de energía, alegría y entusiasmo.

El silencio ceremonial de la casona colonial, sus patios empedrados con árboles distribuidos a manera de pequeñas islas, los arcos y escaleras de concreto que conectaban galerías y salones a lo largo y ancho de sus tres plantas se cortó un tajo con la presencia de los “profes” y un conjunto de caja, guacharaca y saxofón dio la bienvenida al ritmo de música folclórica colombiana. Bailes y fotos espontáneas inmortalizaron los primeros minutos y anticiparon que, en efecto, la jornada inaugural y las venideras serían un rotundo “parche”.


Foto: Conjunto musical / @Proantioquia vía Twitter

Acerca de cómo surgió esta idea, Juan Felipe Aramburo, coordinador de Formación Educativa de Proantioquia, mencionó: “el “parche” es una idea que surgió de la unión de varias instituciones interesadas en generar escenarios de formación distintos a los convencionales, donde los profes pudieran contar sus experiencias, apropiarse de algunas metodologías para dinamizar su trabajo y sobretodo crear rutas comunes de formación entre amigos”.


Foto: (Atrás) Felipe Aramburo con equipo de trabajo Proantioquia

Durante el conversatorio de apertura, Maestros y construcción de paz, Roser Bertran, vicepresidenta y directora de la Cátedra Kreanta, destacó las bondades del intercambio de experiencias docentes: "muchas veces los maestros nos encontramos con situaciones complicadas, pero si no aprendemos de nuestros compañeros, difícilmente la academia nos va ayudar a llegar más lejos".


Foto: Roser Bertran, Fundación Kreanta/ / @Proantioquia vía Twitter

Para Rafael Aubad, presidente saliente de Proantioquia y moderador del conversatorio, el rol docente en el país del posacuerdo es vital: “queremos que ustedes, maestros, se vuelvan multiplicadores de esa idea de que solo colectivamente podemos transformar la sociedad”.


Foto: (De izq. a der.) Gonzalo Restrepo, Ana Cristina Navarro, Rafael Aubad

El empresario y negociador del Proceso de paz de la Habana, Gonzalo Restrepo, se refirió a los profesores así: “ustedes, los educadores, son nuestros héroes, porque van a educar personas que habitan unas comunidades, muchas de ellas rurales, olvidadas por el Estado pero llenas por su corazón, sabiduría y capacidades para enseñar valores mientras la paz llega a los territorios. ¡Tienen mi venia y admiración!”

Por su parte, Ana Cristina Navarro, representante de la Comisión de la Verdad habló de la relación entre el conflicto armado interno y los maestros: “los maestros son un grupo muy importante dentro las víctimas del conflicto, porque hay historias heroicas de resistencia de maestros que, por ejemplo, recomponían una escuela y volvían a llevar a los niños allá, aun arriesgando sus propias vidas… El país tiene que saber que hubo comunidades capaces de enfrentarse a un grupo armado y decirle “no me voy, no abandono el territorio y ustedes son los que se tiene que ir”. Sobre cómo explicarle a un niño qué es la verdad y por qué es importante conocerla, Navarro respondió: “la verdad hay que conocerla, porque si no lo que sucedió se vuelve a repetir”.

Tras el “pitazo” oficial de apertura vinieron las sesiones de talleres, charlas, páneles y socializaciones en cinco ejes temáticos en torno al territorio: cuerpo, comunidades, otredad, sostenibilidad y construcción de paz, actividades elegidas por los participantes con total libertad. El género, el arte, la diversidad, la tecnología, la comunicación, la ciencia, la biodiversidad, el lenguaje audiovisual, entre otros, hicieron parte de las propuestas.

En la programación de este Parche Maestro, el Instituto Humboldt participó con la charla Mediaciones y ambientes (Eje temático Territorio sostenible), y el taller Otros lenguajes para contarnos (Eje temático Territorios para construir paz).

Sobre su experiencia en la Escuela de Verano, la profesora Ruby Bermúdez, del municipio de El Bagre (subregión Bajo Cauca antioqueño) manifestó: “soy una enamorada de la educación, y todo lo que suene a educación a mí, me entusiasma. Esta experiencia lo enriquece a uno en el quehacer diario y le permite llevar cosas para hacer más amenas las actividades y los aprendizajes de los muchachos. Vinimos con ganas y entusiasmo, porque los maestros de Colombia somos comprometidos, y estamos pa´ las que sea (sic) en lo que se trata de educación. ¡Todo lo que suene a parche, vamos bien (sic)!”.

Entre tanto, César Barrera, docente y orientador de la Institución Educativa San Vicente, de San Gil (Santander), también compartió su vivencia en el Parche Maestro: “Realmente, este ha sido un espacio para poder aprender nuevas experiencias y compartir con otros; para darse cuenta de que el oficio que hacemos es muy diferente desde la visión particular, y de que la forma en que se aplique puede transformar muchas vidas. A veces uno se frustra o se carga de problemas y no ve salidas, pero en espacios como estos, uno aprende a resolver los problemas de una forma distinta, a partir de las ópticas de otros docentes orientadores”.


Foto: César Barrera / Felipe Aramburo via Twitter

Desde la óptica internacional, Jesús Morate, educador y mediador cultural en el Departamento de Educación Museo Lázaro Galdiano de Madrid (España), expresó su sorpresa por “la gran variedad de profesoras y profesores” llegados de distintos rincones del país con “muchísima energía, ganas de compartir experiencias y con aprendizajes increíbles”.


Foto: Jesús Morate/Twitter Felipe Aramburo

En la jornada de clausura, tuvo lugar el Foro Relaciones entre territorio, comunidades y educación donde destacaron las opiniones del uruguayo Martín Rebour, Psicólogo, especializado e interesado en temas educativos, quien entre otras, mencionó sobre el territorio que este “es donde aparecen las posibilidades de aprender. Es donde nuestros niños y niñas encuentran las potencialidades y las dificultades. Por eso, me gusta pensar en territorios disciplinares".

El espacio de preguntas y respuestas arrojó inquietudes sobre el quehacer educativo, sobre cómo hacer atractivo el conocimiento y que los estudiantes lo apliquen en su cotidianidad y que asimismo genere paz. En una de ellas se planteó que "los colombianos vivimos la “angustia del hoy”. Si la escuela se propone plantearse un futuro, ¿cuál?, ¿si no tenemos ni el presente resuelto?"

Roser Bertran, de la Cátedra Kreanta, respondió que "el pasado y la diversidad son los que nos permiten solucionar el presente, y es importante hacerlo así para entender las diferencias que tendremos en el futuro, por lo que debemos construir juntos." Por su parte, Hilda Mar Rodríguez, doctora en Educación, complementó: “como maestros debemos ir despacio. No hemos terminado de entender el pasado, y aun así ya queremos abrazar el futuro".


Foto: (De izq. a der.) Martin Rebour, Roser Bertran, Hilda mar Rodríguez y Felipe Aramburo/Twitter Felipe Aramburo

Con cinco ejes temáticos (construidos previamente con los mismos maestros participantes de este “parche”), 56 actividades, 17 charlas, foros y conversatorios, 33 talleres, seis socializaciones de prácticas docentes y 63 ponentes de Colombia, España y Uruguay, la Escuela de Verano: Parche Maestro trajo de vuelta a las aulas a quienes habitualmente enseñan en ellas para entregar y recibir saberes, deconstruirlos armarlos de nuevo.

El legado de esta experiencia de verano en la ciudad de la eterna primavera, cuando los “profes volvieron a la escuela, puede sintetizarse en cinco grandes enseñanzas: la primera, destacar el cuerpo como primer territorio y vehículo para relacionarse con otros y percibir el mundo, y como un contenedor inmenso de sensaciones y pensamientos. La segunda, presentar el territorio como espacio físico, geográfico e imaginado que acoge lo común y lo cercano a cada uno, y en el que se comparte cultura e identidad. La tercera, celebrar el reconocimiento del otro como individuo diferente y el reto de establecer diálogos con quien piensa distinto como insumo valioso al momento de construir conocimientos.

La cuarta, mirar la sostenibilidad planetaria como un desafío legítimo para implementar acciones políticas y poéticas que permitan cuidarlo y habitarlo de la manera más coherente posible. La quinta, y última, abrazar la escuela como nicho para la construcción de paz y, por ende, de ciudadanía, para el intercambio con el otro y la edificación de sujetos políticos, conscientes de los cambios que necesitamos socialmente, y de agentes transformadores de las realidades.

*Con información de Proantioquia y su Escuela de verano: Parche maestro