Desde los principios y valores que rigen nuestra actuación, reconocemos y respetamos las diversas formas de investigación y de conocimiento existentes y promovemos su protección, desarrollo y articulación para el conocimiento, conservación y uso sostenible de la biodiversidad y sus servicios ecosistémicos, teniendo en cuenta nuestro contexto como país multicultural y megadiverso. Esto no solo implica la inclusión, sino la valoración de la pertinencia de los aportes del conocimiento empírico a la comprensión de las relaciones entre biodiversidad y bienestar humano, y el reconocimiento del lugar de los diversos actores de la sociedad para construir conocimientos que aporten a un diálogo social amplio sobre la biodiversidad como elemento fundamental para el mantenimiento de la vida y del bienestar de la sociedad en su conjunto.

En este sentido, reconocemos e incorporamos los conocimientos, innovaciones y prácticas generadas por la comunidad científica, los pueblos indígenas, las comunidades locales, los individuos y los diferentes sectores productivos, que pueden dar respuesta a las problemáticas relacionadas con las afectaciones a la biodiversidad y sus servicios ecosistémicos, bajo un enfoque de gestión de sistemas de conocimiento.

En honor a quien llevamos en el nombre de nuestro instituto -Alexander von Humboldt- reconocemos el valor de los grandes naturalistas: aquellas personas que con una gran sensibilidad, meticulosidad y capacidad de observación son capaces no solamente de percibir, sino de comprender, y transmitir ese conocimiento acerca del mundo que los rodea. En Colombia, personas clave en el desarrollo y comprensión de la ciencia como Jorge Ignacio Hernández Camacho, “El Mono” Hernández, conocido por ser un gran relator de la historia natural y por ser quien conceptualizó las unidades biogeográficas del país y el sistema actual de áreas protegidas, fue un naturalista.

Muchos otros naturalistas nos han demostrado con su enorme sabiduría, el gran reto que tenemos por delante de mejorar la comprensión de nuestro entorno; y en esta mirada, debemos ser incluyentes. Sólo así lograremos una visión colectiva, una gestión de todo aquello que nos rodea y un futuro en donde todas las formas de conocimiento aporten en la construcción de soluciones frente a los retos ambientales del país.